El credo es el conjunto de creencias que
comparten hombres de fe en una comunidad. Si esa comunidad la componen
discípulos de Jesucristo, entonces es un credo cristiano y su declaración de fe
sustenta los principios de ese maestro en una convicción común.
En la
Alianza Cristiana contamos con el credo de los Apóstoles, portador de los
principales elementos que sustentan la fe, devenido directamente del evangelio
y de su propio espíritu Apostólico. También tenemos el Niceno que fue adoptado
por el concilio de Nicea en el 375 D.C., el Niceno-Constantinopolitano que es
una ampliación del anterior y el de Atanasio surgido entre los siglos V y VI de
nuestra era. Se pudieran mencionar otros más pero que no es el objetivo.
Hoy es necesario promulgar un credo de
contenido social que analice la situación actual a la luz de las Sagradas
Escrituras para definir nuestra posición ante los males que padece la sociedad
descritos en ellas, porque las personas y sociedades que dejan de tener una
relación con JHVH y se apartan de Él lo
hacen en muchos casos sin ser realmente concientes de lo que acontece. Con este
credo pretendemos hacer una declaración de principios básicos y sencillos
ajustándonos lo más posible a la voluntad de JHVH, presentándole este documento
en humildad y temor, convencidos de que su sabiduría tendrá a bien cualquier
rectificación sobre la base de sus estatutos y utilizando a sus hombres de fe
para hacernos saber cualquier error o adición necesaria.
¿Quiénes SOMOS?
Pretendemos
abrir una puerta a todos los que desean seguir a Jesucristo en amor, fe y
entrega total con esta declaración de creencia, buscando la unidad en torno al
Señor, pidiendo la manifestación de su Santo Espíritu y esperando que se
realice la voluntad del Padre.
Nos declaramos sin denominación, universales y
abiertos al entendimiento general. Somos una Alianza en torno a Cristo, el
Mesías, puesto por el Creador entre nosotros para decirnos como llegar a Él,
para enseñarnos el camino a la Luz y poder cruzarla en el momento del juicio
final, que es en la muerte de nuestro cuerpo. Somos, además, la Alianza de todo
aquel que en Él pone su fe sin apartarse concientemente, con independencia de
su denominación y con la esperanza de trabajar en lo que es común, pilar,
basamento y cobertura del espíritu en nuestra organización: Cristo Jesús.
Aceptamos a todos los que en Él creen, vengan de donde vengan y sean de donde
sean, solo pedimos: tomar a Cristo tal como es, sin torcer su palabra, sin
cambiar su esencia, sin despreciar o excluir, sin fanatismo religioso,
considerándolo como Maestro y aprendiendo de Él día tras día. Para llegar a
convertirnos en sus seguidores fieles. Nuestra herencia es la de todos los
alumnos del Maestro.
NUESTRA CREENCIA (CREDO)
Creemos en JHVH.
Los miembros de la Alianza Cristiana creemos
que existe un Padre único, verdadero creador de los cielos y la tierra, de
infinito poder, sabiduría y bondad, Padre de todos los pueblos y razas. Que
manifiesta su voluntad en la palabra inspirada revelada a los profetas a través
de la historia.( Génesis 1:1; Josué 24:14-15; Hebreos 1:1-4)
Creemos en Jesucristo:
Los miembros de la Alianza Cristiana creemos
que Jesucristo es hijo de JHVH, portador de la enseñanza para acceder a Él, que
ésta fue su encomienda como Mesías, enseñarnos el camino al Padre, y así queda
como único mediador entre los hombres y el Padre, por tanto salvador de todos
los que se unen a Él por fe para conformar su pueblo al ser restaurado en sus
relaciones con JHVH a través de su sangre derramada en la cruz del calvario.(
Juan 14:6; 1 Timoteo 2:5; Hechos 10: 40-43)
Creemos en el Espíritu Santo:
Los miembros de la Alianza Cristiana creemos
en el Espíritu Santo como presencia viviente, que obra en la vida de este Mundo
para hacer cumplir la voluntad de JHVH. Que el Espíritu Santo crea y renueva la
Iglesia, lugar donde los seres humanos se reconcilian con JHVH y los unos con
los otros. (Lucas 12:12; Gálatas 5:16-26; 6:1-10)
Creemos en la Trinidad:
Los miembros de la Alianza Cristiana creemos
en la triple esencia de Jehová: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Porque así se
manifiesta, como Padre que nos envió y entregó a su único hijo para enseñarnos
el camino a Él a través de sus enseñanzas y la oración que santifica nuestro
espíritu para poder acercarnos al Santo Espíritu de JHVH.
Creemos en la Iglesia:
Los miembros de la Alianza Cristiana creemos
en la Iglesia como templo de JHVH y de su Santo Espíritu, creada por Él para
adorarle, administrar su palabra y ordenanzas, mantener comunión y disciplina
cristianas y para la edificación de los creyentes como testimonio vivo hasta e
fin de los siglos. (Mateo 16:18; 1 Corintios 12:28-31; 14:23-40)
Creemos en la Salvación del Pecador:
Los miembros de la Alianza Cristiana creemos que
todos somos pecadores dada la esencia de nuestro cuerpo. Que el pecado está
sujeto al juicio divino y que solo arrepentidos y apartados de corazón podremos
ser salvos a través de ese juicio y de la gracia de JHVH en Cristo para lograr
su libertad del pecado y de toda influencia que pueda dañarlo o destruirlo. (1 Juan
1:8; Romanos 5:20-21; 6:1-14)
Creemos en la Biblia:
Los miembros de la Alianza Cristiana creemos
en la Biblia como revelación de JHVH a través de sus hombres inspirados, por la
cual recibimos su palabra. Creemos que JHVH continuará reformando el Universo
Espiritual de éste, su Mundo cambiante, por medio de la palabra inspirada en
toda cultura humana. Creemos que la Biblia primero se ejecuta y luego se entiende
pero nunca se interpreta, son las doctrinas las que hacen división entre los
cristianos. (Josué 1:8; Romanos 15:4; 1Pedro 1:23)
Creemos en el Reino de JHVH:
Los miembros de la Alianza Cristiana creemos
en el reino de JHVH, Reino de los Cielos, como el orden de cosas en el cual se
reconoce la soberanía de Él. De modo que, donde se realice la voluntad de JHVH
y sea reconocida su soberanía, allí está el reino de los cielos. (Juan
18:16-37; Lucas 17:20-25; 2 Pedro 1:10-11)
Creemos en el Juicio Divino:
Los miembros de la Alianza Cristiana creemos que
JHVH es Juez de toda la tierra y compareceremos ante Él para rendir cuenta del
uso que hemos dado a nuestros dones (tiempo, talento y bienes materiales) de
manera tal que el juicio de nuestra vida será en después de la muerte física
del cuerpo, respondiendo en ese instante por nuestros actos conscientes.
(Romanos 3:19; 14:22; 1 Juan 4:17)
Creemos en la Vida Eterna:
Los miembros de la Alianza Cristiana creemos en la
vida eterna y según sea el resultado del juicio morará nuestra alma en su
presencia o en el infierno. Pero por la gracia de JHVH lo comenzamos a disfrutar desde aquí y
gozamos de su plenitud después de la muerte física del cuerpo para llegar a la
casa del Padre donde Cristo nos preparó lugar. (Romanos 2:6-9; 6:22-23; 1 Pedro
1:3-4)
Testimonio del Espíritu:
Los miembros de la Alianza Cristiana creemos
que el Espíritu Santo da testimonio a nuestro espíritu de que somos sus hijos y
que Jesucristo fue inmolado como cordero inmaculado para perdón de todos
nuestros pecados, para la eliminación de los sacrificios de sangre y para la
renovación de la fe mundial. (Romanos 8:16; 1 Corintios 2:12)
Unidad de los Creyentes:
Los miembros de la Alianza Cristiana creemos en la
Iglesia Universal Única, en torno a Jesucristo, con los propósitos de JHVH para
construir la Iglesia de su retorno, bajo ésta idea trabajaremos y apoyaremos
las visiones de Unión en torno al maestro Cristo Jesús. (Juan 10:16 y 17)
Poder Salvador de JHVH:
Los miembros de la Alianza Cristiana creemos que la salvación de JHVH
para nosotros es personal y colectiva, partiendo de los principios de salvación
descritos por el Señor y Salvador en la Biblia. El ser humano será salvo con
independencia del medio social, y la nación será salva con independencia de
otras naciones, la responsabilidad social de nuestra creencia se basa en la
evangelización persona a persona para que todo el grupo social sea salvo y
bendecido el fruto de sus manos. La aceptación de Cristo como salvador marca la
diferencia, luego el nacimiento como nueva criatura después del bautismo en
agua y espíritu es la línea que divide al hombre nuevo, crecimiento es
aprendizaje y participación en la construcción del reino de JHVH en la tierra y
posteriormente el encuentro con JHVH será en el juicio final. Solo Cristo
salva.
POSTURA SOCIAL DE LA ALIANZA CRISTIANA.
No apoyamos ningún orden social injusto,
apoyamos la causa de la justicia, la libertad plena y todo lo que acerque el
hombre a JHVH. Nuestra vida de fe no estará separada de la social porque
tenemos conciencia de las implicaciones de la vida de fe y que no se pueden
separar de la vida de la comunidad. Cada uno de nuestros miembros ha sufrido su
propia historia y tiene su propio legado pero somos un todo en torno a Cristo,
para ayudar al mejoramiento de la vida, el alma y el espíritu de las naciones y
de cada uno de sus individuos, sin hacer asociación de ambas tareas, lo social
no excluye lo individual. Nuestra postura es amar a nuestro prójimo y buscar la
justicia para el y no guardar silencio ante la miseria material y espiritual,
la explotación visible y solapada, la mentira, la media mentira y la
manipulación, la opresión, la falta de opciones y toda forma de maldad humana.
No combatir esta guerra es rendirnos ante nuestro principal enemigo: el
Satanás. Por tanto hacemos esta declaración sobre los siguientes objetivos:
LA FAMILIA:
Toda sociedad que protege y dignifica a la
familia se convierte en sabia. Es la familia la unidad principal de la
colectividad humana, instituida por JHVH sobre la base del matrimonio de dos
personas de diferente sexo para que puedan ser una sola carne con propósito
perdurable sobre la base del conocimiento cristiano consolidando su
estabilidad. El embarazo y el alumbramiento deben recibir todo el apoyo y
protección que requieran tanto la madre como el hijo con independencia de su
estado civil. El interés de esta organización es la protección de la madre y
sus hijos partiendo de viviendas adecuadas, servicios de salud y todo bien
social que se le pueda proveer. La mujer ha de tener los mismos derechos que el
hombre: pleno empleo y pago adecuado y digno apara ambos, adecuada y
actualizada educación para ellos y sus hijos, servicio de salud en condiciones
apropiadas, seguro social, y demás beneficios sociales sin que ello implique en
ninguna forma un compromiso político. Solo el compromiso de hacer por otros lo
mismo que se hace por ellos. El divorcio solamente por adulterio está
justificado. El resto son, para nosotros, manifestaciones de pecado que
requieren arrepentimiento y rectificación sobre la base de la gracia de JHVH.
Negamos la virtud del divorcio como solución al entendimiento dentro de la
familia. (Génesis 1:27; 2:24; Cantares 6:3; Efesios 5:31; Colosenses 3:18-23;
Proverbios 31:10-31)
ORDEN ECONOMICO:
Todo orden económico será evaluado por su
apego a los mandamientos del Señor y juzgamos sus prácticas por el evangelio de
Jesucristo. No hacemos declaración de apego a una u otra forma económica pero
creemos en un modo de vida democrático-cristiano preservador de la libertad y
la justicia alcanzada en la hermandad. Vivimos en cualquier sociedad según los
principios de amor que nos legara el maestro. Abogamos por la desaparición de
todo sistema de relaciones injusto basado en intercambio desigual,
proteccionismo, tasa de intereses monopolizados, deudas públicas irresponsables,
manipulación monetaria, etc., que generan grandes diferencias sociales y hacen
a los ricos cada vez más ricos y a los pobres cada vez más pobres. Nos apegamos
a principios cooperativos reales como solución a estos problemas. (Éxodo 22:25;
Levítico 25:35-37; Salmo 112:9; Amós 4:1;5:11-12; Miqueas 2:1-3; Zacarías 7:10)
COOPERATIVISMO:
Los miembros de la Alianza Cristiana creemos
que la forma de producción cooperativa conformada de manera libre, sin el
control o la imposición del Estado es una opción permanente para lograr
desarrollo social en gran escala con independencia del grado de pobreza que
exista en la sociedad, es el fruto común repartido por igual y una de las vías
para lograr el futuro económico del reino de JHVH.
RIQUEZA, POBREZA Y DESEMPLEO:
Respetamos la voluntad de JHVH sobre la
distribución de la riqueza, dice que Él es dueño del oro y de la plata, pero
abogamos e intercedemos por la eliminación de la pobreza extrema, el desempleo,
el subempleo y la distribución basada en la apropiación inmoral del beneficio
del trabajo colectivo. Promovemos la propiedad común con distribución directa
de los beneficios sin que medie el Estado como propietario.(Mateo 6:24;
19:16-22; Lucas 12:33-34; 18:18-27; Isaías 10:1-2; 56:6; Jeremías 22:12-16;
Lucas 4:18; 18:22; Santiago 2:5)
CONDICIONES DE TRABAJO Y BENEFICIOS SOCIALES DEL TRABAJADOR: El trabajador ha de tener disponible en todo momento para su uso los
medios de protección indicados por las autoridades competentes al efecto. Las
condiciones sanitarias, la limpieza, la protección contra enfermedades
profesionales han de estar a su disposición sin restricciones ni
justificaciones de ningún tipo, el empleador tiene la obligación de cumplir las
leyes que existan al efecto sin dilaciones. Respaldamos además que se promuevan
leyes que mejoren o modernicen la protección del trabajo. El salario ha de ser
acorde a la actividad, el horario, etc. y compensado de manera justa, que este
trabajo sirva de base para la conformación del retiro y que ese retiro garantice
servicio de salud de cobertura total a todas las necesidades del trabajador
después que termine de trabajar. La ancianidad ha de estar garantizada de forma
total. Todos los trabajadores deben tener derecho a una vivienda digna,
abonando su precio adecuado acorde con el medio en que vive, sin que exista
sobre valorización o condiciones extremas en las formas de pago. Abogamos por
el disfrute del bienestar generado por el desarrollo de la ciencia y la técnica
que hacen más cómoda, segura, y placentera la vida moderna. Los trabajadores
tienen derecho a organizarse en sindicatos libremente, de acuerdo a lo que
establece la Constitución de la República de Cuba. Estos sindicatos han de ser
de hecho los representantes de los trabajadores, la simple limitación de este
derecho queda sujeta a constituir una restricción a la libertad individual.
CONSERVACION DE LA NATURALEZA.
En la medida que degradamos y contaminamos la
naturaleza estamos desagradando a Nuestro Creador, esa es su obra y por tanto
debemos cuidarla. Abogamos por el mantenimiento del equilibrio ecológico, la
conservación de los recursos naturales con una racional y justa distribución.
(Génesis 1 y 2; Salmo 8:5-8)
ECUMENISMO Y UNIDAD.
Creemos en la iglesia Universal de Jesucristo,
con la consecuente unidad dentro de la diversidad cuyo punto común es
Jesucristo siempre que forme parte del propósito general de JHVH. Su palabra
nos convoca a la unidad entre cristianos para formar una gran familia
cristo-céntrica para poder compartir los bienes y beneficios de la creación del
Señor. (Juan 8:32; 10:16; Mateo 5:47; Apocalipsis 11:15; Malaquías 2:10;
Romanos 12:10)
LA VOCACION CRISTIANA.
Para el avance del reino de JHVH toda labor o
profesión, respecto a las preferencias individuales, ha de considerarse como un
llamamiento cristiano de servicio a JHVH. Toda sociedad tiene que crear lugar
para el desarrollo de estos llamados de manera dinámica y efectiva. Los
llamados a trabajar directamente en la obra han de ser considerados como
trabajos con los mismos derechos y deberes que el resto de los trabajadores.
(Romanos 12:6-8; 1 Corintios 15:58; Efesios 6:7)
DELINCUENCIA, CRIMENES Y NARCOTICOS.
Creemos que la criminalidad y la delincuencia
tienen su origen en la forma y calidad de la enseñanza, educación y ambiente
del hogar y la sociedad donde se crece. Además y sin duda alguna en el tipo de
familia, los avatares de la infancia, el ejemplo de padres y maestros, la
ausencia de amor y otros elementos socio-culturales de los individuos,
incluyendo las creencias malsanas y que desvirtúan del objetivo real del
cultivo del espíritu sano y creador. En el momento del proceso de captura y
enjuiciamiento el delincuente se considera como presunto hasta que se no se
demuestre su culpabilidad, bajo tratos humanos y no degradantes, con derecho a
defensa justa e imparcial. Abogamos por al abolición de la pena de muerte. Ese
derecho le corresponde a JHVH. Creemos en la abstinencia total y la protección
del individuo, la familia, el hogar y la sociedad del lastre y la degradación
que acompañan al tráfico, consumo y hábito de estupefacientes y todo tipo de
drogas y vicios en general, incluyendo, los menos problemáticos en apariencia,
como el tabaquismo. Condenamos y desaprobamos toda propaganda o cualquier tipo
de protección o marco legal que se pretenda sancionar o esté sancionado en el
mundo para dar posibilidad a estas prácticas, promovemos la investigación sobre
las causas que provocan todo tipo de vicio para poder llevar adelante un
ministerio sanador del espíritu personal y social en esa área. (Proverbios
20:1; 23:20-21; Isaías 5:11; Oseas 4:11; Habacuc 2:11; 1 Timoteo 3:33; Tito1:7)
DISCRIMINACION SOCIAL:
Creemos que la discriminación de grupos sociales
sea cual sea su base o justificación no es permisible por parte de ningún
Estado o legislación, tanto política como religiosa, por el color de la piel o
el sexo, por el lugar donde nace o por su lengua o acento al hablar; todos
somos criaturas de JHVH por tanto somos iguales ante Èl y ninguno tiene
superioridad sobre los demás. La práctica de la discriminación ha de ser
condenada y perseguida por parte de las autoridades y la ley debe tenerla bien
definida para forzar su cumplimiento con fines educativos y persuasivos, pero
sin que esto sea marco para relajación de este principio.
LA GUERRA:
Somos cristianos universales y apelamos al
amor y la razón en nuestro andar y pensamiento, por tanto nuestra postura ante
este elemento de credo es bien clara. La guerra promueve el odio y la fuerza.
Estamos, por definición, en contra de ella sin dejar de aprobar y decir donde
está la verdad, la razón y la justicia según nuestro evangelio cristiano bajo
la luz de las sagradas escrituras inspiradas y la dirección del Espíritu Santo.
Una guerra moderna con todo el arsenal disponible equivale a la destrucción de
la creación de JHVH y del planeta del cual somos responsables y beneficiarios
ante JHVH, por tanto nuestro primer deber es cuidar nuestra casa, La Tierra
como planeta. Promovemos el entendimiento, la reconciliación, la buena
voluntad, el alivio del sufrimiento, el incremento de los niveles de vida, la
libertad y el bienestar de los pueblos, la distensión, el desarme total y toda
forma o política que conlleve de manera directa a la protección del planeta,
los hombres y las sociedades civiles. Desaprobamos la presencia de militares en
el poder porque abogamos por un mundo sin ejército y armas letales. Todas las
organizaciones que trabajen con esta misma dirección tendrán nuestro
apoyo.(Lucas 2:14; Juan 14:27; Romanos 10:15; 14:19; 2 Timoteo 2:22; 1 Pedro
3:11)
COOPERACION INTERNACIONAL:
Las Naciones Unidas es el marco e instrumento
idóneo para llevar adelante ésta cooperación, sin ella es imposible establecer
el Reino de JHVH en la Tierra. Las
naciones deben manifestar en ese forum su parecer a través de su gobierno, pero
éste ha de ser representante digno de la nación y de su pueblo de forma
abierta, transparente, pluralista y democrática. No se debe aceptar la
presencia de gobiernos o regímenes autoritarios de cualquier forma, ni
dictaduras y gobiernos que opriman, censuren y menosprecien a las voces de las
minorías. Las Naciones Unidas, en la voluntad de JHVH descrita por las
escrituras inspiradas, y nuestra naturaleza humana hechos a imagen y semejanza
de JHVH, conforman la mezcla perfecta para, a partir de ella, lograr la
salvación universal que nos demanda este tiempo.
EL SERVICIO A LAS ARMAS:
Creemos en la manifestación no violenta y pacifica
de los desacuerdos tanto de minorías como de mayorías, y la solución de los
diferendos entre las naciones el resultado de su actividad dentro del seno de
las Naciones Unidas, por lo cual consideramos el servicio armado letal como un
anacronismo que no concuerda con nuestros principios, pero aun así retenemos en
nuestro seno a todo aquel que considere necesario responder al llamado de su
gobierno para servir, es resolución personal y propia el servir en el ejercito
o no, también mantenemos a aquel que decide no hacerlo y le apoyamos en ese
particular pues es nuestro principio como institución. Jesucristo es amor y
seguimos su ejemplo. Haciendo uso de la libertad dada por el señor en el libre
albedrío de los hombres no justificamos el uso de fuerza letal en la solución
de diferendos ni el impulsar manifestaciones y movimientos que llevan
intrínsecamente la semilla del odio y la discordia entre los hombres.(Génesis
18:18; 22:18; Salmos 47:8; 72:3; 82:3; Proverbios 31:9; Romanos 13:1)
DERECHOS HUMANOS:
Creemos que la Declaración Universal de los
Derechos del Hombre resume toda la esencia de éste tema y que solo en el marco
de las Naciones Unidas deben resolverse los asuntos relacionados con el mismo.
Nos acogemos a ella y somos promotores activos de su cumplimiento. La
declaración en concreto y sus documentos, anexos, modernizaciones, aclaraciones
etc., son responsabilidad de la citada organización multinacional, no hacemos
promulgación a derecho alguno pues están bien definidos y detallados en los
documentos internacionales, nos acogemos a todos. (Nehemias 5:1-13; Isaías:
5:8)
EDUCACION SEXUAL:
Creemos que el sexo es un don entregado por
JHVH para fructificar y multiplicarnos, que la educación sexual va acompañando
a la educación general y que es parte de ella. Que la sexualidad ha de
enseñarse a tiempo, gradual y sinceramente para preparar al individuo de manera
plena y evitar el surgimiento de prácticas viciosas y depravadas. Las
relaciones “modernas” han de ser vistas y evaluadas a la luz de las Sagradas
Escrituras, no nos pronunciamos sobre tendencias actuales si no es analizando
cada caso, su entorno social y personal; lo cual es tarea de pastores y
consejeros. Condenamos la comercialización del sexo usando niños o menores,
degradación de personas y toda práctica malsana o depravante. Todos tienen
derecho a recibir servicio en los templos, con independencia de su preferencia
sexual, porque la gracia de JHVH es accesible para todos.
EDUCACION:
Creemos que existe una diferencia conceptual
entre instrucción y educación. La instrucción es el crecimiento en conocimiento
de ciencia, y la educación, que también incluye el conocimiento de ciencia,
lleva intrínsecos otros elementos como: correcto hablar, cortesía, respeto,
buena apariencia, tolerancia a los que piensan diferente, desaprobando la
violencia, entre otros elementos. Educar solo lo puede hacer un evangelio vivo.
Por tanto creemos que solo evangelizando y llevando a todos sin diferencia o
discriminación la Palabra de JHVH y las enseñanzas del maestro Jesucristo
haremos posible la unión entre instrucción y educación en una enseñanza digna
sin pretender desvirtuar o usar la palabra de JHVH ni las enseñanzas del
maestro. Creemos que es necesario enseñar a los niños los principios de la fe
cristiana y el amor a JHVH desde sus primeros días, para que al ser mayores,
tengan conocimiento y puedan decidir por si mismos en su propio saber personal.
La juventud es la etapa donde se conforma la personalidad, es el momento idóneo
para aceptar a Jesucristo como Señor y salvador. El que lo hace de corazón en
esa edad difícilmente salga del camino de JHVH. Los gobiernos deben mantener
programas para la protección y el encauzamiento en el buen camino de la vida de
los jóvenes de su país, principalmente de los rebeldes. La Alianza Cristiana promueve
programas serios de atención a la juventud.
MEDIOS DE DIFUCION MASIVA:
Creemos que sólo el acceso libre a los medios
de difusión puede llevar de forma veraz la palabra y la voluntad de JHVH al
pueblo. Todas las denominaciones han de tener el mismo nivel de acceso a ellos.
Estimulamos programaciones que mejoren el espíritu del hombre de manera sana y
moralmente compatible con los principios cristianos. Un encuentro genuino con JHVH
solo es posible en un medio social realmente libre.
NUESTRA PASTORAL:
JHVH se manifestó a Moisés en múltiples
ocasiones, le entrenó y le enseñó cual era su misión como siervo y qué ÉL
quería de Israel con respecto a sus leyes y mandatos para las tribus. Fue
posible porque previamente JHVH halló gracia en Moisés. Otros hombres también
hallaron gracia ante JHVH. Por razones similares JHVH le habló a los profetas tratando
de llevar a Israel por su sabio camino, el camino del bien. Los conocimientos
siempre son premisa para las revelaciones, lo que JHVH le revelaba a los
antiguos era sobre la base de los conocimientos que aquellos hombres tenían. El
mismo JHVH sabe que es imposible revelar algo que no se puede entender. Las
leyes de Moisés y los mandamientos que JHVH le dio para Israel fueron su guía
por más de 1600 años. Durante ese tiempo el señor utilizó a sus profetas con el
objetivo de guiar al pueblo y a sus gobernantes, ellos señalaron las pautas del
camino que aun hoy Isaías profetiza. Pero la carne, las banalidades, los deseos
de poder y riqueza, las aberraciones sexuales los apartaron haciéndoles pecar y
desvirtuar el propósito de la palabra de JHVH. ¿Cuál fue la solución de JHVH?
Para lograr conocer bien ese camino Jesucristo nos entrega toda una serie de
enseñanzas denominadas hoy como evangelios cristianos, pero la esencia de toda
su enseñanza gira en torno al camino al Padre y la salvación de los hombres. De
esta manera podemos observar que la fe y el espíritu evoluciona de conjunto con
los conocimientos científicos y sociales. La evolución de la fe no está
separada de la evolución natural, consideramos que ambas evoluciones son
naturales sin diferencia entre una y otra. Trabajemos como Jesús de Nazaret
para el pueblo, la familia, los ancianos, los desamparados, los jóvenes, los
niños, los presos, los enfermos, los incapacitados, los homosexuales, y para
todo aquel que se encuentre cautivo en el reino de las tinieblas. Participemos
junto a Jesucristo en la construcción del Reino de JHVH en la tierra porque su
vida lo convirtió en intercesor ante JHVH por todos nosotros. Su sangre eliminó
la necesidad de sacrificios de animales para perdón de pecados y nos redime a
todos por ser un Cordero inmaculado. Sigámoslo y encontraremos a JHVH. Ésta es
la base doctrinal de nuestra acción, la esencia de nuestro maestro y pastor
Jesucristo.
DIVULGACIONES:
Obligación de las Iglesias locales enseñar
este credo a las congregaciones. Este credo está abierto permanentemente y se
enviarán copias a todas las instituciones con las que nos relacionamos.
RECOMENDACIONES:
El credo debe divulgarse al menos anualmente,
y repartirse entre los miembros de la manera más conveniente y posible. Todos
debemos estimular su estudio.
Junta directiva de la Alianza Cristiana