En los primeros días del cristianismo, la única Biblia conocida era la Vulgata latina, hecha por Jerónimo entre los años 383 y 405 d. J.C., y solamente el clero y los monjes podían leer lat. Fue Wycliffe quien primero tuvo la idea revolucionaria de proporcionar al laico común la Biblia en su propia lengua. Fue el primero en hacer accesible toda la Biblia en inglés.
John Wycliffe. Nacido en Yorkshire por el año 1320, Wycliffe es una de las figuras más ilustres del siglo XIV. Prominente teólogo de Oxford de su tiempo y ardiente reformador eclesiástico, se le llama la “Estrella de la mañana de la Reforma”. Estaba convencido que la forma más segura de vencer a Roma eraponer la Biblia en las manos de la gente común y, por lo tanto, decidió hacer accesible dicha traducción. Bajo sus auspicios, el NT salió a luz en 1380 y el AT dos años más tarde. Un número de eruditos trabajaron con él en el proyecto. Uno de sus colaboradores, Nicholas Hereford, tradujo la mayor parte del AT. La traducción se hizo del lat., no de las lenguas originales. Para ayudarle en sus esfuerzos de reforma, Wycliffe organizó un tipo de orden religiosa de predicadores pobres, llamados lolardos, a quienes envió por toda Inglaterra para predicar sus doctrinas y leer la Escritura a todos los que deseaban escucharla. La historia relata que la gente estaba tan ávida de leerla que daban una carga completa de heno por el uso del NT por un día.
William Tyndale. William Tyndale, la otra gran figura en la historia de la Biblia, nació por el año 1494 y estudió en Oxford y Cambridge. Poco después de salir de Cambridge, mientras trabajaba como capellán y tutor, en una controversia con un clérigo, dijo: “Si Dios me preserva la vida, antes de muchos años lograré que un muchacho que conduzca un arado conozca más de la Escritura que lo que usted conoce.” El obispo de Londres rehusó ayudar a financiar la traducción, pero un rico mercader en telas de Londres vino en su ayuda. Después de seis meses, en 1524, Tyndale salió hacia el continente luego de encontrar demasiada oposición en su país. Nunca pudo volver a Inglaterra.
Parece que visitó a Lutero en Wittenberg y de allí fue a Colonia donde encontró a un impresor para su NT. Al ser descubierto su plan por un sacerdote, Tyndale se vio obligado a huir. En Worms encontró otro impresor y allí, en 1525, se publicaron 3.000 copias del primer NT en inglés. Por el año 1530 se habían publicado seis ediciones, con cerca de 15.000 copias. Todas fueron introducidas de contrabando a Inglaterra, ocultas en pacas de algodón, sacos de harina y bultos de lino.
Tan pronto como el NT de Tyndale llegó a Inglaterra, tuvo una gran demanda: de los laicos para poder leerlo y de las autoridades eclesiásticas ¡para destruirlo! Se emitió un decreto para su destrucción. Los obispos compraron ediciones enteras para quemarlas. Como resultado, solamente sobrevivieron unas cuantas copias imperfectas. El NT en inglés de Tyndale fue traducido del texto gr., compilado y publicado por Erasmo. Tan bien hizo Tyndale su trabajo que la KJV reproduce cerca del 90 por ciento de su traducción. Nunca terminó de traducir el AT del texto heb., pues fue traicionado en Antwerp por un católico romano inglés y condenado a muerte como hereje. Fue estrangulado y su cuerpo quemado en la estaca. Sus últimas palabras fueron una oración:
“Señor, abre los ojos del rey de Inglaterra.” Aunque su NT fue quemado por la iglesia en enormes cantidades, aumentó grandemente el apetito por la Biblia en inglés, apetito que el gobierno empezó a ver la sabiduría y la necesidad de satisfacer.
Miles Coverdale.
Cuando Tyndale fue encarcelado en Holanda, súbitamente apareció en Inglaterra una Biblia en inglés en 1535. Había llegado del continente. La página del título afirmaba que había sido traducida del alemán y el lat. al inglés. Esta Biblia fue traducción de Miles Coverdale. Sin embargo, la mayor parte de su versión no era otra cosa que una ligera revisión del trabajo realizado anteriormente por Tyndale. Con todo, fue la primera Biblia completa impresa en el idioma inglés. Coverdale usó el trabajo de cinco diferentes traductores. Su versión de los Salmos todavía aparece en el Libro de la Oración Común que se usa diariamente en el ritual de la Iglesia de Inglaterra.
En 1537 aparecieron dos nuevas ediciones de la Biblia de Coverdale y la página del título contiene las siguientes palabras significativas: “Dada a conocer con la muy bondadosa licencia del Rey.” De modo que, a un año de la muerte de Tyndale, se tradujo, imprimió y distribuyó toda la Biblia, aparentemente con la aprobación real.
Thomas Matthew. En 1537 apareció otra Biblia en Inglaterra, ésta de Thomas Matthew (seudónimo de John Rogers, antiguo asociado de Tyndale), quien fue quemado en la estaca por la reina María en 1555. Todo el NT y como la mitad del AT son de Tyndale, en tanto que el resto es de Coverdale.
En la página del título tenía las siguientes palabras: “Dada a conocer con la muy bondadosa licencia del Rey.” Esta Biblia tiene la distinción de ser la primera edición de toda la Biblia en inglés que se imprimió en Inglaterra.
The Great Bible (La Gran Biblia). La siguiente Biblia que apareció fue una revisión de la Biblia Matthew, hecha por Coverdale. La impresión se inició en París, pero la Inquisición entró en acción y el trabajo se completó en Inglaterra. Apareció en 1539 y se le llamó la Gran Biblia, por causa de su enorme tamaño y costo. Las ediciones subsecuentes se llamaron Biblia de Cranmer, por razón de un prefacio que él escribió para la edición. En 1538 se dictó una orden, cuando se estaba imprimiendo esta Biblia, para que una copia de ella fuera colocada en cada iglesia en la tierra.
The Genevan Bible (La Biblia de Ginebra).
Con el ascenso al trono de María en 1553, cientos de protestantes perdieron su vida, algunos asociados de cerca con la traducción de la Biblia, como John Rogers y Thomas Cranmer. Algunos reformadores ingleses escaparon a Ginebra donde la figura dirigente era Juan Calvino. Uno de ellos, William Wittingham, quien se había casado con la hermana de Calvino, produjo en 1557 una revisión del NT en inglés, el primer NT en inglés impreso en tipo romano y con el texto dividido en vv. El y sus asociados publicaron después una revisión de toda la Biblia en 1560, la Biblia de Ginebra, o la Biblia Ceñidores (Entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron ceñidores, Génesis 3:7).
The Bishops’ Bible (La Biblia de los Obispos). La Reina Elizabet, quien sucedió a María Tudor como reina, restableció los arreglos de Eduardo VI. Se volvió a colocar la Gran Biblia en cada iglesia y se estimuló a la gente a leer las Escrituras. La excelencia de la Biblia de Ginebra hizo obvias las deficiencias de a Gran Biblia, pero algunas de las traducciones de la Biblia de Ginebra y las notas marginales la hicieron inaceptable para muchos clérigos. El Arzobispo Parke, auxiliado por ocho obispos y algunos otros eruditos, hicieron una revisión de la Gran Biblia, que completaron y publicaron en 1568 y es conocida como la Biblia de los Obispos, pero no es tan popular como la Biblia de Ginebra.
Versiones en castellano. Casiodoro de Reina hizo la primera traducción completa de la Biblia en español, basada en las lenguas originales (hebreo,arameo y griego) y fue publicada en 1569. No hay duda de que su traducción del NT se valiera de alguna de las labores anteriores de Francisco Enzinas, cuyo Nuevo Testamento apareció en 1543, y de Juan Pérez, cuyo Nuevo Testamento apareció en 1556. Es conocida como la Biblia del Oso por el grabado de un oso sacando miel de un panal, que se encuentra en la portada. Reina, por su fe evangélica, fue perseguido en España, donde había comenzado a traducción de la Biblia. Huyó a Inglaterra en 1557 y más tarde a Suiza y todavía más tarde a Alemania, donde terminó su traducción. Y fue en Basilea, Suiza, donde la publicación se realizara en septiembre de 1569.
Cipriano de Valera. Antiguo compañero de monasterio de Reina, en España,revisó la traducción de Casiodoro, logrando publicar, en Amsterdam, Holanda, el Nuevo Testamento en 1596 y la Biblia completa en 1602. A veces su Biblia, en la edición original, es conocida como la Biblia del Cántaro, por el grabado que lleva en su portada. Por muchos años la revisión de Cipriano se conoció como la “Versión de Valera”.
Durante el siglo XX, gracias a los esfuerzos de las Sociedes Bíblicas, la relación de la versión de Valera con la original de Reina ha vuelto a establecerse y, por o tanto, las revisiones más recientes de esta versión evangélica de la Biblia se conocen como la versión Reina-Valera. Ha llegado a ser la versión más ampliamente usada en todo el idioma español. Esto se debe no solamente a los nuevos sistemas de distribución (la impresión original fue tan sólo de 1.100 ejemplares), sino a su fidelidad a los textos originales, a su claridad y su belleza del estilo literario. Pero (como dijera Luis D. Salem en su artículo alusivo en la Biblia de Estudio Mundo Hispano) el éxito de esta versión de debe “a la elegancia, sencillez y actualidad de las oportunas revisiones a que la dicha obra ha sido sometida a lo largo de sus cuatro siglos de existencia”. Comenta además “Las revisiones son para las obras literarias como las operaciones quirúrgicas para el cuerpo humano: dolorosas, pero necesarias y vivificantes.” Salem, aparte de la revisión original de Valera, menciona y da detalles sobre 14 diferentes revisiones entre los años 1708 y 1960. Aunque algunas de las revisiones han sido limitadas, otras, como la de 1909, introdujeron “unos 60.000 cambios de palabras y algo más de 100.000 cambios de ortografía y gramática”. También ha habido revisiones más recientes en los años 1977 (publicación por CLIE); 1979 (publicación de la Compañía Stampley); la Reina-Valera Actualizada (publicación de la Editorial Mundo Hispano como Biblia completa en 1989); una publicación por la Sociedad Bíblica Emanuel (en 1990); y una por las Sociedades Bíblicas Unidas (en 1995).
Otras traducciones evangélicas del Nuevo Testamento incluyen: El Nuevo Pacto, publicado originalmente en 1858 y posteriormente por la Casa Bautista de Publicaciones en León, México en 1916. La versión Hispano-Americana, publicada originalmente en 1916, revisada en 1953 (como la versión Latinoamericana; publicada más recientemente por Editorial Mundo Hispano como la versión hispanoamericana, revisión de 1953. La traducción de Pablo Besson, hecha en la Argentina y publicada allí fraccionadamente entre los años 1912 y 1919; posteriormente por la Junta Bautista de Publicaciones en Buenos Aires en 1948 y después por las Editoriales Mundo Hispano y Palabra en 1981. El Nuevo Testamento Nueva Versión Internacional, publicado por la Sociedad Bíblica Internacional, 1979; el Nuevo Testamento “Nueva Vida”, publicado por la Editorial Mundo Hispano, 1980.
Otras traducciones evangélicas de la Biblia completa incluyen: la Versión
Moderna, traducida por el Dr. Henry B. Pratt, publicada por la Sociedad Bíblica Americana en 1893. La versión popular, generalmente circulada bajo el título “Dios Habla Hoy”, publicada por las Sociedades Bíblicas Unidas como Biblia completa en 1979. La Biblia de las Américas, publicada por la Fundación Lockman, como Biblia completa en 1986. La Biblia al Día (la Santa Biblia en paráfrasis, que sigue la metodología de la “Living Bible” en inglés); el Nuevo Testamento ha sido circulado ampliamente bajo el título “Lo Más Importante Es el Amor”, publicado originalmente por la Editorial Unilit y la Editorial Mundo Hispano en 1979.
Hasta mediados del siglo XX, las traducciones católicas de las Sagradas Escrituras que más circulaban eran la Sagrada Biblia, de Felipe Scío de San Miguel (publicada en España originalmente en 1793) y la traducción de Félix Torres Amat y José Miguel Petisco (publicada en España por los años 1822 a 1824). Ambas se basaban principalmente en la Vulgata latina. Desde mediados del siglo XX ha habido numerosas versiones católicas del Nuevo Testamento y de la Biblia completa. Y, en la mayoría, si no en todos los casos, las traducciones se han basado en las lenguas originales en vez de la Biblia en la versión Vulgata en latín.
Traducciones del Nuevo Testamento incluyen: El Nuevo Testamento versión de Juan de la Torre, en español y gr., publicado en Alemania, pero bajo auspicios de la Iglesia Católica Romana Argentina en 1909. El Nuevo Testamento, traducción del Dr. Guillermo Júnemann, publicado en Concepción, Chile en 1928. El Nuevo Testamento, traducción hecha por un grupo de profesores católicos y publicado en Madrid, España por la Asociación para el Fomento delos Estudios Bíblicos en España en 1954.
Y ha habido traducciones de toda la Biblia, dentro de la tradición católica, por José Straubinger, en 1948; por Nacar y Colunga, en 1944; por Bover y Cantera, en 1947; Por Fuenterrabía, en 1964; por Evaristo Martín Nieto, en 1964; por Pedro Franquesa y José Solé, en 1966; por Magaña, en 1979; y por Shokel y Mateos, en 1975. Todavía otras traducciones católicas han funcionado bajo sus nombres o editoriales, como la Biblia de Jerusalén (1967); la Biblia para Latinoamérica (1971); la publicación por Herder (1964); y la publicación por Ediciones Paulinas (1964).
En general, las traducciones del siglo XX han hecho uso de los descubrimientos recientes, tales como los Rollos del Mar Muerto, y una comprensión aumentada del hebreo, para producir traducciones más precisas y más claras. Su valor para quien realmente quiere entender el mensaje de las Sagradas Escrituras es incalculable.
“OPINION DE CELEBRIDADES SOBRE LA BIBLIA”
He aquí los testimonios de hombres que han sido transformados por la Palabra de Dios:
“Las Escrituras son palabras verdaderas del Espíritu Santo” (Clemente de Alejandría, teólogo de la iglesia del siglo II).
“Las Escrituras son escritos divinos” (Tertuliano, padre de la iglesia del siglo II).
“He aprendido a rendir tal honor y respeto [a los libros de las Escrituras] que creo muy firmemente que ninguno de sus autores ha errado en cosa alguna de lo que escribió” (Agustín, obispo de la iglesia del siglo IV).
“Los escritos de hombres mortales nunca podrán compararse con lo divinamente inspirado. Debemos ceder el lugar de honor a los profetas y apóstoles, manteniéndonos en actitud humilde a sus pies al escuchar sus enseñanzas. En esta época tempestuosa no quisiera que los que leen mis libros les dedicaran los momentos que de otra manera usarían para la lectura bíblica” (Martín Lutero, líder de la reforma del siglo XVI).
“Al ocuparme en la lectura bíblica, uso mi tiempo muy bien. Acepte usted todo lo que pueda entender de este Libro por medio de su razón y después tome el resto por fe. Haciendo esto será mejor hombre mientras viva y al llegar la hora de su muerte. Creo que la Biblia es el mejor regalo que Dios ha dado al hombre. Todo el bien que el Salvador del mundo nos proporcionó se nos comunica en este libro y si no fuera por él, no sabríamos la diferencia entre el bien y el mal. Toda cosa provechosa al hombre se contiene en la Biblia” (Abraham Lincoln, presidente norteamericano del siglo XIX).
“La Biblia es la enseñanza más pura que se ha registrado con letras humanas… Es la mejor pieza literaria que haya salido de la pluma del hombre”
(Tomás Carlyle, historiador escocés del siglo XIX).
“He pasado setenta años de mi vida estudiando aquel Libro con el fin de satisfacer mi corazón; es la Palabra de Dios. La Biblia, obviamente tiene un origen muy especial que la distingue mucho de todos los competidores. Creo firmemente que este Libro es la roca inconmovible de las Sagradas Escrituras y estoy dispuesto a arriesgar mi vida por esta verdad” (Guillermo E. Gladstone, primer ministro británico del siglo XIX).
“La Biblia tiene más valor que todos los libros que hayan sido impresos” (Patrick Henry, político norteamericano del siglo XVIII).
“La Biblia no es un libro común y corriente, sino una criatura viviente que tiene un poder único que conquista a todo el que se opone” (Napoleón Bonaparte, emperador francés del siglo XIX).
“La Biblia posee más evidencias acerca de su autenticidad que cualquier historia profana” (Sir Isaac Newton, físico inglés del siglo XVIII).
“Creo que el conocimiento bíblico sin carrera universitaria es más deseable que la carrera universitaria sin el conocimiento bíblico. La Biblia ha ejercido más influencia en el desarrollo de la literatura inglesa que todas las demás influencias juntas” (Guillermo Lyon Phelps, Presidente de universidad del siglo XIX).
“Es imposible gobernar bien al mundo sin Dios y la Biblia” (Jorge Washington, presidente norteamericano del siglo XVIII).
“He examinado detenidamente las evidencias de la religión cristiana y si tuviera que servir de jurado en su juicio, sin titubear daría mi veredicto a su favor” (Alejandro Hamilton, estadista norteamericano del siglo XVIII).
http://www.alianzacristiana.blogspot.com/
John Wycliffe. Nacido en Yorkshire por el año 1320, Wycliffe es una de las figuras más ilustres del siglo XIV. Prominente teólogo de Oxford de su tiempo y ardiente reformador eclesiástico, se le llama la “Estrella de la mañana de la Reforma”. Estaba convencido que la forma más segura de vencer a Roma eraponer la Biblia en las manos de la gente común y, por lo tanto, decidió hacer accesible dicha traducción. Bajo sus auspicios, el NT salió a luz en 1380 y el AT dos años más tarde. Un número de eruditos trabajaron con él en el proyecto. Uno de sus colaboradores, Nicholas Hereford, tradujo la mayor parte del AT. La traducción se hizo del lat., no de las lenguas originales. Para ayudarle en sus esfuerzos de reforma, Wycliffe organizó un tipo de orden religiosa de predicadores pobres, llamados lolardos, a quienes envió por toda Inglaterra para predicar sus doctrinas y leer la Escritura a todos los que deseaban escucharla. La historia relata que la gente estaba tan ávida de leerla que daban una carga completa de heno por el uso del NT por un día.
William Tyndale. William Tyndale, la otra gran figura en la historia de la Biblia, nació por el año 1494 y estudió en Oxford y Cambridge. Poco después de salir de Cambridge, mientras trabajaba como capellán y tutor, en una controversia con un clérigo, dijo: “Si Dios me preserva la vida, antes de muchos años lograré que un muchacho que conduzca un arado conozca más de la Escritura que lo que usted conoce.” El obispo de Londres rehusó ayudar a financiar la traducción, pero un rico mercader en telas de Londres vino en su ayuda. Después de seis meses, en 1524, Tyndale salió hacia el continente luego de encontrar demasiada oposición en su país. Nunca pudo volver a Inglaterra.
Parece que visitó a Lutero en Wittenberg y de allí fue a Colonia donde encontró a un impresor para su NT. Al ser descubierto su plan por un sacerdote, Tyndale se vio obligado a huir. En Worms encontró otro impresor y allí, en 1525, se publicaron 3.000 copias del primer NT en inglés. Por el año 1530 se habían publicado seis ediciones, con cerca de 15.000 copias. Todas fueron introducidas de contrabando a Inglaterra, ocultas en pacas de algodón, sacos de harina y bultos de lino.
Tan pronto como el NT de Tyndale llegó a Inglaterra, tuvo una gran demanda: de los laicos para poder leerlo y de las autoridades eclesiásticas ¡para destruirlo! Se emitió un decreto para su destrucción. Los obispos compraron ediciones enteras para quemarlas. Como resultado, solamente sobrevivieron unas cuantas copias imperfectas. El NT en inglés de Tyndale fue traducido del texto gr., compilado y publicado por Erasmo. Tan bien hizo Tyndale su trabajo que la KJV reproduce cerca del 90 por ciento de su traducción. Nunca terminó de traducir el AT del texto heb., pues fue traicionado en Antwerp por un católico romano inglés y condenado a muerte como hereje. Fue estrangulado y su cuerpo quemado en la estaca. Sus últimas palabras fueron una oración:
“Señor, abre los ojos del rey de Inglaterra.” Aunque su NT fue quemado por la iglesia en enormes cantidades, aumentó grandemente el apetito por la Biblia en inglés, apetito que el gobierno empezó a ver la sabiduría y la necesidad de satisfacer.
Miles Coverdale.
Cuando Tyndale fue encarcelado en Holanda, súbitamente apareció en Inglaterra una Biblia en inglés en 1535. Había llegado del continente. La página del título afirmaba que había sido traducida del alemán y el lat. al inglés. Esta Biblia fue traducción de Miles Coverdale. Sin embargo, la mayor parte de su versión no era otra cosa que una ligera revisión del trabajo realizado anteriormente por Tyndale. Con todo, fue la primera Biblia completa impresa en el idioma inglés. Coverdale usó el trabajo de cinco diferentes traductores. Su versión de los Salmos todavía aparece en el Libro de la Oración Común que se usa diariamente en el ritual de la Iglesia de Inglaterra.
En 1537 aparecieron dos nuevas ediciones de la Biblia de Coverdale y la página del título contiene las siguientes palabras significativas: “Dada a conocer con la muy bondadosa licencia del Rey.” De modo que, a un año de la muerte de Tyndale, se tradujo, imprimió y distribuyó toda la Biblia, aparentemente con la aprobación real.
Thomas Matthew. En 1537 apareció otra Biblia en Inglaterra, ésta de Thomas Matthew (seudónimo de John Rogers, antiguo asociado de Tyndale), quien fue quemado en la estaca por la reina María en 1555. Todo el NT y como la mitad del AT son de Tyndale, en tanto que el resto es de Coverdale.
En la página del título tenía las siguientes palabras: “Dada a conocer con la muy bondadosa licencia del Rey.” Esta Biblia tiene la distinción de ser la primera edición de toda la Biblia en inglés que se imprimió en Inglaterra.
The Great Bible (La Gran Biblia). La siguiente Biblia que apareció fue una revisión de la Biblia Matthew, hecha por Coverdale. La impresión se inició en París, pero la Inquisición entró en acción y el trabajo se completó en Inglaterra. Apareció en 1539 y se le llamó la Gran Biblia, por causa de su enorme tamaño y costo. Las ediciones subsecuentes se llamaron Biblia de Cranmer, por razón de un prefacio que él escribió para la edición. En 1538 se dictó una orden, cuando se estaba imprimiendo esta Biblia, para que una copia de ella fuera colocada en cada iglesia en la tierra.
The Genevan Bible (La Biblia de Ginebra).
Con el ascenso al trono de María en 1553, cientos de protestantes perdieron su vida, algunos asociados de cerca con la traducción de la Biblia, como John Rogers y Thomas Cranmer. Algunos reformadores ingleses escaparon a Ginebra donde la figura dirigente era Juan Calvino. Uno de ellos, William Wittingham, quien se había casado con la hermana de Calvino, produjo en 1557 una revisión del NT en inglés, el primer NT en inglés impreso en tipo romano y con el texto dividido en vv. El y sus asociados publicaron después una revisión de toda la Biblia en 1560, la Biblia de Ginebra, o la Biblia Ceñidores (Entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron ceñidores, Génesis 3:7).
The Bishops’ Bible (La Biblia de los Obispos). La Reina Elizabet, quien sucedió a María Tudor como reina, restableció los arreglos de Eduardo VI. Se volvió a colocar la Gran Biblia en cada iglesia y se estimuló a la gente a leer las Escrituras. La excelencia de la Biblia de Ginebra hizo obvias las deficiencias de a Gran Biblia, pero algunas de las traducciones de la Biblia de Ginebra y las notas marginales la hicieron inaceptable para muchos clérigos. El Arzobispo Parke, auxiliado por ocho obispos y algunos otros eruditos, hicieron una revisión de la Gran Biblia, que completaron y publicaron en 1568 y es conocida como la Biblia de los Obispos, pero no es tan popular como la Biblia de Ginebra.
Versiones en castellano. Casiodoro de Reina hizo la primera traducción completa de la Biblia en español, basada en las lenguas originales (hebreo,arameo y griego) y fue publicada en 1569. No hay duda de que su traducción del NT se valiera de alguna de las labores anteriores de Francisco Enzinas, cuyo Nuevo Testamento apareció en 1543, y de Juan Pérez, cuyo Nuevo Testamento apareció en 1556. Es conocida como la Biblia del Oso por el grabado de un oso sacando miel de un panal, que se encuentra en la portada. Reina, por su fe evangélica, fue perseguido en España, donde había comenzado a traducción de la Biblia. Huyó a Inglaterra en 1557 y más tarde a Suiza y todavía más tarde a Alemania, donde terminó su traducción. Y fue en Basilea, Suiza, donde la publicación se realizara en septiembre de 1569.
Cipriano de Valera. Antiguo compañero de monasterio de Reina, en España,revisó la traducción de Casiodoro, logrando publicar, en Amsterdam, Holanda, el Nuevo Testamento en 1596 y la Biblia completa en 1602. A veces su Biblia, en la edición original, es conocida como la Biblia del Cántaro, por el grabado que lleva en su portada. Por muchos años la revisión de Cipriano se conoció como la “Versión de Valera”.
Durante el siglo XX, gracias a los esfuerzos de las Sociedes Bíblicas, la relación de la versión de Valera con la original de Reina ha vuelto a establecerse y, por o tanto, las revisiones más recientes de esta versión evangélica de la Biblia se conocen como la versión Reina-Valera. Ha llegado a ser la versión más ampliamente usada en todo el idioma español. Esto se debe no solamente a los nuevos sistemas de distribución (la impresión original fue tan sólo de 1.100 ejemplares), sino a su fidelidad a los textos originales, a su claridad y su belleza del estilo literario. Pero (como dijera Luis D. Salem en su artículo alusivo en la Biblia de Estudio Mundo Hispano) el éxito de esta versión de debe “a la elegancia, sencillez y actualidad de las oportunas revisiones a que la dicha obra ha sido sometida a lo largo de sus cuatro siglos de existencia”. Comenta además “Las revisiones son para las obras literarias como las operaciones quirúrgicas para el cuerpo humano: dolorosas, pero necesarias y vivificantes.” Salem, aparte de la revisión original de Valera, menciona y da detalles sobre 14 diferentes revisiones entre los años 1708 y 1960. Aunque algunas de las revisiones han sido limitadas, otras, como la de 1909, introdujeron “unos 60.000 cambios de palabras y algo más de 100.000 cambios de ortografía y gramática”. También ha habido revisiones más recientes en los años 1977 (publicación por CLIE); 1979 (publicación de la Compañía Stampley); la Reina-Valera Actualizada (publicación de la Editorial Mundo Hispano como Biblia completa en 1989); una publicación por la Sociedad Bíblica Emanuel (en 1990); y una por las Sociedades Bíblicas Unidas (en 1995).
Otras traducciones evangélicas del Nuevo Testamento incluyen: El Nuevo Pacto, publicado originalmente en 1858 y posteriormente por la Casa Bautista de Publicaciones en León, México en 1916. La versión Hispano-Americana, publicada originalmente en 1916, revisada en 1953 (como la versión Latinoamericana; publicada más recientemente por Editorial Mundo Hispano como la versión hispanoamericana, revisión de 1953. La traducción de Pablo Besson, hecha en la Argentina y publicada allí fraccionadamente entre los años 1912 y 1919; posteriormente por la Junta Bautista de Publicaciones en Buenos Aires en 1948 y después por las Editoriales Mundo Hispano y Palabra en 1981. El Nuevo Testamento Nueva Versión Internacional, publicado por la Sociedad Bíblica Internacional, 1979; el Nuevo Testamento “Nueva Vida”, publicado por la Editorial Mundo Hispano, 1980.
Otras traducciones evangélicas de la Biblia completa incluyen: la Versión
Moderna, traducida por el Dr. Henry B. Pratt, publicada por la Sociedad Bíblica Americana en 1893. La versión popular, generalmente circulada bajo el título “Dios Habla Hoy”, publicada por las Sociedades Bíblicas Unidas como Biblia completa en 1979. La Biblia de las Américas, publicada por la Fundación Lockman, como Biblia completa en 1986. La Biblia al Día (la Santa Biblia en paráfrasis, que sigue la metodología de la “Living Bible” en inglés); el Nuevo Testamento ha sido circulado ampliamente bajo el título “Lo Más Importante Es el Amor”, publicado originalmente por la Editorial Unilit y la Editorial Mundo Hispano en 1979.
Hasta mediados del siglo XX, las traducciones católicas de las Sagradas Escrituras que más circulaban eran la Sagrada Biblia, de Felipe Scío de San Miguel (publicada en España originalmente en 1793) y la traducción de Félix Torres Amat y José Miguel Petisco (publicada en España por los años 1822 a 1824). Ambas se basaban principalmente en la Vulgata latina. Desde mediados del siglo XX ha habido numerosas versiones católicas del Nuevo Testamento y de la Biblia completa. Y, en la mayoría, si no en todos los casos, las traducciones se han basado en las lenguas originales en vez de la Biblia en la versión Vulgata en latín.
Traducciones del Nuevo Testamento incluyen: El Nuevo Testamento versión de Juan de la Torre, en español y gr., publicado en Alemania, pero bajo auspicios de la Iglesia Católica Romana Argentina en 1909. El Nuevo Testamento, traducción del Dr. Guillermo Júnemann, publicado en Concepción, Chile en 1928. El Nuevo Testamento, traducción hecha por un grupo de profesores católicos y publicado en Madrid, España por la Asociación para el Fomento delos Estudios Bíblicos en España en 1954.
Y ha habido traducciones de toda la Biblia, dentro de la tradición católica, por José Straubinger, en 1948; por Nacar y Colunga, en 1944; por Bover y Cantera, en 1947; Por Fuenterrabía, en 1964; por Evaristo Martín Nieto, en 1964; por Pedro Franquesa y José Solé, en 1966; por Magaña, en 1979; y por Shokel y Mateos, en 1975. Todavía otras traducciones católicas han funcionado bajo sus nombres o editoriales, como la Biblia de Jerusalén (1967); la Biblia para Latinoamérica (1971); la publicación por Herder (1964); y la publicación por Ediciones Paulinas (1964).
En general, las traducciones del siglo XX han hecho uso de los descubrimientos recientes, tales como los Rollos del Mar Muerto, y una comprensión aumentada del hebreo, para producir traducciones más precisas y más claras. Su valor para quien realmente quiere entender el mensaje de las Sagradas Escrituras es incalculable.
“OPINION DE CELEBRIDADES SOBRE LA BIBLIA”
He aquí los testimonios de hombres que han sido transformados por la Palabra de Dios:
“Las Escrituras son palabras verdaderas del Espíritu Santo” (Clemente de Alejandría, teólogo de la iglesia del siglo II).
“Las Escrituras son escritos divinos” (Tertuliano, padre de la iglesia del siglo II).
“He aprendido a rendir tal honor y respeto [a los libros de las Escrituras] que creo muy firmemente que ninguno de sus autores ha errado en cosa alguna de lo que escribió” (Agustín, obispo de la iglesia del siglo IV).
“Los escritos de hombres mortales nunca podrán compararse con lo divinamente inspirado. Debemos ceder el lugar de honor a los profetas y apóstoles, manteniéndonos en actitud humilde a sus pies al escuchar sus enseñanzas. En esta época tempestuosa no quisiera que los que leen mis libros les dedicaran los momentos que de otra manera usarían para la lectura bíblica” (Martín Lutero, líder de la reforma del siglo XVI).
“Al ocuparme en la lectura bíblica, uso mi tiempo muy bien. Acepte usted todo lo que pueda entender de este Libro por medio de su razón y después tome el resto por fe. Haciendo esto será mejor hombre mientras viva y al llegar la hora de su muerte. Creo que la Biblia es el mejor regalo que Dios ha dado al hombre. Todo el bien que el Salvador del mundo nos proporcionó se nos comunica en este libro y si no fuera por él, no sabríamos la diferencia entre el bien y el mal. Toda cosa provechosa al hombre se contiene en la Biblia” (Abraham Lincoln, presidente norteamericano del siglo XIX).
“La Biblia es la enseñanza más pura que se ha registrado con letras humanas… Es la mejor pieza literaria que haya salido de la pluma del hombre”
(Tomás Carlyle, historiador escocés del siglo XIX).
“He pasado setenta años de mi vida estudiando aquel Libro con el fin de satisfacer mi corazón; es la Palabra de Dios. La Biblia, obviamente tiene un origen muy especial que la distingue mucho de todos los competidores. Creo firmemente que este Libro es la roca inconmovible de las Sagradas Escrituras y estoy dispuesto a arriesgar mi vida por esta verdad” (Guillermo E. Gladstone, primer ministro británico del siglo XIX).
“La Biblia tiene más valor que todos los libros que hayan sido impresos” (Patrick Henry, político norteamericano del siglo XVIII).
“La Biblia no es un libro común y corriente, sino una criatura viviente que tiene un poder único que conquista a todo el que se opone” (Napoleón Bonaparte, emperador francés del siglo XIX).
“La Biblia posee más evidencias acerca de su autenticidad que cualquier historia profana” (Sir Isaac Newton, físico inglés del siglo XVIII).
“Creo que el conocimiento bíblico sin carrera universitaria es más deseable que la carrera universitaria sin el conocimiento bíblico. La Biblia ha ejercido más influencia en el desarrollo de la literatura inglesa que todas las demás influencias juntas” (Guillermo Lyon Phelps, Presidente de universidad del siglo XIX).
“Es imposible gobernar bien al mundo sin Dios y la Biblia” (Jorge Washington, presidente norteamericano del siglo XVIII).
“He examinado detenidamente las evidencias de la religión cristiana y si tuviera que servir de jurado en su juicio, sin titubear daría mi veredicto a su favor” (Alejandro Hamilton, estadista norteamericano del siglo XVIII).
http://www.alianzacristiana.blogspot.com/