Por Pr Manuel A Morejón Soler El Vedado, La Habana.
En cierta ocasión el director de una prestigiosa Organización hizo una convocatoria para elegir a un funcionario para su junta directiva, pero antes había que aprobar una serie de requisitos y por último un test de aptitud.
Calificaron para la etapa final
de los muchos que se presentaron solamente cinco candidatos al puesto.
El jurado que iba aplicar el
test se encontraba en una sala aislada y
citaban a cada uno de los candidatos a los cuales sin más preguntas se le
ordenaba a subirse en una silla, cada uno de los aspirantes obedientemente
ejecutaban la orden y después de esto le anunciaban que estaba desaprobado.
El jurado se sentía consternado
cuando quedaba solo el último de los aspirantes al cual mandaron a pasar y le
aplicaron el mismo ejercicio a lo cual este respondió:
“Yo he venido a hacer un test de
aptitud y no bufonadas así que se pueden encaramar Uds.”.
El joven quedó aprobado con
“Diploma de Oro”.
El reverendo Jerry Pillay presidente
de la CMIR, quien además es secretario general de la Iglesia Unida Presbiteriana
de Sudáfrica, después de una "fructífera" estancia de cinco días en
la Isla, se refirió al recorrido que realizara por varias instituciones de fe
del país, como la Iglesia Presbiteriana Reformada cubana y el Seminario
Evangélico de Teología de Matanzas, sostuvo encuentros con autoridades de la
Oficina de Atención a los Asuntos Religiosos del Comité Central del Partido y en
esa ocasión expresó:
“En nombre de la CMIR, apelaremos
al sentido humano del presidente estadounidense, Barack Obama, para que se
solidarice con la causa de los Cinco y con sus familiares”.
De la misma forma durante una
conferencia de prensa en la sede del Consejo de Iglesias de Cuba, en la
capital, donde fue recibido por su vicepresidente, Antonio Santana, pronunció:
“Mi mensaje para esas familias es
que nunca podemos cejar en el empeño por liberarlos”.
Es radicalmente notorio que todos
los eclesiásticos que ostentan altos cargos en organizaciones mundiales que
visitan nuestro País coincidan con la misma agenda de trabajo.
Hubo solo uno que no se subió en la
silla.
El ex presidente norteamericano
James Carter fue el primer ex mandatario estadounidense que viajó a Cuba desde
el triunfo de la Revolución, en 1959, el dijo ser un cristiano practicante, que
todos los domingos enseña una lección de la Biblia en su pequeña congregación
de Plains, Georgia, y lee cada noche junto a su esposa una página de las
Sagradas Escrituras en español.
Carter, quien por invitación del
presidente Fidel Castro realizó una histórica visita a la isla en el 2002, se
reunió antes de la celebración ecuménica con el entonces presidente del Consejo
de Iglesias de Cuba, el Rev. Reinerio Arce y con obispos y presidentes de obras
de varias congregaciones evangélicas.
Raúl Suárez, director del Centro
Memorial Martin Luther King, quien antecedió en el púlpito al político
estadounidense, señaló que el bloqueo unilateral impuesto por Washington a La
Habana desde hace cuatro décadas "no solo es ilegal e injusto, sino que es
también contrario al espíritu del Evangelio".
El Sr. Carter expresó que él
había sido convidado a un culto evangélico y no a una actividad política y se
retiró del lugar como respuesta al ¿sermón? del Rev. Raúl Suarez.
El compromiso divino de todo
ministro de Jesucristo es administrar
justicia sin manipulaciones, sin complacer al poderoso. Con justicia
debe juzgar sin tener en consideración el estrato social de las personas y de
la misma forma procederá con igual énfasis y rectitud con todos sin excepción.
Justicia es: equidad, integridad,
juicio, rectitud, santidad y Verdad.
Las Sagradas Escrituras son precisas
cuando declaran:
“No harás injusticia en el
juicio, ni favoreciendo al pobre ni complaciendo al grande; con justicia
juzgarás a tu prójimo”. (Levítico 19:15)