“La Palabra de Dios es Independiente y es Luz, para todo aquel que esté perdido en las tinieblas torcidas y oscuras de la vida”.
jueves, 27 de febrero de 2014
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Hechos de los apostoles
Introducción
El
libro de Hech. tiene el mismo estilo que los Evangelios, o sea que se
trata de un escrito que primordialmente narra sucesos, aunque también
se registran enseñanzas. Por el otro lado, el tema es la vida y
crecimiento de la iglesia primitiva, que lo relaciona más
estrechamente con las epístolas que con los Evangelios. Su ubicación
en las Biblias modernas entre los Evangelios y las epístolas es, por
ello, apropiada.
Hechos,
la Nueva Etapa
Los
primeros versículos de Hech. hacen referencia al “primer relato”
del autor, que es el Evangelio de Luc. Las obras antiguas estaban
divididas en “libros”, así como en “capítulos”, y todo hace
pensar que ambas obras estaban planeadas para ser una sola en dos
partes. No podemos mirar las cuestiones generales sobre el libro de
Hech. sin considerar también el Evangelio de Luc. y especialmente
los pri meros cuatro versículos de ese libro, que probablemente
equivalían a un prefacio de la obra en dos tomos.
En
cuanto a la autoría del libro, ver la Introducción al Evangelio de
Luc. Como se indica allí, Lucas, el compañero de viaje de Pablo
(Col. 4:14) parece ser el autor. En los últimos caps. de Hech., la
historia ocasionalmente se relata en primera persona plural: “Nos
quedamos siete días allí, ya que hallamos a los discípulos”
(21:4; ver 16:10–17; 20:5–21:18; 27:1–28:16). La explicación
más na tural para ello es que el libro fue escrito por alguien que
tomó parte en algunos de los hechos. Se han presentado objeciones a
esta teoría, pero la principal preocupación se refiere a la
exactitud histórica del autor. Por ejemplo, si éste presenta una
falsa imagen de Pablo, es menos probable que realmente haya sido un
compañero de viajes del Apóstol. De hecho, estas objeciones no se
podrían sostener ante un buen examen.
La
fecha de redacción es más difícil de fijar. Una vez más, como se
indica en la Introducción de Luc., hay dos teorías principales: que
fue escrito algo después del año 60, mientras Pablo estaba en la
prisión en Roma o después del 80, luego de su muerte. Varios hechos
de los últimos capítulos sugieren la fecha más antigua. Por un
lado, el libro termina con Pablo (y los lectores) esperando el
resultado del juicio en Roma. Después de la larga descripción de la
apelación a César y del viaje para ese juicio, parece extraño que
el autor se despidiera de esa manera, a menos que de hecho estuviera
poniendo a sus lectores al día. En los últimos capítulos hay una
sensación de vivacidad e inmediatez que sugiere que el autor
descansaba en memorias frescas. Si bien estos detalles sugieren
la fecha más antigua, también pueden ser explicados de otras
maneras y nos vemos forzados a concluir que cualquiera de las dos
fechas es posible.
La
descripción del libro como “historia” y por ende del autor como
“historiador” parecía ser patente durante siglos hasta que los
estudiosos modernos de la Biblia reconocieron en muchos sentidos que
Hech. y los cuatro Evangelios también pueden ser clasificados
correctamente como “teología”. Más que estar primordialmente
preocupados con una afirmación simple e imparcial de los hechos y
sucesos, los autores claramente tenían un propósito que involucraba
compartir las buenas nuevas y convencer o enseñar a sus lectores.
Recientemente, se ha puesto más atención a la capacidad demostrada
por estos autores para “contar la historia” y los estudiosos del
NT han estado tratando de ver Hech. como una pieza literaria bien
elaborada más que una “historia seca y objetiva” por un lado y
“teología” por el otro. Todos estos enfoques deben ser seña
lados, pero de tal modo que se apoyen entre sí más que como una
cancelación mutua. En Luc.—Hech. y en otros libros que constituyen
la Biblia, la teología se basa en la verdad histórica.
Hechos
Como Historia
Con
frecuencia en los tiempos modernos ha sido cuestionada la exactitud
histórica del libro de Hech., especialmente sobre la base de las
malas interpretaciones del mismo. En cierta época del siglo XX entre
los eruditos se creía generalmente que Hech. fue escrito mucho más
tarde en la historia de la iglesia y en cierto modo como una
propaganda que intentaba suavizar las divisiones que existían entre
la iglesia petrina (judía) y la paulina (pro-gentil). Se argüía
que esto era un recuerdo desagradable que había que “encubrir”.
Aunque había algunos problemas causados por la inclusión de los
gentiles en lo que comenzó como un movimiento dentro del judaísmo,
ahora se reconoce que Hech. trata con estos problemas de un modo
directo y que el autor no tenía reparos para registrar divisiones y
dificultades en la iglesia (ver p. ej. 15:36–41).
Otro
error se refiere al retrato de Pablo en Hech. No podemos esperar que
el libro reproduzca todos los aspectos de Pablo como se los encuentra
en las cartas, sino que sólo puede preverse un retrato incompleto.
Pero, ¿es diferente el retrato que presenta Luc. del verdadero
Pablo? El discurso en Atenas (cap. 17) generalmente se usa como un
intento de demostrar cuán diferente es el cuadro que Lucas presenta
comparado con la realidad de Pablo. Pablo, que en 1 Cor. escribió
sobre su falta de elocuencia, se dice que fue aclamado como un
espléndido orador y filósofo en Atenas, la ciudad de la cul tura y
la educación. Además se señala que el discurso excusa y casi
endosa el culto a los ídolos, algo que nunca hubiera hecho el
verdadero Pablo. Ninguno de estos puntos se mantiene ante un análisis
serio. Lejos de ser un orador ideal y convincente, Pablo fue
ridiculizado por los atenienses que escucharon su mensaje y Lucas
registra que sólo un pequeño grupo de personas fue convencido, lo
que difícilmente se puede ver como una historia interesada en
impresionar a los lectores de Hech. En otro pasaje, Pablo se retrata
como habiendo hablado tan largamente que hasta un oyente que estaba
de acuerdo con él cayó dormido (20:7–12). En cuanto a la actitud
“simpática” hacia la adoración de ídolos en Atenas, en
realidad esta parte del discurso es un velado ataque a toda adoración
de ídolos, más que un sincero acuerdo. Este proceder está de acuer
do con la actitud de Pablo al llegar a la ciudad (ver 17:16 y el
comentario sobre 17:16–34) así como su actitud expresada en las
cartas.
Lo
que puede denominarse “grandes trazos” de la obra de Luc. tiende
a confirmar más que a negar la idea de que Hech. contiene una
historia genuina. Lo mismo ocurre con el detalle fino. Hay muchos
detalles históricos en el libro, innecesarios para su línea
principal, cuya inclusión sugiere que es una fuente confiable de
información. Por ejemplo, los detalles geográficos y el uso de
nombres personales y títulos apropiados en Hech. han salido a la luz
al tiempo que los arqueólogos e historiadores descubren y publican
más de la antigua evidencia. No faltan en Hech. interrogantes
históricos (ver el comentario luego sobre 5:33–39 y las
dificultades alrededor del cap. 15 y Gál.), pero en su conjunto nos
llega como una fuente confiable de los tiempos y los hechos que
cubre.
Hechos
Como Teologia
Sin
embargo, Lucas puede no ser un historiador en el sentido moderno del
término. Claramente tenía fuertes sentimientos acerca de su tema, y
aunque es to no es inesperado en la idea antigua de lo que
significaba escribir historia, a Lucas se le puede clasificar como
teólogo tanto como historiador. Su teología se ve a lo largo del
conjunto de los dos tomos. Los temas teológicos que parecen
especialmente importantes en un estudio de Hech. son la obra de la
iglesia y la expansión universal de la salvación que se ofrece. El
Espíritu Santo juega un papel importante en Hech. y el autor tuvo
que esforzarse para mostrar que la expansión de la iglesia a los
samaritanos y a los gentiles no ocurrió por iniciativa de los mismos
cristianos, sino que fue iniciada y luego dramáticamente autorizada
y aprobada por el Espíritu Santo.
Sin
embargo, es importante reconocer que Lucas no estaba escribiendo un
libro sobre
el Espíritu Santo. Su tema era la expansión del evangelio y
describe el papel central del Espíritu en esa labor. P. ej., podría
habernos contado mucho más sobre lo que realmente ocurrió a los
discípulos en Pentecostés. Nos habría agradado mucho tener alguna
afirmación sobre cómo moraba en ellos el Espíritu Santo, si era
permanente, qué cambios hacía en la vida de los creyentes, etc.
Pero no hace tales afirmaciones porque ése no era el tipo de libro
que estaba escribiendo. Su foco no estaba primordialmente en cómo la
venida del Espíritu Santo afectó a los creyentes, sino en cómo los
peregrinos judíos en Jerusalén fueron alcanzados ese día.
Lucas
conocía y expresaba verdades teológicas sobre el Espíritu Santo,
el papel de Jesús, el cumplimiento de las profecías del AT y la
posibilidad de aceptar a los gentiles fuera de la ley. Pero aunque
era teólogo, no debemos suponer que este libro sea una teología
sistemática, y debemos disimular nuestra frustración si deja
insatisfechas las curiosidades del siglo XX. La presencia de ideas e
intereses teológicos no significa que no po demos confiar en la
historia que se presenta.
Hechos
Como Obra Literaria
La
naturaleza literaria de Luc.—Hech. puede verse a partir de su
forma. Si bien sería difícil encontrar dos comentarios que
concuerden completamente sobre el bosquejo del libro de Hech., todos
están de acuerdo en que está estructurado en forma efectiva y aun
artística. A lo largo de ambos tomos, la ciudad de Jerusalén
funciona como una “piedra de toque” a la cual la narración
vuelve una y otra vez. También hay un claro movimiento de toda la
narración desde el “patio trasero” del Imperio Romano en Galilea
a Judea y a su capital provincial de Cesarea y de allí por Samaria,
paso a paso por todo el resto del mundo romano hasta que, al final
del libro, la palabra se ha esparcido en todo el camino hasta Roma,
la misma capital imperial. La progresión es histórica, pero Lucas
ha escogido historias y aun cambia el enfoque de un grupo de
personajes a otro, a fin de enfatizar ese movimiento.
Lucas
retrata a Pablo como alguien que predicó tanto a judíos como a
gentiles así como habiendo alentado a muchas comunidades cristianas.
Sin embargo, están registrados sólo un discurso principal en una
sinagoga (13:14–43), otro delante de una asamblea gentil (17:16–35;
el de 14:14–17, aunque similar no se le compara en escala) y otro
delante de una reunión de cristianos (20:17–38). De ese mo do, en
el libro hay un discurso representativo delante de cada tipo de
audiencia.
Esa
selección y arreglo deliberados nos obliga a hacernos la pregunta de
cuál fue el propósito del autor al escribir. Dado el tamaño y
complejidad del libro, es improbable que se trate de algo tan senci
llo como de registrar las cosas que han ocurrido. Luc. y Hech. no son
meros relatos cronológicos y ciertamente no son completos. Queda
fuera demasiado para pensar que ése haya sido el propósito de
Lucas.
Al
contrario, Hech. se puede considerar como la respuesta a una compleja
pregunta sobre el cristianismo. ¿Qué es el cristianismo? Si es una
secta judía, entonces ¿por qué todos los judíos están apa
rentemente contra ella y tantos gentiles dentro de ella? Si el
cristianismo es una religión más bien que un asunto político, ¿por
qué Jesús es llamado “rey” y su movimiento un “reino”, y
por qué provoca tumultos y perturbaciones?
Quizá
estas cuestiones surgieron como resultado directo del juicio de Pablo
en Roma, que figura tan prominentemente en el último tercio de Hech.
Probablemente el libro sea demasiado largo y haya demasiado de él
que está sólo tangencialmente relacionado como para que se lo
considere una parte de la defensa, pero puede haber sido escrito para
contestar preguntas que surgieron a causa del juicio.
Este
tipo de propósito para Luc.—Hech. tiene sentido en relación con
muchos aspectos de Hech.: el cambio desde los comienzos de la iglesia
de Jerusalén hasta la misión en Roma, el enfoque sobre varios
apóstoles y la expansión en el mundo así como la oposición
enfrentada. También da sentido a la afirmación de Lucas en el
primer capítulo del Evangelio: que estaba escribiendo para
clarificar y explicar las cosas que Teófilo ya había oído sobre
Jesucristo y el movimiento que él había hecho surgir.
Hechos
Como Mensaje Actual
Lucas
escribía con un propósito contemporáneo particular y eso puede
hacernos pesimistas sobre la posibilidad de encontrar algo
en Hech. que sea rele vante para nuestra propia situación moderna.
Tener un moderado monto de precaución es buena cosa. Hech. no es un
patrón sobre cómo hacer obra misionera o cómo organizar una
iglesia, así como tampoco sobre cómo actuar cuando nos amenaza un
naufragio. Hech. es relevante para quienes estén en todas las
situaciones y culturas en la medida en que aporta buenos ejemplos y
la seguridad de que sea como fuere que se vean las cosas, Dios está
en acción detrás del escenario, como ha estado siempre con su
pueblo en el pasado. Podemos aprender mucho de Hech. sobre cómo
conducir nuestras propias vidas de manera cristiana, pero debemos
hacerlo to mando seriamente el libro y las intenciones de su autor …
y aprendiendo a valorar la historia que narra antes que nada por su
propio valor.
Hech.
no pretende enseñar que cada cristiano debe actuar tal como lo
hicieron los héroes del libro. Aun Pablo, cuyo poder sanador en el
ámbito de Hech. parece tan grande e imposible de detener (ver 9:11,
12), tuvo que aprender que tal “poder” no era algo que él
“tenía” o podía dirigir o controlar plenamente (2 Cor.
12:1–10). Pero Hech. nos dice que no despreciemos ese poder. Dios
puede usar y ha usado a los creyentes para realizar cosas asombrosas.
Hech.
también nos muestra que, debido a que somos cristianos, podemos
escapar de tales limitaciones humanas como los desacuerdos dentro de
nuestro compañerismo (ver p. ej. 15:2 y la conferencia que siguió
luego o el desacuerdo entre Barrabás y Pablo por causa de Juan
Marcos en 15:37–41). Tampoco estamos completamente inmunes de
pecado sin reservas e hipocresía (ver Ananías y Safira, 5:1–11) y
de la misma real amenaza de juicio.
Hech.
nos enseña sobre nosotros mismos y sobre nuestra situación por
medio de ejemplos de otros en otras circunstancias. No es un libro
que sólo enfoque las vidas y comunidades ideales; en ese sentido es
muy realista. Pero el tipo de realismo a que nos alienta es una
realidad en que los llamados hechos sobrenaturales, aunque no sucesos
cotidianos, son igualmente probables, especialmente donde esté el
pueblo de Dios en las fronteras de la obra a que ha sido llamado.
Bosquejo
del Contenido
1:1—11 Introducción
1:1-3 Prólogo
1:4, 5 El don
del Espíritu Santo
1:6-11 La
ascensión y la obra a ser hecha en la tierra
1:12—8:3 Jerusalén
y el templo
1:12-26 Compleción
de los doce en Jerusalén
2:1-47 La
fiesta de Pentecostés en Jerusalén
3:1—4:31 El
episodio en la puerta del templo
4:32—5:11 Hipocresía
en la iglesia primitiva
5:12-42 Nuevamente
ante el Sanedrín: la regla de Gamaliel
6:1—8:3 Esteban
delante del Sanedrín: el fin de una era
8:4—12:25 Ministerio
a los no judíos supervisado desde Jerusalén
8:4-25 Felipe
en Samaria
8:26-40 Felipe
y el eunuco etíope
9:1-31 Saulo
de Tarso en el camino a Damasco
9:32-43 Pedro
en Lida y Jope
10:1—11:18 Pedro,
Cornelio y la cuestión gentil
11:19-30 Bernabé,
Saulo y la primera iglesia gentil
12:1-25 Herodes
Agripa y la iglesia: el fin de una era
13:1—20:38 Ministerio
deliberado a los gentiles
13:1—14:28 El
primer viaje misionero
15:1—16:5 El
concilio de Jerusalén y la resolución de la cuestión de los
gentiles
16:6—18:22 El
segundo viaje llega a ser misionero
18:23—20:12 El
tercer viaje y la decisión de ir a Jerusalén
20:13-38 Despedida
de Pablo en Mileto: el fin de una era
21:1—28:31 Jerusalén
y Roma: Pablo bajo juicio
21:1—23:11 Ante
los judíos: Jerusalén
23:12—26:32 Ante
los romanos: Cesarea
27:1—28:31 A
la misma Roma
Comentario
1:1-11
Introduccion
El
libro de Hech. tiene el mismo estilo que los Evangelios, o sea que se
trata de un escrito que primordialmente narra sucesos, aunque también
se registran enseñanzas. Por el otro lado, el tema es la vida y
crecimiento de la iglesia primitiva, que lo relaciona más
estrechamente con las epístolas que con los Evangelios. Su ubicación
en las Biblias modernas entre los Evangelios y las epístolas es, por
ello, apropiada.
Hechos,
la Nueva Etapa
Los
primeros versículos de Hech. hacen referencia al “primer relato”
del autor, que es el Evangelio de Luc. Las obras antiguas estaban
divididas en “libros”, así como en “capítulos”, y todo hace
pensar que ambas obras estaban planeadas para ser una sola en dos
partes. No podemos mirar las cuestiones generales sobre el libro de
Hech. sin considerar también el Evangelio de Luc. y especialmente
los pri meros cuatro versículos de ese libro, que probablemente
equivalían a un prefacio de la obra en dos tomos.
En
cuanto a la autoría del libro, ver la Introducción al Evangelio de
Luc. Como se indica allí, Lucas, el compañero de viaje de Pablo
(Col. 4:14) parece ser el autor. En los últimos caps. de Hech., la
historia ocasionalmente se relata en primera persona plural: “Nos
quedamos siete días allí, ya que hallamos a los discípulos”
(21:4; ver 16:10–17; 20:5–21:18; 27:1–28:16). La explicación
más na tural para ello es que el libro fue escrito por alguien que
tomó parte en algunos de los hechos. Se han presentado objeciones a
esta teoría, pero la principal preocupación se refiere a la
exactitud histórica del autor. Por ejemplo, si éste presenta una
falsa imagen de Pablo, es menos probable que realmente haya sido un
compañero de viajes del Apóstol. De hecho, estas objeciones no se
podrían sostener ante un buen examen.
La
fecha de redacción es más difícil de fijar. Una vez más, como se
indica en la Introducción de Luc., hay dos teorías principales: que
fue escrito algo después del año 60, mientras Pablo estaba en la
prisión en Roma o después del 80, luego de su muerte. Varios hechos
de los últimos capítulos sugieren la fecha más antigua. Por un
lado, el libro termina con Pablo (y los lectores) esperando el
resultado del juicio en Roma. Después de la larga descripción de la
apelación a César y del viaje para ese juicio, parece extraño que
el autor se despidiera de esa manera, a menos que de hecho estuviera
poniendo a sus lectores al día. En los últimos capítulos hay una
sensación de vivacidad e inmediatez que sugiere que el autor
descansaba en memorias frescas. Si bien estos detalles sugieren
la fecha más antigua, también pueden ser explicados de otras
maneras y nos vemos forzados a concluir que cualquiera de las dos
fechas es posible.
La
descripción del libro como “historia” y por ende del autor como
“historiador” parecía ser patente durante siglos hasta que los
estudiosos modernos de la Biblia reconocieron en muchos sentidos que
Hech. y los cuatro Evangelios también pueden ser clasificados
correctamente como “teología”. Más que estar primordialmente
preocupados con una afirmación simple e imparcial de los hechos y
sucesos, los autores claramente tenían un propósito que involucraba
compartir las buenas nuevas y convencer o enseñar a sus lectores.
Recientemente, se ha puesto más atención a la capacidad demostrada
por estos autores para “contar la historia” y los estudiosos del
NT han estado tratando de ver Hech. como una pieza literaria bien
elaborada más que una “historia seca y objetiva” por un lado y
“teología” por el otro. Todos estos enfoques deben ser seña
lados, pero de tal modo que se apoyen entre sí más que como una
cancelación mutua. En Luc.—Hech. y en otros libros que constituyen
la Biblia, la teología se basa en la verdad histórica.
Hechos
Como Historia
Con
frecuencia en los tiempos modernos ha sido cuestionada la exactitud
histórica del libro de Hech., especialmente sobre la base de las
malas interpretaciones del mismo. En cierta época del siglo XX entre
los eruditos se creía generalmente que Hech. fue escrito mucho más
tarde en la historia de la iglesia y en cierto modo como una
propaganda que intentaba suavizar las divisiones que existían entre
la iglesia petrina (judía) y la paulina (pro-gentil). Se argüía
que esto era un recuerdo desagradable que había que “encubrir”.
Aunque había algunos problemas causados por la inclusión de los
gentiles en lo que comenzó como un movimiento dentro del judaísmo,
ahora se reconoce que Hech. trata con estos problemas de un modo
directo y que el autor no tenía reparos para registrar divisiones y
dificultades en la iglesia (ver p. ej. 15:36–41).
Otro
error se refiere al retrato de Pablo en Hech. No podemos esperar que
el libro reproduzca todos los aspectos de Pablo como se los encuentra
en las cartas, sino que sólo puede preverse un retrato incompleto.
Pero, ¿es diferente el retrato que presenta Luc. del verdadero
Pablo? El discurso en Atenas (cap. 17) generalmente se usa como un
intento de demostrar cuán diferente es el cuadro que Lucas presenta
comparado con la realidad de Pablo. Pablo, que en 1 Cor. escribió
sobre su falta de elocuencia, se dice que fue aclamado como un
espléndido orador y filósofo en Atenas, la ciudad de la cul tura y
la educación. Además se señala que el discurso excusa y casi
endosa el culto a los ídolos, algo que nunca hubiera hecho el
verdadero Pablo. Ninguno de estos puntos se mantiene ante un análisis
serio. Lejos de ser un orador ideal y convincente, Pablo fue
ridiculizado por los atenienses que escucharon su mensaje y Lucas
registra que sólo un pequeño grupo de personas fue convencido, lo
que difícilmente se puede ver como una historia interesada en
impresionar a los lectores de Hech. En otro pasaje, Pablo se retrata
como habiendo hablado tan largamente que hasta un oyente que estaba
de acuerdo con él cayó dormido (20:7–12). En cuanto a la actitud
“simpática” hacia la adoración de ídolos en Atenas, en
realidad esta parte del discurso es un velado ataque a toda adoración
de ídolos, más que un sincero acuerdo. Este proceder está de acuer
do con la actitud de Pablo al llegar a la ciudad (ver 17:16 y el
comentario sobre 17:16–34) así como su actitud expresada en las
cartas.
Lo
que puede denominarse “grandes trazos” de la obra de Luc. tiende
a confirmar más que a negar la idea de que Hech. contiene una
historia genuina. Lo mismo ocurre con el detalle fino. Hay muchos
detalles históricos en el libro, innecesarios para su línea
principal, cuya inclusión sugiere que es una fuente confiable de
información. Por ejemplo, los detalles geográficos y el uso de
nombres personales y títulos apropiados en Hech. han salido a la luz
al tiempo que los arqueólogos e historiadores descubren y publican
más de la antigua evidencia. No faltan en Hech. interrogantes
históricos (ver el comentario luego sobre 5:33–39 y las
dificultades alrededor del cap. 15 y Gál.), pero en su conjunto nos
llega como una fuente confiable de los tiempos y los hechos que
cubre.
Hechos
Como Teologia
Sin
embargo, Lucas puede no ser un historiador en el sentido moderno del
término. Claramente tenía fuertes sentimientos acerca de su tema, y
aunque es to no es inesperado en la idea antigua de lo que
significaba escribir historia, a Lucas se le puede clasificar como
teólogo tanto como historiador. Su teología se ve a lo largo del
conjunto de los dos tomos. Los temas teológicos que parecen
especialmente importantes en un estudio de Hech. son la obra de la
iglesia y la expansión universal de la salvación que se ofrece. El
Espíritu Santo juega un papel importante en Hech. y el autor tuvo
que esforzarse para mostrar que la expansión de la iglesia a los
samaritanos y a los gentiles no ocurrió por iniciativa de los mismos
cristianos, sino que fue iniciada y luego dramáticamente autorizada
y aprobada por el Espíritu Santo.
Sin
embargo, es importante reconocer que Lucas no estaba escribiendo un
libro sobre
el Espíritu Santo. Su tema era la expansión del evangelio y
describe el papel central del Espíritu en esa labor. P. ej., podría
habernos contado mucho más sobre lo que realmente ocurrió a los
discípulos en Pentecostés. Nos habría agradado mucho tener alguna
afirmación sobre cómo moraba en ellos el Espíritu Santo, si era
permanente, qué cambios hacía en la vida de los creyentes, etc.
Pero no hace tales afirmaciones porque ése no era el tipo de libro
que estaba escribiendo. Su foco no estaba primordialmente en cómo la
venida del Espíritu Santo afectó a los creyentes, sino en cómo los
peregrinos judíos en Jerusalén fueron alcanzados ese día.
Lucas
conocía y expresaba verdades teológicas sobre el Espíritu Santo,
el papel de Jesús, el cumplimiento de las profecías del AT y la
posibilidad de aceptar a los gentiles fuera de la ley. Pero aunque
era teólogo, no debemos suponer que este libro sea una teología
sistemática, y debemos disimular nuestra frustración si deja
insatisfechas las curiosidades del siglo XX. La presencia de ideas e
intereses teológicos no significa que no po demos confiar en la
historia que se presenta.
Hechos
Como Obra Literaria
La
naturaleza literaria de Luc.—Hech. puede verse a partir de su
forma. Si bien sería difícil encontrar dos comentarios que
concuerden completamente sobre el bosquejo del libro de Hech., todos
están de acuerdo en que está estructurado en forma efectiva y aun
artística. A lo largo de ambos tomos, la ciudad de Jerusalén
funciona como una “piedra de toque” a la cual la narración
vuelve una y otra vez. También hay un claro movimiento de toda la
narración desde el “patio trasero” del Imperio Romano en Galilea
a Judea y a su capital provincial de Cesarea y de allí por Samaria,
paso a paso por todo el resto del mundo romano hasta que, al final
del libro, la palabra se ha esparcido en todo el camino hasta Roma,
la misma capital imperial. La progresión es histórica, pero Lucas
ha escogido historias y aun cambia el enfoque de un grupo de
personajes a otro, a fin de enfatizar ese movimiento.
Lucas
retrata a Pablo como alguien que predicó tanto a judíos como a
gentiles así como habiendo alentado a muchas comunidades cristianas.
Sin embargo, están registrados sólo un discurso principal en una
sinagoga (13:14–43), otro delante de una asamblea gentil (17:16–35;
el de 14:14–17, aunque similar no se le compara en escala) y otro
delante de una reunión de cristianos (20:17–38). De ese mo do, en
el libro hay un discurso representativo delante de cada tipo de
audiencia.
Esa
selección y arreglo deliberados nos obliga a hacernos la pregunta de
cuál fue el propósito del autor al escribir. Dado el tamaño y
complejidad del libro, es improbable que se trate de algo tan senci
llo como de registrar las cosas que han ocurrido. Luc. y Hech. no son
meros relatos cronológicos y ciertamente no son completos. Queda
fuera demasiado para pensar que ése haya sido el propósito de
Lucas.
Al
contrario, Hech. se puede considerar como la respuesta a una compleja
pregunta sobre el cristianismo. ¿Qué es el cristianismo? Si es una
secta judía, entonces ¿por qué todos los judíos están apa
rentemente contra ella y tantos gentiles dentro de ella? Si el
cristianismo es una religión más bien que un asunto político, ¿por
qué Jesús es llamado “rey” y su movimiento un “reino”, y
por qué provoca tumultos y perturbaciones?
Quizá
estas cuestiones surgieron como resultado directo del juicio de Pablo
en Roma, que figura tan prominentemente en el último tercio de Hech.
Probablemente el libro sea demasiado largo y haya demasiado de él
que está sólo tangencialmente relacionado como para que se lo
considere una parte de la defensa, pero puede haber sido escrito para
contestar preguntas que surgieron a causa del juicio.
Este
tipo de propósito para Luc.—Hech. tiene sentido en relación con
muchos aspectos de Hech.: el cambio desde los comienzos de la iglesia
de Jerusalén hasta la misión en Roma, el enfoque sobre varios
apóstoles y la expansión en el mundo así como la oposición
enfrentada. También da sentido a la afirmación de Lucas en el
primer capítulo del Evangelio: que estaba escribiendo para
clarificar y explicar las cosas que Teófilo ya había oído sobre
Jesucristo y el movimiento que él había hecho surgir.
Hechos
Como Mensaje Actual
Lucas
escribía con un propósito contemporáneo particular y eso puede
hacernos pesimistas sobre la posibilidad de encontrar algo
en Hech. que sea rele vante para nuestra propia situación moderna.
Tener un moderado monto de precaución es buena cosa. Hech. no es un
patrón sobre cómo hacer obra misionera o cómo organizar una
iglesia, así como tampoco sobre cómo actuar cuando nos amenaza un
naufragio. Hech. es relevante para quienes estén en todas las
situaciones y culturas en la medida en que aporta buenos ejemplos y
la seguridad de que sea como fuere que se vean las cosas, Dios está
en acción detrás del escenario, como ha estado siempre con su
pueblo en el pasado. Podemos aprender mucho de Hech. sobre cómo
conducir nuestras propias vidas de manera cristiana, pero debemos
hacerlo to mando seriamente el libro y las intenciones de su autor …
y aprendiendo a valorar la historia que narra antes que nada por su
propio valor.
Hech.
no pretende enseñar que cada cristiano debe actuar tal como lo
hicieron los héroes del libro. Aun Pablo, cuyo poder sanador en el
ámbito de Hech. parece tan grande e imposible de detener (ver 9:11,
12), tuvo que aprender que tal “poder” no era algo que él
“tenía” o podía dirigir o controlar plenamente (2 Cor.
12:1–10). Pero Hech. nos dice que no despreciemos ese poder. Dios
puede usar y ha usado a los creyentes para realizar cosas asombrosas.
Hech.
también nos muestra que, debido a que somos cristianos, podemos
escapar de tales limitaciones humanas como los desacuerdos dentro de
nuestro compañerismo (ver p. ej. 15:2 y la conferencia que siguió
luego o el desacuerdo entre Barrabás y Pablo por causa de Juan
Marcos en 15:37–41). Tampoco estamos completamente inmunes de
pecado sin reservas e hipocresía (ver Ananías y Safira, 5:1–11) y
de la misma real amenaza de juicio.
Hech.
nos enseña sobre nosotros mismos y sobre nuestra situación por
medio de ejemplos de otros en otras circunstancias. No es un libro
que sólo enfoque las vidas y comunidades ideales; en ese sentido es
muy realista. Pero el tipo de realismo a que nos alienta es una
realidad en que los llamados hechos sobrenaturales, aunque no sucesos
cotidianos, son igualmente probables, especialmente donde esté el
pueblo de Dios en las fronteras de la obra a que ha sido llamado.
martes, 25 de febrero de 2014
Una Carta de amor de tu padre para ti.
Presta atención, Puede cambiar tu vida! . Dios te ama, y es el Padre que tu haz estado buscando toda tu vida, Él te dice: Mira click AQUI-> http://www.renuevodeplenitud.com/tienes-papa-aqui-hay-uno-para-ti.html |
Pastor Paul Yonggi Cho es condenado por robar 12 millones de dólares a su iglesia
La investigación del pastor y su
familia se inició el año pasado después de una denuncia presentada por un grupo
de miembros de la iglesia, que pertenece al movimiento de la Asamblea de Dios
de Corea del Sur, que percibía lo que estaba aconteciendo.
Corea | Lunes 24 de Febrero, 2014 |
Por Nínro Ruíz Peña |
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noticia a un amigo(NoticiaCristiana.com).
El Fundador y pastor emérito de la
Iglesia del Evangelio Completo de Yoido en Seúl, el Rev. David Yonggi Cho
mundialmente conocido como Paul Yonggi Cho, ha sido acusado por un grupo de
miembros de las Asambleas de Dios de Seúl, de robarle a su congregación, por lo
que Yonggi Cho, fue ha sido condenado junto con su hijo a pagar una multa y
tres años de prisión.
El Rev. David Yonggi Cho ( Cho Yong
-gi , antes era conocido como Paul Yonggi Cho ), fundador y pastor emérito de
la Iglesia del Evangelio Completo de Yiodo en Seúl , con una congregación de
unos 800 mil fieles, fue declarado culpable de causar pérdidas por valor de 13
millones de wones, es decir 12 millones de dólares en su iglesia en 2002 , al
ordenar a los responsables de la tesorería de la iglesia que comprasen acciones
que eran propiedad de su hijo, Cho Hee-jun, a un precio cuatro veces superior
al valor del mercado.
La investigación del pastor y su
familia se inició el año pasado después de una denuncia presentada por un grupo
de miembros de la iglesia, que pertenece al movimiento de la Asamblea de Dios
de Corea del Sur, que percibía lo que estaba aconteciendo.
El Tribunal del Distrito Central de
Seúl condenó también el Pastor David Yonggi Cho (Paul Yonggi Cho) a pagar una
multa de 5 millones de wones (4,65 millones de dólares).
En el mismo caso, el hijo del
pastor, Cho Hee- jun, el generente del periódico local Kookmin Ilbo que también
es miembro de la Iglesia del Evangelio Completo, también fue condenado por
evasión de impuestos por un monto de 3,5 millones de wones (3,26 millones
dólares) , más tres años de prisión por conspirar con su padre ( pastor ) por
realizar la malversación de fondos en la congregación.
Traducido y adaptado por
NoticiaCristiana.com de Inforgospel
Arrestado un sacristán por proteger a Damas de Blanco
Por: Calixto R. Martínez Arias
LA HABANA, Cuba.- Roberto Pupo Tejeda,
sacristán de la Iglesia Católica, fue arrestado y maltratado por oficiales del
Departamento de la Seguridad del Estado (DSE).
“Yo estaba en la Iglesia participando de la
Misa Dominical y salí para observar la caminata de las Damas”, dijo Pupo Tejeda
refiriéndose a la habitual caminata que realizan al salir de misa, por la
Quinta Avenida, el movimiento femenino que demanda al gobierno la libertad de
los presos políticos y el respeto a los
derechos humanos.
El religioso, que fue trasladado en un carro
jaula de la PNR junto a seis activistas de la oposición a una dependencia de la
policía, dijo a este reportero, al ser liberado en horas de la tarde, que fue
víctima de burlas y maltrato físico y psicológico, por parte de los oficiales
del DSE.
“Me pusieron las esposas demasiado ajustadas
y, para quitármelas, un oficial de la Seguridad que se identificó como Camilo,
utilizó una cuchilla, y como para intimidarme me decía que me estuviera
tranquilo porque la cuchilla tenía la punta bien afilada y podía resbalársele y
cortarme”, indicó el sacristán, mientras mostraba las laceraciones provocadas por los grilletes.
Según describió Pupo Tejeda, que fue
amenazado por sus represores con ser
deportado a su natal Holguín, 700 kilómetros al este de La Habana, cuando él mostró el carnet que lo
identifica como un miembro de la
Iglesia, los oficiales del DSE le dijeron que eso no le daba derecho para proteger a las Damas de
Blanco.
“Cuando yo vi que ellos (los oficiales del
DSE) se abalanzaron de manera violenta
para arrestar a las Damas, me puse en el medio
para protegerlas. Eso fue todo lo que provocó la ira de ellos conmigo”,
destacó.
Berta Soler, líder y portavoz de las Damas de
Blanco, confirmó a este reportero el arresto del sacristán y denunció que un
total de cien activistas de su movimiento fueron arrestadas al salir de la
Iglesia Santa Rita, al igual que unos diez opositores que habían ido a
bridarles su apoyo.
También destacó que la cifra de mujeres
detenidas este domingo ronda las 200, pues hubo arrestos en todas las
provincias donde el Movimiento tiene sedes.
Sacristán Pupo muestra huellas de
maltrato_foto Calixto Ramón
La forma de obrar del DSE y de la Policía
Nacional Revolucionaria (PNR), en el arresto al laico y a más de un centenar de
opositores, deja al descubierto la falsedad de las palabras de la jerarquía
católica y del General presidente.
La oleada de arrestos tuvo lugar en horas de
la mañana de este domingo 23 de febrero, cuando ambos cuerpos represivos
llevaron a cabo una redada, contra disidentes y opositores, en las cercanías de
la iglesia Santa Rita de Casia, ubicada en la barriada de Miramar en La Habana,
donde asisten cada domingo a Misa las Damas de Blanco.
LO QUE ENCONTRÓ UN MÉDICO EN EL CORAZÓN DE UN NIÑO
Mañana en la mañana abriré tu corazón le explicaba el cirujano a un niño. Y el niño interrumpió: -¿Usted encontrará a Jesús allí?
El cirujano se quedó mirándole, y continuó: -Cortaré una
pared de tu corazón para ver el daño completo.
Pero cuando abra mi corazón, ¿encontrará a Jesús ahí?,
volvió a interrumpir el niño.
El cirujano se volvió hacia los padres, quienes estaban
sentados tranquilamente.
Cuando haya visto todo el daño allí, planearemos lo que
sigue, ya con tu corazón abierto.
Pero, ¿usted encontrará a Jesús en mi corazón? La Biblia
bien claro dice que Él vive allí. Las alabanzas todas dicen que Él vive
allí.....
¡Entonces usted lo encontrará en mi corazón!
El cirujano pensó que era suficiente y le explicó:
Te diré que encontraré en tu corazón..
Encontraré músculo dañado, baja respuesta de glóbulos rojos,
y debilidad en las paredes y vasos. Y aparte me daré cuenta si te podemos
ayudar o no.
¿Pero encontrará a Jesús allí también? Es su hogar, Él vive
allí, siempre está conmigo.
El cirujano no toleró más los insistentes comentarios y se
fue. Enseguida se sentó en su oficina y procedió a grabar sus estudios previos
a la cirugía: aorta dañada, vena pulmonar deteriorada, degeneración muscular
cardiaca masiva. Sin posibilidades de trasplante, difícilmente curable.
Terapia: analgésicos y reposo absoluto.
Pronóstico: tomó una pausa y en tono triste dijo: muerte
dentro del primer año. Entonces detuvo la grabadora. Pero, tengo algo más que
decir: ¿Por qué? Pregunto en voz alta ¿Por qué hiciste esto a él? Tú lo pusiste
aquí, tú lo pusiste en este dolor y lo has sentenciado a una muerte temprana.
¿Por qué?
De pronto, Dios, nuestro Señor le contestó:
El niño, mi oveja, ya no pertenecerá a tu rebaño porque él
es parte del mío y conmigo estará toda la eternidad. Aquí en el cielo, en mi
rebaño sagrado, ya no tendrá ningún dolor, será confortado de una manera
inimaginable para ti o para cualquiera. Sus padres un día se unirán con él,
conocerán la paz y la armonía juntos, en mi reino y mi rebaño sagrado
continuará creciendo.
El cirujano empezó a llorar terriblemente, pero sintió aun
más rencor, no entendía las razones. Y replicó:
Tú creaste a este muchacho, y también su corazón ¿Para qué?
¿Para que muera dentro de unos meses?
El Señor le respondió: Porque es tiempo de que regrese a su
rebaño, su tarea en la tierra ya la cumplió.
Hace unos años envié una oveja mía con dones de doctor para
que ayudara a sus hermanos, pero con tanta ciencia se olvidó de su Creador.
Así que envié a mi otra oveja, el niño enfermo, no para
perderlo sino para que regresara a mí aquella oveja perdida hace tanto tiempo.
El cirujano lloró y lloró inconsolablemente.
Días después, luego de la cirugía, el doctor se sentó a un
lado de la cama del niño; mientras que sus padres lo hicieron frente al médico.
El niño despertó y murmurando rápidamente preguntó:
-¿Abrió mi corazón?
Si - dijo el cirujano-
-¿Qué encontró? preguntó el niño
Tenías razón, encontré allí a Jesús.
Dios tiene muchas maneras y formas diferentes para que tu
regreses a su lado.
Déjame contarte, asegúrate de leer todo esto hasta el final.
Yo casi borro este mensaje, pero fui bendecido cuando llegué
al final.
Asunto: Leer solamente si tienes tiempo para Dios.
Dios, cuando recibí este mensaje pensé... Yo no tengo tiempo
para esto... y realmente hacerlo es inadecuado en horas de trabajo. Luego, me
di cuenta que el pensar así es exactamente lo que ha causado muchos de los
problemas en nuestro mundo actual. Tratamos de tener a Dios en la iglesia el
domingo por la mañana. A veces quizás el Domingo por la noche... y, el evento
poco agraciado de algún servicio a media semana. Eso sí, nos gusta tenerlo
cerca en la enfermedad... y sobre todo en los funerales. Pero, no tenemos
tiempo, o lugar para ÉL en horas de trabajo o en nuestro tiempo libre...
Porque.... Esa es la parte de nuestras vidas en las que pensamos: 'Podemos y
debemos manejar solos'
Quiera Dios perdonarme por haber pensado que hay un tiempo o
lugar donde ÉL no sea el PRIMERO en mi vida. Debemos siempre tener tiempo para
recordar TODO lo que ÉL ha hecho por nosotros. Jesús dijo. 'Si tu te
avergüenzas de mi, yo me avergonzaré de ti delante de mi Padre'.
Entonces me arrodillé para orar pero no por mucho tiempo, tenía
mucho por hacer. Tuve que darme prisa e ir a trabajar ya que los cobros muy
pronto estarían ante mi . Salté de mis rodillas y mi deber Cristiano estaba
concluido.
Mi alma pudo entonces descansar plácidamente. En todo el día
no tuve tiempo de lanzar una palabra de aliento, ni de hablar de Jesús a mis
amigos; se reirían de mi y me daría miedo. No hay tiempo, no hay tiempo. Hay
mucho qué hacer. Ese era mi sollozo constante. No hay tiempo para darle a las
almas en necesidad, sino hasta la última hora, la hora de morir. Me pare frente
al Señor, vine y permanecí cabizbajo, ya que en SUS manos sostenía un libro; el
libro de la vida. Dios echó una mirada a su libro y dijo: 'No puedo encontrar
tu nombre. Una vez estuve a punto de anotarlo, pero nunca encontré el tiempo'
¿Tienes ahora el tiempo para re enviar este mensaje?
¿De todos los regalos que podamos recibir, una oración es el
mejor. No cuesta nada y trae maravillosas recompensas, Dios te bendice. Que
Dios te guarde y te bendiga. Si esta frase no te eriza, nada lo hará..
No es curioso que cuando llegue el momento de re enviar este
mensaje, lo vas a dejar de enviar a muchas de las personas que tienes
registradas en tu libreta de direcciones pues no estás seguro(a) de lo que
vayan a pensar de ti.
Oro por todo aquel que re envíe este mensaje a todos los
destinatarios de la libreta de direcciones, ellos serán bendecidos por Dios de
una manera especial.
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