CONTENIDO
1. LOS ABRAZOS Y CARICIAS AMOROSAS ATRAEN
Y TIENTAN A MILLONES A COMETER ADULTERIO
2. LA BIBLIA Y LAS CARICIAS AMOROSAS
3. EL AMOR MATRIMONIAL Y LAS CARICIAS
AMOROSAS DEL MARIDO Y LA ESPOSA
4. EL AMOR APASIONADO Y LOS DESEOS
FÍSICOS ESTIMULADOS FRECUENTEMENTE; ABRUMAN LA RAZÓN Y VENCEN LA VOLUNTAD
5. LAS CARICIAS AMOROSAS PREPARAN EL
CUERPO PARA LA RELACIÓN MATRIMONIAL
6. OTROS RESULTADOS DAÑINOS DE LAS
CARICIAS AMOROSAS ADEMÁS DEL ADULTERIO
7. ALGUNAS REGLAS ACERCA DEL ROMANCE PARA
EVITAR EL PECADO
8. SUGERENCIAS A LOS COMPROMETIDOS A
CASARSE
9. SEA CARITATIVO; NO JUZGUE DURAMENTE
__________________________________
1.
LOS ABRAZOS Y CARICIAS AMOROSAS ATRAEN Y TIENTAN A MILLONES A COMETER
ADULTERIO
"Bienaventurados
los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios". Mateo 5:8
"No
reprendas al anciano, sino exhórtale como a padre; a los más jóvenes, como a
hermanos". 1
Tim. 5:1-2
"Huye
también de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la
paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor". 2 Tim. 2:22
"Que
a cada uno de vosotros sepa tener su propia esposa en santidad y honor; no en
pasión de concupiscencia, como a los gentiles que no conocen a Dios".
1 Tes. 4:4-5
El
cine, el baile, la moda y la desnudez, el descubrir imprudente de los cuerpos
de mujeres y chicas guían a los abrazos y caricias amorosas. Y estos son el
último paso antes del adulterio. Pienso que podemos decir que en algunos casos
de agresión criminal y violación ocurren sin caricias amorosas, y abrazos, y
quizás algunos casos de adulterio que hacen con prostitutas profesionales. Pero
raramente o nunca ocurre el adulterio entre la gente común y decente que quiere
hacer lo correcto, sino por las caricias amorosas, besos, abrazos, tocando los
cuerpos desnudos de ellos con quienes hacen el pecado de adulterio. Los abrazos
y caricias amorosas son en un sinnúmero de casos el camino al adulterio, un
camino que pronto guía hacia abajo donde resbala la gente, tal vez aún contra
su voluntad al pecado horrible. Y todos los demás elementos que guían a los
abrazos y caricias amorosas entre gente no casada están guiando directamente
hacia el adulterio. Los shows de desnudos, mallas de baño que exponen mucho del
cuerpo, particularmente el cuerpo femenino, cuentos de revistas y fotos que
llevan la mente especialmente al romance, los cines, los abrazos del baile;
estas cosas guían al deseo sexual y así a las caricias amorosas. Todas estas
cosas han destruido la modestia y las inhibiciones naturales de pureza, aun han
destruido el sentido de respeto y decencia, hasta que en cada plaza, en cada
cine oscuro, en los hogares, aún en el salón de baile y (más peligroso que
todo) en los vehículos lejos de acompañantes responsables, los jóvenes toman
libertades con el cuerpo del otro; abrazan, besan y se acarician unos a otros.
Ellos acarician cuando no hay fingimiento de amor verdadero ni intención pura
de casarse. Lo hacen promiscuamente, tan desavergonzadamente como el
apareamiento de los animales promiscuos de granja. Abaratan el amor santo;
prostituyen instintos puros; despiertan las pasiones de sus cuerpos y provocan
la concupiscencia en sus mentes. Luego en innumerables casos de ellos llevan al
próximo paso, uno que naturalmente sigue, y cometen el pecado escarlata, el
adulterio.
2.
LA BIBLIA Y LAS CARICIAS AMOROSAS
Frecuentemente
la Biblia menciona las caricias amorosas como expresiones apropiadas y hermosas
de amor. A menudo se dice que los hombres cristianos de la Biblia se besaron
uno al otro. Suponemos que tal beso era en la mejilla. Los hombres más nobles
en algunos países europeos se abrazan uno al otro y se besan uno al otro en la
mejilla como una expresión de amor o admiración. Así lo hicieron en los tiempos
bíblicos. Así le besó Jacob a su padre, Isaac (Génesis 27:27). Así Jacob y Esaú
se besaron uno al otro (Génesis 33:4). Así José besó a sus hermanos (Génesis
45:15). Así se besaron el uno al otro Jonatán y David (1 Samuel 20:41). Así
besó David a su hijo Absalón (2 Samuel 14:13). Así Absalón besó a los hombres
de Israel y robó el corazón del Rey David (2 Samuel 15:5). Entre los creyentes
del Nuevo Testamento, el abrazo y el beso eran frecuentemente usados como una
expresión de amor fraternal. Una escena tierna se describe cuando Pablo vino a
Mileto. Y allá se congregaron los ancianos de la iglesia de Efeso para
encontrarle. Pablo percibió que nunca más les vería a ellos otra vez, entonces
hubo gran llanto de todos; y echándose al cuello de Pablo, le besaban, lo
hicieron estos hombres piadosos con lágrimas (Hechos 20:37). En el Nuevo
Testamento cinco veces los creyentes son mandados a saludarse unos a otros con
ósculo santo, o el beso de amor fraternal (Romanos 16:16, 1 Corintios 16:20, 2
Corintios 13:12, 1 Tesalonicenses 5:26, 1 Pedro 5:14). Suponemos que en casi
todos los casos, no de todos, se propuso que los hombres cristianos debían saludar
a los hombres cristianos con un beso y las mujeres debían saludar a las mujeres
cristianas de la misma manera. Por lo menos debemos entender que las caricias y
el afecto fueron alentados, con las tradiciones decorosas. Estas son las
expresiones normales de corazones cariñosos bajo el debido resguardo.
Bajo
el resguardo de ser parientes, el beso en hombres y mujeres es generalmente
apropiado. Por ejemplo, el beso de un padre y su hija. Así besó Labán a sus
hijas casadas y sus nietos (Génesis 31:55). Jacob besó a su prima Raquel
(Génesis 9:11). Sin duda alguna ese primer beso fue basado en ser parientes.
Sin embargo, desde aquel día parece que fueron enamorados y luego se casaron.
Así vemos que los vínculos fuertes de afección natural reguardados por carácter
y el sentido de responsabilidad, hacen correctos los besos entre padre e hija,
madre e hijo, y en otros casos donde hay consanguinidad y donde sea controlada
correctamente la atracción sexual.
Parece
que fue agradado el Salvador con el cariño del apóstol Juan quien estaba cerca
del pecho de Jesús (Juan 13:23-25). También fue agradado cuando una mujer
pecadora vino a Jesús para recibir el perdón de su pecado, llorando, comenzó a
regar con lágrimas sus pies, y los enjugaba con sus cabellos (Lucas 7:36-50).
Por
largo rato ha sido la costumbre en unos círculos cuando un pastor piadoso tiene
la ceremonia de bodas para una novia quien ha sido criada en su iglesia, que él
debía darla un beso de felicidad y cariño, un beso casto en la mejilla como
haría un padre. Seguramente, en casos de una larga amistad, el mismo que tal
vez la guío a Cristo, la bautizó a la pequeña chica, ya una madura señorita,
sin ofensa o injuria podría expresar su cariño y felicidades en esa manera. Y
también, otros haciendo lo mismo, respetuosamente, serían sin culpa. Yo
recuerdo cuando hace muchos años que fui al ejército en la primera guerra
mundial. En esa ocasión una mujer piadosa me besó en la mejilla en lugar de mi
madre quien había ido al cielo mucho antes. Bajo los debidos resguardos y el
obedecer a las tradiciones decorosas, las caricias pueden ser apropiadas y
buenas.
Estoy
diciendo que las caricias deben ser hermosas y benditas, deben venir del
corazón, jamás deber guiarnos mal, sino hacernos más ricos y más alegres y más
fuertes para hacer lo correcto.
Porque
las caricias son destinadas para ser cosas santas y hermosas, deben ser
resguardadas como todas las cosas santas. La historia de Lot, borracho
cometiendo incesto con sus dos hijas muestra que las caricias pueden ser vergonzosas
cuando el alcohol destruye las restricciones naturales del amor paternal. La
historia de Amón con su amor y vergonzosa violación de su media hermana, Tamar
(2 Samuel 13:1-14) muestra que debe haber una debida cautela para evitar la
tentación y el pecado aún entre hermano y hermana. Por supuesto, la verdad es
que los malos y licenciosos hombres y mujeres pueden hacer profano y vil lo que
debe ser santo y puro.
3.
EL AMOR MATRIMONIAL Y LAS CARICIAS AMOROSAS DEL MARIDO Y LA ESPOSA
La
Biblia nos da una exposición hermosa de amor matrimonial casto y puro. Los
Cantares de Salomón relata la historia del novio y la novia. Creo que el libro
muestra el amor de Cristo para su iglesia y la iglesia para Cristo. Pero
también muestra el amor, el éxtasis, y el gozo mutuo de un joven y la señorita
cuyo amor ya les guió al matrimonio. En los Cantares de Salomón cada novio
puede hallar algo de su regocijo acerca de la hermosura del cuerpo de su esposa
y la dulzura de su entrega. Pensamos que Salomón está descrito como el novio.
Así habló:
He
aquí que tú eres hermosa, amiga mía; he aquí que tú eres hermosa; Tus ojos
entre tus guedejas como de paloma; Tus cabellos como manada de cabras Que se
recuestan en las laderas de Galaad. Tus dientes como manadas de ovejas
trasquiladas, Que suben del lavadero, Todas con crías gemelas, Y ninguna entre
ellas estéril. Tus labios como hilo de grana, Y tu habla hermosa; Tus mejillas,
como cachos de granada detrás de tu velo. Tu cuello, como la torre de David,
edificada para armería; Mil escudos están colgados en ella, Todos escudos de
valientes...Toda tú eres hermosa, amiga mía, Y en ti no hay mancha.
Cantares 4:1-4, 7
Y
otra vez habla el esposo:
¡Cuán
hermosos son tus pies en las sandalias, Oh hija de príncipe! Los contornos de
tus muslos son como joyas, Obra de mano de excelente maestro. Tu ombligo como
una taza redonda Que no le falta bebida. Tu vientre como montón de trigo
Cercado de lirios. Tus dos pechos, como gemelos de gacela. Tu cuello, como
torre de marfil; Tus ojos, como los estanques de Hesbón junto a la puerta de
Bat-rabim; Tu nariz, como la torre del Líbano, Que mira hacia Damasco. Tu
cabeza encima de ti, como el Carmelo; Y el cabello de tu cabeza, como la
púrpura del rey Suspendida en los corredores. ¡Qué hermosa eres, y cuán suave, Oh
amor deleitoso! Tu estatura es semejante a la palmera, Y tus pechos a los
racimos. Yo dije: Subiré a la palmera, Asiré sus ramas. Deja que tus pechos
sean como racimos de vid, Y el olor de tu boca como de manzanas, Y tu paladar
como el buen vino, Que se entra a mi amado suavemente, Y hace hablar los labios
de los viejos.
Cantares 7:1-9
Esta
es tierra santa. Debe leer estas Escrituras reverentemente; y tal romance es
para el marido y su esposa, por supuesto. Es apropiado y el plan de Dios
evidentemente es que el marido debe estar orgulloso de las hermosuras del
cuerpo de su esposa, y que ella sea hermosa para él. Pero el cuadro dado aquí
sería manchado y profano si representó solamente las caricias sensuales entre
dos personas que no se han dado uno al otro para toda la vida, dos personas
cuyos cuerpos no han hecho una sola carne, dos personas que no se han prometido
completamente el uno por el otro.
Pienso
que es apropiado mencionar aquí también como muestra la Escritura los
sentimientos de la esposa hacia su marido "¡Oh, si él me besara con
besos de su boca! Porque mejores son tus amores que el vino". Cantares
1:13-17; 2:4-6.
Del
amor puro matrimonial, dice Cantares 8:6-7 que este amor es tan fuerte como la
muerte. No se puede apagar con agua ni ser ahogado por los diluvios ni comprado
por todas las posesiones de uno. Pero tiene que ser puro amor matrimonial con
ambos cónyuges dándose uno al otro completamente y con su amor limpio del
pecado, porque "los cielos son tan crueles como la tumba".
Las
Escrituras precedentes son la Palabra inspirada de Dios. Son santas; son
buenas. Deben ser leídas reverentemente. El Dr. Schofield dice: "No hay
otro lugar en las Escrituras donde la mente no espiritual recorra un terreno
tan misterioso e incomprensible como en este libro, mientras que a través de
los siglos las almas más piadosas han encontrado aquí una fuente de genuino y
exquisito deleite. Que el amor del divino Esposo corresponda a todas las
analogías de la relación sexual parece incorrecto solamente a aquellas mentes
que son tan ascéticas que consideran no santo el mismo deseo sexual". La
libertad absoluta de caricias y el romance es correcto dentro del matrimonio. "Toda
buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces,
en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación" (Santiago 1:17). En
el huerto de Edén Adán y Eva, quienes fueron tan puros e implacables como los
ángeles de Dios, estaban desnudos y no tenían vergüenza (Génesis 2:25).
Pero
todo esto está propuesto para gente casada, y claramente es malo y vil cuando
las caricias son un asunto de concupiscencia, profano, sin restricciones,
sensualidad sin carácter, en vez del debido y santificado amor matrimonial.
Evidentemente
tenía intención de que el romance íntimo y las caricias guíen a las relaciones
sexuales. Eso quiere decir que las caricias son para gente casada.
También
es bien claro en las Escrituras que los besos y las caricias, afuera del
matrimonio, muchas veces guían al adulterio. Por ejemplo, nos dice en
Proverbios 7 como un joven falto de entendimiento está siendo guiado al pecado
por una ramera. "Se asió de él, y le besó. Con semblante descarado le
dijo...Ven, embriaguémonos de amores hasta la mañana; alegrémonos en
amores" (Proverbios 7:13-18).
Así
los besos y la adulación y el placer del cuerpo de una mujer pueden guiar al
adulterio. La Escritura dice claramente en Proverbios 5:15-23 que ciertos
privilegios de caricias son para el matrimonio solo y nadie más. "Y
alégrate con la mujer de tu juventud, como sierva amada y graciosa gacela. Sus
caricias te satisfagan en todo tiempo, y en su amor recréate siempre".
Así dice el Señor. Están reservadas estas intimidades para el esposo y la
esposa. Al contrario pueden guiar al adulterio y traer la maldición de Dios.
Varias
veces habla Dios de acariciar los senos en relación con el pecado de la
prostitución o el adulterio. Ejemplo: Ezequiel 3:8, 21. La Palabra de Dios
revela el castigo en este caso del adulterio en Deuteronomio 22:28-29: "Cuando
algún hombre hallare a una joven virgen que no fuere desposada, y la tomare y
se acostare con ella, y fueren descubiertos; entonces el hombre que se acostó
con ella dará al padre de la joven cincuenta piezas de plata, y ella será su
mujer, por cuanto la humilló; no la podrá despedir en todos sus días".
Apenas
se nota en esta versión Reina-Valera de la Biblia que es una indicación que las
caricias, o para que un hombre toque el cuerpo de una mujer, precede y
frecuentemente guía al adulterio. La palabra hebrea taphas, traducida
aquí "la tomaré" se traduce también manejar, meter, tocar, tener,
sostener, atrapar, prender y siete veces tomar. La palabra usada aquí acerca de
un hombre tomando una joven virgen, básicamente quiere decir "tocar".
Y el "tocar" naturalmente guiará al adulterio, como indica este
versículo.
Otra
provisión importante de la Ley Mosaica dada en Deuteronomio 25:11-12 que dice: "Si
algunos riñeren uno con otro, y se acercare la mujer de uno para librar a su
marido de mano del que le hiere, y alargando su mano asiere de sus partes
vergonzosas, le cortarás entonces la mano no la perdonarás". ¿Podría
ser alguna evidencia más fuerte del peligro y la maldad de los hombres y las
mujeres afuera del matrimonio tomando libertad con los cuerpos de otras
personas?
4.
EL AMOR APASIONADO Y LOS DESEOS FÍSICOS ESTIMULADOS
FRECUENTEMENTE; ABRUMAN LA RAZÓN Y VENCEN LA VOLUNTAD.
Bueno
es recordar que el sexo es de Dios. Preparó Dios los cuerpos de hombres y
mujeres para que cada uno sintiera una necesidad para el otro. Luego los dos,
unidos en matrimonio santo, podrían tener una parte de la reproducción de la
raza humana. Por el plan de Dios, la naturaleza ha sido arreglada para que el
amor completo del hombre y su esposa les guiara a la relación sexual y la
concepción de hijos. En otras palabras, planeó Dios que en el curso natural de
los acontecimientos todos los matrimonios normales resultará en debida forma y
automáticamente en el nacimiento de los hijos. Así el romance estimula los
deseos sexuales. Pero cuando, afuera del matrimonio, el deseo sexual se
estimula por las caricias, puede vencer todas las limitaciones. La modestia,
crianza cristiana, pureza de corazón, buenas intenciones, fuerza de voluntad,
todas estas cosas pueden ser rotas en presencia del deseo sexual excitado.
En
otras palabras, el instinto sexual es un asunto automático. Es uno de los
instintos humanos más poderosos y se dice que es más fuerte que cualquier otro
instinto sino lo de la auto-preservación. Hombres y mujeres o jóvenes quienes
juegan con el sexo por las caricias y por los abrazos y besos probablemente se
encontrarán siendo llevados al pecado actual del adulterio, el cual jamás
habían planeado. Cuando juega la gente con el cuerpo humano, a veces luego las
pasiones carnales toman control y son más fuertes que la voluntad, más fuerte
que el carácter.
Debemos
recordar que esto es verdad tanto en la mujer como el hombre. Es verdad tanto
en los buenos hombres como los malos hombres. El deseo sexual excitado
frecuentemente es casi sin control. Se puede ignorar que el deseo sexual
dirigido hacia cualquier persona sino su propio cónyuge es pecaminoso y
peligroso. También se ignora el peligro y el pecado de beber o tomar las
drogas, cuando un deseo profundo ha sido estimulado por el hábito prolongado.
No obstante el pecado y el peligro están aun.
Aun
el mejor creyente en el mundo, si no puede guardarse de las caricias, tal vez
no será bastante bueno para guardarse del adulterio. Se puede estimular la
concupiscencia por un conocimiento casual (como de paso), como si fuera un
deseo sagrado entre el marido y la esposa. Y tanto como el borracho puede hacer
promesas con lágrimas y firmar un compromiso y prometer que nunca más le aflija
a su esposa por el beber, pero luego, si bebe una cerveza, puede volverse a la
embriaguez y perdición otra vez. Así un hombre o una mujer pueden romper todos
su votos y olvidar todas sus promesas y todo de su amor puro por su cónyuge
bajo la fuerza cegadora y paralizadora del alma de un deseo sexual estimulado.
Asistió
una señorita a un baile con su novio con quien iba a casarse. Después de bailar
varias veces con un amigo escolar a quien no lo amó, ambos (ella y él) fueron
profundamente estimulados y cayeron en el pecado escarlata. Llorando más tarde
me dijo que no amó a ese joven, sino que aun amaba al joven con quien fue
comprometida. Ella había sido llevada al pecado por los instintos físicos, los
cuales son perfectamente normales, instintos que tienen toda la gente normal,
pero nunca debían ser estimulados sino en el matrimonio por su propio esposo.
El
sexo es un don de Dios. Fue dado para nuestra felicidad y nuestro bien. Fue
dado para unir el esposo y la esposa juntos en amor mutuo y devoción por una
larga vida. Fue dado para resultar en familias felices e hijos amados. Sin
embargo, corrompido y perversamente utilizado, contrario a los mandamientos de
Dios, el sexo puede hacerse el enemigo más mortal de cualquier hombre o mujer y
puede guiar a la horrible ruina.
5.
LAS CARICIAS AMOROSAS PREPARAN EL CUERPO PARA LA RELACIÓN MATRIMONIAL
Acariciar,
la expresión utilizada entre jóvenes, que tiene referencia a las acciones
íntimas y el abrazo que causa la estimulación sexual fuerte, es propuesto
solamente para los cónyuges. Normalmente se prepara el cuerpo para sus varias
funciones. Por ejemplo, la vista y el olfato de las comidas causan que la
sangre vaya al estómago de una persona hambrienta y comienza la saliva en la
boca y el jugo gástrico en el estómago, para digerir la comida. El temor
produce el extracto de ciertas glándulas y llegando a la sangre prepara el
cuerpo para una acción violenta. El temor produce una dilatación de los ojos
para ver cualquier peligro. El temor causa que la respiración sea más profunda
automáticamente, y el cuerpo toma más oxígeno, preparándose para pelear o
correr. Así las caricias estimulan al cuerpo en preparación para el romance
(acto de sexo). Los vasos sanguinos se engrandecen cerca de los órganos
sexuales y se llenan con sangre, se hacen más sensitivos, aumentando el deseo
sexual. Ciertas glándulas están estimuladas para descargar secreciones. En el
hombre se produce el semen más rápidamente, y millones de células embrionarias
están preparadas. Luego la condición del cuerpo pide el apareamiento. Late más
rápido el corazón, la respiración puede ser más profunda. Esta condición es
causada por las caricias, los besos y los abrazos, como es costumbre entre los
jóvenes. Se produce por el contacto físico cercano del baile. Se produce cuando
la mente y la imaginación se concentran en asuntos sexuales, como el mirar una
película de sexo o el leer cuentos sexuales, o mirar las imágenes o cuerpos
desnudos del sexo opuesto. Esta estimulación, especialmente en el caso del
hombre, no es temporaria. La gran cantidad de semen producido en los órganos
masculinos tiene la tendencia de causar el deseo sexual repetido hasta que sea
descargado, o en acto sexual o masturbación, o "sueño mojado". Sueños
mojados frecuentes generalmente se causan por la extra estimulación sexual.
Aun
la memoria de acariciar sirve para agitar la imaginación y el deseo sexual por
mucho tiempo después.
Toda
la gente casada pensativa sabe que lo que digo es verdad, y los jóvenes que se
han entregado a las caricias y cuidadosamente han averiguado lo que sucedió
saben que hay una tentación espantosa al acariciar.
6.
OTROS RESULTADOS DAÑINOS DE LAS CARICIAS AMOROSAS ADEMÁS DEL ADULTERIO
Aunque
las caricias frecuentemente guían al adulterio y traen gran peligro a todos los
que participan en ellas, hay otros resultados dañinos. Por la misericordia de
Dios, si no está guiado al pecado escarlata por las caricias hay otros
resultados costosos en su futuro.
Primero,
los abrazos y caricias promiscuas de otros pueden perder mucho de la dulzura
del matrimonio más tarde. Mucho de la belleza del matrimonio que es nueva y
pura se disfruta por los dos. ¿Qué hombre, después de examinar los cuerpos de
otras mujeres, después de acariciarlas, abrazarlas, besarlas, puede venir a su
esposa con la misma reverencia santa y el gozo como si hubiera vivido limpio y
puro y hubiera guardado su cuerpo e interés sexual completamente para ella? Al
contrario, ¿piensa que un hombre disfrutará los encantos de su esposa tanto
como si supiera que ella ha sido acariciada, abrazada, y tuvo sus pasiones
despertadas por las caricias de varios hombres? Sin duda, las caricias antes
del matrimonio producen un matrimonio inseguro. Sin duda, muchos se divorcian
porque no había dulzura ni unión espiritual en el matrimonio. Las primeras
experiencias de la vida matrimonial deben unir juntos al marido y su esposa para
siempre en el amor mutuo y respeto y encanto. Deben sus sentimientos que fueron
hechos uno para el otro y para nadie más. Cada uno tiene un lugar en el corazón
y la vida que nadie jamás ha tenido ni podrá. Si el matrimonio no significa
ciertos derechos exclusivos, ¿por qué deben sentirse atados los hombres y las
mujeres por el matrimonio? Las caricias antes del matrimonio ciertamente a
veces guían al divorcio después del matrimonio.
Segundo,
acariciar frecuentemente causa que una señorita pierda la oportunidad de
casarse felizmente. Aunque los hombres pueden ser tentados en acariciar y
tientan a las señoritas en lo mismo, generalmente los hombres de ideales altos
luego están repugnados con ellas quienes se dejan ser acariciadas.
Mujeres
y señoritas que no tienen respeto por sus propios cuerpos frecuentemente
pierden el respeto de los hombres a los cuales acarician. De una larga
asociación con hombres y jóvenes conocidos, hay cientos de casos que prueban
que los hombres tendrán citas con una señorita y acariciará con la cual jamás
se casaría bajo ninguna circunstancia. Cualquier hombre debe sentir que si la
atracción principal de una mujer es su cuerpo, no sería una esposa fiel y
deseable. Y los hombres saben que una mujer que le gusta acariciar seguiría a otras
cosas sexuales. ¿Cuál hombre quiere casarse con una mujer que posiblemente ha
adulterado con cualquier hombre el cual ha acariciado su cuerpo?
Además,
las caricias producen muchos matrimonios apurados e infelices. Cuando las
caricias han terminado en el adulterio, a veces los jóvenes que no se amaron
uno al otro, se sienten forzados a casarse. Recién una mujer me dijo como había
odiado a su marido por muchos años. Siguieron demasiado en sus caricias. Deseo
excitado siguió al adulterio, y se sintió obligada en casarse con él, aunque no
le respetó a él después de su pecado y siempre le culpó a él por ello. ¿Cuántos
hogares infelices han salido? A veces las caricias pueden seguir al deseo
sexual tan fuertemente que se confunde por amor verdadero. Muchas veces la
gente parece profundamente enamorada. Sin embargo, cuando termina la luna de
miel, descubren que tienen casi nada en común. No se disfruta el compañerismo
de la otra persona. ¡La atracción sexual sola es la base peor en el mundo para
un matrimonio feliz!
Aun
el plan europeo donde los padres planean los matrimonios de los jóvenes que aun
no se aman uno al otro, pero aprenden el amor después de las bodas, al fin y al
cabo sale más feliz que los matrimonios basados solamente en la pasión sexual.
Un cónyuge elegido por una buena familia, hermosura de carácter y personalidad
produce un hogar más feliz que uno elegido solamente basado en la atracción
sexual. Por supuesto, la manera ideal es que la gente aprenda en amar al otro
antes de las bodas. Pero este amor debe ser basado mayormente sobre el
carácter, en la admiración verdadera, y la concordia de intereses y planes y
ser santificado por un entendimiento claro de la dirección y bendición de Dios.
Cuando sea basado un matrimonio solamente sobre la pasión sexual excitada por
las caricias, luego cuando mengüe la belleza o se hace común el cónyuge, lo que
unió el matrimonio se va y cualquier cónyuge puede ser atraído a otra persona
ajena, como sucede en muchos casos, y resulta un hogar destruido. Los matrimonios
basados solamente en la atracción sexual generalmente no producen matrimonios
felices y exitosos.
Además
hay gran daño físico en la estimulación de las caricias que excitan la pasión
sexual si no la satisface. Frecuentemente resulta la excitación en ambos
hombres y mujeres. La excitación continua de los deseos puede resultar en
auto-abuso, produciendo una conciencia culpable o aun una neurastenia a veces.
En la edad madura, muchos hombres sufren problemas de la glándula próstata que
requiere cirugía seria, causada por la estimulación sexual en la juventud que
resulta de las caricias.
Uno
de los resultados lamentables de la caricia es que los asuntos sexuales
controlan la mente, para desviarla de los placeres saludables, trabajo y
deberes. Los placeres ordinarios pierden su atracción a la gente dedicada en
acariciar. He conocido hombres que desarrollaron una mentalidad en la cual cada
mirada a una mujer fue sensual, y hablaron de asuntos sexuales con sus amigos
todo el día. Los pensamientos perversos y la costumbre de concentrarse sobre
los asuntos obscenos pueden durar por años. Muchos hombres creyentes me han
dicho que una excitación sensual de pasiones sexuales y pensamientos del sexo
en la juventud les habían dejado con una repetición de pensamientos perversos
por un largo rato, los cuales fueron vencidos después de mucha oración y
frecuente tristeza.
El
sexo, usado correctamente, es bendito de Dios, y resulta en felicidad; salud y
provecho para hombres y mujeres. Pero el sexo pervertido, y cuando los deseos
sexuales están excitados por las caricias ilegítimas con la persona del sexo
opuesto, gran daño puede resultar.
7.
ALGUNAS REGLAS ACERCA DEL ROMANCE PARA EVITAR EL PECADO
Amistad,
compañerismo, disfrutando la compañía del sexo opuesto es apropiado para
señoritas de todas las edades y para hombres y mujeres, sean casados o
solteros. Pero el romance es otro asunto. Creo yo que estas reglas serán
útiles:
1.
Sea honesto y sincero. Las acciones de amor siempre son falsas y perversas
cuando no son sinceras. Cuando un muchacho y una señorita se besan, y el beso
es una mentira, eso es pecado. Cuando se conducen como gente casada o como la
gente ya prometida a casarse por toda la vida, y cuando eso no es el
sentimiento verdadero y la intención de sus corazones, pues su romance es una
mentira. El amor de dos buenos amigos, o aun el amor de un hermano y una
hermana, no exige las libertades con el cuerpo del otro. Si no es casado, pues
no se porte como si fuese casado. Si no piensa en casarse, no se porte como que
está planeando casarse. Cualquier caricia ilegítima es perversa y peligrosa.
Si
toma las libertades destinadas para la gente casada solamente, con alguien que
no es su cónyuge, es hipócrita e insincero, y está diciendo una mentira, está
fingiendo como una mentira. La Escritura dice, "Procurad lo bueno
delante de todos los hombres" (Romanos 12:17).
2.
Guarde la regla de oro como dada por nuestro Salvador en Mateo 7:12: "Así
que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así
también haced vosotros con ellos. Porque esto es la ley y los profetas". Cuando
se acarician un joven y una señorita y estimulan la pasión sexual y toman el
camino que les guía al pecado escarlata, deben recordar que hay otras gentes
involucradas y profundamente interesadas en lo que están haciendo. Esta
señorita tiene un hermano. Joven, ¿está tratando bien ese hermano cristiano?
¿Está dispuesto que otros traten a su hermana como está tratando la hermana del
otro?
Joven,
si tomas las libertades con una señorita con la cual va a casarse otro joven,
cuando no quiere que otro joven tome las libertades con su propia esposa
futura, pues no está guardando la regla de oro. Usted está defraudando. Está
pecando profundamente contra un hombre, aunque no le conoce, y él tendría el
derecho en pedir que Dios le castigue por su pecado. Y señorita, usted debe
guardar la regla de oro también. No haga con el esposo futuro de otra mujer lo
que no quisiera que hagan con su futuro esposo.
3.
Propongo la tercera regla: Juzgue a sí mismo por la misma medida por la cual
juzga a otros. Dijo Jesús, "Y por qué miras la paja que está en el ojo
de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en el ojo tuyo?" (Mateo
7:3). ¿Pensaría que es correcto si los creyentes más respetuosos conocidos
acariciasen como los jóvenes mundanos y perversos acarician, hombres tomando
las libertades con los cuerpos de mujeres, abrazando, acariciando, excitando
los deseos sexuales? ¿Pensaría que es correcto que lo hagan los predicadores?
¿Sería correcto para su madre, con un hombre que no es su esposo? ¿No creería
que sería una cristiandad falsa si los creyentes responsables, casados tanto
como solteros, predicadores tanto como los demás miembros, acariciarían como
algunos de los jóvenes? Pues, Jesús dijo que debe juzgarse por la misma medida
con la cual juzga a otros. Si es malo para otros, es malo para usted. Si es
malo para predicadores, es malo para los miembros de la iglesia. Si es malo
para los casados (con otros que no sea su propio cónyuge), es malo para los solteros.
4.
La próxima regla es: Siempre sea un buen ejemplo a otros. Dios requiere que los
creyentes jóvenes se pongan como un ejemplo cristiano. 1 Timoteo 4:12: "Ninguno
tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra,
conducta, amor, espíritu, fe y pureza". ¡Jóvenes deben ser ejemplos en
la pureza! Es responsable para aquellos en su alrededor. Somos mandados a
estimularnos a las buenas obras (Hebreos 10:24). Y Romanos 14:13 nos manda, "Así
que, ya no nos juzguemos más los unos a los otros, sino más bien decid no poner
tropiezo u ocasión de caer al hermano". Romanos 14:15 dice, "Pero
si por causa de la comida tu hermano es contristado, ya no andas conforme al
amor. No hagas que por la comida tuya se pierda aquel por quien Cristo
murió". Romanos 4:21 dice: "Bueno no es comer carne, ni beber
vino, ni nada en que tu hermano tropiece, o se ofenda, o se debilite".
Si su ejemplo les guiará a otros a hacer lo malo, pues es pecado. O si su
acción lastima la conciencia de otros, entonces las Escrituras enseñan que
usted ha pecado. Hablando de la carne ofrecida a los ídolos, el comer de ella
no fue mal en sí. Luego Pablo dice en 1 Corintios 8:9-13 "Pero mirad
que esta libertad vuestra no venga a ser tropezadero para los débiles. Porque
si alguno te ve a ti, que tienes conocimiento, sentado a la mesa en un lugar de
ídolos, la conciencia de aquel que es débil, ¿no será estimulada a comer de lo
sacrificado a los ídolos? Y por el conocimiento tuyo, se perderá el hermano
débil por quien Cristo murió. De esta manera, pues, pecando contra los hermanos
e hiriendo su débil conciencia, contra Cristo pecáis. Por lo cual, si la comida
le es a mi hermano ocasión de caer, no comeré carne jamás, para no poner
tropiezo a mi hermano".
Si
por su ejemplo otra gente hace cosas que lastima sus conciencias, a ellos es un
pecado, y Dios le hace a usted culpable por el daño que ha hecho a su hermano.
He
recibido muchas cartas de gente quien fue guiada por otra gente a acariciar,
aunque ofendió a su conciencia y perdió la seguridad de la presencia del Señor
y el gozo de su poder, ellos que le siguieron a otros al pecado. ¿Es bueno o
malo su ejemplo cuando acaricia? Si es honesto con usted mismo en contestar esa
pregunta, puede evitar años de una conciencia afligida y un sentido de
contaminación a otros que pueden ser descarriados por seguir su ejemplo.
5.
El creyente debe guardarse sagrado para Dios quien mora adentro. El joven
creyente tiene una razón especial para guardarse de las pasiones físicas. Su
templo es el cuerpo del Espíritu Santo quien mora dentro de él. 1 Corintios
6:13-20 nos advierte "Pero el cuerpo no es para la fornicación"
(v. 13), que "vuestros cuerpos son miembros de Cristo" (v.
15), que pecados sexuales son pecados contra el cuerpo como ningún otro pecado
(v. 18). Luego nos da el mandamiento sencillo, "¿O ignoráis que vuestro
cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis
de Dios, y que no sois vuestros? Porque habéis sido comprados por precio;
glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales
son de Dios" (V. 19-20).
Pero
aun jóvenes no convertidos y adultos tienen que recordar que ellos no son
bestias, para vivir como animales, gozándose en la pasión sexual promiscuamente
sin lazos legales y santos, sin fidelidad sagrada a un cónyuge dado por Dios.
Porque somos hechos a la imagen de Dios. Cristo tenía un cuerpo humano como el
nuestro. Que malo es deshonrarse y ensuciar vuestros cuerpos en concupiscencia,
incitando las pasiones sexuales a propósito como los fornicarios y las rameras,
porque fuimos hechos a la imagen de Dios.
Otra
vez nos manda 1 Corintios 10:31 "Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis
otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios". ¿Honra a Dios el
acariciar y el excitar la pasión sexual?
6.
No haga nada que pondría obstáculos en su vida de oración, su felicidad
espiritual, su gozo en el Señor. Hay un pasaje largo en Efesios capítulo cuatro
versículo 17 a capítulo cinco, versículo 20 que toca el gozo y el poder del
creyente. Después de enumerar muchos pecados, nos dice en Efesios 4:30 "Y
no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el
día de la redención". Luego sigue una lista de otros pecados, y
Efesios 5:3 dice, "Pero fornicación y toda inmundicia, o avaricia, ni
aun se nombre entre vosotros, como conviene a santos". Y dice en v. 5 "Porque
sabéis esto, que ningún fornicario, o inmundo, o avaro, que es idólatra, tiene
herencia en el reino de Cristo y de Dios". Luego nos dice en v. 11-12 "Y
no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, sino mas bien
reprendedlas; porque vergonzoso es aun hablar de lo que ellos hacen en
secreto". Las cosas vergonzosas que hacen los jóvenes en las
tinieblas, "Las obras infructuosas de las tinieblas"
relacionadas a la fornicación, lastima al Espíritu Santo, y están mandados los
creyentes que no participen con ellas. Luego en Efesios 5:18 somos mandados, "antes
bien sed llenos del Espíritu".
Hará
una diferencia cuando ore. Fue mandado Timoteo, un joven creyente, "Huye
también las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz,
con los que de corazón limpio invocan al Señor". ¿Puede invocar al
Señor de corazón limpio si no huye de las pasiones juveniles? Y Timoteo fue
mandado que se trate "a las jovencitas, como a hermanas, con toda
pureza". Ciertamente eso nos muestra que él no podía agradar a Dios por
acaricias, besarlas, abrazarlas hasta que ambos, él y ella, fueron excitados
sexualmente y sus mentes llenas con pasiones ilegítimas.
El
matrimonio es santo, y no hay culpa, ni violación ni pecado en el romance del
marido y esposa quienes recuerdan reverentemente que pertenecen el uno al otro
y a Dios. ¡Pero como está lastimado el Espíritu Santo cuando sus templos,
nuestros cuerpos, están manchados por las caricias! Ningún creyente puede
mantener su prosperidad espiritual si peca contra su propio cuerpo y otros y
Dios.
Me
escribió una señorita para decirme como había perdido el gozo del Señor y se
sintió culpable y sucia después que había participado en las caricias. Muchos
otros me han dicho la misma cosa básicamente. Ceder a la estimulación de la
concupiscencia en acariciar, lastima al Espíritu Santo.
Dígame,
es fácil orar después de encender sus pasiones y ensuciar su conciencia por las
caricias? ¡Oh, jóvenes, sobre todas las cosas, le ruego que procure guardar una
buena conciencia ante Dios y no lastime al Espíritu Santo quien mora dentro de
su cuerpo!
¡No
haga nada para estorbar su testimonio cristiano! ¿Podría ganar a otros a Cristo
si ellos supieran todo lo que hace usted? ¿Creerían ellos en su sinceridad? Y
si intentase ganar a Cristo a la gente con la cual acaricia y estimulan los
malos y peligrosos deseos, ¿tendría el poder del cielo para ayudarle? Oh, si
fuese un alma al infierno porque usted había arruinado su testimonio, porque
había actuado como un incrédulo, ¡qué terrible sería! Pablo escribió, "Por
lo cual siendo libre de todos, me he hecho siervo de todos para ganar a mayor
número" (1 Corintios 9:19). ¡Cualquier cosa para ganar las almas! Y
otra vez escribió, "a todos me he hecho de todo, para que de todos
modos salve a algunos" (1 Corintios 9:22). Por todos los modos en el
mundo Pablo procuró salvar a algunos. En el mismo capítulo, continuó (1
Corintios 9:25-27). Pablo dijo que otros que participan en competencias
atléticas se abstienen de todas las cosas para poder ganar en los juegos
olímpicos y ganar la corona de laurel. ¿Y no debe abstenerse el creyente,
guardando cuidadosamente su cuerpo en toda sujeción, para que pueda ganar la
corona del ganador de almas, cuando los que enseñan la justicia a la multitud
resplandecerán como las estrellas a perpetua eternidad según Daniel 12:13? ¡Así
que Pablo, después de predicar a tanta gente, se cuidaba para que no esté
puesto en un estante, inútil para Dios en ganar almas, porque no controlaba sus
pasiones y deseos físicos!
Oh,
creyente joven, no pierda su testimonio por ceder a los deseos carnales! ¡No
sea responsable por el alma perdida por la cual murió Cristo porque acariciaba
como un perverso pecador perdido!
8.
SUGERENCIAS A LOS COMPROMETIDOS A CASARSE
[Este
capítulo es largo, por tanto ha sido editado para conservar espacio y para no
desviarse del tema]
Cuando
un hombre y una mujer han venido a saber que ellos se aman sinceramente el uno
al otro, y por este amor permanente y probado están planeando casarse,
ciertamente no van a actuar como si fueran extraños ni fueran solamente amigos
de paso. Pero los comprometidos deben ser estrictos entre sí mismos. No son
casados, y no deben actuar como gente casada. Precisan observar cierto decoro y
ciertas limitaciones en sus expresiones de amor. Los que verdaderamente aman al
otro pueden esperar un rato para disfrutar uno al otro después de las bodas.
Cuando
los comprometidos se acarician mucho, la estimulación del deseo sexual puede
causar mucha frustración e infelicidad. Es tonto estimular los deseos por los
cuales no tenemos el derecho de satisfacer. Sin embargo, los comprometidos que
se tientan pueden caer en el gran pecado del adulterio. Aunque estén comprometidos,
aun el adulterio es un gran pecado y a veces tiene resultados dolorosos.
Tristemente
me dijo un joven de suspender todos los planes para el futuro. Él amó a una
hermosa señorita, y ella le amó a él. Pero en su libertad entre sí mismos, sus
excitadas pasiones carnales les vencieron. No esperando las bodas, violaron su
amor en el pecado del adulterio. Luego murió su amor. Me dijo el joven que los
dos tenían tanta vergüenza y dolor y perdieron el respeto entre sí, que
despreció su amor y el matrimonio fue imposible. Así que, jóvenes, si quieren
matrimonios felices, pues mientras estén comprometidos sean moderados y
decorosos. Cuídense para que luego ningún crítico pueda decir nada acerca de su
infidelidad antes de su casamiento. Tengan tanto respeto, cada uno entre los
dos, que el matrimonio será más dulce por razón de las actuales restricciones
hacia la otra persona. Que sea su amistad tan modesta que no estimule las
pasiones, sino que exprese el cariño en una manera que no afligiría al bendito
Espíritu Santo de Dios, y en una manera que jamás tendría razón de lamentar, y
en una manera que jamás tendría razón de tener vergüenza.
Si
por las caricias y demasiada intimidad los comprometidos caen en el pecado del
adulterio, aunque sigan y se casen, probablemente producirá un dolor constante.
Cuando esté enojado el marido puede acusar a la esposa de haber sido infiel
antes de las bodas, y ambos pueden sentir que el otro fue tan débil en carácter
que posiblemente pecó con otras personas, o por lo menos lo hubiera hecho
durante un tiempo de fuerte tentación. El único camino a la mejor felicidad en
el matrimonio es continencia y dominio de sí mismo y amor decoroso antes de las
bodas.
Hemos
escrito claramente y ampliamente de este tema de acariciar. Lo hicimos porque
creemos que millones de jóvenes que pecan y son tentados a cometer el pecado de
adulterio después de las caricias habituales, pueden ser salvados de la
angustia y muchos problemas y el pecado, si hubieran sido amonestados con amor
e inteligencia.
9.
SEA CARITATIVO; NO JUZGUE DURAMENTE
Creo
que la gente madura necesita una amonestación aquí. Muchos de los lectores son
maduros. Están abiertos sus ojos a los peligros de pecados sexuales más que los
jóvenes. A veces los creyentes, licenciosos y perversos en su juventud antes de
ser salvos, ahora piensan que ven todo tipo de maldad en los jóvenes quienes
siguen las costumbres fáciles, peligrosas y equivocadas del mundo, no habiendo
sido enseñado el resultado de acariciar. Ciertamente las caricias y el romance son
más perversos cuando se planea el adulterio, que cuando los jóvenes ignorantes,
no avisados, piensan solamente en buen compañerismo y afección amable. Pero no
nos equivocamos en ser amargos y acusarles de malas intenciones a aquellos que
nunca pensaron en el adulterio y estarían sorprendidos en saber de su peligro.
Jóvenes
y los más maduros cuyas mentes están manchadas con un mal pasado y pensamientos
perversos, también deben cuidarse en no juzgar a otros. Dios ve el corazón.
Buenos médicos, frecuentemente hombres creyentes, estando acostumbrado a cuidar
a los pacientes en la cirugía y en los partos, pueden encontrarse tan
disciplinados hasta no ser tentados por el contacto necesario con el sexo
opuesto en sus deberes profesionales. Esto demandaría ideales superiores, una
buena conciencia, una mente limpia. ¿Debemos pensar mal de los parientes
abrazándose en sus despedidas? Una de las mujeres más modestas que conozco, una
admirable ganadora de almas llena del Espíritu, una noche después de muchos
ruegos y enseñanza ganó un hombre a Cristo, como su esposa se juntó en la
súplica, y luego abrazó al hombre por gozo cuando fue salvo. Estuvo
desacostumbrado. Si hubiera sido una mujer más joven, tratando con un extraño,
el abrazo estaría fuera de lugar. Podría ser dañino y por lo menos estaría
sujeto al comentario desfavorable. Pero en esa piadosa mujer, completamente
dada a ganar almas, todos los presentes pensaban que fue la reacción gozosa
natural por un pecador ganado después de muchos ruegos. Y yo quería abrazarle,
también. La vejez tiene una tendencia a enfriar las pasiones de la juventud si
vive limpiamente la gente. Y cuando las mentes son puras y guardadas en santa
sujeción, la gente está guardada del pecado más fácilmente.
He
dicho en anterior caso que unas mentes contaminadas intentan hacer sucio cada
acto de la gente inocente. Si somos limpios de corazón, nosotros mismos podemos
ayudar a otros en ver el peligro en las caricias promiscuas. Pero pecaríamos
grandemente si intentamos juzgar los corazones de otros, acusándoles de
intenciones supuestas de pecados supuestos. Oh, jóvenes, vivamos para que el
bendito Espíritu Santo de Dios dentro de nosotros no sea lastimado, para que no
seamos guiados al doloroso pecado, ni tentemos a pecar a otra gente, ni causemos
que otros sean ofendidos o que tropiecen y dañen la causa de Cristo.
Como
un ministro de Jesucristo, yo le envío a usted este mensaje con la oración que
pueda bendecir a muchos. ¡AMEN!