La
Navidad es considerada por muchos como un tiempo maravilloso, que enfoca a los
participantes a la unidad familiar, ya sea en el hogar o en la iglesia, en la
música y las decoraciones hermosas, en festejar y cantar canciones navideñas,
todo esto basado supuestamente, en la adoración a Cristo, al natalicio de
nuestro Señor Jesús.
¿Pero,
será verdad que la Biblia nos instruye hacer todo esto?
Casi
todos los aspectos de la observancia de la Navidad realmente tienen sus raíces
en la antigua babilonia, Egipto y costumbres romanas. La primera referencia a
la Navidad que marcó el 25 de diciembre como fecha del nacimiento de Jesús,
viene del segundo siglo después del nacimiento de Cristo. Las primeras
celebraciones de la Navidad fueron en relación a la Saturnalia romana, un
festival de cosecha que marcaba el Solsticio de invierno — el nacimiento del
dios Sol — y honraba a Saturno, el dios de la agricultura y la cosecha. La
Saturnalia era un tiempo de alboroto, festín, banquetes y orgias, a la cual se
oponían los más austeros líderes en la aún minoritaria congregación cristiana.
Según dice un erudito, la Navidad se desarrolló como un medio para reemplazar
la adoración del Sol (del inglés sun) con la adoración del Hijo (del inglés
son). (Nota: en inglés Sol se traduce sun e hijo se traduce son; ambas palabras
se pronuncian igual.) Para el año 529 d.C., después que el cristianismo se hubiera
convertido en la religión oficial del estado en el Imperio Romano, el emperador
Justiniano hizo de la Navidad una festividad cívica. La celebración de la
Navidad llegó a su cúspide — algunos dirían que a sus peores momentos — en el
período medieval, cuando se convirtió en un tiempo para consumo conspicuo y
juerga incomparable”.
Considere
estas citas de la Enciclopedia Católica, edición de 1911, bajo el título
“Navidad”: “La Navidad no estaba entre los primeros festejos de la Iglesia… la
primera evidencia de esta fiesta es de Egipto”. Además, “las costumbres paganas
que se centran alrededor de las calendas de enero, gravitan alrededor de la
Navidad”. Bajo el título “Día Natal”, Orígenes, un antiguo autor católico,
admitió: “…en las Escrituras no se registra que alguien haya guardado esta
fecha jamás.
La
Enciclopedia Americana, edición de 1956, añade: “La Navidad… no era observada
en los primeros siglos de la iglesia cristiana, ya que la usanza general era
celebrar las muertes de las personas notables, en lugar de su nacimiento… una
fiesta fue establecida en memoria de este evento (el nacimiento de Cristo) en
el siglo IV. En el siglo V, la iglesia occidental ordenó que la fiesta fuera
celebrada en el día de los ritos del nacimiento del Sol, y al cierre de la
Saturnalia, ya que no existía conocimiento certero del día del nacimiento de
Cristo”. No hay lugar para error en el origen de la celebración moderna de la
Navidad. Muchas fuentes adicionales podrían ser citadas y volveremos a esto más
adelante. Comencemos a atar algunos otros hechos.
Pasaron
300 años después de Cristo antes que la iglesia romana celebrara la Navidad, y
no fue sino hasta el siglo V que fue ordenada su observancia en todo el
imperio, como un festival oficial en honor a “Cristo”.
¿Puede
Cristo ser honrado con la Navidad?
La
justificación más común que alguien escuchará respecto a la Navidad es que las
personas han reemplazado las antiguas costumbres e intenciones paganas al
afirmar que ahora se están “enfocando en Cristo”. He escuchado a muchos decir
que están “honrando a Cristo” en su observancia de la Navidad. Cristo dijo:
“Pues en vano me honran, enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres”
(Mateo 15:9).
La
Navidad no es un mandamiento de Dios — es una tradición de los hombres. Cristo
continuó: “Bien invalidáis el mandamiento de Dios para guardar vuestra
tradición” (Marcos 7:9). Cada año, alrededor del mundo, el 25 de diciembre,
¡cientos de millones hacen justamente eso!
Veremos
que Dios ordena claramente: “No sigáis el camino de los paganos”. Pero la
mayoría de las personas no temen a Dios, y Él les permite que tomen sus propias
decisiones. Los seres humanos son agentes con libre albedrío — libres para
obedecer o desobedecer a Dios. Pero, ay de aquellos quienes ignoren la clara Palabra
de Dios.
¿Nació
Cristo un 25 de diciembre?
Muchos
han creído equivocadamente que nació el 25 de diciembre, pero no pudo haber
sido así, pues las escrituras cuentan que los pastores aun estaban pastoreando
sus ovejas en el campo. Era costumbre entre los judíos sacar sus ovejas a
pastar cerca de la Pascua (a principios de la primavera), y traerlas a casa al
inicio de la primera lluvia”. Las primeras lluvias comenzaban a inicios o
mediados del otoño. Continuando con la misma cita: “Durante el tiempo que
estaban fuera, los pastores las vigilaban día y noche. Cuando la primera lluvia
comenzó, temprano en el mes de March–esvan, tiempo que corresponde a parte de
nuestro octubre y noviembre (comienza en algún punto de octubre), encontramos
que las ovejas eran mantenidas fuera, a campo abierto, durante todo el verano.
Y puesto que los pastores aún no habían llevado a sus rebaños a casa, se supone
que octubre aún no había comenzado, y que, por consiguiente, nuestro Señor no
nació el 25 de diciembre, cuando no hubiera sido posible por las bajas
temperaturas y condiciones del tiempo tener rebaños afuera en los campos. Él
tampoco pudo haber nacido después de septiembre, puesto que los rebaños aún
estaban en los campos por la noche. Sobre esta base, la natividad en diciembre
debe ser abandonada. La alimentación de los rebaños por la noche en los campos
es un hecho cronológico… vea las citas.
Lucas
2:8 explica que cuando Cristo nació: “En la misma región había pastores que
estaban en el campo, cuidando sus rebaños durante las vigilias de la noche”
(Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy). Note que ellos “estaban” en el campo.
Esto nunca sucedió en diciembre. Tanto Esdras 10:9-13 como Cantares 2:11
muestran que el invierno era la temporada lluviosa y que los pastores no podían
permanecer en los fríos y abiertos campos por la noche.
¡Numerosas
enciclopedias afirman claramente que Cristo no nació el 25 de diciembre! La
Enciclopedia Católica confirma esto de manera directa. ¡Con toda probabilidad,
Cristo nació en otoño! Una larga explicación técnica probaría este punto.
Puesto
que ahora ya sabemos que el 25 de diciembre no era siquiera cercano a la fecha
de nacimiento de Cristo, ¿de dónde se originó el festival asociado a esta
fecha?
Ahora
lea esta cita bajo el título “Navidad”: “En el mundo romano, la Saturnalia
desde 17 de diciembre era un tiempo de algarabía e intercambio de regalos. El
25 de diciembre también era considerado como la fecha de nacimiento del dios
Mitra, el Sol de la Justicia. En el año nuevo romano (1 de enero), las casas
eran decoradas con verdor y luces, y regalos les eran dados a los niños y a los
pobres. A estas observancias se sumaban los ritos navideños germánicos y
celtas, cuando las tribus teutónicas penetraron en Galo, Bretaña y Europa
central. La comida y el buen compañerismo, el tronco navideño y el bizcocho de
Navidad, el verdor y los abetos, los regalos y saludos, todos conmemoraban
diferentes aspectos de esta temporada festiva. Fuegos y luces, símbolos de
calidez y fuego duradero. El arbolito de navidad que tanto nos gusta hoy en día
tiene su origen en una tradición pagana, otra de aquellas creencias, cuando los
arboles perdían sus hojas en invierno, ellos lo vestían con toda clase de
adornos, cerezas rojas y bolas brillantes en representación al dios Sol, para
que los espíritus buenos que habitaban en ellos regresaran pronto.
Una
cita final acerca de la selección del 25 de diciembre como la fecha de
nacimiento de Cristo se hace necesaria. Note un artículo en The Toronto Star
(La estrella de Toronto) de diciembre de 1984, por Alan Edmonds, titulado “Les
debemos mucho a los druidas y a los holandeses”, éste dice: “La Reforma le
causó daño a la Navidad. Para entonces, por supuesto, los astutos políticos
eclesiásticos ya habían adoptado el festival pagano a la mitad del invierno
como el supuesto natalicio de Jesús de Nazaret, y habían incorporado algunas
otras deidades paganas para hacer más apetecible su toma de poder”.
El
25 de diciembre no fue seleccionado porque fuera el nacimiento de Cristo, o porque
fuera siquiera cercano a éste. Fue seleccionado porque coincidía con el
festival pagano idólatra de Saturnalia — y esta celebración debe ser examinada
cuidadosamente. En cualquier caso, no sabemos la fecha exacta del nacimiento de
Cristo. Aunque Dios ciertamente pudo haberla dado a conocer, Él eligió esconderla
de los ojos del Mundo.
¿Quién
fue Saturno?
Estudiemos
de manera cuidadosa quién fue exactamente Saturno. Considere la siguiente cita
de otro gran periódico americano, The Democrat and Chronicle, Rochester, Nueva
York, diciembre de 1984: “El festival romano de Saturnalia, del 17 al 24 de
diciembre, movía a los ciudadanos a decorar sus hogares con verdor y luces, y a
dar regalos a los niños y a los pobres. El festival del 25 de diciembre, Natalis
Solisin Victi, el Nacimiento del Sol Invicto, fue decretado por el emperador
Aureliano en 274 d.C., como una celebración del Solsticio de invierno,
adoración al dios Sol, y un tiempo (después)… fue cristianizado como una fecha
para celebrar el nacimiento del Hijo de Luz”.
El
Dr. William Gutsch, presidente del Museo Americano de Historia Natural —
Planetario Hayden, confirmó el nombre original de la Navidad con esta cita del
18 de diciembre de 1989, en un periódico de Wetchester, Nueva York,
TheReporterDispatch:
“Los
antiguos romanos no estaban celebrando la Navidad, sino más bien, un festival
pagano llamado Saturnalia. Éste ocurría cada año, cerca del comienzo del
invierno, o en el Solsticio de invierno. Este era el tiempo que el Sol había
tomado su curso más bajo a través del cielo y en el cual los días comenzaban a
hacerse más largos, asegurando así otra temporada de crecimiento”.
La
Saturnalia, por supuesto, celebraba a Saturno — el dios fuego. Saturno era el
dios de la agricultura (la siembra) porque el calor del Sol era requerido para
permitir la siembra y el crecimiento de las cosechas. También era adorado en
este festival de invierno para que regresara (él era el “Sol” — recuerde “sun”)
y diera nuevamente calor a la Tierra para que la siembra de primavera pudiera
ocurrir. El planeta Saturno fue nombrado posteriormente en honor a él, porque
entre todos los planetas, con sus anillos y color rojo brillante, representaba
mejor al dios del fuego.
Virtualmente
cada civilización tiene un dios del fuego/Sol. Los egipcios (y algunas veces
los romanos) lo llamaban Vulcano. Los griegos lo llamaban Cronos, al igual que
los fenicios — pero ellos también lo llamaban Saturno. Los babilonios lo
llamaban Tamuz (como Nimrod, resucitado en la persona de su hijo), Moloc o Baal
como lo llamaban los caldeos. Todos estos eran simplemente los diversos nombres
de Nimrod. Nimrod era considerado el padre de todos los dioses babilonios.
Sacrificio
de niños
Note
esta horrible práctica asociada con la adoración al dios del fuego (Nimrod,
Saturno, Cronos, Moloc y Baal) en la siguiente cita de Las dos Babilonias, de
Alexander Hislop, página 231:
“Esto
concuerda perfectamente con el carácter del Gran Jefe del sistema del culto al
fuego. Nimrod, como representante del fuego devorador al cual se le ofrecían
víctimas humanas, especialmente niños, en sacrificio, era considerado como el
gran devorador de niños… era, por supuesto, el verdadero padre de todos los
dioses babilónicos; y, desde luego, con tal carácter fue considerado después
universalmente. Como Padre de los dioses recibió, como hemos visto, el nombre
de Cronos; y todos saben que la historia clásica de Cronos era justamente de
que él devoraba a sus hijos tan pronto como nacían’. (Diccionario Clásico
Lempriere, ‘Saturno’.)… esta leyenda tiene un significado más amplio y
profundo; pero aplicada a Nimrod, o ‘el Cornudo’, sólo se refiere al hecho de
que, como representante de Moloc o Baal, las ofrendas más aceptables en su
altar eran los niños. Tenemos una amplia y triste evidencia sobre este asunto
por los relatos de la antigüedad. ‘Los fenicios’, dice Eusebio, sacrificaban
todos los años a sus amados hijos unigénitos a Cronos o Saturno’”.
Pero,
¿por qué era necesario el sacrificio humano para la adoración de este terrible
dios? ¿Qué Bien podían pensar los seres humanos que había en asesinar a sus
propios hijos? Continuando: “…quien se acercara al fuego, recibiría una luz de
divinidad” y “a través del fuego divino todas las manchas producidas por
generaciones podían ser purgadas”. Por tanto, “hicieron pasar por el fuego sus
hijos y sus hijas a Moloc” (Jeremías 32:35).
Por
increíble que parezca, los seres humanos engañados realmente creían que estaban
agradando a su “dios” al sacrificarles a sus propios hijos pequeños e
inocentes. Ellos creían que el fuego los purificaba del pecado original. ¡La
doctrina pagana de pasar tiempo en el purgatorio para purgar el alma de todo
pecado se deriva de esta creencia!
¿Quién
fue Nimrod?
Debemos
ver ahora más de cerca quién fue esta figura bíblica, Nimrod. Ya lo hemos visto
como uno de los dioses falsos originales de la historia, pero, ¿qué más se
puede aprender?
Génesis
10:9 dice de Nimrod: “Este fue vigoroso cazador delante (en lugar) de Dios”. Él
realmente trató de reemplazar a Dios.
El
famoso historiador judío, Josefo, registra en Antigüedades judías importante
evidencia acerca del rol de Nimrod en el mundo post diluviano. Note: “Él
también cambió gradualmente el gobierno a tiranía… Él (Nimrod) también dijo que
se vengaría de Dios si tuviera en mente ahogar nuevamente al Mundo; y que para
eso edificaría una torre muy alta, que las aguas no pudieran alcanzar… Ahora la
multitud estaba bien preparada para seguir la determinación de Nimrod, y para
estimar como cobardía el someterse a Dios” (Libro I, Cap. IV, sección 2, 3).
Bajo
muchos nombres, el primero y quizás el mayor rebelde de la humanidad ha sido
adorado a través de la falsa religión. La antigua Israel siguió fallando
sirviendo a los muchos falsos dioses que Nimrod representaba.
Ezequiel
8:13-14 registra un cuadro de las mujeres de Israel “endechando a Tamuz”. Este
Tamuz (el dios del fuego) era considerado ser Nimrod y la etimología de la
palabra misma es fascinante. Tam significa “hacer perfecto” y muz “fuego”. El
significado es claro a la luz de lo que ya hemos aprendido. A propósito, en la
Guerra Tormenta del Desierto entre Iraq y Kuwait, Saddam Hussein nombró a uno
de sus misiles “Tamuz”. Él ciertamente entendía que su significado incluía
fuego.
Quemados
a Moloc
Veamos
cómo el pueblo de Dios, Israel, adoró a Baal/Moloc una vez que se apartó del
verdadero Dios: “Y edificaron lugares altos a Baal, los cuales están en el
valle del hijo de Hinom, para hacer pasar por el fuego sus hijos y sus hijas a
Moloc; lo cual no les mandé, ni me vino al pensamiento que hiciesen esta
abominación…” (Jeremías. 32:35).
Note
que Dios mismo dice que tales abominaciones jamás entraron siquiera a su mente:
“Y edificaron lugares altos a Baal, para quemar con fuego a sus hijos en
holocaustos al mismo Baal; cosa que no les mandé, ni hablé, ni me vino al
pensamiento. Por tanto, he aquí vienen días, dice el Eterno, que este lugar no
se llamará más Tofet, ni valle del hijo de Hinom, sino Valle de la Matanza”
(Jeremías 19:5). El versículo 6 ata este valle de Tofet o Hinom con esta
práctica. Jeremías 7:31conecta a Tofet e Hinom con el sacrificio de niños.
Tofet significa “el tambor”. Los tambores se tocaban para ahogar los gritos de
las víctimas en las llamas.
Note
esta cita de Paraíso Perdido, por John Milton, acerca del terrible dios Moloc:
“Primero Moloc, rey horrible, manchado con la sangre de los sacrificios humanos
y destilando lágrimas paternales aunque con el estrépito de tambores y
timbales, no fueron oídos los gritos de los hijos arrojados al fuego para ser
después ofrecidos al execrable ídolo”. Por supuesto, todos dirán que ya no
sacrifican a sus hijos a Moloc hoy, pero continúe leyendo.
En
el Nuevo Testamento, el mártir Esteban fue apedreado hasta la muerte porque
acusó a sus oyentes por la adoración a este ídolo malvado (Hechos 7:43).
Cuando
el justo rey Josías llegó al trono, como rey de Judá, destruyó los altares en
el Valle de Tofet (o Hinom — el mismo valle que Cristo comparó con el fuego
“gehena” en Marcos 9:43-49) poco después de llegar al poder. Él comprendió la
gran maldad de las prácticas que estaban teniendo lugar allí.
Los
druidas y los sacrificios humanos
Muchas
personas han escuchado de los druidas. Pocos saben quiénes y qué fueron. Nos
referiremos a ellos más adelante y los ataremos a otras prácticas cristianas
bien conocidas. Debemos establecer primero su rol histórico en los sacrificios
humanos.
Julio
César es la más conocida fuente de información sobre los druidas. Esto viene de
la Enciclopedia Británica. Esta cita, bajo “Druidas”, explica claramente
quiénes fueron: “Druidas, la clase docta entre los antiguos celtas, cuyo nombre
significa (encontrar) el roble. Ellos parecen haber frecuentado bosques de
roble y haber actuado como sacerdotes, maestros y jueces. Los primeros
registros conocidos de los druidas vienen del tercer siglo (a.C.)… los druidas
se encargaban de los sacrificios públicos y privados, y muchos hombres jóvenes
iban a ellos por instrucción. Ellos juzgaban todas las disputas públicas y
privadas y decretaban la penalización… El principio doctrinal de los druidas
era que el alma era inmortal… (Ellos) ofrecían víctimas humanas por aquellos
que estaban gravemente enfermos o en peligro de muerte en batalla. Grandes
imágenes de mimbre eran llenas de hombres vivos y luego quemadas; aunque los druidas
elegían a criminales de preferencia, ellos sacrificaban víctimas inocentes si
era necesario”.
El
Antiguo Testamento está lleno con la condenación de Dios para Israel por la
práctica de las costumbres de las naciones que las rodeaban — y estamos reuniendo
hechos importantes que revelan un cuadro estremecedor.
El
rol del canibalismo
Otra
verdad acerca del origen de la Navidad surge de la palabra moderna caníbal.
Esta práctica tiene sus raíces en una función principal de todos los sacerdotes
de Baal. Mantenga en mente que la palabra hebrea para sacerdote es Cahna.
Considere
la siguiente cita de Las dos Babilonias, por Alexander Hislop, página 232: “En
la ley mosaica era un precepto, proveniente sin duda de la fe patriarcal, de
que el sacerdote debía participar de todo lo que se ofreciera como ofrenda
expiatoria (Números 18:9,10). Por consiguiente, a los sacerdotes de Nimrod o
Baal se les exigía necesariamente que comieran de los sacrificios humanos; y
fue así como ‘Cahna-Bal’, el ‘Sacerdote de Baal’, aparece en nuestra propia
lengua para designar al devorador de carne humana”, carne a Baal
¡La
realidad de esto no puede perderse! También es verdad que la mayoría de las
civilizaciones tienen una tradición que ha involucrado el canibalismo. Note
esta declaración de The New York Times, “¿Cuál es el significado del
canibalismo?”, por Erik Eckholm: “El canibalismo ha fascinado y repelido
prácticamente a todas las sociedades conocidas, incluyendo aquellas que se dice
lo han practicado”.
Este
mismo artículo llegó a mostrar que la mayoría de las civilizaciones también le
pusieron significado divino a su práctica.
¿Qué
acerca del mito de Santa?
¿Ha
considerado que usted también podría estar quemando, y aún sacrificando, a sus
hijos hoy (aunque de forma diferente) en su práctica de la Navidad, aunque
pueda estar tratando de “enfocarse en Cristo” de manera sincera?
¡Los
padres razonan que les deben todo el mito de la Navidad a sus hijos! Las
tradiciones de la Navidad se centran principalmente en los niños, y son ciertamente
el centro de la mayor parte de lo que ocurre. Lo sé porque guardé diecisiete
Navidades. Mi hermana mayor, mi hermano menor y yo fuimos receptores de mucho,
y dadores de muy poco en ese día — y todo comenzaba con la mentira de Santa
Claus.
Hace
algunos años, un sacerdote en Nueva Jersey le dijo a su clase de escuela
dominical que Santa era un mito. La indignación de los padres y de sus
supervisores fue inmediata. ¡Él había “matado a Santa”! ¡Había “destruido la
tradición familiar”! Había “usurpado la autoridad familiar”, continuaba el
artículo. Fue censurado oficialmente por sus supervisores, por ser “extremista
e insensible”.
¿Su
crimen? ¡Decir la verdad!
Según
la Enciclopedia de Historia Universal de Langer, (artículo “Santa”), “Santa”
era un nombre común para Nimrod en todo Asia Menor. Este era también el mismo
dios del fuego que descendía por las chimeneas de los antiguos paganos y el
mismo dios del fuego a quien los infantes le eran quemados y comidos en
sacrificio humano, entre aquellos que alguna vez fueron el pueblo de Dios.
Hoy,
Santa Claus viene de “San Nicolás”. Washington Irving, en 1809, es el
responsable de transformar al viejo y estricto obispo original del mismo
nombre, en el nuevo “alegre San Nick” en su obra Knicker bocker History of New
York, Historia de Nueva York por Knicker bocker. (La mayoría de las otras
tradiciones navideñas de América son aún más recientes que ésta.) “Viejo Nick”
ha sido ampliamente reconocido como un término para el diablo.
En
Apocalipsis 2:6 y 15, leemos acerca de una “doctrina de los nicolaítas”, la
cual Cristo le dice dos veces a Su Iglesia que “(Él) aborrece”. Analicemos la
palabra nicolaíta. Ésta significa “seguidor de Nicolás”. Nikos significa
“conquistador, destructor”. Laos significa “pueblo”. Los nicolaítas, entonces,
son personas que siguen al conquistador o destructor — Nimrod. ¡Si usted ha
creído que el seguir la Navidad es una inocente costumbre cristiana, dese
cuenta de esta verdad!
El
origen del árbol de Navidad
Ningún
folleto acerca de la Navidad está completo sin alguna explicación acerca del
“árbol de Navidad”. Hemos tocado el tema sin enfocarnos directamente en él. El
moderno árbol de Navidad se originó en Alemania. Pero los germanos lo
obtuvieron de los romanos, quienes a su vez lo obtuvieron de los babilonios y
los egipcios.
Lo
siguiente demuestra lo que creen los babilonios acerca del origen del árbol de
Navidad: “Una antigua fábula babilónica habla de un árbol de hoja perenne, el
cual brotó de un tronco muerto. El viejo tronco simbolizaba a Nimrod muerto, el
nuevo árbol de hoja perenne simbolizaba que Nimrod había vuelto a la vida en
Tamuz! Entre los druidas, el roble era sagrado, entre los egipcios era la
palma, y en Roma era el abeto, el cual era decorado con cerezas rojas durante
la Saturnalia!”.
Los
de aspectos de la Navidad no son descritos en la Biblia. Por supuesto, la razón
es porque no son de Dios — no forman parte de la forma en que Él quiere que la
gente le adore.
¡Note
cuán específica fue la advertencia de Dios a Israel en Deuteronomio 12:29-31, y
por qué los advirtió! “Cuando el Eterno tu Dios haya destruido delante de ti
las naciones… y las heredes, y habites en su tierra, guárdate que no tropieces
yendo en pos de ellas, después que sean destruidas delante de ti; no preguntes acerca
de sus dioses, diciendo: De la manera que servían aquellas naciones a sus
dioses, yo también les serviré. No harás así al Eterno tu Dios; porque toda
cosa abominable que el Eterno aborrece, hicieron ellos a sus dioses; pues aun a
sus hijos y a sus hijas quemaban en el fuego a sus dioses”.
Muchos
versículos, similares a Deuteronomio 12, deberían ser estudiados
cuidadosamente. (Vea Éxodo 34:10-17; 23:23-33; Levítico 20:22-26; Deuteronomio
20:13-18, etc.) ¡El verdadero Dios sabía que servir a otros dioses siempre los
llevaba a sacrificarles niños!
Deuteronomio
12:32 hizo claro que Dios no quiere que mezclemos Sus caminos con ningún otro
camino falso: “Cuidarás de hacer todo lo que yo te mando; no añadirás a ello,
ni de ello quitarás”.
Estas
son claras palabras de Dios para todos los que dicen que pueden mezclar las
horribles costumbres del paganismo con un supuesto “enfoque en Cristo”.
Las
prácticas paganas del antiguo Israel en las costumbres modernas
Deuteronomio
12:2-4 establece un contexto importante. Dios dice claramente: “Destruiréis
enteramente todos los lugares donde las naciones que vosotros heredaréis
sirvieron a sus dioses, sobre los montes altos, y sobre los collados, y debajo
de todo árbol frondoso. Derribaréis sus altares… y sus imágenes de Asera
consumiréis con fuego… No haréis así al eterno vuestro Dios”.
Note
las referencias de Dios a “todo árbol frondoso” y “sus imágenes”. Hay por lo
menos diez versículos similares a través del Antiguo Testamento, los cuales se
refieren a “árboles frondosos” y a su asociación con la idolatría.
Una
vez más, vamos a examinar más de cerca la verdadera historia y los orígenes de
algunas de las costumbres de la Saturnalia que aún se practican hoy. Note la
siguiente cita escalofriante del Diccionario de Antigüedades Griegas y Romanas,
“Oscilla” 3ª edición, volumen II: “…todos los rangos se dedicaban al festejo y
regocijo, regalos eran intercambiados entre los amigos, y las multitudes
llenaban las calles, gritando ‘He aquí la Saturnalia’. Una ofrenda era hecha
debajo de un árbol de hoja perenne decorado, de acuerdo con el poeta pagano,
Virgilio. Figurillas y máscaras — llamados ‘oscilla’ — eran colgados en los
árboles, al igual como se hace con las decoraciones navideñas hoy. La historia
admite… no puede haber duda que en estos ‘oscilla’ tenemos un vestigio de
sacrificio humano…”
¿No
suena todo esto familiar? ¿Regalos, cantar en las calles, árboles con
decoraciones, ofrendas bajo el árbol, festejos y banquetes? Esto puede sonar
maravilloso, pero representa cosas que son verdaderamente abominables.
Los
‘oscilla’ modernos se ven como pequeños “ángeles” regordetes colgando de un
árbol. Yo mismo coloqué estos pequeños “ángeles bebés” en nuestro árbol, cuando
era niño. Por lo menos yo pensaba que eran ángeles bebés. ¡Cuán equivocado
estaba! ¿Cree usted que alguno de sus amigos comprende lo que esto representa
en realidad? Por supuesto que no — ¡pero eso no lo hace menos grave ni menos
equivocado a los ojos de Dios!
Paganismo
absoluto mezclado en la Iglesia
Una
fuente más demuestra cómo todo esto llegó a ser una herencia practicada de
manera tan “inocente” por millones — pero, distante de ser inocente a los ojos
de Dios. Lea la siguiente cita de la Enciclopedia Británica, 15ª edición,
volumen 10, páginas 1062-3: “El cristianismo… a través de un complejo y gradual
proceso… se convirtió en la religión oficial del imperio (romano)”.
“Por
un tiempo, las monedas y otros monumentos continuaron vinculando las doctrinas
cristianas con la adoración del Sol, a la que Constantino había sido adicto
previamente. Pero aun cuando esta fase llegó a su fin, el paganismo romano
continuó ejerciendo otras influencias permanentes, grandes y pequeñas… El
calendario eclesiástico retiene numerosos remanentes de festivales
pre-cristianos, en especial la Navidad, la cual mezcla elementos que incluyen
tanto la fiesta de Saturnalia como el nacimiento de Mitra. Pero, mayormente, la
corriente principal del cristianismo occidental le debe a la antigua Roma la
firme disciplina que le dio estabilidad y forma”.
Una
autoridad de tanta reputación como la Enciclopedia Británica reconoce, para
cualquiera dispuesto a ver, ¡que la Saturnalia y la antigua Roma fueron las que
definieron la “disciplina… estabilidad y forma” del cristianismo occidental!
¡Esta
es una admisión verdaderamente asombrosa!
La
siguiente cita poderosa revela cómo este festival idólatra pagano se deslizó al
mundo “cristiano”.
La
cita es de la Nueva Enciclopedia Schaff-Herzog de Conocimiento Religioso, bajo
“Navidad”:
“Cuánto
dependía la fecha de la festividad (Navidad) de la Brumalia pagana (25 de
diciembre), que seguía a la Saturnalia (17-24 de diciembre), y celebraba el día
más corto del año y el ‘nuevo Sol’… no puede ser determinado con exactitud. La
Saturnalia pagana y la Brumalia estaban muy profundamente arraigadas en la
costumbre popular como para ser puestas a un lado por la influencia cristiana…
El festival pagano, con su alboroto y algarabía, era tan popular que los
cristianos fueron complacidos con la excusa para continuar su celebración, con
un pequeño cambio en espíritu y forma. Los predicadores cristianos occidentales
y del cercano oriente protestaron en contra de la impropia frivolidad con la
que el nacimiento de Cristo era celebrado, mientras que los cristianos de
Mesopotamia acusaban a sus hermanos orientales de idolatría y de adoración al Sol,
por adoptar como cristiano este festival pagano”.
Una
fuente adicional revela cómo la iglesia romana absorbió la Navidad como
celebración oficial. La Enciclopedia Británica, edición de 1946, afirma: “la
Navidad no estaba entre los más antiguos festivales de la iglesia… ciertos
latinos, ya en el año 354, pudieron haber transferido el nacimiento del 6 de
enero al 25 de diciembre, que era entonces, una fiesta del mitraísmo… o el
nacimiento del SOL invicto… Los sirios y armenios, que se aferraban al 6 de
enero, acusaron a los romanos de adoración al Sol e idolatría, argumentando…
que la fiesta del 25 de diciembre, había sido inventada por los discípulos de
Cerinto…”
Así,
un festival pagano, celebrado mucho antes del nacimiento de Cristo, encontró su
camino en el cristianismo reconocido.
¿Sabía
usted que aun los puritanos de Nueva Inglaterra, del siglo diecisiete,
entendían cuán equivocada estaba la Navidad? Ellos, de hecho, prohibieron su observancia
mediante una ley, en 1659, en toda la Colonia de la Bahía de Massachusetts.
Multas y encarcelamiento podían resultar de ser encontrados guardándola.
Pasaron casi 200 años (1856) antes que las personas dejaran de trabajar durante
Navidad en Boston. Los puritanos conocían sus raíces y la catalogaron como
“idolatría pagana y papista”.
Aquellos
que “cambian tiempos y leyes”
El
profeta Daniel (7:8) habla de un “pequeño cuerno”, el cual (7:25) “hablará
palabras contra el Altísimo… y pensará en cambiar los tiempos y la ley”. Este
pequeño cuerno (El Vaticano), es una gran autoridad religiosa que intenta
imponer su propia perspectiva de las fechas y celebraciones a un mundo
confiado, en lugar de la clara instrucción de Dios. La palabra hebrea traducida
como “cambiar” significa “transformar, alterar o establecer”. La palabra
traducida como “tiempos” significa “ocasión señalada, temporadas o tiempos”. La
palabra hebrea traducida como “ley” significa “decretos o leyes de Dios”. Al
ser puestas juntas, la frase se refiere a una autoridad que intenta
“transformar las ocasiones señaladas y las temporadas dentro de la Ley de
Dios”. Ciertamente, la Navidad es un gran ejemplo de cómo esto ha sido hecho.
La instrucción de Dios ha sido reemplazada con las tradiciones religiosas de
los hombres.
En
verdad, han sido los “políticos eclesiásticos”, mencionados anteriormente, que
han buscado imponerle el calendario “cristiano” moderno a un mundo ignorante.
Son estos líderes los que han “pensado en cambiar los tiempos y las leyes”.
El
peligroso poder de las mentiras
Uno
de los nombres de Satanás es Destructor (Apocalipsis. 9:11).
Nimrod/Saturno/Moloc/Baal, al igual que Satanás, es el dios del fuego, que
destruye y devora pequeños niños.
¡El
verdadero Jesucristo nunca estuvo y nunca estará en la Navidad! Él no puede ser
puesto de vuelta en un lugar donde nunca ha estado. Pero el “dios de este
mundo”, Satanás (2ª de Corintios. 4:4), siempre ha estado en la Navidad. ¡Él es
su autor!
El
verdadero Dios ordena que debemos adorarle “en Espíritu y en Verdad” (Juan
4:23-24). Esto no encaja con las grandes mentiras de la Navidad y de Santa
Claus, que todos los niños tan de buena gana creen.
1ª
de Timoteo 4:2 advierte de “la hipocresía de mentirosos que tienen cauterizada
la conciencia”. ¡Los padres pueden “quemar” a sus propios hijos, hasta el punto
de abrasarlos, con el engaño y la mentira de la Navidad!
No
hay “seguridad en los números” en este Mundo para aquellos que guardan la
Navidad, porque Satanás, quien es llamado “el padre de las mentiras” y
“homicida desde el principio” (Juan 8:44), ¡ha “engañado al mundo entero” (Apocalipsis
12:9)!
Vaya
a este versículo y léalo. Luego, reconozca que la Navidad es ciertamente un
testimonio de ese gran engaño.
Pero
Cristo se refiere a Su Iglesia como una “manada pequeña” (Lucas 12:32). Muchos
otros versículos muestran esto. Esta Iglesia no tiene los grandes números de
las clases respetadas y establecidas del cristianismo de este mundo.
“Otro Jesús”
Hay
otro problema con la idea de “poner a Cristo de vuelta en la Navidad” — ¡y es
grande! El “Jesús” que es el centro de esta temporada, ¡no es el verdadero
Jesucristo de la Biblia!
A
la mayoría se le ha enseñando que sólo hay un Jesucristo. Pero la Palabra de
Dios habla de una falsificación, y este Cristo sustituto es identificable en la
historia. ¿La prueba? El apóstol Pablo advirtió de “otro Jesús”.
¡Comprenda
lo que está en juego aquí!
Primero,
considere toda la introducción de Pablo a medida que establece el fundamento
para la advertencia que sigue: “Pero temo que como la serpiente (Satanás) con
su astucia engañó a Eva, vuestros sentidos sean de alguna manera extraviados de
la sincera fidelidad a Cristo” (2ª de Corintios. 11:3).
Ahora
la advertencia en el siguiente versículo: “Porque si viene alguno predicando a otro Jesús que el que os hemos
predicado, o si recibís otro espíritu que el que habéis recibido, u otro
evangelio que el que habéis aceptado, bien lo toleráis” (2ª de Corintios.
11:4). Los corintios parecían “tolerar esto” sin mucha resistencia.
Pablo,
bajo inspiración del verdadero Jesucristo de la Biblia, fue movido a registrar
el peligro de seguir inconscientemente a “otro Jesús”. Considere. La mayoría
probablemente jamás ha considerado, remotamente, la idea de un falso Jesús ni
siquiera por un momento — que existe tal cosa como un equivocado, diferente y
“falso Cristo” (Mateo 24:23-24) — llamado “otro Jesús”. En el pasado, este
“Jesús” incluso ha corrompido aun el pensamiento de los verdaderos cristianos.
Esto está claro. Pero la “sutileza” de cómo puede ocurrir esto, y cómo se ha
producido en la historia, es tan engañosa — tan seductora — que incluso los
verdaderos cristianos sin saberlo, pueden caer en la adoración de este supuesto
Jesús. Esto era lo que les estaba sucediendo a los corintios.
Las
personas pueden adorar en formas que representan cosas muy diferentes de lo que
creen o piensan. Los “creyentes” en la Biblia hoy pueden pensar que están
adorando al verdadero Salvador, cuando en realidad están adorando a un falso
salvador — ¡otro Jesús! El cristianismo tradicional completo está, de hecho,
adorando a Nimrod/Saturno/Moloc/Baal. El énfasis moderno en madre/hijo,
“María/Jesús”, incluyendo la adoración a María por millones, es un paralelo con
Nimrod y su madre, Semíramis, que no puede ser pasado por alto.
He
aquí el punto de lo que está siendo explicado. Muchos hablan de “poner a Cristo
de vuelta en la Navidad”. Esto se escucha cada año desde miles de púlpitos y
otras partes. ¡Pero el verdadero Cristo jamás estuvo allí! Tal como una persona
no puede regresar a una habitación en la que jamás ha entrado, Jesucristo no
puede ser “puesto de vuelta” en un evento en el que Él jamás ha estado, y que
de hecho, aborrece! (Una vez más, vea Marcos 7:7). El Jesús que estos
predicadores y religiosos tienen en mente es otro Cristo, uno con otro
evangelio, otro espíritu — ¡el espíritu navideño! — que lleva doctrinas y
enseñanzas totalmente diferentes.
Por
último, examinemos lo que Dios le dijo a Su pueblo debía hacer, y el camino que
debía enseñar a sus hijos.
Recuerde
Jeremías 7:31, donde Dios condenó a Israel por quemar a sus hijos en el Valle
de Tofet. Ocho versículos antes (vs. 23-24), Dios había dejado claro lo que Él
requiere: “Mas esto les mandé, diciendo: Escuchad mi voz, y seré a vosotros por
Dios, y vosotros me seréis por pueblo; y andad en todo camino que os mande,
para que os vaya bien. Y no oyeron… antes caminaron… en la dureza de su corazón
malvado…”
Los hombres no quieren obedecer a Dios (Rom.
8:7). Ellos prefieren seguir su propia “imaginación”. Ellos no entienden que
Dios quiere que sus vidas vayan “bien”.
Él
quiere que la felicidad, gozo y bendiciones fluyan en las vidas de las
personas. Todo esto es resultado de obedecerle a Él.
Dios
inspiró a Moisés para advertir a los padres de la grave responsabilidad que
tienen en qué y cómo enseñan a sus hijos, y cómo se lo enseñan. Note Su
instrucción en Deuteronomio 6:1, 6-7, 20-21, 25: “Estos, pues, son los
mandamientos…que el Eterno vuestro Dios mandó que os enseñase, para que los pongáis
por obra en la tierra a la cual pasáis vosotros para tomarla…Y estas palabras
que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y
hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte,
y cuando te levantes…Mañana cuando te preguntare tu hijo, diciendo: ¿Qué
significan los testimonios y estatutos y decretos que el Eterno nuestro Dios os
mandó? entonces dirás a tu hijo: Nosotros éramos siervos de Faraón en Egipto, y
el Eterno nos sacó de Egipto con mano poderosa…Y tendremos justicia cuando
cuidemos de poner por obra todos estos mandamientos delante del Eterno nuestro
Dios, como él nos ha mandado”.
Dios
sacó a Israel de Egipto — de la esclavitud — de las costumbres del Mundo que
los rodeaba y les reveló Su Ley. Él no quiere que Su pueblo regrese a las
tradiciones, costumbres y caminos de los cuales Él los ha llamado.
Cuando
todas las tradiciones interconectadas, llenas del simbolismo de adorar a un
antiguo dios pagano, ideadas humanamente, son enseñadas, esto no es adorar al
verdadero Creador.
El
profeta Isaías fue inspirado a escribir: “Clama a voz en cuello, no te
detengas; alza tu voz como trompeta, y anuncia a mi pueblo su rebelión” (58:1).
Yo he hecho eso. Ahora que usted ha leído la pura verdad acerca del verdadero
origen de la Navidad, ¿qué hará?
La
siguiente cita viene del folleto La pura verdad acerca de la Navidad, por
Herbert W. Armstrong. Ésta resume el folleto que usted acaba de leer:
“La
Navidad se ha convertido en una temporada comercial. Es patrocinada, mantenida
viva, por las más fuertes campañas publicitarias del año. Usted ve a un ‘Santa
Claus’ enmascarado en muchas tiendas. Los anuncios nos mantienen engañados
acerca del ‘hermoso espíritu navideño’. Los periódicos, que venden anuncios, imprimen
floridos editoriales exaltando y elogiando la temporada pagana, y su
‘espíritu’. Una ingenua población se ha impregnado tanto, que muchos se ofenden
cuando se les dice la verdad. Pero el ‘espíritu navideño’ es creado cada año,
no para honrar a Cristo, es una farsa para vender mercancía! Igual que todos
los engaños de Satanás, que aparece como un ‘ángel de luz’, lo hacen parecer
bueno. ¡Billones de dólares son gastados en este frenesí de comercialización
cada año, mientras la causa de Cristo debe sufrir! ¡Es parte del sistema
económico de Babilonia!
“Hemos
profesado ser naciones cristianas, pero estamos en Babilonia, tal como lo
predijo la profecía bíblica, ¡y no lo sabemos! ‘Salid de ella, pueblo mío, para
que no seáis partícipes de sus pecados, ni recibáis parte de sus plagas’ — las
cuales vendrán pronto — es la advertencia de Apocalipsis 18:4” (énfasis mío).
“Este
año, en vez de intercambiar regalos, ¿por qué no poner ese dinero en la Obra de
Dios?”
Babilonia , Roma y la Navidad
No cabe duda que el paganismo de Babilonia
trascendió las fronteras, asentándose con mucha fuerza en el cristianismo
actual.
La
iglesia católica ordenó que este día tuviera que ser celebrado. La iglesia
dirigió esta celebración para que tuviera lugar en el mismo día que el festival
pagano dedicado a adorar la divinidad Solar, cuya concepción se había realizado
en la virgen matriz de la reina del cielo.
•La
antigua Semiramis (Venus, Osiris, etc.) pasó a llamarse “virgen María”
•Y
a la encarnación del dios Sol Tamuz (Baal, Moloc, etc.) se le llamó “Jesús”.
•El
festival del Solsticio de invierno celebrado el 25 de diciembre de cada año,
pasó a ser la fecha oficial del nacimiento de Jesús.
•Y
la antigua costumbre de la entrega de regalos y presentes, fue acomodada en
función de la experiencia que tuvieron los magos al visitar al niño Jesús,
entregándole “regalos”.
•El
antiguo árbol que la religión de Babilonia adornaba en celebración del
nacimiento de Tamuz, pasó a llamarse “el árbol de Navidad”.
El
viejo pascuero
No
podemos negar que la fecha de “navidad” es un verdadero caldo de cultivo para
los comerciantes y el consumismo, pero todo detrás de una pantalla o
envoltorio.
El
sacerdote católico Nicolás, del cual se inspiro el personaje de Santa Claus o
Papa Noel, Llegó a ser obispo de Myra, y como tal desarrolló una importante
labor social repartiendo regalos entre los niños desprotegidos y ayudando a las
mujeres solas. Al paso de los años, la Iglesia Católica Romana lo elevaría a
Santo por sus buenos actos y desde ahí pasó a ser “San Nicolás o Santa Claus”,
a quien todos los niños esperaban ansiosamente, para recibir los regalos en
época navideña.
Algo
sorprendente es que – a “Santa Claus” le colocaron todos los atributos del
Señor Jesús, remplazando en el corazón de los niños al Señor, tal es así que
las oraciones de los niños ya no eran hacia Dios sino a “Santa Claus” para que les trajese muchos
obsequios…Usted ciertamente debería enseñarles a sus niños que es mejor dar que
recibir. ¡Y también debería enseñarles definitivamente que Jesús dio el regalo
más grande de toda la historia, el regalo de la Vida Eterna ciertamente no
debería enseñarles a sus niños el mito de Santa Claus, sin embargo usted si
debería enseñarles que Jesucristo es la razón de la vida, y que Solo ÉL es Digno
de toda la adoración.
Que
dice Dios:
1.
Dios condena a Babilonia, sus creencias y sus prácticas. (Apocalipsis 14:8,
18:2-24)
2.
A Dios no le agrada el hacer “pesebres navideños” o cualquier imagen. (Éxodo
20:2-5)
3.
A Dios no le agrada el crear ídolos en especial árboles como objeto de culto.
(Deuteronomio 12:2, 1 Reyes 14:23, 2 Reyes 16:4, 17:10, Ezequiel 6:13)
4.
A Dios no le agrada el participar de las costumbres y los caminos de las
naciones, considerándolo como vanidad.
(Jeremías 10:2-4)
5.
Según la tradición, Jesús nació en invierno (25 de diciembre o Solsticio de
invierno), pero en realidad en ninguna parte de la Santa Biblia dice la fecha
del nacimiento del Señor Jesucristo.
Conclusiones
1. La
navidad es una fiesta idolatra, basada sobre las festividades paganas de
babilonia y muchas de las cosas que se observan en la Navidad, tan son sólo
adaptaciones de costumbres paganas que se introdujeron a las ceremonias de la
iglesia católica para convertir a los paganos que celebraban a otros dioses en
esa fecha.
La
verdadera iglesia de Cristo no debe celebrar la navidad, ya que esto hace parte
del Mundo y no de Dios. Que dice la
Palabra de Dios en cuanto a esto:
en Santiago capitulo 4: verso 4 dice ¡Oh
almas adulteras! ¿No sabéis que la amistad con el mundo es enemistad contra
Dios? Cualquiera pues que quiera ser amigo del mundo se constituye enemigo de
Dios.
2. Roma celebraba a Saturno cada 25 de diciembre
¿Será agradable a Cristo celebrar su nacimiento un día tan especial para el
paganismo diabólico?
Jesús
jamás mandó a que se celebrara su nacimiento, sino que se recordase su muerte
en la celebración de la Cena, con un pan y una copa. “El que tiene oído,
oiga...”
La
razón bíblica
La
razón número uno por la cual la iglesia no debe celebrar la Navidad es porque
la Biblia no lo ordena. La iglesia debe entender que todo lo que practique y
enseñé debe de estar basado en la Santa y Bendita Palabra de Dios. De lo
contrario es una herejía, una falsa enseñanza, es algo que no proviene de Dios
y cuyo objetivo es destruir la iglesia del Señor.
En
Efesios 2:20 leemos: "Edificados sobre el fundamento de los apóstoles y
profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo." Aquí
encontramos la base de toda enseñanza bíblica. Todo lo que nosotros
practiquemos debe estar basado en la Palabra de Dios.
En
Marcos 7:9 dice: les decía también: bien invalidáis el mandamiento de Dios para
guardar vuestra tradición.
Renueva
tu entendimiento, no te niegues a la sabiduría y a la enseñanza para que no peques
por falta de conocimiento, a Jesucristo se debe honrar, con testimonio, de
todas tus fuerzas, de toda tu mente, y con todas tus fuerzas constantemente.