Entre los 14 sermones de Jesús recogidos en la Biblia
el “Sermón del Monte” es el primero. Su
nombre se debe a que fue precisamente pronunciado desde una colina a las multitudes
que lo seguían, porque todos querían verlo. Jesús comenzó su sermón con palabras
que aparentemente se contradecían, pero la forma en que Jesús quiere que
vivamos muchas veces se oponen al Mundo.
“Bienaventurados los pacificadores, porque serán llamados
hijos de Dios” (Mateo 5:9)
Pacificadores
reprimidos por los Nazis
El doctor G. M. Gilbert dio este testimonio ante la
Asociación Americana de Psicólogos, el 5 de septiembre de 1954:
“Pregunté al señor Hermann Goering, primer ayudante de
Hitler, si él había fomentado la Segunda Guerra Mundial en contra de los deseos
del pueblo. A esta pregunta él respondió: ‘Por supuesto que sí; el pueblo común
nunca desea la guerra, ni en Alemania, ni en Rusia, ni en los Estados Unidos,
ni en ningún otro país. Esto se da por sentado. Pero no es para el pueblo común
decidir estos asuntos. Son los dirigentes quienes tienen que decidir la
política de un país, y cuando éstos deciden declarar una guerra es fácil llevar
al pueblo consigo. Solamente tienen que decir que el país está en peligro de
ataque y echar a la cárcel a los pacifistas por haber perjudicado la seguridad
nacional. Se puede fomentar el espíritu de guerra en poco tiempo; es sumamente
fácil.” Arnold´s Com.
Pacificadores
reprimidos en Cuba
Asimismo en nuestro país en nombre de la seguridad
nacional se reprime a pacifistas que reclaman por sus derechos más elementales.
Para nadie es un secreto las represalias en contra de “las Damas de Blanco”, el
disgusto generalizado debido a los bajos salarios, la falta de la libertad de
expresión, de manifestación y entre muchas violaciones más, la falta de un
Estado de Derecho. Recientemente una iglesia apostólica en Santiago de
Cuba no oficialista fue demolida impunemente.
La
paz cristiana
La paz cristiana no quiere decir ausencia de guerra (Mateo
10:34). Los conflictos y los desacuerdos entre aquellos que elijan seguir a
Cristo y los que elijen por Satanás estarán presentes hasta la venida del Señor,
pero el Señor nos dice:
“En el mundo tendréis aflicción, pero confiad,
yo he vencido al Mundo”. ( Juan 16:33 b)
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