Carta enviada al Sr. allan P Gross.
La Habana, 12 de septiembre del 2014
La Habana, 12 de septiembre del 2014
Querido hermano Allan Phillips
Gross:
Con
seguridad esta carta le tome de sorpresa y hasta recele, todo lo cual es muy normal puesto que no nos conoce y nuestra naturaleza
activa sus mecanismos de defensa para la conservación ante lo desconocido.
Cuando a
las personas no les queda mucho que perder es cuando se rinden a Dios, pero
nosotros venimos a Ud. para proponerle una nueva familia. Una familia que procura como prioridad el bien de
las personas de manera desinteresada, incluso a costa del interés propio. Una
familia fomentada en el amor de Jesucristo.
Es natural que se
pregunte: ¿por qué me escriben a mí?
Le puedo asegurar que aunque las
autoridades posean mecanismos sofisticados de control para silenciar muchas de
las informaciones provenientes de las prisiones, las voces de los penados
siempre se abrirán paso atravesando las rejas para descubrir la realidad oculta
de las cárceles en cualquier lugar en que se encuentren, y sabemos bien por lo
que Ud. está pasando.
Lo que es del hombre el hombre lo
puede detener, pero lo que es de Dios, el hombre no lo puede detener y la
capellanía de prisiones es un mandato celestial:
“Acuérdense de los presos, como
si ustedes fueran sus compañeros de cárcel y también de los que son
maltratados, como si fueran ustedes mismos los que sufren”.
(Hebreos 13:3)
La razón de esta
carta no es hacer proselitismo cristiano, no importa la fe que profese, no
tiene que hacer renunciación de la fe que tenga para que le atendamos, solo
quisiera que nos pueda aceptar como sus hermanos, tanto en las buenas como en
las malas.
Yo
fui reo de Satanás antes de conocer a Jesús, fui reo del hombre por no conocer
su maldad y hoy que estoy preso por causa de Jesucristo es cuando
verdaderamente soy libre, por eso mi participación
afectiva
hacia los penados no proviene de una realidad
ajena a mí. Mis sentimientos, especialmente hacia los reos por una causa
política, no es por empatía sino porque fui sufrido por mucho tiempo, como hoy
lo está sufriendo Ud.
Capellanía
de la Alianza Cristiana
Pr. Manuel Alberto Morejón Soler.
both the good and the bad.
Pr. Manuel Alberto Morejón Soler
Pr. Manuel Alberto Morejón Soler.
Havana, September of 2012
Dear brother Allan Phillips Gross:
Surely this letter take you by surprise and to be
wary, all of which is
very normal since we don't know and our nature
activates its mechanisms of
Defense for the preservation of the unknown.
When there is people much to lose is when they
surrender to God, but we
come to you to propose a new family. A family seeks
the good of people
in a disinterested way, even at the expense of
self-interest as priority. A
family fostered in the love of Jesus Christ.
It is natural that you ask: why would I write to me?
I can assure you that although the authorities possess
sophisticated
mechanisms of control to silence many of the
information coming from the
prisons, the voices of prisoners the always open pass
crossing bars to
discover the hidden reality of prisons wherever they
are, and we know very
well what you are going through.
What is man's man can stop it, but what is of God, man
cannot stop it and
Prison chaplaincy is a heavenly mandate:
"Remember the prisoners as if you were his companions
in jail and also
those who are mistreated as if you yourselves were
suffering". (Hebrews
13:3)
The reason for this letter is not Christian
proselytizing, no matter the
faith that they profess, do not have to renunciation
of the faith that have
so we address you, I would just like that we can
accept as his brothers,both the good and the bad.
I was guilty of
Satan before knowing Jesus, I was guilty of man by not
knowing their evil and now that I'm a prisoner because
of Jesus Christ is
when I am truly free, so my affective participation toward the
convicts does not come from a really alien to me. My
feelings,
especially for inmates for a political cause, is not
for empathy but
because I suffered for a long time, like today is
suffering what you.
Chaplaincy of the Christian Alliance