“La Palabra de Dios es Independiente y es Luz, para todo aquel que esté perdido en las tinieblas torcidas y oscuras de la vida”.
viernes, 3 de junio de 2011
“EL SEÑOR SE ESCONDE DE LOS INDIGNOS”
Pr. Manuel A Morejón Soler. Vedado, La Habana, junio del 2011, (PD)
Dios habla hoy:
“Escuchen ahora, gobernantes y jefes de Israel, ¿acaso no corresponde a ustedes saber lo que es la justicia?
En cambio, odian el bien y aman el mal; desgarran a mi pueblo y le dejan los huesos pelados.
Se comen vivo a mi pueblo; le arrancan la piel y le rompen los huesos; lo tratan como si fuera carne para la olla.
Un día llamarán ustedes al Señor, pero él no les contestará.
En aquel tiempo se esconderá de ustedes por las maldades que han cometido”. (Miqueas 3:1-4)
Síntesis del momento histórico.
Este era el ambiente de la época de Miqueas (742-687 a. C)
El nombre de Miqueas significa “¿Quién es como Jehovah?”.
En ese tiempo el rey Acaz había dejado en ruinas la economía del país.
Cuando Ezequías subió al trono comenzó un lento camino hacia la recuperación y el vigor económico. Ezequías probablemente escuchó mucho del consejo del profeta Miqueas.
Miqueas predicó que el gran deseo de Dios no era que le ofrecieran sacrificios en el templo Dios se deleita en la fe que produce justicia, amor por los demás y obediencia a Él. No obstante a que el amor es el principal atributo de Dios, su ira es también real y ardiente y se levanta como justo juez, para impartir castigo a todos los que lo desafían (1:5). Al mismo tiempo el profeta detalla un listado de estos pecados despreciables: el fraude (2:2), el robo (2:8), la codicia (2:9), el libertinaje (2:11), la opresión (3:3), la hipocresía (3:4), la herejía (3:59), la injusticia (3:9), la extorsión y la mentira (6:12) y el asesinato (7:2). Sobre todos los que practican estos pecados el juicio de Dios vendrá inexorablemente.
El sábado 28 de junio, se conmemoró en la Catedral Episcopal de la Santísima Trinidad, localizada entre las calles 13 y 6 del capitalino barrio habanero del Vedado, el 70 aniversario de la creación del Consejo de Iglesias de Cuba (CIC).
Asistió con una comitiva oficial el gobernante Raúl Castro y allí afirmó que Cuba necesita “hoy más que nunca las bendiciones de sus iglesias evangélicas”, respondiendo así al presidente del CIC, Rev. Marcial Miguel, quien “elogió las propuestas de cambio emprendidas por el gobierno.”
El Señor se esconde de los indignos.
Miqueas predijo la ruina para todos los líderes que oprimían y explotaban a los pobres. Y aún así nadie hablaba o hacía algo para detenerlos.
Dios no protegerá nunca tales injusticias y con mucho más rigor juzgará a los falsos profetas y sacerdotes corruptos, que han pervertido la fe realizando públicamente ceremonias religiosas en su nombre buscando en privado ganar influencia por parte de los gobernantes.
El Señor les asegura en su Palabra:
“Un día llamarán ustedes al Señor, pero él no les contestará.
En aquel tiempo se esconderá de ustedes por las maldades que han cometido.” (Libro del profeta Miqueas 3:4)
miércoles, 1 de junio de 2011
El espíritu de mentira en boca de los profetas.
Por Rev. José Carlos Pérez, La Habana 30 de mayo de 2011.
El Periódico Juventud Rebelde, domingo 29 de mayo, dedicó un gran espacio a la divulgación de un culto de clausura por el 70 Aniversario del Consejo de Iglesias de Cuba, (CIC),- 28 de mayo de 1941.
Estuvieron presentes como parte de las autoridades cubanas el presidente Raúl Castro, el vicepresidente Esteban Lazo, el presidente del Parlamento cubano Ricardo Alarcón, la primera secretaria del PCC de la Habana, Mercedes López Acea, el ministro de cultura, Abel Prieto y el historiador Eusebio Leal, entre otros.
También asistieron representaciones de otras organizaciones internacionales, regionales y nacionales de diferentes instituciones religiosas.
La noticia recoge opiniones de diferentes representantes del CIC y del Consejo Mundial de Iglesias.
El actual presidente del CIC Marcial Miguel Hernández manifestó que sus ideas no están en contradicción con la obra revolucionaria pues “la premisa de la Revolución es el ser humano. La vida es lo más preciado del proyecto del gobierno socialista, y eso es también lo que enseña las escrituras.”
El reverendo Pablo Odén Marichal informó que en unión de los familiares de los “Cinco Héroes”, representantes extranjeros invitados al evento y el CIC acordaron formar un comité nacional y otro internacional para trabajar por la liberación de los Cinco. Leyó un fragmento de una carta pastoral que expresa:
“concientes de que se ha cometido y se continua cometiendo una gran injusticia contra estos luchadores por la paz mundial, hacemos un llamado urgente para identificarnos con esta causa justa, y nos comprometemos a llevar este mensaje a nuestras iglesias y países...”
El Secretario General del Consejo Mundial de Iglesias Olav FyKse Tveit, “quien ha acompañado a los cubanos en causas como la defensa de los Cinco compatriotas;” declaró:
“El Consejo está ayudando a las iglesias a ver con claridad el papel que ellos están llamados a jugar en la sociedad socialista…”
“Unas de las cosas que he podido aprender es que las iglesias en Cuba, en este proceso revolucionario, como han estado aislados del exterior, han tenido que desarrollar sus propias teologías de forma autónoma, auténtica, autóctona...”
“nos preocupa mucho que en muchos contextos la religión esté siendo utilizada como arma ideológica, como pretexto para arrasar con pueblos enteros…”
Por su parte la Jefa de Asuntos Religiosos de Cuba, Licenciada Caridad Diego Bello en nombre del las autoridades cubanas dijo al CIC:
“que seguirán contando con ustedes en la labor de ayuda y respeto al prójimo…”
Esta noticia, entre otras ya acostumbradas, me recuerda el pasaje bíblico de 1ra de Reyes 22. Lo más destacable de este pasaje es el contraste entre el profeta Micaías- profeta de Jehovah- y los profetas al servicio del rey Acab, quienes “solo anunciaban cosas buenas y buen éxito al rey.” Verso 13.
Muy similar a esta narración bíblica ocurre hoy en Cuba. Los 400 profetas del Rey (el CIC), cada día más resueltos a bendecir el rey Acab (el Presidente y Gobierno), se empeñan en mostrar a Cuba y el mundo que una total sumisión y colaboración a las autoridades es el “camino estrecho” a seguir conforme a las escrituras, dándole al Cesar lo que es de Dios.
Lo que me pregunto es: ¿Dónde está la santa iglesia que no se ve, ni se identifica con la postura cívica, profética y pastoral que mantuvo el profeta Micaías cuando fue presionado a respaldar el mensaje falso de los 400 profetas progubernamentales? O ¿Será que también estaban presentes en el culto de clausura por el 70 aniversario del Consejo de Iglesias de Cuba?
¡Que Dios libre a SU Iglesia de este espíritu de mentira!
El Periódico Juventud Rebelde, domingo 29 de mayo, dedicó un gran espacio a la divulgación de un culto de clausura por el 70 Aniversario del Consejo de Iglesias de Cuba, (CIC),- 28 de mayo de 1941.
Estuvieron presentes como parte de las autoridades cubanas el presidente Raúl Castro, el vicepresidente Esteban Lazo, el presidente del Parlamento cubano Ricardo Alarcón, la primera secretaria del PCC de la Habana, Mercedes López Acea, el ministro de cultura, Abel Prieto y el historiador Eusebio Leal, entre otros.
También asistieron representaciones de otras organizaciones internacionales, regionales y nacionales de diferentes instituciones religiosas.
La noticia recoge opiniones de diferentes representantes del CIC y del Consejo Mundial de Iglesias.
El actual presidente del CIC Marcial Miguel Hernández manifestó que sus ideas no están en contradicción con la obra revolucionaria pues “la premisa de la Revolución es el ser humano. La vida es lo más preciado del proyecto del gobierno socialista, y eso es también lo que enseña las escrituras.”
El reverendo Pablo Odén Marichal informó que en unión de los familiares de los “Cinco Héroes”, representantes extranjeros invitados al evento y el CIC acordaron formar un comité nacional y otro internacional para trabajar por la liberación de los Cinco. Leyó un fragmento de una carta pastoral que expresa:
“concientes de que se ha cometido y se continua cometiendo una gran injusticia contra estos luchadores por la paz mundial, hacemos un llamado urgente para identificarnos con esta causa justa, y nos comprometemos a llevar este mensaje a nuestras iglesias y países...”
El Secretario General del Consejo Mundial de Iglesias Olav FyKse Tveit, “quien ha acompañado a los cubanos en causas como la defensa de los Cinco compatriotas;” declaró:
“El Consejo está ayudando a las iglesias a ver con claridad el papel que ellos están llamados a jugar en la sociedad socialista…”
“Unas de las cosas que he podido aprender es que las iglesias en Cuba, en este proceso revolucionario, como han estado aislados del exterior, han tenido que desarrollar sus propias teologías de forma autónoma, auténtica, autóctona...”
“nos preocupa mucho que en muchos contextos la religión esté siendo utilizada como arma ideológica, como pretexto para arrasar con pueblos enteros…”
Por su parte la Jefa de Asuntos Religiosos de Cuba, Licenciada Caridad Diego Bello en nombre del las autoridades cubanas dijo al CIC:
“que seguirán contando con ustedes en la labor de ayuda y respeto al prójimo…”
Esta noticia, entre otras ya acostumbradas, me recuerda el pasaje bíblico de 1ra de Reyes 22. Lo más destacable de este pasaje es el contraste entre el profeta Micaías- profeta de Jehovah- y los profetas al servicio del rey Acab, quienes “solo anunciaban cosas buenas y buen éxito al rey.” Verso 13.
Muy similar a esta narración bíblica ocurre hoy en Cuba. Los 400 profetas del Rey (el CIC), cada día más resueltos a bendecir el rey Acab (el Presidente y Gobierno), se empeñan en mostrar a Cuba y el mundo que una total sumisión y colaboración a las autoridades es el “camino estrecho” a seguir conforme a las escrituras, dándole al Cesar lo que es de Dios.
Lo que me pregunto es: ¿Dónde está la santa iglesia que no se ve, ni se identifica con la postura cívica, profética y pastoral que mantuvo el profeta Micaías cuando fue presionado a respaldar el mensaje falso de los 400 profetas progubernamentales? O ¿Será que también estaban presentes en el culto de clausura por el 70 aniversario del Consejo de Iglesias de Cuba?
¡Que Dios libre a SU Iglesia de este espíritu de mentira!
QUÉ DICE LA IGLESIA?Reprime policía política marcha del CID reclamando Libertad para Cuba
El Partido Cuba Independiente y Democrática en el reparto Alturas de la Víbora, efectuó una marcha pacifica a las 2:00 pm, del 17 de Mayo, en la calle Cisneros Betancourt, que fue disuelta por la policía política, trasladando a los detenidos a distintas unidades policiales.
Fueron detenidos y trasladados en auto Lada de color blanco con matricula del MININT HO-3449 y otro de color azul con matricula HO- 3685los, sin tener acceso a la actividad Marta Belkis Rodríguez, Atención a la Educación y la Mujer; Ydania Torres Rendón, Tesorera; Amado Carrillo Miranda, Atención a Presos Políticos y Jorge Herrera de la Rosa del Frente de Línea Dura.
En el acto cívico se pidió Libertad para el pueblo de Cuba, respeto a los Derechos Humanos y se gritó Abajo los Castros; un fuerte operativo policial en el que participaron los carros patrulleros 676, 036, 697, 268 y 053, además de una brigada que fue identificada por los oficiales de la Seguridad del Estado como de enfrentamiento que disolvió a los asistentes conduciendo a la unidad de la PNR del reparto Caprí a Heriberto Pons Ruíz, delegado; Caridad Ramírez Utría, Vice delegada; Roberto Cedeño Rojas, activista del CID y el ex prisionero político Miguel López Santos; trasladados a distintas unidades policiales los activistas del Partido Republicano de Cuba en el municipio Habana Vieja, Josiel Guía Piloto; Rafael Céspedes Rodríguez; Luz María Piloto y Orlando Corso González.
Fueron detenidos y trasladados en auto Lada de color blanco con matricula del MININT HO-3449 y otro de color azul con matricula HO- 3685los, sin tener acceso a la actividad Marta Belkis Rodríguez, Atención a la Educación y la Mujer; Ydania Torres Rendón, Tesorera; Amado Carrillo Miranda, Atención a Presos Políticos y Jorge Herrera de la Rosa del Frente de Línea Dura.
En el acto cívico se pidió Libertad para el pueblo de Cuba, respeto a los Derechos Humanos y se gritó Abajo los Castros; un fuerte operativo policial en el que participaron los carros patrulleros 676, 036, 697, 268 y 053, además de una brigada que fue identificada por los oficiales de la Seguridad del Estado como de enfrentamiento que disolvió a los asistentes conduciendo a la unidad de la PNR del reparto Caprí a Heriberto Pons Ruíz, delegado; Caridad Ramírez Utría, Vice delegada; Roberto Cedeño Rojas, activista del CID y el ex prisionero político Miguel López Santos; trasladados a distintas unidades policiales los activistas del Partido Republicano de Cuba en el municipio Habana Vieja, Josiel Guía Piloto; Rafael Céspedes Rodríguez; Luz María Piloto y Orlando Corso González.
PASTORES PROTESTANTES DETENIDOS E INTERROGADOS EN CUBA
Tres pastores protestantes fueron detenidos e interrogados por agentes de Seguridad del Estado en Camagüey, Cuba el fin de semana pasado. Los pastores están todos afiliados al Movimiento Apostólico, una red de iglesias que ha estado bajo una fuerte presión del gobierno cubano en los últimos anos.
El sábado 30 de abril, los pastores Benito Rodríguez y Bárbara Guzmán fueron detenidos por un grupo de agentes de seguridad de alto rango del Estado y funcionarios del partido comunista. Los dos fueron llevados a la comisaria de la calle Palma, en Camagüey, donde fueron retenidos por dos horas. Durante su detención, los dos reportaron haber sido interrogados y puestos bajo una fuerte presión para dejar de celebrar los servicios religiosos en sus hogares.
El domingo 1 de mayo, un servicio religioso oficiado por los dos pastores fue interrumpido por la Señora Estael Pérez Valdivia, la jefa de la Oficina de Asuntos Religiosos en el Ministerio Provincial de Justicia. Pérez Valdivia, quien estaba también presente en el momento de la detención, emitió una citación a los pastores Rodríguez y Guzmán para que se presenten y comprueben que son dueños de sus respectivos domicilios ante el Ministerio de Justicia el 6 de mayo. El pastor Rodríguez, de 45 anos, ha vivido toda su vida en su casa.
Tras la visita dePérez Valdivia, el pastor Bernardo de Quesada Salomón fue detenido tras salir de su casa alrededor de las 12:45pm. Fue trasladado a un centro de detención de la provincia donde reporto haber sido sometido a fuertes presiones y amenazas, en un esfuerzo para empujarlo a dejar su trabajo pastoral.
El pastor Omar Gude Pérez, un líder del Movimiento Apostólico, actualmente cumple con una sentencia de seis años y medio de prisión bajo libertad condicional, dijo a CSW que la presión en la red de iglesias se ha intensificado.
"Esto es sólo una de las muchas ocasiones en las que han sido detenidos, multados, o amenazados por el régimen de Castro, que no ha alterado en lo más mínimo su política de negación de la libertad religiosa y agresiones contra el Movimiento Apostólico", dijo.
El pastor Gude Pérez también señaló que un número de pastores, incluyendo a su esposa Kenia Denis y Mario Álvarez, un líder de la iglesia con sede en San José de las Lajas, recientemente se les ha negado el permiso para salir del país para asistir a conferencias religiosas en el extranjero. Ellos creen que esto se debe al hecho de que siguen compartiendo información sobre violaciones a la libertad religiosa con grupos internacionales de derechos humanos y los medios de comunicación.
Andrew Johnston, Director de Defensa de CSW, dijo, "Estamos profundamente preocupados por la detención arbitraria y la intimidación a los pastores Rodríguez, Guzmán y Quesada, y de la hostilidad más generalizada hacia las iglesias afiliadas al Movimiento Apostólico por parte del gobierno. Hacemos un llamado al gobierno cubano para que dejen de acosar a estos hombres y mujeres y para que permitan que estas iglesias se registren y operen libremente.”
Para más información o para concertar entrevistas contactese con Kiri Kankhwende, Oficial de Prensa de Christian Solidarity Worldwide
kiri@csw.org.uk visite http://www.csw.org.uk/
Christian Solidarity Worldwide (CSW) es una organización cristiana que trabaja por la libertad religiosa a través de la promoción de los derechos humanos y en la búsqueda de la justicia.
Notas a los Editores:
1. Los funcionarios que detuvieron a los pastores Rodríguez y Guzmán fueron el Mayor Labarsena, el jefe de la primera unidad de la Policía Nacional Revolucionaria de la provincia de Camagüey, el capitán Saavedra del Departamento de Seguridad del Estado, Jefe Seguidor, jefe de la Policía Provincial Nacional Revolucionaria, la Sra. Estael Pérez Valdivia, jefe de la Oficina de Asuntos Religiosos del Ministerio Provincial de Justicia, y un activista de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR).
2. El pastor Omar Gude Perez fue por primera vez encarcelado en mayo de 2008 y sentenciado a seis años y medio de cárcel por cargos inventados dos años mas tarde. Se le concedió la libertad condicional en febrero, pero se le prohíbe trabajar como pastor o salir de Camagüey.
3. El Movimiento Apostólico es una red de iglesias carismáticas protestantes en todo el país. Los líderes nacionales son los pastores Omar Gude Pérez, Mario Álvarez, Bernardo de Quesada Salomón y Alain Toledano, quienes han sido todos sometidos a detención arbitraria, amenazas de confiscación de la propiedad e intimidación. Se cree que el Movimiento Apostólico, que ha sido impedido de registrar sus iglesias, se ha convertido en el target del gobierno debido a su rápido crecimiento en los últimos años.
4. Cuba es uno de los pocos países en el mundo que exige que sus ciudadanos apliquen por una visa de salida para salir del país. Copias escaneadas de las negativas están disponibles bajo demanda.
Kiri Kankhwende
Press Officer
Christian Solidarity Worldwide
PO Box 99
New Malden
Surrey
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T: +44(0)208 329 0045
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Christian Solidarity Worldwide (CSW) is a Christian organisation working for religious freedom through advocacy and human rights, in the pursuit of justice.
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Dice el Sátrapa menor, Raúl Castro, que hoy más que nunca necesitan todas las bendiciones (de Dios).
Las palabras se dijeron en el Culto de celebración por los 7º años de creado en Consejo de iglesias de Cuba. Sobre todo los últimos 50 años de triste memoria, en que esta organización ha servido, y sirve a los intereses de la Dictadura más antigua del hemisferio. Allí se dijeron muchas lindezas, pero estas palabras del camarada presidente de turno del Consejo, el reverendo Marcial, denota la usual guataquería de estos líderes.Dice el reverendo:
«Dios Bendiga su Santa Iglesia, Dios Bendiga Nuestra Nación, Dios Bendiga a nuestros gobernantes, a nuestro presidente, y a sus familias»
Dice la información que en el acto: le otorgaron placas de reconocimiento a Fidel y a Raúl por la atención y el apoyo a la labor ecuménica. Anuncian constitución de un Comité Internacional de las iglesias, consejos ecuménicos y personalidades religiosas, y otro nacional, para trabajar por la liberación de los Cinco. Hay una foto donde aparece la sabandija que hoy gobierna a los cubanos junto a los miembros del CIE, para que no quede duda de esta viciada connivencia.
Usted puede leer toda la información nauseabunda haciendo .
Pero esto no es todo…,
Pueden leer una extensa entrevista en Juventud Rebelde, donde aparecen opiniones de personajes como el propio Presidente del CIE y el también presidente, pero del Consejo Mundial de Iglesias, Olav Fykse Tveit.
La vida no vale nada, si ignoro que el asesino, cogió por otro camino, y prepara otra celada.Pablo Milanés.
La providencia divina y el asesinato de Juan Wilfredo Soto García.
Pbro. Mario Félix Lleonart Barroso.*
Cuando analizo retrospectivamente mi relación pastoral con Juan Wilfredo Soto García, descubro que, no potencias internacionales ni campañas mediáticas, pero sí Dios, nunca neutral ante los asuntos humanos, estaba muy interesado en este hombre. Y me estaba preparando a mí para retarme a actuar como el samaritano, ya que a él lo dejarían tirado junto al camino.
Conocí a EL ESTUDIANTE, apodo con el cual me fuera presentado, en marzo del 2010. Orlando Zapata Tamayo acababa de morir el 23 de febrero como consecuencia de ignorarse sus derechos como huelguista. Conmovido por hechos como estos, nada nuevos en Cuba y con antecedentes tan deleznables como la muerte de Pedro Luis Boitel, supe de la Huelga de Hambre y Sed a la que se había arrojado en protesta Guillermo Fariñas. Entendiendo que a Dios no le pasaban desapercibido asuntos como estos, y quemándome espiritualmente el deseo de presentarme en el epicentro de los hechos con el Evangelio que libera, y echando mano de las bienaventuranzas dejadas por Jesús en el Sermón de la Montaña, hice acto de presencia empuñando como poderosas armas la Biblia y la oración.
Juan Wilfredo ( Foto a la derecha ) era uno de los amigos del círculo íntimo de Guillermo Fariñas. No recuerdo haber visitado el Hospital y que EL ESTUDIANTE no estuviera presente. Los días en que la sobrevivencia de Guillermo constituyó un auténtico milagro, Juan Wilfredo no se movió de los bajos del hospital, ni de día ni de noche.
Desde la primera ocasión en que EL ESTUDIANTE me escuchó leer la Biblia y orar solicitando a Dios salvación para todas las almas involucradas en el asunto, y reconciliación para todos los cubanos; se me acercó con aquella espontaneidad tan cubana que siempre le caracterizó para darme un abrazo y expresar su más profunda admiración. Desde entonces me trató con la misma fidelidad que dedicaba al Coco, a pesar de ser aquel uno de sus más antiguos amigos de la infancia, con quien jugó básquetbol en el Palacio de los Pioneros, y de haber sido su vecino por alrededor de diecisiete años.
-«Gracias Pastor por venir a acompañarnos y traernos a Dios, eso no lo hace cualquiera»- me halagaba en cada una de mis visitas. Le explicaba que lo que hacía no provenía ni de mi propia bondad ni de mi limitada valentía, sino de Dios, que es quien pone en sus hijos tanto el querer como el hacer, y que, ¡Ay de mí si no lo hacía!
-«Yo soy quien se admira de ti, por tu fidelidad hacía tu amigo, y porque a pesar de tus piernas tan hinchadas no te separas de este hospital.»- le respondía retado por su auténtica amistad, valor humano tan resaltado por la Biblia: «En todo tiempo ama el amigo. Y es como un hermano en tiempo de angustia (Proverbios 17.17)».
Wilfredo no era el único. Evidentemente aquel hombre que languidecía allá arriba en la Terapia Intensiva había sabido cultivar verdaderos amigos dispuestos a dar su vida por él si hubiese sido necesario, y esto en definitiva era lo que él estaba haciendo por más de cincuenta prisioneros, algunos de los cuales ni él mismo conocía personalmente. Pero quiso Dios que de aquel círculo de amigos del Coco fuera Wilfredo precisamente con quien yo hiciese las mejores migas. Enseguida me puse al corriente de sus serias afectaciones de salud: hipertensión, gota, diabetes, y miocardiopatía dilatada. Costaba creer que un hombre tan corpulento y de un espíritu tan fuerte arrastrara todos esos padecimientos, la mayoría de los cuales no eran más que secuelas de sus maltratados períodos de prisión que en sumatoria de tres causas diferentes contabilizaron doce difíciles años, e iniciándose desde sus dieciséis, en 1984, cuando apenas era un estudiante de preuniversitario, de donde se le quedó su entrañable alias de EL ESTUDIANTE. Entonces fue condenado por primera vez a cuatro años de privación de libertad acusado de «Propaganda enemiga», condena que cumplió en la sección de menores de la prisión de Manacas.
Me conmovieron tanto sus padecimientos que además de mi prioridad espiritual sobre su vida -para él en este año fui sencillamente su Pastor- hice lo posible por conseguirle algunos medicamentos que necesitaba. Con tal propósito me facilitó un Resumen de Historia Clínica que hice llegar a colegas pastores en el extranjero para que me ayudaran en tal empresa. A pesar de que Juan Wilfredo era santaclareño, y yo taguayabonense, alguna vez me visitó como muestra de su profunda admiración. Siempre me manifestó su deseo de asistir a la Iglesia que pastoreo, a pesar de la distancia, pero yo le recomendaba que se acercara a excelentes congregaciones que hay en Santa Clara, lo cual hizo alguna que otra vez. EL ESTUDIANTE llegó a sostener relación con otros pastores cubanos, e incluso extranjeros, omito sus nombres por carecer de sus autorizaciones para hacerlo, pero sé que se encuentran tan conmocionados como yo por esta muerte tan arbitraria.
Cuando el jueves 8 de julio de 2010 el gobierno cubano no tuvo otra alternativa que anunciar en el periódico Granma la liberación de todos los presos que restaban del mítico grupo de los ´75, culminando así la epopeya de Guillermo Fariñas; Wilfredo abandonó el campo de batalla pacífico en que se había convertido el Hospital, para volver a ese otro sitio que con su espíritu de pueblo él sentía como suyo: el parque Leoncio Vidal de Santa Clara.
Su condición de expreso político por un lado, y de enfermo por el otro, le obligaba a sobrevivir en esta plaza, insertado en el denominado mercado negro. Por razones de mi trabajo como profesor de instituciones teológicas viajo semanalmente a Santa Clara. Dios permitía que Wilfredo y yo sostuviésemos un encuentro semanal cada miércoles, que a la vez que robustecía nuestra amistad personal, facilitaba mi relación pastoral para con él. Pero ni él ni yo imaginábamos la situación para la que Dios nos estaba preparando.
El día anterior a la golpiza, miércoles 4 de mayo, Juan Wilfredo y yo sostuvimos nuestro acostumbrado encuentro en el parque donde como siempre me puso al tanto de su salud. A pesar de sus padecimientos crónicos se sentía bastante bien y con muchos deseos de luchar, en el sentido de sobrevivencia en que lo entendemos los cubanos. Su mayor preocupación era su mamá que en días anteriores había recibido una cirugía por causa de fractura de cadera. Oramos por ella. Lejos estábamos de imaginar nuestro último encuentro al día siguiente bajo circunstancias embarazosas y precipitadas que nunca olvidaré.
Como cada jueves en los últimos meses, me encontraba acompañando a un enfermo para tratamientos ambulatorios en el Hospital Oncológico de Santa Clara. Esta institución hospitalaria se ubica a mitad de camino entre el centro de la ciudad, donde se encuentra el parque, y el Hospital «Arnaldo Milián», adonde se dirigía Wilfredo poco después de pasadas las once de la mañana.
Quiso la providencia divina que yo, -el Pastor de Juan Wilfredo, con quien este había sostenido una relación afectiva significativa durante su último año de vida; que había departido con él justo el día anterior para evidenciar que se sentía bien; que poseía una cuenta en Twitter plenamente activada: @maritovoz, con la posibilidad de publicar en ella los ciento cuarenta caracteres desde el móvil, sin necesidad de acceder directamente a Internet; que un día antes había colocado dinero a mi número ya que por más de veinte días permaneció prácticamente en cero- coincidiera en tiempo y espacio con el amigo golpeado, como para sentir la necesidad de denunciar el abuso en aquel tweet publicado a las 11.55 am de ese triste 5 de mayo.
Fue Juan Wilfredo, desde la bici-taxi en que se trasladaba, el primero en divisarme. Como para que confirmara que, a pesar de la violencia y desorden que reinan todavía en este mundo, existe un Dios interesado en nuestros sufrimientos, ya sean físicos o espirituales, hizo detener el bici taxi para acercárseme como quien encontrara abiertas las puertas mismísimas del cielo.
-«Esta gente me mató Pastor. Me molieron a tonfasos. Voy al hospital porque no puedo con el dolor que tengo.»- me dijo Juan Wilfredo en un evidente quebrantamiento físico y espiritual. No era el mismo del día anterior, la diferencia la habían hecho aquellos golpes. No albergo la menor duda al respecto y estoy dispuesto a declararlo ante cualquier tribunal que se digne a ofrecer justicia a Juan Wilfredo y que reconozca mi derecho como testigo de referencia de primer orden; de otra manera, qué hacía yo publicando un tweet de aquella índole la misma mañana del crimen, cuando no podía ser capaz de prever las consecuencias tan fatídicas de la impiedad.
El enfermo que me encontraba acompañando escuchó las palabras quejosas de EL ESTUDIANTE. A pesar de sus propias dolencias pudo percibir la urgencia y seriedad de la denuncia que nos estaba haciendo y quedó sumamente impresionado. Nosotros habíamos salido en ese preciso instante a la calle pero no habíamos concluido las gestiones. Me vi impelido entre dos seres humanos que me necesitaban.
-« ¡En que situación me has puesto ESTUDIANTE! No te puedo dejar marchar así solo, pero no puedo abandonar a esta persona que acompaño y que depende de mí»- le declaré angustiado.
-«No se preocupe Pastor que yo no lo llamé para que me acompañe. Yo le agradezco con que le avise a alguien que pueda ir a acompañarme. Si puede hágaselo saber al Coco.»- me tranquilizó.
-«Cuenta con eso Wilfredo, sigue rápido para el hospital que yo le aviso al Coco para que le haga saber enseguida a tu familia»- le declaré.
Lo último que recuerdo es aquella bici taxi y a Juan Wilfredo alejarse de nosotros para siempre. Luego supe en mis pesquisas que el bicitaxero que le conducía es miembro de una de las Iglesias de la ciudad pero que hasta el momento no ha podido vencer el miedo y no está dispuesto a realizar declaraciones, como otros muchos testigos. Tengo la esperanza de que este hermano atemorizado, y muchos más, echen fuera el miedo porque como dice la Escritura: «En el amor no hay temor sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en si castigo. De donde el que teme no ha sido perfeccionado en el amor (1 Juan 4.18).»
Después de este inolvidable encuentro con EL ESTUDIANTE volví a las gestiones del enfermo que estaba acompañando y una vez reubicados envié un mensaje al móvil de Guillermo Fariñas cumpliendo el último favor que Juan Wilfredo me pidiera. No satisfecho con mí inevitable decisión de haberle dejado proseguir solo, sentí la profunda necesidad de enviar al menos mi tweet amplificando su denuncia. No sería la primera vez que enviara un tweet denunciando algún abuso. Lamentablemente muchos de estos tweets han caído en el olvido sin que se les conceda la debida importancia. Estamos tan acostumbrados a este tipo de noticias como a los golpes, parecen ser algo tan normal en Cuba como sus palmas reales. Lamentablemente alguien tiene que morir para que el mundo reaccione, y esta vez le tocó a nuestro inolvidable Juan Wilfredo.
Después de enviados los mensajes y confiado en que los médicos, los numerosos amigos y los familiares se encargarían, proseguí en mis obligaciones y rutinas hasta que finalmente confirmé totalmente que lo que Juan Wilfredo me había transmitido no era ningún alarde ni un fingirse la víctima. Comprendí que cuando me dijo -«Esta gente me mató Pastor… »-, Juan Wilfredo no se expresaba metafóricamente sino horriblemente de manera literal, aunque mucha gente no le creyera ni quisiera atenderle. La mayor confirmación de que lo que me dijo fue la pura verdad fue su penosa muerte.
Lejos estaba de imaginar que aquel viaje que realizó Juan Wilfredo al Hospital «Arnaldo Milián» había sido infructuoso, y que por órdenes de la Seguridad del Estado, que había llegado primero que él al hospital, el personal médico que le atendió le despachó rápidamente apenas midiéndole la presión. Héctor Duniesky Bermúdez Santana,( Foto a la izquierda ) quien luego fuera apedreado el martes 10 recibiendo una herida en la cabeza, fue a quien correspondió ser testigo de la escena, y tras enfrentar con algunas palabras a la policía política condujo en su auto a Juan Wilfredo hasta su casa. Otros afirman haber visto también a efectivos de la inteligencia cubana en el parque a la hora de los sucesos sosteniendo la terrible hipótesis de que nos encontramos en presencia de un estilo de ejecución.
Tal vez más criminal que la golpiza misma sea el hecho de que quienes debían haber cumplido con su juramento médico prefirieron acatar otras órdenes y no brindaron a Wilfredo la atención que con urgencia necesitaba, ni siquiera le realizaron un ultrasonido. Cuando al día siguiente EL ESTUDIANTE fue conducido nuevamente al hospital por familiares, ya era demasiado tarde, su vientre estaba lleno de líquido, el ácido de su páncreas herido por la golpiza se había desparramado a su alrededor cual una batería averiada carcomiendo al propio páncreas, el hígado y tal vez incluso algo de sus riñones y vejiga. Puede resultar valioso en este sentido la valoración realizada por el doctor Oscar Elías Biscet (+5352769405) quien ha realizado una propuesta muy científica de lo que suele ocurrir cuando un páncreas es dañado por algún efecto externo, como en este caso. De nada valían ya los esfuerzos de la Terapia Intensiva, los daños eran irreversibles, fue como cuando corrieron al final con Orlando Zapata Tamayo, primero al Hospital de Camagüey, después al Hospital Militar del Combinado del Este para llevarlo finalmente a morir al Hospital Almeijeiras. La muerte de Juan Wilfredo se había iniciado en conteo regresivo cuando el pueblo uniformado, como ha llamado el general Raúl Castro a la policía, le aporreó con sus tonfas. Y se aceleró cuando tocando desesperado las puertas de una institución de salud pública le enviaron a su casa a morir.
Grosso modo esto es todo lo que tengo que decir respecto a la dramática muerte de Juan Wilfredo Soto García, a quien la providencia divina ha querido rodear de testigos como yo. Otro tema relacionado a este podría ser el suicidio, aquel mismo domingo Día de las Madres en el que sepultamos a Wilfredo, del patrullero Alexis a quien el pueblo santaclareño relaciona con la golpiza a EL ESTUDIANTE. Según se rumora en el vecindario tras dos sospechosas visitas de la Seguridad del Estado al agente, terminó propinándose un disparo. Si resultaran ciertos los extendidos rumores estamos ante un elocuente ejemplo de lo que resulta de que un gobierne incite a su pueblo a la violencia: la familia de un opositor pacífico, y la de un policía, enlutadas ambas para siempre, y no quiero ni pensar en esas madres precisamente respirando la tragedia en un día en que debían estar celebrando.
Foto abajo a la derecha, sepelio de Juan Wilfredo Soto.
No me detendré nuevamente -ya lo hice en post anteriores- en la vileza con que el régimen sucedió al crimen en sus tres desesperadas declaraciones en el Granma, manipulando declaraciones, enmascarando hechos, cuestionando mis palabras y las de alrededor de otros treinta testigos dispuestos a declarar, aunque el gobierno no haya mencionado públicamente nuestros nombres. Yo personalmente me siento irrespetado como ciudadano. Al rebatirse mi testimonio considero que además son cuestionadas conmigo también las instituciones religiosas que represento. Si soy un mentiroso deberían juzgarme como tal y expulsarme entonces de ministerios de los que entonces soy indigno de participar. Me siento agraviado por el régimen que sigo afirmado es responsable por la golpiza a Juan Wilfredo y exijo una investigación seria llevada a cabo por instituciones imparciales de carácter internacional. Emplazo una vez más en nombre de Dios al régimen cubano y exijo que se demuestre quién de nosotros dos está mintiendo. Las congregaciones locales y las respectivas comunidades en las que pastoreo, la Asociación Convención Bautista de Cuba Occidental que me reconoce oficialmente como Pastor, y los Seminarios Teológicos donde imparto docencia, necesitan conocer quién es el mentiroso en este caso. Si soy yo, entonces quedo invalidado para continuar ejerciendo; pero si el gobierno, como afirmo, entonces este queda invalidado para seguir gobernando.
Me ampara la seguridad de creer en un Dios al que la sangre de cualquier víctima, desde la antigua historia de Caín y Abel, no pasa inadvertida. Él ama la justicia y la verdad sobremanera. Él promete: «Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados (Mateo 5.6)». En su nombre estoy levantando mi voz por Juan Wilfredo, esta muerte no quedará impune.
*Pastor Bautista radicado en Cuba y Miembro de la Convección Bautista de Cuba Occidental, quien desempeña su ministerio en la Iglesia Bautista de Taguayabón y Rosalía, VC, Cuba. Profesor Seminario de Santa Clara, y filial del Seminario de La Habana en Vueltas. Edita desde Cuba el Blog Cubano confesante
Pbro. Mario Félix Lleonart Barroso.*
Cuando analizo retrospectivamente mi relación pastoral con Juan Wilfredo Soto García, descubro que, no potencias internacionales ni campañas mediáticas, pero sí Dios, nunca neutral ante los asuntos humanos, estaba muy interesado en este hombre. Y me estaba preparando a mí para retarme a actuar como el samaritano, ya que a él lo dejarían tirado junto al camino.
Conocí a EL ESTUDIANTE, apodo con el cual me fuera presentado, en marzo del 2010. Orlando Zapata Tamayo acababa de morir el 23 de febrero como consecuencia de ignorarse sus derechos como huelguista. Conmovido por hechos como estos, nada nuevos en Cuba y con antecedentes tan deleznables como la muerte de Pedro Luis Boitel, supe de la Huelga de Hambre y Sed a la que se había arrojado en protesta Guillermo Fariñas. Entendiendo que a Dios no le pasaban desapercibido asuntos como estos, y quemándome espiritualmente el deseo de presentarme en el epicentro de los hechos con el Evangelio que libera, y echando mano de las bienaventuranzas dejadas por Jesús en el Sermón de la Montaña, hice acto de presencia empuñando como poderosas armas la Biblia y la oración.
Juan Wilfredo ( Foto a la derecha ) era uno de los amigos del círculo íntimo de Guillermo Fariñas. No recuerdo haber visitado el Hospital y que EL ESTUDIANTE no estuviera presente. Los días en que la sobrevivencia de Guillermo constituyó un auténtico milagro, Juan Wilfredo no se movió de los bajos del hospital, ni de día ni de noche.
Desde la primera ocasión en que EL ESTUDIANTE me escuchó leer la Biblia y orar solicitando a Dios salvación para todas las almas involucradas en el asunto, y reconciliación para todos los cubanos; se me acercó con aquella espontaneidad tan cubana que siempre le caracterizó para darme un abrazo y expresar su más profunda admiración. Desde entonces me trató con la misma fidelidad que dedicaba al Coco, a pesar de ser aquel uno de sus más antiguos amigos de la infancia, con quien jugó básquetbol en el Palacio de los Pioneros, y de haber sido su vecino por alrededor de diecisiete años.
-«Gracias Pastor por venir a acompañarnos y traernos a Dios, eso no lo hace cualquiera»- me halagaba en cada una de mis visitas. Le explicaba que lo que hacía no provenía ni de mi propia bondad ni de mi limitada valentía, sino de Dios, que es quien pone en sus hijos tanto el querer como el hacer, y que, ¡Ay de mí si no lo hacía!
-«Yo soy quien se admira de ti, por tu fidelidad hacía tu amigo, y porque a pesar de tus piernas tan hinchadas no te separas de este hospital.»- le respondía retado por su auténtica amistad, valor humano tan resaltado por la Biblia: «En todo tiempo ama el amigo. Y es como un hermano en tiempo de angustia (Proverbios 17.17)».
Wilfredo no era el único. Evidentemente aquel hombre que languidecía allá arriba en la Terapia Intensiva había sabido cultivar verdaderos amigos dispuestos a dar su vida por él si hubiese sido necesario, y esto en definitiva era lo que él estaba haciendo por más de cincuenta prisioneros, algunos de los cuales ni él mismo conocía personalmente. Pero quiso Dios que de aquel círculo de amigos del Coco fuera Wilfredo precisamente con quien yo hiciese las mejores migas. Enseguida me puse al corriente de sus serias afectaciones de salud: hipertensión, gota, diabetes, y miocardiopatía dilatada. Costaba creer que un hombre tan corpulento y de un espíritu tan fuerte arrastrara todos esos padecimientos, la mayoría de los cuales no eran más que secuelas de sus maltratados períodos de prisión que en sumatoria de tres causas diferentes contabilizaron doce difíciles años, e iniciándose desde sus dieciséis, en 1984, cuando apenas era un estudiante de preuniversitario, de donde se le quedó su entrañable alias de EL ESTUDIANTE. Entonces fue condenado por primera vez a cuatro años de privación de libertad acusado de «Propaganda enemiga», condena que cumplió en la sección de menores de la prisión de Manacas.
Me conmovieron tanto sus padecimientos que además de mi prioridad espiritual sobre su vida -para él en este año fui sencillamente su Pastor- hice lo posible por conseguirle algunos medicamentos que necesitaba. Con tal propósito me facilitó un Resumen de Historia Clínica que hice llegar a colegas pastores en el extranjero para que me ayudaran en tal empresa. A pesar de que Juan Wilfredo era santaclareño, y yo taguayabonense, alguna vez me visitó como muestra de su profunda admiración. Siempre me manifestó su deseo de asistir a la Iglesia que pastoreo, a pesar de la distancia, pero yo le recomendaba que se acercara a excelentes congregaciones que hay en Santa Clara, lo cual hizo alguna que otra vez. EL ESTUDIANTE llegó a sostener relación con otros pastores cubanos, e incluso extranjeros, omito sus nombres por carecer de sus autorizaciones para hacerlo, pero sé que se encuentran tan conmocionados como yo por esta muerte tan arbitraria.
Cuando el jueves 8 de julio de 2010 el gobierno cubano no tuvo otra alternativa que anunciar en el periódico Granma la liberación de todos los presos que restaban del mítico grupo de los ´75, culminando así la epopeya de Guillermo Fariñas; Wilfredo abandonó el campo de batalla pacífico en que se había convertido el Hospital, para volver a ese otro sitio que con su espíritu de pueblo él sentía como suyo: el parque Leoncio Vidal de Santa Clara.
Su condición de expreso político por un lado, y de enfermo por el otro, le obligaba a sobrevivir en esta plaza, insertado en el denominado mercado negro. Por razones de mi trabajo como profesor de instituciones teológicas viajo semanalmente a Santa Clara. Dios permitía que Wilfredo y yo sostuviésemos un encuentro semanal cada miércoles, que a la vez que robustecía nuestra amistad personal, facilitaba mi relación pastoral para con él. Pero ni él ni yo imaginábamos la situación para la que Dios nos estaba preparando.
El día anterior a la golpiza, miércoles 4 de mayo, Juan Wilfredo y yo sostuvimos nuestro acostumbrado encuentro en el parque donde como siempre me puso al tanto de su salud. A pesar de sus padecimientos crónicos se sentía bastante bien y con muchos deseos de luchar, en el sentido de sobrevivencia en que lo entendemos los cubanos. Su mayor preocupación era su mamá que en días anteriores había recibido una cirugía por causa de fractura de cadera. Oramos por ella. Lejos estábamos de imaginar nuestro último encuentro al día siguiente bajo circunstancias embarazosas y precipitadas que nunca olvidaré.
Como cada jueves en los últimos meses, me encontraba acompañando a un enfermo para tratamientos ambulatorios en el Hospital Oncológico de Santa Clara. Esta institución hospitalaria se ubica a mitad de camino entre el centro de la ciudad, donde se encuentra el parque, y el Hospital «Arnaldo Milián», adonde se dirigía Wilfredo poco después de pasadas las once de la mañana.
Quiso la providencia divina que yo, -el Pastor de Juan Wilfredo, con quien este había sostenido una relación afectiva significativa durante su último año de vida; que había departido con él justo el día anterior para evidenciar que se sentía bien; que poseía una cuenta en Twitter plenamente activada: @maritovoz, con la posibilidad de publicar en ella los ciento cuarenta caracteres desde el móvil, sin necesidad de acceder directamente a Internet; que un día antes había colocado dinero a mi número ya que por más de veinte días permaneció prácticamente en cero- coincidiera en tiempo y espacio con el amigo golpeado, como para sentir la necesidad de denunciar el abuso en aquel tweet publicado a las 11.55 am de ese triste 5 de mayo.
Fue Juan Wilfredo, desde la bici-taxi en que se trasladaba, el primero en divisarme. Como para que confirmara que, a pesar de la violencia y desorden que reinan todavía en este mundo, existe un Dios interesado en nuestros sufrimientos, ya sean físicos o espirituales, hizo detener el bici taxi para acercárseme como quien encontrara abiertas las puertas mismísimas del cielo.
-«Esta gente me mató Pastor. Me molieron a tonfasos. Voy al hospital porque no puedo con el dolor que tengo.»- me dijo Juan Wilfredo en un evidente quebrantamiento físico y espiritual. No era el mismo del día anterior, la diferencia la habían hecho aquellos golpes. No albergo la menor duda al respecto y estoy dispuesto a declararlo ante cualquier tribunal que se digne a ofrecer justicia a Juan Wilfredo y que reconozca mi derecho como testigo de referencia de primer orden; de otra manera, qué hacía yo publicando un tweet de aquella índole la misma mañana del crimen, cuando no podía ser capaz de prever las consecuencias tan fatídicas de la impiedad.
El enfermo que me encontraba acompañando escuchó las palabras quejosas de EL ESTUDIANTE. A pesar de sus propias dolencias pudo percibir la urgencia y seriedad de la denuncia que nos estaba haciendo y quedó sumamente impresionado. Nosotros habíamos salido en ese preciso instante a la calle pero no habíamos concluido las gestiones. Me vi impelido entre dos seres humanos que me necesitaban.
-« ¡En que situación me has puesto ESTUDIANTE! No te puedo dejar marchar así solo, pero no puedo abandonar a esta persona que acompaño y que depende de mí»- le declaré angustiado.
-«No se preocupe Pastor que yo no lo llamé para que me acompañe. Yo le agradezco con que le avise a alguien que pueda ir a acompañarme. Si puede hágaselo saber al Coco.»- me tranquilizó.
-«Cuenta con eso Wilfredo, sigue rápido para el hospital que yo le aviso al Coco para que le haga saber enseguida a tu familia»- le declaré.
Lo último que recuerdo es aquella bici taxi y a Juan Wilfredo alejarse de nosotros para siempre. Luego supe en mis pesquisas que el bicitaxero que le conducía es miembro de una de las Iglesias de la ciudad pero que hasta el momento no ha podido vencer el miedo y no está dispuesto a realizar declaraciones, como otros muchos testigos. Tengo la esperanza de que este hermano atemorizado, y muchos más, echen fuera el miedo porque como dice la Escritura: «En el amor no hay temor sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en si castigo. De donde el que teme no ha sido perfeccionado en el amor (1 Juan 4.18).»
Después de este inolvidable encuentro con EL ESTUDIANTE volví a las gestiones del enfermo que estaba acompañando y una vez reubicados envié un mensaje al móvil de Guillermo Fariñas cumpliendo el último favor que Juan Wilfredo me pidiera. No satisfecho con mí inevitable decisión de haberle dejado proseguir solo, sentí la profunda necesidad de enviar al menos mi tweet amplificando su denuncia. No sería la primera vez que enviara un tweet denunciando algún abuso. Lamentablemente muchos de estos tweets han caído en el olvido sin que se les conceda la debida importancia. Estamos tan acostumbrados a este tipo de noticias como a los golpes, parecen ser algo tan normal en Cuba como sus palmas reales. Lamentablemente alguien tiene que morir para que el mundo reaccione, y esta vez le tocó a nuestro inolvidable Juan Wilfredo.
Después de enviados los mensajes y confiado en que los médicos, los numerosos amigos y los familiares se encargarían, proseguí en mis obligaciones y rutinas hasta que finalmente confirmé totalmente que lo que Juan Wilfredo me había transmitido no era ningún alarde ni un fingirse la víctima. Comprendí que cuando me dijo -«Esta gente me mató Pastor… »-, Juan Wilfredo no se expresaba metafóricamente sino horriblemente de manera literal, aunque mucha gente no le creyera ni quisiera atenderle. La mayor confirmación de que lo que me dijo fue la pura verdad fue su penosa muerte.
Lejos estaba de imaginar que aquel viaje que realizó Juan Wilfredo al Hospital «Arnaldo Milián» había sido infructuoso, y que por órdenes de la Seguridad del Estado, que había llegado primero que él al hospital, el personal médico que le atendió le despachó rápidamente apenas midiéndole la presión. Héctor Duniesky Bermúdez Santana,( Foto a la izquierda ) quien luego fuera apedreado el martes 10 recibiendo una herida en la cabeza, fue a quien correspondió ser testigo de la escena, y tras enfrentar con algunas palabras a la policía política condujo en su auto a Juan Wilfredo hasta su casa. Otros afirman haber visto también a efectivos de la inteligencia cubana en el parque a la hora de los sucesos sosteniendo la terrible hipótesis de que nos encontramos en presencia de un estilo de ejecución.
Tal vez más criminal que la golpiza misma sea el hecho de que quienes debían haber cumplido con su juramento médico prefirieron acatar otras órdenes y no brindaron a Wilfredo la atención que con urgencia necesitaba, ni siquiera le realizaron un ultrasonido. Cuando al día siguiente EL ESTUDIANTE fue conducido nuevamente al hospital por familiares, ya era demasiado tarde, su vientre estaba lleno de líquido, el ácido de su páncreas herido por la golpiza se había desparramado a su alrededor cual una batería averiada carcomiendo al propio páncreas, el hígado y tal vez incluso algo de sus riñones y vejiga. Puede resultar valioso en este sentido la valoración realizada por el doctor Oscar Elías Biscet (+5352769405) quien ha realizado una propuesta muy científica de lo que suele ocurrir cuando un páncreas es dañado por algún efecto externo, como en este caso. De nada valían ya los esfuerzos de la Terapia Intensiva, los daños eran irreversibles, fue como cuando corrieron al final con Orlando Zapata Tamayo, primero al Hospital de Camagüey, después al Hospital Militar del Combinado del Este para llevarlo finalmente a morir al Hospital Almeijeiras. La muerte de Juan Wilfredo se había iniciado en conteo regresivo cuando el pueblo uniformado, como ha llamado el general Raúl Castro a la policía, le aporreó con sus tonfas. Y se aceleró cuando tocando desesperado las puertas de una institución de salud pública le enviaron a su casa a morir.
Grosso modo esto es todo lo que tengo que decir respecto a la dramática muerte de Juan Wilfredo Soto García, a quien la providencia divina ha querido rodear de testigos como yo. Otro tema relacionado a este podría ser el suicidio, aquel mismo domingo Día de las Madres en el que sepultamos a Wilfredo, del patrullero Alexis a quien el pueblo santaclareño relaciona con la golpiza a EL ESTUDIANTE. Según se rumora en el vecindario tras dos sospechosas visitas de la Seguridad del Estado al agente, terminó propinándose un disparo. Si resultaran ciertos los extendidos rumores estamos ante un elocuente ejemplo de lo que resulta de que un gobierne incite a su pueblo a la violencia: la familia de un opositor pacífico, y la de un policía, enlutadas ambas para siempre, y no quiero ni pensar en esas madres precisamente respirando la tragedia en un día en que debían estar celebrando.
Foto abajo a la derecha, sepelio de Juan Wilfredo Soto.
No me detendré nuevamente -ya lo hice en post anteriores- en la vileza con que el régimen sucedió al crimen en sus tres desesperadas declaraciones en el Granma, manipulando declaraciones, enmascarando hechos, cuestionando mis palabras y las de alrededor de otros treinta testigos dispuestos a declarar, aunque el gobierno no haya mencionado públicamente nuestros nombres. Yo personalmente me siento irrespetado como ciudadano. Al rebatirse mi testimonio considero que además son cuestionadas conmigo también las instituciones religiosas que represento. Si soy un mentiroso deberían juzgarme como tal y expulsarme entonces de ministerios de los que entonces soy indigno de participar. Me siento agraviado por el régimen que sigo afirmado es responsable por la golpiza a Juan Wilfredo y exijo una investigación seria llevada a cabo por instituciones imparciales de carácter internacional. Emplazo una vez más en nombre de Dios al régimen cubano y exijo que se demuestre quién de nosotros dos está mintiendo. Las congregaciones locales y las respectivas comunidades en las que pastoreo, la Asociación Convención Bautista de Cuba Occidental que me reconoce oficialmente como Pastor, y los Seminarios Teológicos donde imparto docencia, necesitan conocer quién es el mentiroso en este caso. Si soy yo, entonces quedo invalidado para continuar ejerciendo; pero si el gobierno, como afirmo, entonces este queda invalidado para seguir gobernando.
Me ampara la seguridad de creer en un Dios al que la sangre de cualquier víctima, desde la antigua historia de Caín y Abel, no pasa inadvertida. Él ama la justicia y la verdad sobremanera. Él promete: «Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados (Mateo 5.6)». En su nombre estoy levantando mi voz por Juan Wilfredo, esta muerte no quedará impune.
*Pastor Bautista radicado en Cuba y Miembro de la Convección Bautista de Cuba Occidental, quien desempeña su ministerio en la Iglesia Bautista de Taguayabón y Rosalía, VC, Cuba. Profesor Seminario de Santa Clara, y filial del Seminario de La Habana en Vueltas. Edita desde Cuba el Blog Cubano confesante
“EL SEÑOR SE ESCONDE DE LOS INDIGNOS”
Pr. Manuel A Morejón Soler. Vedado, La Habana.
Dios habla hoy:
Escuchen ahora, gobernantes y jefes de Israel, ¿acaso no corresponde a ustedes saber lo que es la justicia?
En cambio, odian el bien y aman el mal; desgarran a mi pueblo y le dejan los huesos pelados.
Se comen vivo a mi pueblo; le arrancan la piel y le rompen los huesos; lo tratan como si fuera carne para la olla.
Un día llamarán ustedes al Señor, pero él no les contestará.
En aquel tiempo se esconderá de ustedes por las maldades que han cometido. (Miqueas 3:1-4)
Síntesis del momento histórico.
Este era el ambiente de la época de Miqueas (742-687 a. C)
El nombre de Miqueas significa “¿Quién es como Jehovah?”.
En ese tiempo el rey Acaz había dejado en ruinas la economía del país.
Cuando Ezequías subió al trono comenzó un lento camino hacia la recuperación y el vigor económico. Ezequías probablemente escuchó mucho del consejo del profeta Miqueas.
Miqueas predicó que el gran deseo de Dios no era que le ofrecieran sacrificios en el templo Dios se deleita en la fe que produce justicia, amor por los demás y obediencia a Él. No obstante a que el amor es el principal atributo de Dios, su ira es también real y ardiente y se levanta como justo juez, para impartir castigo a todos los que lo desafían (1:5). Al mismo tiempo el profeta detalla un listado de estos pecados despreciables: el fraude (2:2), el robo (2:8), la codicia (2:9), el libertinaje (2:11), la opresión (3:3), la hipocresía (3:4), la herejía (3:59), la injusticia (3:9), la extorsión y la mentira (6:12) y el asesinato (7:2). Sobre todos los que practican estos pecados el juicio de Dios vendrá inexorablemente.
El sábado 28 de junio, se conmemoró en la Catedral Episcopal de la Santísima Trinidad, localizada entre las calles 13 y 6 del capitalino barrio habanero del Vedado, el 70 aniversario de la creación del Consejo de Iglesias de Cuba (CIC).
Asistió con una comitiva oficial el gobernante Raúl Castro y allí afirmó que Cuba necesita “hoy más que nunca las bendiciones de sus iglesias evangélicas”, respondiendo así al presidente del CIC, Rev. Marcial Miguel, quien “elogió las propuestas de cambio emprendidas por el gobierno.”
El Señor se esconde de los indignos.
Miqueas predijo la ruina para todos los líderes que oprimían y explotaban a los pobres. Y aún así nadie hablaba o hacía algo para detenerlos.
Dios no protegerá nunca tales injusticias y con mucho más rigor juzgará a los falsos profetas y sacerdotes corruptos, que han pervertido la fe realizando públicamente ceremonias religiosas en su nombre buscando en privado ganar influencia por parte de los gobernantes.
El Señor les asegura en su Palabra:
“Un día llamarán ustedes al Señor, pero él no les contestará.
En aquel tiempo se esconderá de ustedes por las maldades que han cometido.” (Libro del profeta Miqueas 3:4)
lunes, 30 de mayo de 2011
“Las iglesias en Cuba”
La religión en Cuba, en cualquiera de sus iglesias y denominaciones, permaneció enquistada durante tres décadas. Se mantuvo en el vórtice de este huracán que se ha llamado Revolución cubana. Pero desde fines del siglo pasado, las iglesias pasaron del vórtice del ciclón a formar parte de los vientos huracanados.
Las iglesias subsistieron porque hubo cubanos y cubanas que no claudicaron en sus principios religiosos ante el materialismo ateo que les quisieron imponer. A inicios del período especial, cuando tener creencias religiosas dejó de ser un delito ideológico, a los que no claudicaron, se unieron los que se aferraron a última hora, por desesperación, a la tabla de salvación de la fe. Pero la mayoría de estos nuevos religiosos que llegaron en aluvión a todas las iglesias cristianas no tienen educación y mucho menos memoria cristiana.
¿Cómo la Iglesia católica perdió el respaldo del poder?
La cruz llegó a Cuba junto a la espada del colonizador. Durante los cuatro siglos de poder colonial permaneció sujeta a la corona española.
Institucionalmente nunca dejó de ser española, al extremo que al instaurarse la república, su primer obispo fue un norteamericano.
En la etapa republicana, la Iglesia católica estuvo más identificada con las clases altas y medias de la sociedad, que con las capas más humildes, en su mayoría vinculadas de un modo u otro a las creencias sincréticas de raíces africanas, lo cual no excluía que se declararan católicos “a su manera”.
A lo largo de las primeras décadas del siglo XX, comenzó a desarrollarse una corriente de trabajo social católico, gracias a la actividad de religiosos como el Hermano Victorino y el prelado camagüeyano Manuel Arteaga Betancourt, quien llegaría en los años 40 a merecer el capelo cardenalicio. Aunque a mediados del siglo, Acción Católica da muestras de inquietudes políticas y sobrada pujanza intelectual, las intenciones de laicos como Andrés Valdespino, Mario Parajón, Pura del Prado, José Ignacio Rasco, Walfredo Piñera y otros, no llegan a cuajar en la fundación de un partido confesional, acaso porque el Cardenal Arteaga prefería “católicos en todos los Partidos en vez de un Partido de católicos”.
Así las cosas, Fidel Castro capitalizó a su favor a muchos jóvenes católicos, idealistas y corajudos, capaces de ofrendar sus vidas, como José Antonio Echevarría, Óscar Lucero y Sergio González, el Curita.
A partir de 1960 — el 59 fue un año de gracia irrepetible— la Iglesia católica cubana sufrió un verdadero cataclismo, al caer en una picada que pareció irreversible: los comunistas se hicieron del poder del brazo del Ejército Rebelde y el Máximo Líder, a pesar de su temprano catolicismo, se declaró marxista-leninista.
Los jóvenes católicos volvieron a conspirar y a dar sus vidas, pero esta vez no les sonrió la victoria.
El 8 de septiembre de 1960, día de la Caridad del Cobre, turbas de la JSP (Juventud Socialista Popular) impidieron que saliera la procesión.
Hubo un muerto, varios heridos y numerosos detenidos .
Poco después, a bordo de un barco mercante español fueron expulsados de Cuba cientos de sacerdotes y monjas, intervinieron las escuelas privadas y se prohibió la enseñanza confesional.
Carente de clero y de feligresía, la Iglesia católica se refugió en sus templos. Por primera vez en Cuba, había perdido el respaldo del poder.
Después del Concilio Vaticano II, florecería en América Latina la Teología de la Liberación, afín al marxismo, cuyos representantes tendrían mejores relaciones con el liderazgo revolucionario que con la curia cubana.
De aquellos duros tiempos, es obligado honrar a los sacerdotes y los pocos pero fieles laicos que se multiplicaron en sus parroquias para mantener viva la fe. Hombres como el carmelita Marciano García, quien renunció a una cátedra en la Universidad de Río Piedras a mediados de los 60 para regresar a la Isla y mantener aquí la presencia de su Orden, el hermano Zenón Janariz, incapaz de abandonar a sus pacientes del Hospital de San Juan de Dios ni de aceptar entregar de hecho su Orden al MININT, el padre Fernando de la Vega Benson y el fallecido obispo Salvador Riverón, quienes renunciaron a sus carreras universitarias para tomar los hábitos.
El renacer católico y… ¿la entrada en la batalla?
A partir de 1980, comenzó a notarse mayor asistencia a los templos. Las comunidades católicas, diezmadas por el éxodo de Mariel, experimentaron cierta recuperación. Muchos descubrieron en la Iglesia un refugio, donde coincidían con personas afines y solidarias. Los sacerdotes se prodigaban dándoles atención. La fe religiosa todavía se mantenía exclusivamente dentro del templo, pero cada día eran más quienes acudían.
A mitad de la década del 80, los primeros activistas de derechos humanos se presentaron públicamente durante una misa en el convento de San Juan de Letrán, en El Vedado, donde fueron acogidos por los hermanos del Padre de las Casas. Luego, Ricardo Bofll estableció la costumbre de concurrir a la misa dominical en la iglesia de la Caridad. Comenzaron así pequeños grupos disidentes a congregarse en los templos.
Yndamiro Restano lo haría en Santa Rita de Casia, Óscar Elías Biscet en Los Pasionistas de La Víbora, y otros con el Benny en la iglesia de Santa Bárbara, en Párraga.
No siempre los párrocos veían esto con buenos ojos, porque los disidentes atraían también a las fuerzas de Seguridad del Estado.
Durante los años del Periodo Especial, los templos católicos se convirtieron en plazas políticas. Tanto en la iglesia de las Mercedes como en la Catedral de La Habana se escuchaban al concluir las misas gritos de ¡Libertad! para alegría de unos y preocupación de otros.
En medio de todo esto, en septiembre de 1993, la Conferencia de Obispos de Cuba dió a conocer su mensaje pastoral “El Amor todo lo espera”. Tanto la disidencia como el régimen lo interpretaron como una entrada en batalla de la Iglesia. Los medios ofciales respondieron con violenta retórica, respaldada lamentablemente por la firma del poeta católico Cintio Vitier. Se intentó repetir el terror de los primeros años, pero esta vez los templos no se vaciaron. “El que tenga miedo que se compre un perro”, sentenció el enérgico obispo auxiliar Monseñor Alfredo Petit. La Iglesia ganó ese primer round.Entonces, el régimen modificó diametralmente su estrategia: en vez de esforzarse por vaciar los templos, optó por comenzar a llenarlos con sus partidarios. A partir de abrir las puertas del Partido Comunista a los creyentes, muchos militantes se convirtieron a la fe y penetraron aceleradamente en todas las denominaciones cristianas. En las comunidades surgieron protestas —“están convirtiendo las iglesias en sindicatos”— que en general, no fueron escuchadas por los párrocos, contentos con el fortalecimiento de sus feligresías.
El Concordato
Después de la histórica visita de Juan Pablo II en 1998, la línea política de la Iglesia católica comenzó a tomar cada vez más distancia de la disidencia interna, a la que en realidad nunca brindó un apoyo incuestionable. Las declaraciones del Cardenal Ortega perdieron su agudeza. Cuando Oswaldo Payá Sardiñas recibió en Europa el Premio Sajarov, el cardenal Ortega publicó en Palabra Nueva una concisa felicitación de compromiso pero prohibió que la revista Espacios lo divulgara ampliamente. Cuando los voceros oficiales atacaron públicamente al laico Dagoberto Valdés y al Obispo de Pinar del Río, José Siro, el cardenal Ortega guardó un bochornoso silencio. Posteriormente, tanto Payá como Valdés fueron excluidos de la Semana del Pensamiento Católico. Esos fueron los antecedentes del presente Concordato con el régimen raulista.
Es cierto que, en los primeros años de la década del 90, la naciente disidencia se acercó a la Iglesia. También lo es que la institución religiosa no es, ni puede ser, un instrumento político, como a menudo le ha exigido el llamado exilio histórico. Sin embargo, todas las cautelas observadas antes para no parcializarse con la oposición, ahora parecen desechadas a favor de alinearse por conveniencia junto al régimen.
Las iglesias evangélicas.
La ocupación militar norteamericana de 1898 contribuyó a que misioneros norteamericanos establecieran muchas iglesias evangélicas en Cuba a través de las iglesias Bautistas,Metodistas, Episcopales y posteriormente la iglesia Pentecostal,aproximadamente desde la primera midad del siglo XX .
La etapa republicana fue floreciente para las iglesias evangélicas en Cuba. En la década del 50 había en el país aproximadamente 100 mil miembros activos de iglesias protestantes y una comunidad total evangélica de 300 mil feligreses, lo cual constituía aproximadamente un 6 % del total de la población cubana de entonces.
En estos momentos existen 54 denominaciones inscriptas en el Registro de Asociados, 22 seminarios evangélicos, así como algunas iglesias observadoras de las denominadas iglesias históricas, o sea, las que existían antes de 1959.
Iglesias independientes establecidas anteriormente, como el Centro Evangélico, se mantienen en funcionamiento y otras se han unido a otras denominaciones para poder existir, al precio de tener que renunciar a sus orígenes.
El curioso protestantismo cubano.
El evangelismo cubano se divide en dos grandes corrientes que cohabitan en el Consejo de Iglesias de Cuba: por un lado, el protestantismo histórico, conformado por las iglesias surgidas a partir de las reformas de Lutero y Calvino y por el otro el pentecostalismo.
Existen cinco corrientes bautistas: la Convención de Iglesias Bautista Oriental, Occidentales, Bautistas Libres, Bautistas Independientes y Fraternidad Bautista de Cuba, siendo la Bautista Oriental la más masiva y fuerte.
Tanto la Asamblea de Dios como la Convención de Iglesias Bautista Oriental son muy fuertes en las provincias del este del país, pero no pertenecen al CIC.
Las iglesias carismáticas.
En estos momentos el movimiento religioso que más crece en Cuba son las iglesias neo-pentecostales, en su mayoría desprendidas del pentecostalismo histórico.
Los neo-pentecostales se caracterizan por el activo desempeño en los cultos de los pastores, generalmente de no muy alto nivel cultural, que insisten ante sus feligreses en la presencia del Pentecostés. Recurren a la Biblia para una interpretación mística de la presencia del Espíritu Santo, insisten en las curaciones y plantean en sus sermones que los problemas que aquejan a sus devotos, incluidos los derivados de la situación nacional, sólo los resolverán si recurren a Jesucristo, el único camino de salvación.
Las iglesias neo-pentecostales explican que las otras religiones son demoníacas. Rechazan todo culto a las imágenes, que catalogan como idolatría y fetichismo. En sus iglesias no hay imágenes, sólo una cruz de madera.
Los neo-pentecostales tienen una fuerte ayuda económica de las iglesias similares norte-americanas, que les facilitan que envíen sus pastores a estudiar a ese país y a otros de la cuenca del Caribe.
Las iglesias metodistas son un desprendimiento de la Iglesia Anglicana de Inglaterra. En los últimos años han devenido en iglesias carismáticas, que se pueden entender como el término medio entre el pentecostalismo histórico y el neo-pentecostalismo.
Todavía quedan algunas iglesias metodistas apegadas a la tradición, pero en la mayoría los pastores se ungen de un carisma, que según ellos es el don que Dios les ha proporcionado.
En estas iglesias metodistas carismáticas los feligreses, que asisten masivamente, participan, cantan y bailan junto con el pastor en los cultos, que son acompañados por conjuntos musicales que tocan todo tipo de ritmos, incluyendo el rock. Los pastores se mueven entre sus feligreses, con sus sermones, plegarias y cánticos, provocando la exaltación hasta el paroxismo.
En estos momentos no existen diferencias notables entre los cultos, los rituales y la liturgia entre las iglesias metodistas carismáticas y los neo-pentecostales.
El CIC
El Consejo de Iglesia de Cuba (CIC), fue fundado en junio del 1941 y está integrado por 24 iglesias. En su Asamblea General de marzo de 2010 fue elegida la junta directiva que preside el Rev. Miguel Hernández Salazar, de la Iglesia Evangélica Libre (pentecostal). Como Secretario funge el Rev. Oden Marichal, de la Iglesia Episcopal. También forma parte de la directiva, el Rev. Raúl Suárez, de la Fraternidad Bautista de Cuba. Marichal y Suárez son diputados de la Asamblea Nacional del Poder Popular.
La junta, compuesta por dos representantes de cada iglesia miembro, funciona dos o tres veces al año y aprueba las decisiones de la presidencia del CIC.
La Comisión Teológica del CIC es semi-autónoma, porque en ella participan iglesias
que no son miembros del CIC, la única instancia autorizada por el gobierno a importar y
distribuir Biblias. Los beneficios solamente son para las iglesias reconocidas por el Registro de Asociados y el CIC, pues las compras tienen que efectuarse a través de cheques, en base a la membrecía.Tal método es considerado un sutil modo de reprimir a las iglesias independientes, que enfrentan además la indiferencia de la iglesia reconocida oficialmente.
Las casas-culto o de oración son una extensión de las iglesias; como no se pueden construir nuevos templos, la labor evangélica se desarrolla en casas particulares.
Raúl Suárez, tiene su propia iglesia y preside a la Fraternidad de Iglesias Bautistas, que es un desprendimiento de la Convención Bautista Occidental , así mismo es también el director del Centro “Martín Luther King”, que se mantiene con los recursos que le envían las iglesias negras metodistas y bautistas de Estados Unidos, lo que le ha permitido desplegar un trabajo pastoral comunitario de educación y propaganda.
"La Oficina de Asuntos Religiosos."
Esta es una dependencia subordinada al Comité Central del Partido Comunista y su jefa la Sra. Caridad Diego Bello, siguen con particular atención el crecimiento y desarrollo de las iglesias, ministerios cristianos y de toda institución religiosa, sobre todo están preocupados por este crecimiento que es indudablemente un fenómeno atípico que excede a las presiones que ellos ejercen para impedir cualquier progreso de carácter religioso. Pero la Sra. Diego alega que la presencia del CIC en las actividades de las iglesias es para atender directamente los problemas de estas.
Para que las iglesias sean inscriptas en el Registro de Asociaciones y que les sean autorizados los viajes al exterior, las reparaciones de templos, la importación de biblias, recibir prelados extranjeros, la compra de vehículos, la conexión a intra-net, hay que tramitarlo previamente y recibir la autorización de la Oficina de Asuntos Religiosos.
Para algunos miembros del CIC, la presencia de la jefa de la Oficina de Asuntos Religiosos en sus reuniones, la estiman como una injerencia, una forma de vigilancia que violenta la supuesta soberanía que dicen goza la institución. Sin embargo, otros más pragmáticos consideran que su presencia, que de cualquier modo es inevitable, facilita que los problemas se le puedan plantear directamente.
Tanto los pentecostales históricos como los neo-pentecostales y el Movimiento Apostólico manifiestan un creciente apoliticismo .Sus pastores insisten en que “las iglesias no tienen que meterse en política”, que su labor es únicamente religiosa. Pero los adventistas se destacan por su aversión al gobierno.
Generalizando, una cantidad considerable de las iglesias estiman que el CIC se identifica de manera activa e incondicional con el gobierno. En esto son muy críticas la Convención de Iglesias Bautista Oriental de Cuba y la Asamblea de Dios, denominaciones históricas que las autoridades no pueden despreciar por sus grandes membrecías.
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“SIN REVOLUCIÓN TODO".
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Pr. Manuel A Morejón Soler Pastor evangélico imorejon@yahoo.es
Osmar Lafita Rojas Periodista independiente ramsetgandhi@yahoo.com
Frank Cosme Periodista independiente glofran263@yahoo.com
Rogelio Fabio Hurtado Periodista independiente rhur46@yahoo.com
Edición: Luis Cino Álvarez luicino2004@yahoo.com
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