Debiera ser intranquilidad para
los opresores y los poderosos que no se compadecen del pobre, la preocupación
que tiene JHVH por los débiles y oprimidos, pues el Señor toma como un insulto
personal al que no se apiade del pobre. (Proverbio
14:31)
El Señor en su Palabra deja bien claro que nunca faltarán pobres en medio de la Tierra,
por eso mismo decreta en Su Ley
el siguiente mandamiento:
Abrirás tu
mano a tu hermano, al pobre y al menesteroso en tu tierra.
(Deut. 15:11).
Recientemente en una visita realizada al asilo Juan
Lefont, en el municipio habanero del Cerro, conversamos como pastores con una
de las dirigentes del asilo para promover presentarle un proyecto humanitario a
posibles patrocinadores para gestionar una ayuda para los ancianitos internados
en el hospicio y nos sorprendió que nos dijera que ellos no podían recibir
directamente donaciones, que esa diligencia había que realizarla a través de
las instancias superiores las cuales se encargan de realizar las distribuciones.
¿Acaso se puede estar mirando la mano de donde
proviene el salvavidas?
Es innegable que han mejorado en algo el edificio
donde se encuentra ubicado el asilo Juan Lefont, asimismo la alimentación, pero dista mucho de
tener las condiciones de su similar Santovenia situado casi paralelamente al
frente, el cual debiera ser un modelo digno de imitar.
¿Por qué el asilo estatal está tan derruido en todos
los aspectos y el católico Santovenia es todo lo contrario?
De hecho, según informaciones que nos han llegado,
la fallecida Pastorita Núñez (Guerrillera del Movimiento 26 de Julio, donde
logró el grado de 1.er teniente del Ejército Rebelde y fundadora Instituto
Nacional de Ahorro y Viviendas, desde donde apoyó e impulsó uno de los primeros
planes del gobierno revolucionario con la construcción de viviendas y Heroína
Nacional del Trabajo),estuvo internada en Santovenia hasta su fallecimiento el
26 de diciembre de 2010 a consecuencia de una hemorragia cerebral, pero ese no
es el único caso en estos momentos, hay algunos dirigentes y militares que
tienen a sus seres queridos internados en este asilo.
Verdaderamente eso no es malo, pero por qué el
gobierno que no se ocupa de crearle los esenciales mínimos de condiciones a los
más desvalidos, tampoco se lo permite a instituciones benéficas no gubernamentales.
El que justifica al malvado y el que condena al
justo, ambos son igualmente abominables para JHVH. (Proverbio
17:15)