En
la noche del pasado lunes 25, el Cardenal Jaime L Ortega Alamino, Arzobispo de
La Habana, asistió a la reapertura el Templo Nacional María Auxiliadora, en La
Habana Vieja.
El
templo desbordó su salón de feligreses, así como de turistas. A la fiesta
patronal asistió también Eusebio Leal
Spengler, historiador de la ciudad.
Durante
el culto, los padres oradores no hicieron alocución a la situación social que
se vive la Isla, ni a la pobreza espiritual y material del pueblo cubano.
Tampoco oraron por los presos que están injustamente detenidos y sin juicio en
las cárceles del régimen castrista, ni por los artistas excluidos del ámbito
cultural. Menos aún se refirieron a la fuerte represión que el régimen realiza
contra las Damas de Blanco y contra los disidentes pacifistas que son
brutalmente golpeados y detenidos en todo el país.
(Tomado del artículo: La Iglesia católica cubana calla ante la represión a
disidentes. Autor: Ernesto García Díaz)
El mensaje de D-os:
Son
una vergüenza las fiestas de amor fraternal que ustedes celebran, en las que
comen y beben alegremente, sin mostrar ningún respeto. Son pastores que cuidan
solamente de sí mismos. Son nubes sin agua, llevadas por el viento. Son árboles
que no dan fruto a su tiempo, dos veces muertos y arrancados de raíz. Son
violentas olas del mar, que arrojan como espuma sus acciones vergonzosas. Son
estrellas que han perdido su rumbo y están condenadas a pasar la eternidad en
la más negra oscuridad. (Judas 1:12-13)
Los
lectores, a los que Judas escribió, eran muy susceptibles a las herejías y a la
tentación de vivir de forma inmoral, por eso estas orientaciones son de tanta
ayuda para todos hoy como lo fueron para los del tiempo de Judas.
Como nosotros, Judas vivió en una época en que
se prefería la tolerancia a verdad. Por eso da un llamado a permanecer en una
fe que es a la vez única y revelada (v 3, 4).
Tres
maneras de ver el llamado:
1.
Judas expone el peligro, lo infructuoso y el destino final de los falsos
maestros (v 5-16), pasa ahora de los ejemplos del pasado a los falsos maestros
del presente (v: 8- 13) y muestra cómo están siguiendo los mismos peligrosos
senderos. Los israelitas contaminaron sus cuerpos, los ángeles rechazaron la
autoridad, y la gente de Sodoma y Gomorra agravió a los seres celestiales. Esos
falsos maestros pueden burlarse de las cosas que no entienden, pero entienden
lo suficiente como para ser responsables de su propia ruina.
2.
Insta al pueblo de D-os a crecer en la fe cristiana (v 20, 21).
El
apóstol nos exhorta a abrir nuestra mente a Cristo y a orar
en el poder y la fuerza del Espíritu Santo, para crecer en la fe cristiana sin
prestar atención a los falsos maestros que tratarán de apartar a su pueblo de
Él.
3.
De la misma manera que el apóstol comienza la carta, culmina dando nueva
seguridad de los propósitos firmes de D-os (24).
D-os
capacita al creyente para evitar que este sea presa de los falsos maestros.
Aunque los falsos maestros están esparcidos por todas partes y son muy
peligrosos, no debemos temerles si confiamos en D-os y estamos arraigados y
establecidos con Él.