Por: Lic. Elsa Morejón Hernández.
“¿Dónde está la Iglesia, donde ha estado aquella que tiene el deber de poner freno a la maldad de este siglo?
Cada día la sociedad está más mal educada, existe educación cognitiva y de habilidades, pero no educación afectiva. Las relaciones interpersonales se están deteriorando constantemente, las familias se dividen, los amigos se pelean, las personas “muerden” en los trabajos. La sociedad, en fin, se ha convertido en “suciedad”. La mala educación es característica de nuestra época. Debemos, como cristianos, rescatar los valores éticos, morales y de conducta social, muy especialmente en nuestro país, Cuba, donde la juventud y la niñez son los grupos más vulnerables.
Las cifras son verdaderamente alarmantes. Según estadísticas de la Organización de Naciones Unidas, (ONU), en el año 1990 aproximadamente 371 millones de adolescentes pisaban el planeta tierra. Seis millones 300 mil serían incorporados cada año. 434 millones pisaron la tierra el pasado inicio de siglo año 2000. Hay aproximadamente 446 millones en las edades entre 17 – 21 años.
La delincuencia juvenil se ha incrementado a límites alarmantes. La toxicomanía o consumo de drogas ha incursionado brutalmente en las edades más tempranas entre 7- 8 años, teniendo su máximo auge en los jóvenes entre los 13 y 16 Años.
El alcoholismo crece en dimensiones alarmante entre los adolescentes de 14 años en adelante. La deserción escolar se ha convertido en una nueva crisis producto del desinterés y la apatía de los adolescentes. Las enfermedades de transmisión sexual han alcanzado su máximo esplendor en la población antes mencionada.
En 1970: La cifra de enfermos por sífilis y blenorragia era de 7,2 y 2,8 por cada 10 mil habitantes respectivamente. En 1990 las cifras ascendieron a 86,1 por cada 10 mil habitantes. En 1995 las cifras habían ascendido a 131 y 417 respectivamente para un aproximado de 37. 530 millones de enfermos.
En 1987 2.100 millones de adolescentes desertaron de sus centros escolares. En una encuesta realizada en ese mismo año el 95 por ciento de los adolescentes había practicado relaciones sexuales en edades inferiores a los 15 años y el 73,1 por ciento había tenido más de tres parejas sexuales en un período de menos de 1 año.
Según la revista cubana de Medicina General Integral del 16 de marzo del año 2000, en las páginas 253 – 260; el 4 % de todos los casos reportados de sida en América latina, está encabezado por los niños, niñas y adolescentes en las edades entre 10 – 19 años, y un 80 % está encabezado por las edades de 20 a 24 años. Todos ellos han contraído la enfermedad al menos 3 años antes de que aparecieran los primeros síntomas.
En Cuba: En primer lugar ---- 20 – 24 años. En segundo lugar ----- 15 – 19 años. El suicidio se mantiene como una problemática de salud en Cuba y en el mundo.
Tanto la ciencia médica como las Escrituras, indican que la mayoría de los problemas mentales y emocionales surgen del hecho de que el gozo, la paz, y la sensación de esperanza se han esfumado del alma del afligido. Por eso es necesario ver la razón por la cual el gozo, la paz y la esperanza ya no están más en la persona.
Analizando estos datos alarmantes, alguien pudiera decir que la juventud está perdida, que se está autodestruyendo a sí misma, entre vicios, orgías sexuales, prostitución, y otras tantas cosas que ni siquiera vale la pena mencionarlas desde esta posición.
En los últimos tiempos se han realizado algunas reformas económicas y jurídicas por el gobierno de Cuba, las cuales han sido publicitados a nivel nacional e internacional.
Pero, en realidad, los cambios más necesarios y profundos que demanda con urgencia la sociedad cubana son en las instituciones familiares, y muy especialmente en la de educación y cultura.
Es cierto que la educación de los hijos menores de edad es un derecho y una responsabilidad de sus padres. Sin embargo esta es abortada por las contradicciones existentes en el sistema educativo cubano. Por citarles un ejemplo: El Sistema escolar cubano es único, es gubernamental y público. Comienza en las guarderías infantiles y a los cinco años de vida en las escuelas: aquí los niños y niñas comienzan a ser adoctrinados políticamente, repetidores de consignas en los matutinos diarios.
A los seis años se les incorpora a una organización comunista. La “Organización de Pioneros José Martí”, pero no se les dice que sean como Martí. Nada de eso, ellos deben corear cada mañana la consigna: “Pioneros por el comunismo, seremos como el Che”, y al final no son como Martí, y por suerte ni tampoco son como el Che. De un plumazo han borrado de la historia educacional cubana a ese gran maestro de ciudadanos responsables que fue Don José de La Luz y Caballero y han procedido de la misma forma con los adolescentes.
Semejante barbaridad no es permitida en ningún país democrático y civilizado. Porque todo esto viola la etapa más preciada de un ser humano que es “La niñez.”. Los infortunados niños de Cuba son los más violentados emocionalmente en el mundo.
La ausencia de programas educativos en la esfera de los valores éticos y morales es una problemática seria que merece ser atendida con urgencia. Por eso, se impone una pregunta, se impone un clamor, de los que incluso no conocen a Cristo: “¿DONDE ESTA LA IGLESIA, DONDE HA ESTADO AQUELLA QUE TIENE EL DEBER DE PONER FRENO A LA MALDAD DE ESTE SIGLO?
¿Cómo, pues invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán a aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? (Roma 10:14) ¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian el evangelio de la paz, de los que anuncian el evangelio de los bienes! (Rom 10:15) Y saliendo Jesús vio grande multitud, y tuvo compasión de ellos, porque eran como ovejas que no tenían pastor; y les comenzó a enseñar muchas cosas. Romanos 13:14: Jesús dijo: “No ruego que los quites del mundo, sino que los apartes del mal.”(Juan. 17:15). Como cristianos tenemos forzosamente que vivir en el mundo, fue lo que Jesús hizo y es lo que espera de nosotros. Jesús vivió entre los hombres y testifico a todos del amor de Dios por el mundo. ¡Es hora de que sigamos su ejemplo y apliquemos sus enseñanzas divinas!
Fuente: Religión en Revolución
“¿Dónde está la Iglesia, donde ha estado aquella que tiene el deber de poner freno a la maldad de este siglo?
Cada día la sociedad está más mal educada, existe educación cognitiva y de habilidades, pero no educación afectiva. Las relaciones interpersonales se están deteriorando constantemente, las familias se dividen, los amigos se pelean, las personas “muerden” en los trabajos. La sociedad, en fin, se ha convertido en “suciedad”. La mala educación es característica de nuestra época. Debemos, como cristianos, rescatar los valores éticos, morales y de conducta social, muy especialmente en nuestro país, Cuba, donde la juventud y la niñez son los grupos más vulnerables.
Las cifras son verdaderamente alarmantes. Según estadísticas de la Organización de Naciones Unidas, (ONU), en el año 1990 aproximadamente 371 millones de adolescentes pisaban el planeta tierra. Seis millones 300 mil serían incorporados cada año. 434 millones pisaron la tierra el pasado inicio de siglo año 2000. Hay aproximadamente 446 millones en las edades entre 17 – 21 años.
La delincuencia juvenil se ha incrementado a límites alarmantes. La toxicomanía o consumo de drogas ha incursionado brutalmente en las edades más tempranas entre 7- 8 años, teniendo su máximo auge en los jóvenes entre los 13 y 16 Años.
El alcoholismo crece en dimensiones alarmante entre los adolescentes de 14 años en adelante. La deserción escolar se ha convertido en una nueva crisis producto del desinterés y la apatía de los adolescentes. Las enfermedades de transmisión sexual han alcanzado su máximo esplendor en la población antes mencionada.
En 1970: La cifra de enfermos por sífilis y blenorragia era de 7,2 y 2,8 por cada 10 mil habitantes respectivamente. En 1990 las cifras ascendieron a 86,1 por cada 10 mil habitantes. En 1995 las cifras habían ascendido a 131 y 417 respectivamente para un aproximado de 37. 530 millones de enfermos.
En 1987 2.100 millones de adolescentes desertaron de sus centros escolares. En una encuesta realizada en ese mismo año el 95 por ciento de los adolescentes había practicado relaciones sexuales en edades inferiores a los 15 años y el 73,1 por ciento había tenido más de tres parejas sexuales en un período de menos de 1 año.
Según la revista cubana de Medicina General Integral del 16 de marzo del año 2000, en las páginas 253 – 260; el 4 % de todos los casos reportados de sida en América latina, está encabezado por los niños, niñas y adolescentes en las edades entre 10 – 19 años, y un 80 % está encabezado por las edades de 20 a 24 años. Todos ellos han contraído la enfermedad al menos 3 años antes de que aparecieran los primeros síntomas.
En Cuba: En primer lugar ---- 20 – 24 años. En segundo lugar ----- 15 – 19 años. El suicidio se mantiene como una problemática de salud en Cuba y en el mundo.
Tanto la ciencia médica como las Escrituras, indican que la mayoría de los problemas mentales y emocionales surgen del hecho de que el gozo, la paz, y la sensación de esperanza se han esfumado del alma del afligido. Por eso es necesario ver la razón por la cual el gozo, la paz y la esperanza ya no están más en la persona.
Analizando estos datos alarmantes, alguien pudiera decir que la juventud está perdida, que se está autodestruyendo a sí misma, entre vicios, orgías sexuales, prostitución, y otras tantas cosas que ni siquiera vale la pena mencionarlas desde esta posición.
En los últimos tiempos se han realizado algunas reformas económicas y jurídicas por el gobierno de Cuba, las cuales han sido publicitados a nivel nacional e internacional.
Pero, en realidad, los cambios más necesarios y profundos que demanda con urgencia la sociedad cubana son en las instituciones familiares, y muy especialmente en la de educación y cultura.
Es cierto que la educación de los hijos menores de edad es un derecho y una responsabilidad de sus padres. Sin embargo esta es abortada por las contradicciones existentes en el sistema educativo cubano. Por citarles un ejemplo: El Sistema escolar cubano es único, es gubernamental y público. Comienza en las guarderías infantiles y a los cinco años de vida en las escuelas: aquí los niños y niñas comienzan a ser adoctrinados políticamente, repetidores de consignas en los matutinos diarios.
A los seis años se les incorpora a una organización comunista. La “Organización de Pioneros José Martí”, pero no se les dice que sean como Martí. Nada de eso, ellos deben corear cada mañana la consigna: “Pioneros por el comunismo, seremos como el Che”, y al final no son como Martí, y por suerte ni tampoco son como el Che. De un plumazo han borrado de la historia educacional cubana a ese gran maestro de ciudadanos responsables que fue Don José de La Luz y Caballero y han procedido de la misma forma con los adolescentes.
Semejante barbaridad no es permitida en ningún país democrático y civilizado. Porque todo esto viola la etapa más preciada de un ser humano que es “La niñez.”. Los infortunados niños de Cuba son los más violentados emocionalmente en el mundo.
La ausencia de programas educativos en la esfera de los valores éticos y morales es una problemática seria que merece ser atendida con urgencia. Por eso, se impone una pregunta, se impone un clamor, de los que incluso no conocen a Cristo: “¿DONDE ESTA LA IGLESIA, DONDE HA ESTADO AQUELLA QUE TIENE EL DEBER DE PONER FRENO A LA MALDAD DE ESTE SIGLO?
¿Cómo, pues invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán a aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? (Roma 10:14) ¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian el evangelio de la paz, de los que anuncian el evangelio de los bienes! (Rom 10:15) Y saliendo Jesús vio grande multitud, y tuvo compasión de ellos, porque eran como ovejas que no tenían pastor; y les comenzó a enseñar muchas cosas. Romanos 13:14: Jesús dijo: “No ruego que los quites del mundo, sino que los apartes del mal.”(Juan. 17:15). Como cristianos tenemos forzosamente que vivir en el mundo, fue lo que Jesús hizo y es lo que espera de nosotros. Jesús vivió entre los hombres y testifico a todos del amor de Dios por el mundo. ¡Es hora de que sigamos su ejemplo y apliquemos sus enseñanzas divinas!
Fuente: Religión en Revolución