viernes, 24 de abril de 2015

QUE LUGAR OCUPA LA IGLESIA EN LA SOCIEDAD CIVIL CUBANA


Por Pr Manuel A Morejón Soler El Vedado, La Habana, abril de 2015 

El mismo D-os hecho hombre declaró sobre las palabras que había dicho Pedro:
“Y yo te digo que tú eres Pedro, y sobre esta roca voy a construir mi iglesia y ni siquiera el poder de la muerte podrá vencerla”. (Mateo 16:18) 
La Sociedad Civil cubana permeada hasta los tuétanos de los rudimentos de la doctrina castro-marxista, ha desestimado el rol de la iglesia, tanto para salvación como para la transición que necesita el país, aunque por su testimonio y  por ser una institución sin aspiraciones al poder, pudiera ser el instrumento  idóneo para lograr la unidad entre las organizaciones políticas y de todas las agrupaciones independientes para instaurar una nación democrática, porque la religión es un fenómeno social íntimamente relacionado con todos los aspectos básicos y trascendentes como son: la Libertad, los Derechos Humanos, la Paz, el Desarrollo y la Justicia Social.
Algunos ejemplos dignos de imitar lo tenemos en el legado de muchos pastores que se opusieron a las dictaduras que les tocó vivir: Rev. Dietrich Bonhoeffer (ahorcado por Hitler por oponerse al nazismo), Rev.Martin Niemöller (permaneció  recluido en los campos de concentración de Sachsenhausen  y Dachau desde 1938 hasta 1945, por sublevarse al nazismo), Rev. Karl Barth (tuvo que abandonar Alemania en 1935, por negarse a prestar juramento a Adolfo Hitler), el Rev. Martin Luther King Jr, (fue asesinado el 4 de abril de 1968, por luchar a favor de los Derechos Civiles en EUA). En Rumania, Timisoara, en diciembre de 1989 comenzó un levantamiento contra el régimen de Nicolae Ceaușescu, el pueblo apoyaba al pastor László Tókés; este fue el comienzo de la revolución rumana de 1989, que acabó con la dictadura una semana después.
 La Historia, es la mejor educadora del presente, porque nos muestra en sus páginas ejemplos de numerosos hombres que a través de la fuerza de sus ideas lograron influir decisivamente en la sociedad en que vivieron, siendo factores primordiales de los cambios políticos, sociales y religiosos del momento.
 Asimismo hoy generaciones contemporáneas levantan humildemente banderas con el convencimiento de que  sus pensamientos y acciones han sido motivados por aquellos hombres luz que les antecedieron e iluminaron el camino a seguir para lograr el progreso humano y espiritual de sus pueblos.
Honra y honor desde Bartolomé de las Casas precursor de los Derechos Humanos, al Padre Varela y a todos los sacerdotes y pastores hasta nuestros días, reprimidos por causa del bien de los sufridos y de la iglesia a la que han honrado..


LA PALABRA DE DIOS NO ES NI ANTIGUA NI MODERNA, ES ETERNA..!!

Increíble lo que Verás Aquí!


Sin Palabras!!!!
Esto fue captado por cámaras de seguridad!!!
el video mas hermosho que veras hoy
Veamos al mundo con otros ojos =>

Romanos 12:15
Alégrense con los que están alegres; lloren con los que lloran.


Ella tiene una segunda oportunidad.
Este Video Te Dejará Reflexionando…



Ellos No Se Merecían Esta Multa,
Pero Lo Que Pasó Después Fue Increíble!



Ella Decidió Morir Para Salvar A Su Hijo.
Su Historia Te Llegará Al Corazón.


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Ella Se Ve Como Una Mamá Normal, Pero No Lo Es. Prepárate Para Quedar Boquiabierto

Un video para llorar, amar, dejar de criticar: Mi bella mujer
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Un video para llorar, amar y dejar de criticar!!Mujeres como estás hay pocas… pero que valiosas son
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Jesús, yo confío en tí!

¿Por qué te confundes y te agitas ante los problemas de la vida?
Déjame el cuidado de todas tus cosas y todo te irá mejor.Cuando te entregues a Mí, todo se resolverá con tranquilidad según mis designios. No te desesperes, no me dirijas una oración agitada, como si quisieras exigirme el cumplimiento de tus deseos. Cierra los ojos del alma y dime con calma:
¡JESÚS YO CONFÍO EN TI!Evita las preocupaciones angustiosas y los pensamientos... Clic Aquí

Lo que éste niño hace es maravilloso. Tocó mi corazón hasta lo mas profundo. No dejes de mirarlo y compartirlo!

Está es la mejor descripción visual que hayan hecho. Tiene todo lo que es la maternidad. Me conmovió y sé que te tocará, porque aun si no eres madre, tienes una y muy especial.

Jesús, yo confío en tí!

 
 

¿Cuánto te queda de vida? Estas personas nunca imaginaron la respuesta que recibirían.

Siempre pensamos que despertaremos mañana y nunca reflexionamos en el tiempo que nos queda con las personas que amamos. Este video me dejó sin palabras. Después de verlo vuelve a conectar con tu familia. No te queda mucho tiempo.

Cuánto Te Dedicas?

Lo que realmente importa no es la cantidad de horas que dedica, sino, cuánto se dedica en esas horas.Efesios 5:15-16
Así que tengan cuidado de su manera de vivir. No vivan como necios sino como sabios, aprovechando al máximo cada momento oportuno, porque los días son malos.
Eclesiastés 3:1 Hay un tiempo señalado para todo, y hay un tiempo para cada suceso bajo el cielo
Eclesiastés 3:17 Yo dije e... Leer más!

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PARA DECIR LA VERDAD



Quienes lean el libro "Para decir la verdad" comprenderán mejor la vida de fe en Cuba, tanto en la iglesia independiente como en las que están reconocidas por el gobierno. 
Hay clérigos que han negociado su cruz por un espacio en el poder. Han renunciado al sagrado deber de hacer la voluntad del Altísimo para vivir avasallados por un tirano.
Pero existe una iglesia subterránea e independiente que no se conoce públicamente. Esta padece de insolvencia, escasez y respaldo legal por lo que es más vulnerable al acoso y a la persecución, y las autoridades no la invitan a eventos públicos nacionales y mucho menos internacionales.
Pero existe y goza de libertad, la que Jesucristo le ha dado, y que le permite a pastores, evangelistas, misioneros y humildes fieles a predicar con pasión a las almas perdidas el evangelio de salvación sin miedo y con coraje en el espíritu.
Esto no lo pueden comprender los sicarios del régimen. Es inconcebible para ellos que se les pueda escapar, pese a su represión, el control de personas pacíficas, que predican amor y no odio.
La iglesia independiente no tiene templos, pero cada día gana más espacio porque los nuevos convertidos a Jesucristo le entregan sus almas, sus corazones y sus casas.
Las iglesias reconocidas por el Estado no escapan tampoco del rigor del régimen: para no perder sus prebendas, tienen que estar sujetas al dictado de la Jefa de la Oficina de Asuntos Religiosos del Comité Central del Partido Comunista de Cuba.
Sería importante que el libro pueda llegar hasta cada rincón de nuestro país, para que se conozca el contraste abismal que existe entre los que han decidido ofrendar lo mejor de sí a la causa de Jesucristo y los que le han vendido su alma al diablo.
Nota: El libro del Pastor Morejón Soler, Supervisor de Alianza Cristiana, editor del Blog Alianza Cristiana y colaborador habitual de Primavera Digital, está en venta en el conocido sitio: www.amazon.com y usted puede adquirirlo haciendo CLIC AQUI:  Para decir la Verdad

martes, 21 de abril de 2015

Los cristianos son la confesión religiosa más perseguida en el mundo


Cada cinco minutos un cristiano es asesinado en el mundo por el mero hecho de serlo. En casi 90 países están en la diana y en algunos de ellos son literalmente masacrados. Dos nombres vienen ahora a la cabeza: Siria e Irak. Esta situación es latente y no se ha hecho nada por cambiarla. Ahora Occidente tampoco hace nada para cambiar la situación pero al menos ya no puede aducir que no conocía la situación.
Precisamente, para dar voz a los sin voz y concienciar a los mandatarios de que o actúan ya o aparecerán en los libros de historia como los que permitieron el primer genocidio del siglo XXI, este fin de semana se ha desarrollado en Madrid un importante congreso internacional sobre libertad religiosa Todos somos Nazarenos, organizado por Más Libres. Ha reunido a cristianos perseguidos de todo el mundo que han puesto cara al verdadero drama de nuestro tiempo. Unas víctimas no ya de segunda división, sino de tercera.
Víctimas del Estado Islámico, de Boko Haram o del islamismo que rige en países como Pakistán. Todas ellas comparten dos elementos: profesan la fe cristiana y son víctimas del islamismo. Ofrecen un testimonio aterrador del mal que es capaz de hacer el hombre pero también muestran una fe inquebrantable que debe servir de ejemplo para todos los cristianos del orbe. Entre grandes medidas de seguridad por la posible amenaza de un atentado los testimonios se fueron sucediendo: obispos, misioneros, jóvenes, familias...

"Los niños tiemblan por miedo a ser atacados"

Es el caso del misionero Luis Montes, un sacerdote que desarrolla su labor en Irak y que conoce de primera mano el sufrimiento de los cristianos. En un estremecedor relato cuenta que el 80% de los fieles de su parroquiahan iniciado el papeleo para salir del país. Dice que es comprensible y pone un ejemplo de lo más horrible: "Hay niños que estando en la escuela empiezan a temblar ante el temor de ser atacados".
Por ello, alertó de que el cristianismo puede desaparecer en la zona. "Es algo real", asegura. "San Pablo fundó iglesias que desaparecieron. Podría ser que el cristianismo desaparezca de Oriente Próximo". Y recordó algo que se ha podido escuchar en varias ocasiones durante este congreso: "Tenemos que defender que los cristianos sigan en Irak, en su tierra, están antes que los musulmanes".
El padre Montes insiste en una línea que cada vez gana más fuerza y que es defendida por la Iglesia, una intervención militar. "La legítima defensa es un derecho y para muchos un deber", indica este sacerdote que también desempeñó su ministerio en Egipto.
Sin embargo, quiso destacar la profunda fe de los cristianos perseguidos. "Van a misa todos los días, leen la Biblia más que nosotros y las dificultades les ayudan a purificarse para poder rezar mejor. Piden oraciones por todos, el pueblo árabe nos da enseñanzas a nosotros". En este contexto, cuenta otro relato relacionado con los niños que pone la piel de gallina y que muestra la fe pero también la cercanía con la que viven con la muerte: "Los niños hablan de qué van a decir cuando sea su turno de ser degollados".

Santos & Asesinos. La participación de la iglesia católica en la última dictadura militar


Por Mariana Juárez

   El tema de la tesis para la Licenciatura de Comunicación Social de la UNLP es: “La reconstrucción de la participación de la  Iglesia Católica durante la  última dictadura militar mediante sus discursos y sus prácticas”. Su problema central radica en: ¿Cuál fue la participación de los miembros de la iglesia católica en la dictadura militar tomando como referencia la provincia de Buenos Aires durante los años 1976, 1979 y 1984?.
Para obtener un panorama sobre el  estado de investigación científica que se ha hecho, en general, sobre el tema es necesario realizar su estado del arte. La bibliografía indagada para esta construcción, determinante en la tesis, fueron materiales gráficos, como el libro de investigación con un alto grado de análisis: “El silencio” del periodista Horacio Verbitsky1), “Iglesia y Transición democrática, ofensiva del neoconservadurismo católico en América Latina” de Ana María Escurra2) y “La Iglesia y la Comunidad Política “ de Martín Isidoro3)  ,que ayudan a dibujar el mapa de soporte donde se apoyará la tesis de grado.
El libro, “El silencio” del periodista Horacio Verbitsky,  se para en casos específicos para evidenciar el rol de la iglesia ,a través de la participación del cardenal Jorge Bergoglio en el secuestro de gente y el funcionamiento de un campo de concentración en propiedad eclesiástica.
El nombre del libro: “ El silencio”  retoma la historia de la isla del Tigre donde la patota de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) escondió de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos a un grupo de detenidos desaparecidos. La propiedad donde funcionó provisoriamente el centro clandestino del Delta había sido el lugar de recreo del cardenal Arzobispo de Buenos Aires y, según figura en las escrituras, fue vendido a los marinos- que usaron documentos falsos a nombre de un ex detenido de la ESMA-por quien era secretario del vicario castrense durante la dictadura, Emilio Teodoro Grasselli.
  Una de las figuras centrales del libro es el Cardenal Jorge Bergoglio, que refleja el oscuro pasado de uno de los candidatos argentino más cercanos al papado. Su complicidad con la última dictadura militar se ejemplificó con su la participación en el secuestro de dos jesuitas. El cardenal disciplinó a la Compañía de Jesús y dejó librados  a su suerte a los integrantes que no quisieron abandonar a los sectores populares.
 Bergoglio, también había trabado contactos con la  Guardia de Hierro a principios de la década de 1970, que no perdió nunca más. Esto implicó relaciones especiales con el gobierno de la fugaz presidenta  María Estela Martínez de Perón y con Emilio Massera , entre otros. 
El 23 de mayo de 1976 la Infantería de Marina detuvo en le barrio de Bajo Flores al presbítero Orlando Yorio lo mantuvo durante cinco meses en calidad de desaparecido. Una semana antes de al detención, el arzobispo Juan Carlos Aramburu le había retirado las licencias ministeriales, sin motivo , ni explicación.
Por distintas expresiones escuchadas por Yorio en su cautividad en al ESMA, resulta claro que la Armada interpretó tal decisión y, posiblemente, algunas manifestaciones críticas de su provincia jesuita, Jorge Bergoglio, como una autorización para proceder contra él. Junto con Yorio también fueron secuestrados otros tres jesuitas que trabajaban en la misma comunidad eclesial de base: Luis Dourrón, Enrique Rastellini y Francisco Jalics.
El sacerdote Emilio Mignone denunció, “ Bergoglio les pidió que se fueran de la Villa de Flores y cuando se negaron hizo saber a los militares que no los protegía más, y otros como Miguel Hesayne y Jorge Novak tuvieron que protegerlos”.
El silencio, te sitúa sobre lo que ya se sabe respecto al tema desde una mirada periodística y da herramientas de cómo se construye un panorama histórico a través de una interpretación crítica pero focalizada en unos personajes en particular. Va desde lo particular a lo general ,a diferencia de lo que se tratará de hacer con la tesis de grado, que buscará  reconstruir la participación de la Iglesia católica durante la dictadura.  Luego tomará como unidad de observación algunos documentos determinantes  publicados por el Episcopado que sirvan para el análisis discursivo . Cada escrito recuperado y  las entrevistas recabadas servirán para ese análisis ,que tiene como hipótesis la contradicción entre lo que dicen , algunos sacerdotes,  en sus documentos y su comportamiento real.
Los primeros indicios sobre la postura eclesiástica se puede vislumbra en el texto de Isidoro, Martín :”La Iglesia y la Comunidad Política” que retoma fragmentos del discurso de la Curia en un período anterior al comienzo de la dictadura de 1976.
Ante la situación de violencia que aquejaba al país en ese momento , la Comisión permanente del Episcopado de la República Argentina hizo pública una declaración el 6 de agosto de 1971, que, resumiendo su propósito, se tituló : “La situación dramática que vive el país lleva a decir una palabra con cristiano espíritu de servicio”.
 En ella convocaba “que todos luchen enérgicamente, pero sin odios, contra la injusticia. Pedimos a las autoridades públicas, partidos políticos , medios de comunicación masiva  y todo el pueblo de Dios -obispos, sacerdotes, religiosos, etc- que eliminen de sus procedimientos, actitudes y palabras todo lo que pueda significar violencia y desunión”.
Este último empieza a construir la base donde se apoyará el análisis discusivo de la  doble significación  de las publicaciones que realizó la iglesia , pedían que todos luchen por la injusticias inclusive los sacerdotes , ese pueblo de Dios, como lo llaman; y después en una práctica posterior no se condecían. Esto queda confirmado en los numeroso ejemplos que pone Verbitsky, en su investigación cuando uno de los máximos representantes de la iglesia, Bergoglio es cómplice del Proceso de Reconstrucción Nacional.
Esta postura se amplía cuando la iglesia hizo una lectura sobre los problemas que fraccionaban al país, son múltiples: el problema político, socio-económico, técnicos, culturales, los condicionamientos históricos del pasado. Esta problemática ha generado expresiones de violencia en las actitudes y las palabras, llegando en los hechos- secuestros, asaltos, torturas y asesinatos- a niveles absolutamente injustificables y condenables, que conmueven la sensibilidad de nuestro pueblo y amenazan la seguridad misma del país.4)
       Un panorama que se profundizó con el desarrollo de la dictadura donde el clero fue figura determinante y todo su discurso previo, nuevamente,  se desdibujó en la práctica real, modificándolo según sus intereses individuales y no el bienestar colectivo , como pregonaban.
Esto se rescata en uno de los fragmentos del libro de  Isidoro Martín cuando la iglesia critica el Marxismo y el Liberalismo. Este último dice que sólo se atiende a la defensa de la libertad y de los derechos individuales, pero descuida el bien común , que exige la intervención del Estado en beneficio de todos los miembros de la sociedad. Por exceso se opone al marxismo, que despoja de sus derechos a las personas, familias y sociedades intermedias, y confiere un poder absoluto y opresor a quien detenta la autoridad.
     Esta postura se refleja en la posición de los obispos que justificaban públicamente  el golpe de Estado de 1976. Tal actitud estuvo determinada en buena medida por un primitivo antimarxismo ,- que tildaban como foco de la subversión, el mismo que fulminaba los represores militares-  . El logro de privilegios estatales y la tendencia a vindicar una administración que se autoproclama católica fueron decisivos en una opción progolpista que mostró, crudamente, la debilidad de las convicciones democráticas de los prelados5).
La postura de la iglesia sufrió, como se explicó, unos párrafos anteriores una modificación en su actitud cómplice, de algunos clérigos,  con los militares, ya que el contexto había cambiado, la sociedad empezó a  condenar a los represores y la Curía hizo un paso al costado para no mancharse públicamente , promulgó la defensa de los derechos humanos pero, al mismo tiempo, negó la recuperación de la memoria. Una contradicción con su versión anterior a la dictadura cuando decía: “debemos partir de la realidad. Y , aunque nos duela hacerlo, es necesario reflexionar, o enumerar, al menos, penosas e injustas realidades que-lo queramos o no- inciden en la vida nacional y dificultan soluciones de fondo”.
      El tercer de los trabajos consultados para la realización del estado del arte fue la investigación realizada por el Instituto de Estudios y Acción social (IDEAS) , de Buenos Aires que indaga las relaciones entre religión , sociedad en la Argentina y América Latina.
La investigación es presentada en el libro de la autora Ana Maria Ezcurra llamado Iglesia y Democratización Democrática que es el eje de análisis . Se abordó el estudio de la jerarquía eclesiástica desde el punto de vista ideológico, entre los años de la última Dictadura Militar y los primeros años de la vuelta a la democracia. Indispensable para el análisis discursivo antes especificado en la tesis a nivel latinoamericano y particularmente argentino , ya que te brinda casos concretos sobre la accionar de la iglesia sobre determinados casos.
El estudio se llevó a cabo desde una perspectiva crítica que discute los modos históricos de inserción de la Iglesia Católica en la sociedad. La investigación se basó en la distinción, preliminar, de cuatro tendencias principales en la jerarquía católica argentina: los conservadores, los neoconservadores, los moderados y los progresistas. El texto se centra, principalmente, en la descripción de los neoconservadores dado que, actualmente, es la corriente mas influyente. El concepto del neoconservadurismo apunta a los elementos tradicionalistas en materia de moral social (sexual y familiar) y antimarxistas.
El estudio sostiene que en la Argentina, el neoconservadurismo se ha rearticulado con el nacionalismo católico. Su influencia va mas allá de los límites intraeclesiales, por lo que actúa a nivel sindical y político.
      A partir de 1984, con la democracia ya establecida, el conservadurismo inspiró a muchos obispos una actividad de cruzada defensiva, con frecuentes tonos antigubernamentales, que apeló a la idea de la “disolución nacional”.
La Iglesia Católica ha sido escenario de un intenso esfuerzo de renovación ideológica. Esta se originó y desarrolló en América Latina. En 1970, el CELAM (Consejo Episcopal Latinoamericano, con sede en Bogotá) se abocó a renovar la Doctrina Social católica tradicional. Así surgió el “aggiornamento” social cristiano, que procuró instaurarse como alternativa a la Teología de la Liberación y a la Iglesia de los pobres.
El “aggiornamento” latinoamericano renuncia al Estado y apuesta a la sociedad civil. En cambio, el neoconservadurismo católico argentino continúa demandando beneficios y un tratamiento preferencial por parte del Estado. El “aggiornamiento” argentino muestra dificultades para realizar una práctica acabada y consecuente entre la Iglesia y el Estado.
Por un lado, el Episcopado se adecua al pensamiento católico dominante después del Concilio Vaticano II, donde descartaría la obtención de privilegios del poder estatal, pero en la práctica real el recurso al Estado ha sellado históricamente a la Iglesia Argentina.
El problema se ubica, para Ezcurra, en que los Obispos  han gestado una situación de dependencia y una estructura de compromisos asociados al Estado. Este enlace fue notoriamente reforzado durante la Dictadura Militar del período 1976-1983. Los prelados consiguieron sueldos y jubilaciones a cargo  de los fondos públicos. Esto último es una clara evidencia sobre el distanciamiento del “Decir” de la iglesia con su “hacer”, antes desarrollado otorgando las herramientas para un esbozo del análisis posterior del discurso.
El neoconservadurismo católico argentino no se limita, como el “aggiornamiento” latinoamericano, al empeño por reconquistar lo público con renovadas formas de poder asentadas en la sociedad civil. Ambiciona la catolicidad del Estado. Toda resistencia a este reseño de cristiandad eran leídas como un laicismo ilegítimo, los que iban en contra de sus postulados o se adherían a los nuevos movimientos de fuerte concepción marxistas como los teólogos de la liberación eran vistos como subversivos.
Esta condena  era compartida por el último gobierno militar que se valía de éste y otros argumentos como la recuperación de los subversivos. Lo que produjo una complicidad entre la Iglesia Católica y el régimen militar. El nacionalismo católico se aproximaba entonces a la imágenes de la seguridad nacional, fundamento ideológico del terrorismo de Estado.
Con la vuelta a la democracia el cuerpo episcopal hizo un paso al costado del escenario político que compartía con los militares. Llevó adelante una moderada protesta por la represión clandestina pero no los condenó ni veló por reconstruir la verdad de ese oscuro tramo histórico de la Argentina
Los textos te sitúan sobre el estado de investigación y exposición que hay sobre el tema otorgando herramientas contextuales que sirven para ejemplificar y ahondar en los verdaderos hechos ocurridos en la última dictadura. Indispensables sobre todo el de  Verbitsky para la primera mirada de reconstrucción de la época.
En cambio el de Isidoro Martín te otorga el basamento sobre el que te vas a parar para hacer el análisis del discurso, como son las reflexiones documentales de la iglesia que perteneces a una segunda etapa de la tesis. Para concretar este análisis el texto de Ezcurra te abre el panorama a nivel latinoamericano sobre las nuevas teorías que se desarrollaban por Episcopado en latinoamérica y te las relaciona con la situación en la Argentina de los años del proceso ayudando a comprender algunos, por qué sobre  el accionar de una iglesia católica cómplice de los militares.

Notas

1) Verbitsky, Horacio . El Silencio. Editorial Sudamericana S.A. Buenos Aires, Argentina.2005.
2) Ezcurra, Ana María. Iglesia y Democratización Democrática. Puntosur S.R.L Buenos Aires.1988.
3) Isidoro, Martín. La Iglesia y la Comunidad Política - Documentos Colectivos de los episcopados católicos de todo el mundo. Editorial Católica S.A. , Madrid , España.1975.
4) Isidoro, Martín (1975): La Iglesia y la Comunidad Política - Documentos Colectivos de los episcopados católicos de todo el mundo. Editorial Católica S.A. , Madrid , España.
5) Ezcurra, Ana María(1988): Iglesia y Transición democrática. Ofensiva del neoconservadurismo católico en América Latina. Puntosur editores. Buenos Aires, Argentina.

NUEVA SOCIEDAD NRO. 82 MARZO-ABRIL 1986, PP. 121-128 Iglesia y dictadura


La experiencia argentina Emilio Fermín Mignone Emilio Fermín Mignone: Abogado, politólogo, educador y escritor argentino. En la última década ha actuado con intensidad en el campo de los derechos humanos. Fundador y presidente del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) y de la 

Comisión Permanente en Defensa de la Educación (COPEDE). Las fuerzas armadas argentinas, que se adueñaron del poder político el 24 de marzo de 1976. establecieron un verdadero Estado terrorista, para imponer su proyecto político y socioeconómico. El instrumento clave de ese sistema represivo consistió en la detención, desaparición, tortura y asesinato clandestino de millares de ciudadanos, mientras las autoridades negaban su responsabilidad. En ese marco el episcopado católico prestó un claro apoyo al régimen. Aunque en algunos documentos - emitidos por la presión de las víctimas -, indicó la ilicitud de los hechos que se cometían, no señaló a los responsables. ni rompió con el Estado criminal. Finalmente optó por callar. Lo dicho no significa que la totalidad de los miembros de la Iglesia estuvieran en dicha posición. Hubo excepciones en el mismo episcopado. Esta actitud contrasta con la adoptada por los organismos similares en Chile, Brasil y Paraguay. La posición referida se explica por los condicionamientos históricos de dependencia del Estado - que en la Argentina subsisten - y por la prevalencia de la ideología del nacional - catolicismo entre los obispos. Arribada la democracia el tema se encuentra en pleno debate. º Uno de los temas en debate en la Argentina democrática es el papel desempeñado por la Iglesia católica y otras confesiones, durante la pasada dictadura militar. Son frecuentes las notas periodísticas y las declaraciones, pero habrá que esperar º Este articulo es un anticipo del libro que sobre el tema está preparando el autor. NUEVA 

SOCIEDAD NRO. 82 MARZO-ABRIL 1986, PP. 121-128 unos meses hasta que se pueda leer un estudio completo sobre la cuestión. Las consideraciones que siguen constituyen un adelanto de ese análisis, que es indispensable, tanto para las instituciones religiosas como para la sociedad en su conjunto. Iglesia y episcopado Ante todo es preciso distinguir entre Iglesia y episcopado. En el seno del catolicismo hubo -y hay- posiciones diferentes, tanto por parte de los fieles como de los sacerdotes y las comunidades. Pero dado el carácter rígidamente jerarquizado de la Iglesia católica, la representación y la autoridad que ejerce el episcopado son decisivos. Esta centralización eclesiástica es tradicional en Argentina. La colegialidad y la participación, impulsadas por el Concilio Vaticano II, son letra muerta. Por el contrario, en los últimos años el temor a las innovaciones ha reforzado el autoritarismo. Organizaciones eclesiales como la Comisión de Justicia y Paz, Cáritas, la Acción Católica y las federaciones de religiosos, que en otros países se expresan con relativa autonomía, no están autorizadas a emitir opiniones, so pena de ser sancionadas por el ejercicio de un "magisterio paralelo". Con escasas excepciones, la prensa católica se limita a repetir las consignas y expresiones de los obispos y de la Santa Sede. El Estado terrorista El 24 de marzo de 1976 las fuerzas armadas dieron un golpe de Estado y se adueñaron del poder político. El episodio no constituyó una novedad ni una sorpresa para los argentinos. Era la sexta vez que ocurria en el último medio siglo. En esta ocasión los propósitos y los medios difirieron de los anteriores. Las fuerzas armadas asumieron de manera directa el ejercicio del gobierno, Distribuyeron entre las tres armas los distintos sectores del Estado y ocuparon con oficiales en actividad o en retiro la mayoria de los cargos públicos. Se propusieron permanecer indefinidamente en el poder, hasta consolidar su proyecto político y socioeconómico y asegurar su continuidad El nombre de "proceso de reorganización nacional", en apariencia modesto, con que se autodenominó el régimen. encerraba en realidad la pretensión de fundar una nueva República, realizando una tarea similar a la Organización Nacional llevada a cabo en el siglo pasado. "El proceso tiene objetivos, pero no plazos", repetía constantemente el presidente NUEVA SOCIEDAD NRO. 82 MARZO-ABRIL 1986, PP. 121-128 de facto Videla. y agregaba: "el proceso se quedará hasta que haya asegurado su descendencia". La junta militar, integrada por los comandantes de las tres armas, asumió el poder absoluto, incluso el constituyente y lo ejerció sin limitaciones de ninguna naturaleza. Pero la caracteristica peculiar -y ominosa-, de la dictadura de las fuerzas armadas residió en la decisión de sus comandos, avalada por la oficialidad superior, de ejecutar un sistema de lucha antisubversiva" al margen de toda prescripción legal y por métodos atroces" 1 . Se concibi6 y se llevó, al decir de la misma Cámara, un verdadero "plan criminal", al servicjo del cual fueron colocados todos los elementos del Estado, El instrumento clave del sistema consistió en detener y hacer desaparecer a millares de disidentes o enemigos potenciales que fueron asesinados clandestinamente luego de salvajes tormentos 2 . Los cadáveres eran incinerados, enterrados anónimamente o arrojados al Río de La Plata y el Océano Atlántico. Al mismo tiempo las autoridades negaban su responsabilidad. Se creó un verdadero Estado terrorista, que al mismo tiempo intentaba presentarse como defensor de los valores y principios de la "civilización occidental y cristiana" de la democracia y de los derechos humanos. El episcopado y el Estado terrorista Las cabezas del episcopado católico - Tortalo, Aramburu, Primatesta-, no podían desconocer los planes de las fuerzas armadas. La noche previa al pronunciamiento dos de los jefes de la conspiración -el general Jorge Videla y el almirante Emilio Massera-, se reunieron con la jerarquía eclesiástica en la sede de la Conferencia Episcopal, ubicada en Paraguay 1867 de la capital federal. El mismo día del golpe de Estado los integrantes de la junta militar - Videla, Massera y Agosti-, mantuvieron una larga sesión con monseñor Adolfo Tortolo, arzobispo de Paraná, vicario castrense y presidente de la Conferencia Episcopal argentina. Este es amigo íntimo de Videla y Agosti, ambos oriundos de la ciudad de Mercedes, provincia de Buenos Aires, donde Tortolo residió muchos años ejerciendo el cargo de vicario de la diócesis. Al día siguiente del golpe de Estado los obispos y el Nuncio apostólico, Pio Laghi comenzaron a recibir pedidos de ayuda ante la ola de torturas, detenciones y desapariciones. No cabe duda que las descripciones que escucharon les permitieron adquirir rápida conciencia -si es que no la tenían-, de la utilización 1 Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional Federal de la Capital Federal, sentencia en la causa seguida a los ex integrantes de las juntas militares. 2 Mignone, Emilio F.: Les déclarations abusives de disparitions, instrument d' une politique. en "Le refus de l'oubli - La politique de disparition forcée de personnes", Berger - Levrault, París, 1982, pp. 151-183. NUEVA SOCIEDAD NRO. 82 MARZO-ABRIL 1986, PP. 121-128 sistemática de métodos violatorios de la dignidad de la persona humana. Sólo tres prelados adoptaron una actitud pública de protesta, Enrique Angelelli obispo de la Rioja, asesinado por las fuerzas armadas, simulando un accidente de tránsito, el 4 de agosto de 1976; Jaime de Nevares, de Neuquén, que se incorporó como presidente honorario de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos; y Miguel Hesayne, de Viedma. Monseñor Jorge Novak, de Quilmes, integrante del Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos, que adoptó la misma posición, fue recién consagrado el 19 de septiembre de 1976. Los más sensibles -Zaspe, de Santa Fe, Devoto, de Goya, Marengo, de Azul, Kemerer, de Posadas, Ponce de León, de San Nicolás, muerto también en un sospechoso accidente automovilístico-, oían con afecto a las familias agredidas y procuraban confortarlas. Algunos realizaban averiguaciones privadas, que concluían siempre con una negativa. Pero la mayoría del numeroso episcopado, que supera el número de ochenta miembros entre diocesanos, titulares y auxiliares, se acopló a las explicaciones de los militares, justificando su acción y poniendo en duda los relatos de las víctimas. Los dos cardenales -Juan Carlos Aramburu, arzobispo de Buenos Aires y Raúl Primatesta, arzobispo de Córdoba y Tortolo, presidente de la Conferencia Episcopal, cerraron sus puertas a las víctimas. Su actitud fue de adhesión a la dictadura militar, que a cada paso se declaraba "cristiana", a la que consideraban indispensable para defender al país del comunismo. La primera carta pastoral de la Conferencia Episcopal argentina, posterior al golpe de Estado, sus cripta el 15 de mayo de 1976, pone de manifiesto esa actitud Los obispos se ven obligados a indicar, en términos generales, la ilegitimidad de los secuestros y asesinatos, pero no señalan a los responsables -a quienes conocen- y se esfuerzan por establecer atenuantes y justificaciones con respecto al régimen militar. "Hay hechos que son más que un error: son un pecado -expresa el documento-, los condenamos sin matices, sea quien fuere su autor. ... es el asesinar, con secuestro previo o sin él y cualquiera sea el bando del asesinado ... Pero hay que recordar que seria fácil errar con buena voluntad contra el bien común si se pretendieran. .. que los organismos de seguridad actuaran con pureza química de tiempo de paz, mientras corre sangre cada día; que se arreglaran desórdenes cuya profundidad todos conocemos, sin aceptar los cortes drásticos que la situación exige; o no aceptar el sacrificio en aras del bien común de aquella cuota de libertad que la coyuntura pide; o que se buscara con pretendidas razones evangélicas implantar soluciones marxistas". Estas generalidades, escritas en tiempo condicional y plagadas de mitigaciones compensatorias, que suenan a pedido de disculpa, se publicaban en medio del terror desatado por el régimen, cuando diariamente se producian centenares de NUEVA SOCIEDAD NRO. 82 MARZO-ABRIL 1986, PP. 121-128 secuestros, torturas y asesinatos ejecutados por agentes de las fuerzas armadas y de seguridad Los obispos firmantes de la pastoral no podían ignorarlo. A esa altura de los acontencimientos estaban advertidos que las gestiones privadas y personales a nada conducían. Si en ese momento la Conferencia Episcopal argentina hubiera reaccionado con energía, señalando de manera directa a los responsables y condenando al régimen, se hubieran salvado decenas de miles de vidas. La impensable imagen del cardenal Aramburu utilizando el púlpito de la Catedral metropolitana para denunciar el crimen, pudo haber detenido el genocidio. Esta es la gravísima responsabilidad ante Dios, ante el pueblo cristiano, ante la nación, ante la humanidad, del episcopado católico argentino. Se podrá objetar que no es justo responsabilizar al episcopado de lo ocurrido cuando otros sectores de la sociedad -sin hablar de los cómplices-, igualmente importantes, como la dirigencia política y gremial, también callaron. No intento defenderlos y en otra ocasión corresponderá su análisis. Pero importa señalar, con toda claridad, que en las circunstancias en que se dio el golpe de Estado del 24 de marzo de 1976, sólo la jerarquía católica estaba en condiciones de ejercer una influencia decisiva. El régimen militar pretendía fundar su acción en la defensa de los valores cristianos y no hubiera podido soportar una critica abierta de los obispos. El vicario castrense Por las razones que explicaré más adelante, los obispos argentinos se encuentran más cómodos con una dictadura que con un régimen democrático. En este caso la identificación de algunos sectores del episcopado llegó al extremo de proporcionar fundamentos doctrinarios, no sólo al sistema político en si, sino a los métodos represivos adoptados. Esta tarea estuvo a cargo del vicariato castrense, cuya titularidad ejercía en 1976 monseñor Adolfo Tortolo. Este, según me ha referido un obispo, llegó a defender, en las asambleas episcopales, la legitimidad de la tortura, con argumentos de teólogos medievales y contra la doctrina explícita enseñada por los últimos papas, en particular Paulo VI. El vicariato es consecuencia de un acuerdo formalizado entre la Santa Sede y el gobierno de facto del general Aramburu, el 28 de junio de 1957. Consiste en la designación de un obispo, con el cargo de vicario castrense, bajo cuya jurisdicción espiritual se encuentran los miembros de las fuerzas armadas y sus familias. De él dependen los denominados capellanes militares. NUEVA SOCIEDAD NRO. 82 MARZO-ABRIL 1986, PP. 121-128 Estos sacerdotes, encabezados por el vicario del ejército monseñor Victoria Bonamin, justificaron los métodos de la represión, incluso la tortura y las ejecuciones clandestinas de prisioneros. Cuando teníamos problemas de conciencia, ha manifestado el almirante Zariategui, acudíamos a nuestros asesores espirituales y estos nos tranquilizaban. Los documentos a este respecto son abundantes, pero su mención excede los límites del presente artículo. Los condicionamientos históricos ¿ Cuáles son las razones que dplican esta actitud del episcopado católico argentino, contradictoria con el actual contexto doctrinario de la Iglesia católica? La pregunta es particularmente interesante por la diferencia con la posición adoptada por otros episcopados latinoamericanos -el chileno, el brasileño, el paraguayo- en situaciones similares y aun menos graves. La primera explicación hay que buscarla en el condicionamiento histórico. Como es conocido la Santa Sede, por una serie de bulas iniciadas por la Universalis Ecclesiae de Julio 11, en 1508, entregó a la monarquía española el patronato sobre la Iglesia católica en Indias. En virtud de esta concesión el rey de España disponía del derecho de presentar los obispos para su consagración por el sumo pontífice, cobraba el diezmo, autorizaba la instalación de órdenes religiosas, parroquias, etc. El patronato fue mantenido por la Constitución Nacional de 1853, que rige actualmente, junto con otras normas que resultan contradictorias con los principios de la libertad de cultos y el pluralismo, aceptados por la Santa Sede en multitud de concordatos. Si bien el catolicismo no es religión del Estado, éste "sostiene el culto católico, apostólico, romano". (art. 2o.). En la práctica el presupuesto de culto está limitado a sufragar los gastos de los obispados. Tradicionalmente esta erogación poseía la forma de un subsidio, pero la dictadura militar lo convirtió en un sueldo para cada obispo, equivalente al 85% de la remuneración de los jueces penales. Según mi información, tres obispos han rechazado esta asignación, pero ignoro sus nombres. A ello se agrega un sistema de becas para los alumnos de los seminarios diocesanos, que el régimen castrense convirtió en una designación similar a la de un empleado administrativo. El sistema de presentación de obispos al papa por el presidente de la nación, eligiendo el candidato de una tema propuesta por el senado (art 86, inciso 8) subsistió hasta el año 1966, en que se firmó un acuerdo con la Santa Sede, eliminando esa atribución. Quedó igualmente suprimida la facultad del primer magistrado de otorgar el pase o retener las bulas y otros documentos de la Silla Apostólica. Pero sigue en vigencia el artículo 76 que impone que el Presidente de la República pertenezca a la religión católica, apostólica y romana. NUEVA SOCIEDAD NRO. 82 MARZO-ABRIL 1986, PP. 121-128 Surge de lo expuesto una tradición de subordinación de la Iglesia al poder político y una dependencia económica del Estado, que la dictadura militar procuró vigorizar como compensación por la actitud complaciente del episcopado frente a sus desafueros. La diócesis de Buenos Aires fue particular beneficiaria de diversos aportes económicos, entre ellos el cobro de una olvidada indemnización por la utilización de un antiguo predio eclesiático frente a la catedral. En junio de 1978 el equipo sacerdotal de villas de emergencia protestó públicamente por la expulsión violenta de más de 200.000 personas, llevada a cabo por el intendente de la capital federal, brigadier Osvaldo Cacciatore. El cardenal Aramburu. arzobispo de la ciudad, en vez de sumarse a esta denuncia de una grave violación a los derechos del sector más desprotegido de la población, sancionó a los clérigos firmantes del documento, aduciendo que con su actitud obstaculizaban gestiones en trámite ante la municipalidad Los obispos que representaron al episcopado en la reunión de Puebla, apoyaron las posiciones más conservadoras. De acuerdo con la información proporcionada por un observador laico, el doctor Carlos Alberto Floria, en una conferencia en la Universidad de Belgrano, los delegados argentinos sostuvieron que la dictadura militar de su país no aplicaba la doctrina de la seguridad nacional. En otras palabras. El episcopado argentino no ha superado la situación de dependencia del poder político heredada del período colonial, a diferencia de lo ocurrido en Chile y Brasil, donde la Iglesia católica está separada del Estado. La ideología del nacional-catolicismo Pero el problema es más grave que una situación de dependencia histórica y económica. Se trata de una cuestión de formación, de mentalidad En la mayoría de los obispos subsiste la ideología del nacionalcatolicismo, heredada también de España, en virtud de la cual el mantenimiento y el avance de la religión no depende de la evangelización libremente practicada, sino de la existencia de una estructura estatal que la protege. El catolicismo, según esta concepción, forma parte de la nacionalidad y no puede sufrir menoscabo, porque ello significa un ataque a la patria 3 . Obispos y militares coinciden en esta versión trasnochada de la ubicación del cristianismo en la humanidad. Es una concepción antievangélica que ha sido abandonada despues de los pontificados de Juan XXIII y Paulo VI y del Concilio Vaticano II (basta leer la constitución "Sobre la Iglesia y el mundo actual", que 3 Urbina. Fernando: "Contenido de las ideologias del nacional - catolicismo. Sus caracteristicas." en Iglesia y Sociedad en España. 1939 - 1975. Editoria) Popular. Madrid. 1977. pp. 86-106. NUEVA SOCIEDAD NRO. 82 MARZO-ABRIL 1986, PP. 121-128 persiste en Argentina. Como lo señalaba en otras épocas respecto a la Iglesia española Enrique Tierno Galván, el episcopado argentino tiene influencia oficial y política pero no religiosa. Frente a cualquier dificultad acude al Estado en busca de defensa, en vez de ejercitar su legítimo derecho de instruir a los fieles y lograr su adhesión libre y voluntaria. A lo expuesto se suman circunstancias conyunturales. La decidida acción de la Iglesia en Chile, donde existe un fuerte grupo de obispos conservadores, se debió en gran medida a la fuerte personalidad del cardenal Silva Henríquez, arzobispo de Santiago. Tan es así que la conocida Vicaria de la Solidaridad, que ha jugado un papel descollante en la defensa de los derechos humanos, es una dependencia de la diócesis santiaguina y no del episcopado nacional, donde hubiera encontrado dificultades. En Brasil, con sectores episcopales igualmente reaccionarios, ha predominado el sector progresista encabezado por obispos con sedes importantes como el cardenal Evaristo Arns, don Helder Cámara y los hermanos Lorscheider. La Iglesia argentina, en cambio, padece de un episcopado con líderes de una notoria ignorancia teológica, mediocres y débiles, meros burócratas que viven aislados de las vivencias intelectuales del mundo contemporáneo. La actitud por ellos expresada obtuvo la adhesión de la mayoría compuesta por obispos de provincia formados en la ideología antes mencionada. Cuando monseñor Nevares propuso en una asamblea episcopal la creación de un órgano eclesial destinado a la defensa de los derechos humanos conculcados, la moción fue rechazada por gran mayoría. Su acción quedó entonces reducida a su lejana diócecis de Neuquén. El episcopado argentino, conscientemente, dio la espalda a los más pobres y desprotegidos de sus hermanos: los detenidos -desaparecidos, que murieron en total abandono, como Cristo en la cruz. Recordemos el grito de angustia que nos trasmiten Marcos y Mateo: "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?". Desde una perspectiva cristiana -que es la del autor- puede afirmarse que el episcopado católico argentino optó por la adhesión al poder político, con abandono del deber de prestar el testimonio evangelico que su misión le impone. Presionado por las denuncias de las víctimas, el episcopado emitió en 1977 documentos doctrinarios donde expone, con dudas, los hechos -sin señalar a los responsables-, y reseña la doctrina cristiana en defensa de la dignidad de la persona humana 4 . Pero por su carácter genérico, en la mayoria de los casos o secreto, en otros, estas presentaciones en nada modificaron la situación. La irritación de la dictadura se diluyó en algunos almuerzos del comité ejecutivo de la Conferencia Episcopal con el general Videla y nada pasó. 4 Conferencia Episcopal Argentina: Documentos del Episcopado Argentino - 1965-1981. Editorial Claretiana, Buenos Aires 1982. 489 pp; La Iglesia y los derechos humanos. Conferencia Episcopal Argentina. Buenos Aires 1984. 65 pags.

 NUEVA SOCIEDAD NRO. 82 MARZO-ABRIL 1986, PP. 121-128 El episcopado creyó haber cumplido de esta manera con la incómoda obligación que le exigía parte de la sociedad y se detuvo. Las desapariciones, las torturas y los asesinatos siguieron. La voz del episcopado sólo volvió a oirse para apoyar el llamado documento final de la junta militar del 28 de abril de 1983, que mereció condenas de todos los ángulos, incluso del Vaticano 5 . La Iglesia y la democracia La reapertura democrática argentina plantea a la Iglesia argentina un desafio. Este es el tema de un lúcido editorial, mal recibido en el episcopado, de la revista católica Criterio. Es evídente que la mayoria de los prelados vivían más cómodos con el régimen dictatorial, autoproclamado cristiano, que con una democracia pluralista como la actual, pese a su moderación. La concepción del nacional catolicismo ha vuelto a resurgir, junto con gritos de alarma, en temas como el de la pornografia, el divorcio o el anuncio de la exhibición de la película "Je vous salue Marie". Los obispos, en vez de confiar en la adhesión de los fieen un país de mayória católica, recurren al Estado. Cabe recordar a este aspecto que Argentina es uno de los pocos países, junto con Andorra, Malta, Irlanda y Paraguay, que no admite el divorcio víncular. En el tema de los derechos humanos se han escuchado voces de autocrítica dentro del episcopado, pero parten de obispos periféricos: de Navares, Hesayne, Novak, Laguna. La Conferencia Episcopal y sus máximas autoridades no admiten la menor censura en su actuación. Por el contrario, en las últimas designaciones, como la de monseñor Antonio Quarracino, presidente del CELAM, en la sede arzobispal de La Plata, la línea conservadora y promilitar se reafirma. Cabe esperar, sin embargo, como concluye el editorialista de Criterio, que el debate iniciado "quizá revele que en la Argentina a lo mejor también existe una Iglesia secreta que aún no ha manifestado plenamente su vitalidad"6 . 5 La Nación. Buenos Aires. viernes 6 de mayo de 1983. 6 Criterio. Buenos Aires. número 1947. 11 de julio de 1985. p. 329.