Romanos.
13:13
Portémonos con decencia, como en pleno día. No andemos en
borracheras y comilonas, ni en inmoralidades y vicios, ni en
discordias y envidias.
(Romanos
13:13)
Romanos
13:13 (gr)
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ASELGEIA
En muchos aspectos,
aselgeia
es la palabra más fea de las que figuran en la lista de pecados que
da el NT, donde se encuentra con mucha frecuencia (Mr. 7:22; Romanos.
13:13; 2 Co. 12:21; Gá. 5:19; Ef. 4:19; 1 P. 4:3; 2 P. 2:2, 7, 18;
Jud. 4). La Versión Reina Valera Antigua la traduce oscilando entre
"lascivia" e "impudicia", y la misma versión,
revisión de 1960, traduce "lascivia". La VP, regularmente,
traduce "impureza". Pero, hasta cierto punto, todas estas
traducciones fallan al dar la característica esencial de aselgeia.
Veamos primero algunas
definiciones clásicas y cristianas de la palabra. Platón la usa en
el sentido de "impudicia". Un escritor posterior la define
como "predisposición para los placeres". También se
define como "violencia aparejada con insulto y audacia".
Basilio dice que es "una disposición del alma que le impide
sobrellevar el rigor de la disciplina". Se describe como "el
espíritu que no conoce limitaciones y que osadamente sigue en pos de
cualquier capricho, desvarío e insensato desenfreno que se
proponga". Es Lightfoot quien da la medida de la cualidad
esencial de aselgeia,
cuando dice que un hombre puede ser "impuro" (akathartos)
y ocultar su pecado, pero el hombre que es aselges
(el adjetivo) conmociona a la decencia pública. He aquí la
mismísima esencia de aselgeia.
El hombre en cuya alma
mora aselgeia
está tan en las garras del pecado, tan bajo su dominio, que no le
importa lo que los demás digan o piensen mientras pueda satisfacer
su mal deseo. Es el hombre que ha perdido la vergüenza. La mayoría
de los hombres tienen la suficiente decencia como para procurar
ocultar su pecado, pero al aselges
hace mucho que eso dejó de preocuparle.
Es culpable de cualquier conducta
ultrajante y le tiene absolutamente sin cuidado todo lo que no sea
satisfacer sus deseos. Es como un drogadicto. Al principio, el
drogadicto se satisface secretamente y se esfuerza en ocultar su
vicio, pero, al final, gemirá, se humillará, suplicará, rogará e
implorará sin el menor disimulo ni freno, y sin la menor vergüenza,
para que le suministren la droga, sin la cual no puede pasar porque
ya está dominado por ella.
Ahora bien, sucede
que, en el NT, usualmente, aselgeia
no se encuentra sola, sino en conjunción con otros pecados. Nos será
instructivo ver con qué pecados está más íntimamente relacionada.
(I) Se encuentra unida
tres veces (Mr. 7:22; Ef. 4:19; 2 P. 2:2) a pleonexia.
Pleonexia
es el insaciable anhelo de tener más, el incontrolable deseo de
poseer cosas que están prohibidas y que no deberían ser deseadas en
absoluto. Por tanto, hay en aselgeia
"pura y desvergonzada codicia". Es el vicio del hombre que
se someterá gustoso al menosprecio y a la afrenta que sea con tal de
lograr aquello en que tiene el corazón puesto.
(II) En cuatro casos
(Mr. 7:22; 2 Co. 12:21; Gá. 5:19; 2 P. 2:18), está relacionada con
el adulterio, la lujuria y, en general, con el pecado sexual. Por
tanto, en aselgeia
está implicada la idea de "pura lujuria animal". Sólo
tiene uno que caminar por las calles de una gran ciudad para ver esa
clase de aselgeia
en plena y terrible actividad. Es el vicio del hombre que tiene menos
reparo que un animal en la satisfacción de sus deseos físicos.
(Ill) En tres
ocasiones (Gá. 5:19; 1 P. 4:3; Ro. 13:13), aparece conectada con la
embriaguez, particularmente con la palabra komoi.
Originalmente, un komos
era una pandilla de amigos que acompañaban a algún vencedor en los
juegos hasta su casa, cantando con regocijo sus alabanzas a lo largo
de todo el camino. Pero la palabra degeneró hasta que vino a
significar una "juerga", una pandilla de borrachos
trasnochadores balanceándose y cantando por las calles. Por tanto,
aseigeia
tiene en sí ese "puro sibaritismo" que es tan esclavo de
los mal llamados placeres, que hacen a veces perder la dignidad y la
vergüenza.
Pero, quizás, es
Josefo quien mejor matiza el significado de aseigeia.
Este escritor judío la empareja con manía,
"locura", y declara que ése era el pecado de Jezabel
cuando erigió un santuario a Baal en la Ciudad Santa, la misma
ciudad de Dios. Semejante acto era un ultraje que desafiaba toda
decencia y provocaba toda opinión pública.
Aseigeia
es una palabra fea. Es la insolencia sin límites de quien ha perdido
la vergüenza. Es un horrendo comentario sobre la naturaleza humana
el que un hombre pueda estar tan dominado por el pecado, que al final
pierda incluso la vergüenza.
6 comentarios:
Excelente. Me ayuda mucho esta definición. Estos actos son una violación grave de las leyes de Dios. No sé trata de mala conducta de poca importancia. Gal. 5:19. Muchas gracias.
Exelente explicación! Muchas gracias por el aporte
No hadoraras A Dioses De piedra o de metal. Que tienen oydos y no oyen boca y no hablan. Sólo ay un Dios. En el mundo. Dios padre. Y nuestro Señor Jesucristo nuestro redentor y Salvador de nuestras vidas y de nuestras halmas.
Bendiciones
Muchas gracias
Pr. Manuel Morejón Soler
Alberto
Uff, tu ortografía. Deja mucho que desear. A leer la Biblia, así aprenderás.
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