viernes, 22 de julio de 2011

“PAN DE AFLICCIÓN Y AGUA DE ANGUSTIA”












Pr. Manuel A Morejón Soler. Vedado, La Habana,22 julio del 2011, (PD) imorejon@yahoo.es

Un profeta menor de Israel

Micaías era profeta del tiempo de Acab de Israel y de Josafat de Judá. No figuraba como uno de los grandes profetas; sin embargo era grande. Cuando el mensajero de los reyes le habló diciendo que Acab y Josafat querían que les informara acerca del éxito de la campaña contra Ramot de Galaad y el mensajero le aconsejó que hablase en el mismo temor que los demás profetas, entonces Micaías respondió “Vive Jehová que lo que Dios me dijere, eso hablaré” (2 Crónicas 18:13).

Un rey poderoso de Israel

No es posible que se mencione al profeta Micaías sin caracterizar, por lo menos en parte, al rey Acab, este debe su prominencia en el AT por la deslealtad religiosa ocurrida en Israel durante su reinado. De él se dijo que hizo lo malo ante los ojos de Jehovah, más que todos los que habían reinado antes de él (1 Reyes 16:30) y no hubo realmente nadie como Acab, que se vendiera para hacer lo malo ante los ojos de Jehovah.

Solamente alguien en la plenitud del espíritu de Dios, como Micaías, quien desechó cualquier riesgo y hasta su propia vida pudo ser capaz de no plegarse antes las exigencias del mensajero del rey para que profetizara buenos augurios como lo hacían los demás profetas antes una contienda.

Como consecuencia de su osadía lo encerraron en la cárcel y le dieron “pan de aflicción y agua de angustia” (2ª Crónicas 18:26).

La palabra de Dios es infalible y para todos los tiempos (Isaías 40:8)

Micaías incluso cuando tenía en su contra las predicciones de los demás profetas no sucumbió por prebendas ni intimidaciones, pero pudo ver con satisfacción el cumplimiento de la palabra de Dios proferida por su boca. Y para infortunio del rey Acab que no discernió que cuando desechaba al profeta, también desechaba a Dios.

“Y arreció la batalla aquel día, por lo que estuvo el rey de Israel en pie en el carro enfrente de los sirios hasta la tarde; y murió al ponerse el Sol”. (2ªCrónicas 18:34)

Dios levanta a sus profetas para las naciones en decadencia.

A través de los tiempos el Señor siempre levanta sus profetas en las naciones en decadencia espiritual. Israel en los tiempos del rey Acab era una nación próspera económicamente no siendo así espiritualmente, aunque a la postre se desplomó totalmente como consecuencia de su persistente apostasía hacia Dios.

Los profetas en Cuba.

Hay una similitud muy grande entre el Israel del tiempo de Acab y la Cuba de hoy.

El rey Acab pudo tener una buena consejería de los profetas de Dios de su tiempo (Elías y Micaías), pero por verlos como a enemigos y rechazarlos tuvo que pagar con su vida y Micaías le predijo su caída.

Acab nunca pudo reconocer que era su constante desobediencia y su persistente idolatría lo que acarreaba el mal a la nación.

Los profetas de Dios

Solamente si el consejo que da el profeta es acorde con la palabra de Dios es confiable. Siempre se debe separar el consejo de nuestros propios deseos, de la opinión de la mayoría o de cualquier cosa que parezca mejor a nuestra perspectiva limitada y enfrentarlo a los mandatos de Dios.

¿Por qué hoy en Cuba todavía se reprimen a los profetas de Dios?

Dios nunca llevará a que Su profeta haga lo que está prohibido en su Palabra y sí insta encarecidamente a que se levanten en contra de aquellos que pretendieran ir en contra de Sus Mandamientos.

Estamos atribulados en todo, más no angustiados; en apuros, más no desesperados; perseguidos, más no desamparados; derribados, pero no destruidos.” (2ª Corintios 4:7b-9)













http://www.antesdelfin.com/

1 comentario:

Unknown dijo...

Mejor es un dia en la casa de Dios que mil años fuera de su voluntad. Acatemos su palabra aunque fallemos por nuestro comportamiento El es perdonador ante el arrepentimiento y cambio de conducta.