“Hermanos, es posible que alguno de ustedes caiga en la trampa del pecado. Ustedes, que son guiados por el Espíritu, acérquense a él y ayúdenle a corregir su error. Pero ¡ojo!, háganlo con humildad, pues ustedes también pueden caer en tentación.” (Gálatas 6:1 PDT)
Todo el mundo en tu vida te va a decepcionar en algún momento. ¿Por qué? ¡Porque nadie es perfecto!
Entonces, ¿cómo tratar con la gente que te decepciona? ¿Cómo responde el amor cuando la gente te decepciona?
La Biblia dice en Gálatas 6:1: “
Hermanos, es posible que alguno de ustedes caiga en la trampa del pecado. Ustedes, que son guiados por el Espíritu, acérquense a él y ayúdenle a corregir su error. Pero ¡ojo!, háganlo con humildad, pues ustedes también pueden caer en tentación.” (PDT).
La respuesta amable para las personas que te decepcionan debe ser gentil, y no juzgándola.
¿Cómo puedes tener conversaciones difíciles con gente de una manera suave? ¿Cómo confrontas a alguien que amas cuando ves que están haciendo algo que no deberían hacer? La Biblia nos dice que debemos hacerlo con cuidado y con respeto, no con dureza o de manera grosera o fuerte.
He aquí una pequeña ecuación para tener en cuenta: correcto + rudeza = incorrecto.
No importa si tienes razón. Si eres grosero, nadie te va a poner atención en lo que tienes que decir. ¡Ellos sólo van a ponerse a la defensiva! Por lo que debes responder de una manera suave y amorosa si quieres conseguir algo a través de alguien que te ha decepcionado.
Proverbios 15:4 dice:
“Las palabras suaves son un árbol de vida; la lengua engañosa destruye el espíritu” (NTV).
Siempre tenemos una opción de
cómo hablamos con alguien - especialmente con nuestros hijos. ¿Te has dado cuenta, lo mucho que hieren las palabras duras a un niño? Tú puedes dejar cicatrices en ellos durante años. Pero la Biblia dice que las palabras amables son palabras que sanan y ayudan. Así que cuando tus hijos fallen, no seas tan implacable y diles lo que tú piensas en este momento. ¡Dales una visión de cómo podrían ser las cosas! Habla palabras de vida, salud y esperanza en ellos, no duras palabras de juicio. Se gentil.
Es de la misma manera con nuestros matrimonios. ¿Cuántos problemas del matrimonio podrían evitarse si tan sólo esperamos un latido y utilizamos palabras que son gentiles y amables, y no duras o vengativas? Tenemos que aprender a darnos una oportunidad y ser amables y gentiles en nuestras conversaciones y respuestas.
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Reflexiona sobre esto:
- ¿Qué tácticas necesitas para que cuando hables lo hagas con amor en lugar de estar estar juzgando?
- ¿Cómo se puede fomentar un espíritu afable?
- ¿Qué significa dar a tus hijos una visión de cómo podrían ser las cosas? ¿Cómo vas a practicar eso en tu vida?
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