viernes, 4 de diciembre de 2015

REPRESIÓN A LAS IGLESIA CRISTIANAS EN CUBA


AYER (3 de Diciembre) A LAS  3:30 pm LLEGÓ DE PLANIFICACIÓN FÍSICA (EN
CAMAGÜEY) UNA ORDEN DE QUE EL ESTADO VA A DEMOLERNOS LA IGLESIA PORQUE
NOSOTROS EN LOS 7 DÍAS QUE NOS DIERON  DECIDIMOS NO HACERLO.


PEDIMOS A LA COMUNIDAD CRISTIANA Y TODOS LOS FACTORES SOCIALES SU ORACIÓN A
DIOS Y APOYO INMEDIATO.

APÓSTOL BERNARDO DE QUESADA

SAQUEN ESTA NOTICIA URGENTE X TODAS LAS REDES SOCIALES Y ACTIVEN TODO.

LAS TINIEBLAS NO TRIUNFARÁN Y ESTAMOS BAJO INMUNIDAD DEL ETERNO.

NADA IMPEDIRÁ EVENTO SOBRENATURAL 16-18 EN VERSALLES. CAMAGÜEY.

NUESTROS TELÉFONOS CASA: 32-213034 Y CEL.5-293-1429 Y 5-313-5111.

bernardo65@nauta.cu y maifd.revistadigital@nauta.cu

BERNARDO Y DÁMARIS DE QUESADA

CALLE 4ta VERSALLES. CAMAGÜEY. CUBA


DIOS LES BENDIGA


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Email: yiorvis2013@gmail.com

TRAMPAS PARA HOMBRES



Por Pr Manuel A Morejón Soler -El Vedado, La Habana, diciembre de 2015

El concepto
Trampa es una trama  prevista para dañar, capturar o detectar a alguien. Las trampas pueden ser objetos físicos, como jaulas, acertijos o adivinanzas.
Frecuentemente suele usarse la expresión "hacer trampa" cuando se comete algún acto fraudulento, principalmente en los procesos eleccionarios o en los  juegos, con el fin de obtener provechos.

“Ponen trampas, atrapan hombres”
Por lo menos, en la Biblia, esta oración  fue expresada de forma idéntica por dos autores diferentes: primeramente por el profeta Jeremías (627-575 a.C):

"Porque en mi pueblo se encuentran impíos que vigilan como cazadores al acecho; ponen trampas, atrapan hombres. Como una jaula llena de pájaros, así están sus casas llenas de engaño; por eso se engrandecieron y se enriquecieron.
Han engordado y se han puesto lustrosos. También sobrepasan en obras de maldad; no defienden la causa, la causa del huérfano, para que prospere, ni defienden los derechos del pobre. “ (Jeremías 5:26-28)

Posteriormente, el rey David (1040 y 970 a. C), la expresó idénticamente en uno de sus Salmos. Lo que hace que ambas profecías fueran expresadas en un espacio de tiempo, no menor a 395 años.
“Los que buscan mi vida me tienden lazos; los que procuran mi mal hablan de mi destrucción, y traman traición todo el día. Mas yo como el sordo no oigo, soy como el mudo que no abre la boca. Sí, soy como el hombre que no oye y en cuya boca no hay réplica.
Porque en ti espero. ¡Oh Señor! tú responderás, ¡Señor, Dios mío!
"Porque en mi pueblo se encuentran impíos que vigilan como cazadores al acecho; ponen trampas, atrapan hombres.
(Salmo 38:12-15)

Los gobernantes que agradan a Dios, tratan a su pueblo con justicia y se ocupan de mejorar la situación de los pobres, pero en la época de Jeremías y del rey David, tanto gobernantes como muchos sacerdotes trataban injustamente a los indefensos para que no prosperaran y tampoco se respetaban sus derechos, pero lo peor era que a los que se oponían a las fechorías de los poderosos, se les tendían trampas para criminalizarlos.

Actualmente los gobernantes cubanos no saben qué hacer o decir al pueblo, porque la única preocupación que tienen es la de perpetuase en el poder a cualquier precio y esta reacción anula toda preocupación por los necesitados. La persona afligida no necesita discursos largos, ni arengas, ni vanas esperanzas. Necesita la presión de una mano amiga y de la compañía de un corazón comprensivo; necesita un salario decoroso, abrigarse en  invierno y un lugar donde cobijarse. Pero tristemente hoy también existen, los que están al acecho de oportunidades políticas para seguir enriqueciéndose e inescrupulosamente ponen trampas para atrapar a los hombres que puedan estorbar sus mezquinos propósitos.

"¿No he de castigar por esto? De una nación como ésta ¿no he de vengarme?" -declara el Señor. (Jeremías 5:29)

@AlianzaCristian





Estudio bíblico sobre David


Hijo de Jessé, su genealogía, Rut 4:22; 1 Crónicas 2; Mateo 1.
Ungido por Samuel,1 Samuel 16:1; 1 Crónicas 11:3.
Ministra alabanza delante de Saúl,1 Samuel 16:19.
Su celo y su fe,1 Samuel 17:26, 34.
Mata a Goliat, 1 Samuel 17:49.
Al principio honrado por Saúl, 1 Samuel 18.
Perseguido por Saúl, 1 Samuel 18:8, 28; 19; 20.
Amado por Jonatán, 1 Samuel 18:1; 19:2; 20; 23:16, y de Micol, 1
Samuel 18:28; 19:11.
Vence otra vez a los filisteos,1 Samuel 18:27; 19:8.
Huye a Najot, 1 Samuel 19:18.
Come del pan santo, 1 Samuel 21; Salmo 52; Mateo 12:4.
Huye a Get y se finge loco, 1 Samuel 21:10; Salmo34; 56.
Mora en la cueva de Odollam, 1 Samuel 22; Salmo 63; 142.
escapa del perseguimiento de Saúl, 1 Samuel 24:4; 26:5.
Su saña contra Nabal apaciguada, 1 Samuel 25:21.
Habita en Siceleg, 1 Samuel 27.
Despedido del ejército por Aquís, 1 Samuel 29:9.
Castiga a los amalecitas, 1 Samuel 30; 2 Samuel 1.
Lamenta a Saúl y Jonatán, 2 Samuel 1:17.
Llega a ser rey de Judá,2 Samuel 2:4.
Forma una alianza con Abner, 2 Samuel 3:13.
Lamenta su muerte, 2 Samuel 3:31.
Venga el asesinato de Is-boset, 2 Samuel 4:9.
Llega a ser rey de todo Israel, 2 Samuel 5:3; 1 Crónicas 11.
Sus victorias, 2 Samuel 5; 8; 10; 12:29; 21:15; 1 Crónicas 18-20; Salmo 60.
Lleva el arca a Sión, 2 Samuel 6; 1 Crónicas 13; 15.
sus salmos en acción de gracias, 2 Samuel 22; 1 Crónicas 16:7; Salmo 18;
103; 105. Véase Salmos.
Reprende a Micol por haber mirado con menosprecio su júbilo religioso, 2
Samuel 6:21;1 Crónicas 15:29.
Dios le prohibe edificar el templo, 2 Samuel 7:4; 1 Crónicas 17:4.
Las promesas de Dios a David, 2 Samuel 7:11; 1 Crónicas 17:10.
Su oración y acción de gracias, 2 Samuel 7:18; 1 Crónicas 17:16.
Su bondad hacia Mefiboset, 2 Samuel 9.
Su pecado con Betsabé y Urías, 2 Samuel 11; 12.
Su arrepentimiento al reconvenirle Natán, 2 Samuel 12; Salmo 51.
Molestias de familia, 2 Samuel 13; 14.
La conspiración de Absalón contra él, 2 Samuel15; Salmo 3.
Abandonado por Achítofel, 2 Samuel 15:31; 16:17; Salmo 41:9;55:12; 109.
Maldecido por Semei, 2 Samuel 16:5; Salmo 7.
Abastecido por Berzellai y otros, 2 Samuel 17:27.
Lamenta la muerte de Absalom, 2 Samuel 18:33; 19:1.
Vuelve a Jerusalén, 2 Samuel 19:15.
Perdona a Semei, 2 Samuel 19:16.
La conspiración de Seba sofocada, 2 Samuel 20.
Hace justicia a los gabaonitas, 2 Samuel 21.
Sus hombres fuertes, 2 Samuel23:8;1 Crónicas 11:10.
Su ofensa en contra del pueblo, 2 Samuel 24; 1 Crónicas 21.
Provee para el templo,1 Crónicas 22:14; 28; 29.
Sus postreras palabras, 2 Samuel 23.
Regula el servicio del tabernáculo, 1 Crónicas 23-26.
Su exhortación, 1 Crónicas 28.
Nombra a Salomón para que le suceda en el trono, 1 Reyes 1; Salmo 72.
Mandatos a Salomón, 1 Reyes 2; 1 Crónicas 22:6.
Su muerte, 1 Reyes 2;1 Crónicas 29:28.
Progenitor de Cristo, Mateo 1:1; 9:27; 21:9; compárese Salmo 110 con
Mateo 22:41; Lucas 1:32; Juan 7:42; Hechos 2:25;
13:22; Romanos 1:3; 2 Timoteo 2:8; Apocalipsis 5:5; 22:16.

Profecías relacionadas con, Salmo 89; 132; Isaías 9:7; 22:22; 55:3;Jeremías 30:9; Oseas 3:5; Amós 9:11. 

LAS TAREAS DE DESARROLLO DE LOS ADULTOS MAYORES (3ra EDAD)



Por muchos años la literatura sobre el desarrollo humano se centró casi
exclusivamente en la niñez y la adolescencia, con muy poca atención en la
adultez y ninguna en la ancianidad. El ejemplo pionero del sicólogo americano
G. Stanley Hall, quien escribió los primeros trabajos significativos sobre la
adolescencia y la senectud (ancianidad), no fue seguido por sus sucesores.
Felizmente, la situación está cambiando. En años recientes la aparición de
trabajos escolásticos y populares sobre el desarrollo del adulto, ilustra la
reciente atención que se está dando a la sicología de la madurez.
De acuerdo con Neugarten, los primeros estudios sobre la vejez por los
científicos del comportamiento humano, resultaron de la preocupación por las
necesidades no satisfechas de los ancianos. Esto guió a un punto de vista
centrado en los problemas, no muy diferente a la manera en que la práctica de
Freud influenció la perspectiva del sicoanálisis con los neuróticos. Sin embargo,
cuando algunos hallazgos de la investigación comenzaron a multiplicarse y más
ejemplos representativos de la gente mayor fueron estudiados, la gran
diversidad de patrones de la ancianidad exitosa vinieron a ser aparentes.
El Concepto de las Tareas de Desarrollo
Durante la década de 1930 y primeros años de los 40, los educadores estaban
interesados en descubrir cuál era el mejor tiempo para aprender varias
habilidades, tales como leer. Ellos encontraron un paralelo entre el concepto del
“período crítico” en el desarrollo del embrión y la disposición del individuo para
comprometerse con ciertas tareas de aprendizaje.
En la década de los 30 el crecimiento de la gente joven frecuentemente se
comparó con el de una planta, la cual provista de elementos propios de
nutrición, luz y agua, se desarrolla y lleva fruto. La responsabilidad propia de la
persona por su desarrollo no fue enfatizada.
Un modelo de desarrollo más sofisticado apareció con el concepto de la “tarea
de desarrollo”. De acuerdo con Robert J. Havighurst, uno de sus mejores
proponentes, las tareas del desarrollo se derivan de tres fuentes: madurez física,
presiones culturales y las aspiraciones y valores del individuo. En su clásica
definición del “momento educable”, Havighurst incorpora las tres fuentes:
“Cuando el cuerpo está maduro, y la sociedad requiere, y el yo está listo para
alcanzar cierta tarea, el momento preciso para enseñarle ha llegado.”
Tareas de Desarrollo en la Edad Madura
Si los niños crecen mental, emocional y socialmente en una secuencia
predecible, razonaron algunos especialistas sobre el comportamiento, ¿por qué
los adultos no pueden hacerlo de la misma manera? Lo que comenzó como el
campo del “desarrollo del niño”, se amplió al “desarrollo humano”. Varias
autoridades han intentado identificar las tareas de desarrollo para esta etapa de
la vida. Lo que sigue es un breve resumen de algunos de sus hallazgos.
Havighurst estuvo entre los primeros que expresaron los asuntos del
crecimiento durante la edad mediana y la edad madura. Aquí están las tareas
sugeridas como centrales al último período de la vida.
1. Ajustes ante el decaimiento de la fuerza y salud físicas.
2. Ajustes ante el retiro e ingresos reducidos.
3. Ajustes ante la muerte de uno de los cónyuges.
4. Establecer una afiliación con un grupo de la edad de uno.
5. Mantener obligaciones cívicas y sociales.
6. Establecer arreglos satisfactorios de vivienda.
Evelyn M. Duvall, quien estudió con Havighurst, aplica a las familias el
concepto de las tareas de desarrollo. Ella escribió un libro de texto sobre la
educación familiar que enseña cómo la familia tiene un ciclo de vida por sí
misma, y cómo se relacionan las tareas de los miembros de la familia. Su lista
de las tareas para las parejas ancianas incluye algunos, pero no todos, los
puntos de Havighurst.
1. Encontrar un hogar satisfactorio para los últimos años.
2. Ajustarse a los ingresos durante el retiro.
3. Establecer rutinas caseras cómodas.
4. Cuidado mutuo como esposo y esposa.
5. Enfrentar pérdidas significantes o viudez.
6. Mantener contacto con los hijos y los nietos.
7. Cuidar de parientes ancianos.
8. Mantener interés en la gente fuera de la familia.
9. Encontrar significado en la vida.
Erik H. Erikson, así como Havighurst, contempló un esquema de retos de
desarrollo para toda la vida. Sin embargo, en vez de una “lista” de tareas, él
buscó definir una tarea principal para cada etapa de la vida. Si uno no ha
“hecho su tarea” para una etapa en particular, podrá continuar trabajando
sobre ello en la próxima etapa, aun cuando esto resulta en complicaciones. Las
tareas son declaradas en términos de tendencias opuestas.
Erikson considera que la tarea esencial durante la vejez es el logro de integridad
personal frente a un sentido de desesperación. Por “integridad” él quiere decir
una aceptación básica de la vida de uno como habiendo sido inevitable,
apropiada y significativa.
El fallar en alcanzar esta tarea es responsable por el miedo a la muerte
(desesperación), y sentimientos de que el tiempo se ha acabado, de que no hay
otra oportunidad para comenzar la vida de nuevo. Por otro lado, el logro de
integridad produce la “virtud” de sabiduría, la cual Erikson define como “la
separada pero todavía activa preocupación con la vida frente a la muerte
misma”.
En el pensamiento de Erikson, hay una importante conexión entre la octava y
final etapa de crecimiento y las tareas clave de la etapa predecesora (edad
mediana): productividad frente a estancamiento. Como lo expresa él: “Sólo
quien de alguna manera ha tenido cuidado de las cosas y personas, y se ha
adaptado a sí mismo a los triunfos y desencantos adherentes de ser originador
de otros o el generador de productos e ideas ¾sólo él puede gradualmente
cosechar el fruto de estas siete etapas. Yo no conozco mejor palabra para ello
que integridad.”
Robert C. Peck ha hecho notar que las ocho etapas de Erikson resumen todas
las crisis sicológicas de los últimos cuarenta a cincuenta años de vida. Siguiendo
el patrón de Erikson sobre las tendencias opuestas, él se propuso definir tres
tareas para la vejez.
1. Diferenciación del ego frente a preocupación por el papel de trabajo.
Cuando el último hijo sale de la casa, los padres deben encontrar un reemplazo
para la paternidad como base para sí mismos. De igual manera, el retiro
requiere que los individuos se definan a sí mismos en otras maneras, distintas a
las de sus papeles tradicionales de trabajo.
2. Trascendencia del cuerpo frente a preocupación por el cuerpo. En el
transcurso de la vejez normal, todos confrontamos algo de limitaciones físicas.
Peck pregunta si acaso nosotros permitiremos que los cambios físicos
asociados con la vejez dominen nuestras vidas, o si nosotros aún podremos
encontrar reto y satisfacción en actividades mentales creativas y relaciones
humanas.
3. Trascendencia del ego frente a preocupación del ego. La vejez trae consigo
la certeza de la muerte. Según Peck, se debe escoger entre una resignación
pasiva a lo inevitable por un lado, y un esfuerzo profundo y activo para hacer la
vida mejor para quienes vienen después de uno, por el otro lado.
La siguiente tabla presenta un vistazo simplificado de las perspectivas de las
autoridades citadas antes. Mientras que los términos pueden variar, hay mucho
en lo cual concuerdan. Algo de consenso emerge. Tres de las cuatro fuentes
identifican los asuntos del estado de salud, retiro y significado de la vida como
las tareas claves.

Tareas de Desarrollo para los Adultos Mayores
1. Ajustes al decaimiento de salud y fuerza física
2. Ajustes al retiro e ingresos reducidos
3. Ajustes a la muerte del cónyuge
4. Afiliación con un grupo de la edad de uno
5. Cumplir responsabilidades cívicas y sociales
6. Establecer arreglos satisfactorios de vivienda
7. Encontrar significado en la vida frente a la muerte
8. Cuidado mutuo entre la esposa y el esposo
9. Mantener contacto con los hijos y los nietos
10. Cuidar a parientes ancianos

Tareas de Desarrollo y Cuidado Pastoral
¿Cuál es la pertinencia de estas tareas de desarrollo para el cuidado pastoral?
La perspectiva de desarrollo informa y realza el cuidado pastoral en tres
maneras:
(1) amplía nuestro entendimiento del proceso del envejecimiento;
(2) identifica necesidades específicas del crecimiento de los individuos;
(3) sugiere un foco central para el proceso de cuidar.
Una manera en la cual la perspectiva del desarrollo instruye y acrecienta el
cuidado pastoral es por medio de descubrir las varias fases de la vejez. Muy
frecuentemente, la última etapa de la vida se ve en una sola dimensión ¾la
dimensión de la decadencia física. Un antiguo ejemplo de esta fase de la vejez
es dada por el “filósofo” de Eclesiastés en estas palabras:
Cuando temblarán los guardas de la casa, y se encorvarán los hombres
fuertes, y cesarán las muelas porque han disminuido, y se oscurecerán
los que miran por las ventanas; y las puertas de afuera se cerrarán, por
lo bajo del ruido de la muela; cuando se levantará a la voz del ave, y
todas las hijas del canto serán abatidas; cuando también temerán de lo
que es alto, y habrá terrores en el camino; y florecerá el almendro, y la
langosta será una carga, y se perderá el apetito… (<211203>Eclesiastés
12:3-5a.).
El espectro de las tareas de desarrollo hace claro que tratar con las inevitables
limitaciones físicas no es, de ninguna manera, el único reto en la última parte de
la vida. Puede ser el más obvio, pero eso no lo hace ser el más importante.
Note que de las diez tareas enlistadas en la tabla, por lo menos seis (números
3, 4, 5, 8, 9, 10) requieren que uno se relacione con otras personas en alguna
manera. La matriz social del envejecimiento es obviamente importante.
Una segunda manera en la cual una estrategia para el desarrollo apoya el
cuidado pastoral es proveyendo un marco para diagnóstico. Un repaso a las
tareas comunes del desarrollo puede indicar los puntos de crecimiento
específicos de una persona en particular durante un tiempo particular. El
cuidado puede, entonces, proceder con un claro sentido de dirección.
Una tercera manera en la cual el entendimiento del desarrollo realza el cuidado
pastoral es sugiriendo un foco central para el proceso del cuidado. Por
ejemplo: Si seguimos el esquema de Erikson, tomamos como meta primaria de
nuestro cuidado el animar a las personas en la búsqueda de significado
(integridad del ego). Esto significa apoyar a las personas que se confrontan con
sus limitaciones, que celebren el gozo y la sabiduría que han almacenado y que
descubren maneras para mantenerse viviendo y creciendo.
Ofrecer cuidado pastoral es como viajar a la par de otro ser humano. Nosotros
no necesitamos previas experiencias personales de cada uno de los cruces del
camino para saber a donde nos dirigimos. Podemos tener ambas: la confianza
de una dirección conocida y la estimulación de maravillosas sorpresas a través
del camino.
Erikson nos recuerda que la vejez es una experiencia espiritual. Es espiritual en
términos de los temas envueltos y su significado potencial para el individuo. La
vejez es nuestra última oportunidad en esta vida para llegar a ser la persona que
Dios intentó que fuéramos.
La espiritualidad del envejecimiento no es un regalo místico que arriba
juntamente con la asistencia social cuando uno llega a la edad del retiro. Es muy
cierto que no todos los adultos mayores tienen un punto de vista explícitamente
religioso sobre la vida. Algunos estudios sobre el interés religioso de la gente
adulta, o de su participación en actividades religiosas (por ejemplo: asistencia a
las reuniones de la iglesia) no son pruebas convincentes de lo intrínseco de la
espiritualidad del envejecimiento.
Sin embargo, la vejez trae consigo la potencialidad del crecimiento espiritual.
Sea que este potencial se realice o no depende de varios factores. Uno de
estos factores es el estilo de vida y el sistema de valores del individuo. Algunas
personas intuitivamente buscan continuidad entre su herencia personal y la
situación presente, y se acercan al recurso de la fe. Otros podrán permanecer
tan abstraídos a las dimensiones espirituales de la vida como siempre han sido.
El cuidado pastoral efectivo puede ser otro factor que determine si acaso el
crecimiento potencial en la vejez se actualiza en una persona dada. En efecto, la
meta del cuidado pastoral es retar a los adultos mayores a descubrir las
posibilidades de crecimiento ante ellos, sostenerlos e inspirarlos a través de los
recursos de su fe. El resto del capítulo explora el proceso de cuidar a los
adultos mayores.

CUIDADO PASTORAL CON LOS ADULTOS MAYORES
¿Cómo puede ofrecerse efectivamente cuidado pastoral a los ancianos a la luz
de las perspectivas de desarrollo? Esa es la pregunta a ser explorada. La
discusión que sigue da atención tanto a la práctica del cuidado pastoral como a
las suposiciones que pueden guiarla y corregirla.
Suposiciones Guiadoras
Nosotros traemos ciertas suposiciones acerca de la tarea a cualquier ministerio:
sobre lo que ella envuelve y sobre nosotros. Por lo mismo, antes de proceder a
la práctica actual, debemos tratar de poner en palabras ciertos principios que
hacen más efectiva la tarea.
1. Los que proveen cuidado deben enfrentarse con su propio
envejecimiento.¾Para que el cuidado pastoral sea efectivo, el agente, pastor
o laico, debe ser emocionalmente accesible a la persona a quien está cuidando.
En el contexto de los ancianos, esto significa que los que proveen cuidado
deben haber dado un vistazo a sus sentimientos acerca de su propio
envejecimiento. Descuidar esto es arriesgarse hacia la superficialidad.
Por ejemplo, algunas autoridades sugieren que el miedo a la muerte es
virtualmente universal, y que nosotros tendemos a lidiar con él por medio de
varias estrategias mentales de las cuales la principal es la negación. Por lo
mismo, porque los ancianos nos recuerdan el fin último de nuestra vida,
pudiéramos inclinarnos a un patrón de evasión.
Nosotros podemos evitar la amenaza del envejecimiento en dos direcciones.
Por un lado, podemos idealizar la vejez enfatizando sus recompensas y
bendiciones, pero ignorando sus dolores y luchas. Esto, frecuentemente, resulta
en un acercamiento superficial al ministerio en el cual se da mayor atención a la
actividad por el simple hecho de hacerlo, pero la gente no es inspirada a
explorar sus preocupaciones más profundas.
Por otro lado, podemos hacer aparecer la vejez como un “demonio”, viendo
únicamente sus sufrimientos e ignorando sus posibilidades de crecimiento.
Nuestros temores, por lo tanto, pueden hacernos que evitemos envolvernos
con los adultos mayores. De cualquier manera, no se sirve bien a los adultos
mayores.
La importancia de los sentimientos de uno hacia el cuidado pastoral a los
ancianos, me fue aclarado cuando un estudiante en el seminario, con interés
especial en el cuidado pastoral, se inscribió en mi curso: “Ministerio a las
Personas Mayores.” Este estudiante compartió conmigo que él se había inscrito
en el curso debido al temor que tenía de la gente anciana. El trazó este temor
hasta su niñez porque uno de sus abuelos que vivió en su hogar, hizo miserable
su vida y la de sus padres.
A sugerencia mía, él llegó a ser un capellán voluntario en un asilo de ancianos.
Según comenzó a reconocer su renuencia para relacionarse con los ancianos,
su actitud comenzó a cambiar. El llegó a interesarse bastante por una anciana
que por mucho tiempo no había hablado en aquel lugar. Un día, mientras él la
visitaba, ¡ella abrió sus ojos y le habló! Este fue su punto de retorno. Después
de graduar del seminario, él decidió prepararse para una carrera de tiempo
completo en el ministerio a los adultos mayores.
2. Cuidar “con” es mejor que cuidar “por”.¾Una preposición es una
palabra pequeña, pero a veces hay una gran diferencia en el significado. Cuidar
“por” implica que el recipiente del cuidado es, de alguna manera, dependiente.
En contraste, cuidar “con” lleva la connotación de un sentido de camaradería y
mutualidad. El concepto de cuidar “con” enfatiza la importancia de ver a los
adultos mayores como siendo capaces de autodirección, tomar decisiones y
cuidar de otros. Cuando se cuida “con”, se apoya la autonomía y la dignidad de
las personas.
La noción de cuidar “por” puede inconscientemente confirmar la pobre imagen
de algunos adultos mayores. Algunos suponen que cuando la persona llega a la
edad del retiro, debe retraerse de la “vida activa” y dejar que los más jóvenes
“se hagan cargo” de las cosas. Cuando cuidamos “por”, podemos animar a la
pasividad y no envolvimiento.
Una buena indicación sobre si acaso estamos cuidando “con” o “por” la gente
anciana, es el grado de participación que los adultos mayores tienen en planear
y ejecutar los ministerios de la iglesia para con los ancianos. Buscar la sabiduría
de los miembros ancianos de la iglesia al planear los programas de la misma, les
dice a ellos que aún se les necesita.
3. El cuidado a los ancianos debe envolver a toda la familia.¾Janet había
estado esperando la fecha de su retiro desde hacía algún tiempo. Después de
una larga carrera, ella había deseado un poco de libertad para viajar, visitar
amigos y gozar de un poco más de tiempo libre. Su mamá también había estado
esperando el retiro de Janet, pero por razones diferentes. Ella había estado
viviendo sola en su casa de campo desde que su esposo muriera años atrás,
pero ahora estaba muy débil para continuar sin ninguna ayuda.
Frente a las necesidades de su madre, Janet sintió que no tenía otra solución
sino aplazar sus propios planes. Vendió su casa en la ciudad y se mudó otra
vez a “casa”. La madre esperaba la atención total de Janet. Janet confesó lo
siguiente a su pastor: “Yo amo a mi madre, pero estoy frustrada, enojada y
deprimida. Si trato de hacer de la casa de campo mi hogar, mi madre se opone;
aún así, ¡ella insiste en que yo esté allí todo el tiempo!”
Aquí tenemos un ejemplo de la vida real sobre la importancia de subrayar que,
al cuidar de los ancianos, debemos tomar en cuenta toda la familia y no sólo al
anciano aisladamente. En esta situación, las necesidades de la hija estaban en
conflicto con las de su madre. El cuidado pastoral en esta situación, tendría que
tomar en cuenta las necesidades de ambas.
El dilema de Janet es una creciente preocupación muy común entre los adultos
que apenas están llegando a la edad de su retiro: cómo mantener su propia vida
y salud mientras sostienen a sus padres ancianos. Varios factores subrayan la
importancia de temas familiares relacionados con el cuidado a los ancianos.
La mayoría de los ancianos tienen familias que cuidan de ellos y con quienes
tienen comunicación bastante frecuente. El mito de que la mayoría de los
ancianos son descuidados por sus hijos ha sido desmentido por un buen
número de estudios.
Algunos ancianos están sin hijos y necesitan su substituto. Apoyo emocional
puede ser provisto por los amigos, otros familiares y por la iglesia.
El papel de cuidar a los padres ancianos es más frecuentemente asignado a las
mujeres. En este tiempo cuando muchas mujeres trabajan fuera de su casa, es
posible que se sientan severamente sobrecargadas con esto, ya que ellas aun
pueden tener hijos adolescentes en el hogar. El cuidado efectivo debe ser
sensitivo al impacto de la vejez sobre toda la estructura de la familia.
4. Cuidar incluye movilizar los recursos disponibles.¾Arnoldo había estado
viudo desde hacía doce años, antes de que se le desarrollara una enfermedad
incurable en el cerebro. El no tenía hijos, pero sus amigos se preocuparon por
él. Al principio, cuando sus limitaciones eran mínimas, ellos lo mantuvieron
ocupado en cosas, llevándolo al trabajo y asignándole tareas de rutina que él
todavía podía hacer.
Sin embargo, vino un tiempo cuando fue necesario que él se retirara debido a
su incapacidad. Aún así, sus amigos estuvieron junto a él. Uno de ellos venía a
su casa cada semana para ayudarle a pagar sus deudas. A veces, otro lo
llevaba a comer a algún lugar. Un tercero lo llevaba al barbero cuando era
necesario.
Por cerca de un año Arnoldo fue capaz de permanecer en su propia casa,
gracias a los esfuerzos heróicos de su “familia”, junto con la ayuda de algunas
instituciones sociales y una persona pagada para que lo acompañara. Las
necesidades de Arnoldo eran tan grandes y variadas que ninguna persona y
agencia social sola podía satisfacerlas todas. Cuidar de Arnoldo requirió de un
esfuerzo en equipo.
Cuidar de los ancianos generalmente es más efectivo cuando se hace como un
esfuerzo en equipo, en vez de tomarlo como una carga personal. Si usted se
siente abrumado por las necesidades de un anciano, considere la posibilidad de
solicitar la ayuda de otros: familia, amigos, agencias comunitarias. Busque las
agencias de servicio social en su comunidad (o país) para saber con qué ayudas
cuenta.
Mientras vemos la práctica del cuidado pastoral, tendremos ocasión para
referirnos a estas suposiciones guiadoras.
La Práctica del Cuidado Pastoral
La vejez puede extenderse por treinta o más años, haciéndolo uno de los
períodos más largos en la vida de uno. Así como nosotros entendemos las
necesidades de los adolescentes, como siendo diferentes a las de los bebés, de
la misma manera entendemos que dentro de los años de la vejez hay una
diversidad de necesidades. Los gerontólogos sugieren que las necesidades en la
vida de la persona recién retirada, difieren grandemente de los octagenarios.
Manteniéndonos en el esquema general de este libro, veremos primero el
cuidado pastoral a los ancianos más “jóvenes”.
1. Habilitación y Reto: Cuidado a los Ancianos “Jóvenes”.¾Los temas
principales en el cuidado pastoral a los ancianos “jóvenes” son habilitación y
reto. Por “habilitación” se quiere señalar el esfuerzo del pastor en abrir las
puertas para su continua participación, tanto en la iglesia como en la
comunidad. Por “reto” se señala a los esfuerzos del pastor para estimular el
crecimiento personal y el desarrollo de las personas.
El retiro del trabajo es uno de los más significativos, pero todavía ambiguos,
pasajes en el ciclo de la vida. Muchas personas esperan este tiempo como
recompensa a una larga vida de duro trabajo. Al mismo tiempo, pueden temer
su connotación de “ser puestos en el estante”.
Nosotros no tenemos una ceremonia para esta pasaje, excepto la “cena de
retiro”, y nunca se ha tenido ni eso para las mujeres cuyas carreras son de
madre y ama de casa. John Westerhoff y William Willimon han ofrecido
sugerencias valiosas para un servicio de adoración para reconocer a quienes se
retiran. Tal servicio busca interpretar este evento a la luz del evangelio, afirmar
la continua personalidad de quienes se retiran y dramatizar los retos y
oportunidades de su nueva vida. Sin embargo, hasta que la iglesia haya guiado
a la gente a confrontar los cambios significativos en sus vidas desde la
perspectiva de la fe, simplemente tener servicios de reconocimiento no será de
mucho significado.
Cuando el individuo tiene algo que decir sobre el comienzo actual del retiro,
tiene algunos recursos financieros asegurados y está razonablemente bien de
salud, la perspectiva pareciera ser una de recibir bien el sentido de libertad.
Afirmar esta libertad y explorar su significado para quien está por retirarse, es
una forma apropiada de habilitarle en esta fase del envejecimiento. Veamos un
ejemplo:
Vivian es una viuda que no tiene hijos. Ella ha sido muy feliz en su carrera con
una empresa nacional. Su esposo había operado su propio negocio. Después
de que él murió, ella continuó con su propio trabajo, se quedó en la misma casa
y se gozó con sus amigos en el templo. Sin embargo, cuando llegó a la edad
para retirarse, ella decidió mudarse a su lugar de procedencia para estar cerca
de sus hermanos.
Para Vivian, el retiro que escogió parece que fue muy bueno. Ella compró un
bonito apartamento con algo de mobiliario nuevo. Su salud es muy buena.
Mantiene contacto con su familia y hace trabajo voluntario. Vivian es típica de
la nueva generación de personas “ancianas jóvenes” y energéticas que tienen
confianza en sí mismas, son útiles y felices.
El cuidado pastoral con personas como Vivian incluiría la afirmación de su
libertad y explorar sus metas para su retiro. El pastor en la comunidad a donde
ella se mudó le pudiera haber ayudado a descubrir maneras en las cuales sus
talentos e intereses podían ser útiles para la iglesia y la comunidad. El pudo
presentarla a aquellos que en la iglesia podían incluirla en actividades. Bien
pudiera haber sido enlistada como un miembro del concilio de los adultos
mayores para ayudar a planear un balanceado programa de estudio bíblico,
educación, recreación y ministerios de alcance.
Los adultos mayores en ciertas profesiones son capaces de manejar su propio
retiro, como un proceso en vez de un evento. Ellos elaboran una reducción
gradual en las demandas, a un paso con el cual ellos se sientan confortables.
Esto les da tanto el deseo de un sentido de libertad como la satisfacción del
trabajo que ellos gozan.
A muchas personas ancianas les gustaría continuar en algún empleo en el cual
pudieran sentirse bien. En este respecto, Alicia ha sido muy afortunada. Ella fue
la mayor en una familia de seis y se crió en el campo. Su padre, un hombre
industrioso que vivió hasta la edad de ochenta y cuatro años, deseaba que
Alicia fuera maestra y le ayudó a ir a la universidad. Ella comenzó a enseñar,
pero abandonó la carrera cuando se casó, para trabajar en el negocio de su
esposo.
A los cuarenta años, Alicia inesperadamente resultó embarazada. Ella y su
esposo siempre habían deseado tener hijos, pero el médico les había dicho que
no podrían lograrlo. Alicia se “retiró” para convertirse en una madre de tiempo
completo de una linda niña. Esta, su tercera “carrera”, duró quince años.
Cuando su hija ya estaba en la escuela secundaria, Alicia compró una pequeña
tienda en la cual se gozó atendiéndola hasta que su esposo murió. Esto fue algo
terrible. Ella vendió la tienda y tomó un tiempo para pensar acerca de su futuro.
Después, al tiempo cuando la mayoría de las personas se retiran, Alicia
encontró un trabajo para los fines de semana en un hospital cercano, como
operadora de teléfono suplente. A los setenta y ocho años, su “trabajo de
retiro” la puso en contacto con la gente, le dio la satisfacción de servir a su
comunidad y, sobre todo, las demandas no son gravosas.
La libertad y el significado del retiro que Vivian y Alicia encontraron no son de
ninguna manera universales. Si la decisión de retirarse es impuesta por
enfermedad o contrato de empleo, puede no ser bien recibida. Puede causar
sentimientos de amargura o incapacidad. Cuando éste es el caso, el cuidado
pastoral puede habilitar a la persona para explorar sus alternativas y
experimentar con un nuevo estilo de vida.
Aun cuando el retiro sea bien recibido, puede haber algunas complicaciones no
anticipadas. El pastor no debe desestimar el significado del cambio de empleo
al retiro. Algunos amigos bien intencionados y aun otros ya retirados, pueden
fallar en apreciar el impacto de los cambios que trae el retiro.
Un “choque de retiro” puede resultar por el sentido de pérdida en una persona
que tiene fuertes ataduras con su trabajo, y que ha encontrado en él un sentido
de propósito e identidad. Personas molestosas en su edad mediana o amigos
más jóvenes, cuya imagen del retiro es una de vacaciones sin fin, pudieran
envidiar la independencia que goza su amigo retirado de los horarios y fechas
límite. Por lo tanto, ellos pueden ignorar los sentimientos mixtos de quien se
retira, expresando lo que asumen en expresiones tales como: “Ahora que tienes
suficiente tiempo en tus manos, ¿por qué no me ayudas con este trabajo
voluntario?” O, “Bueno, estoy seguro de que estás gozando al tener tiempo
para ponerte al día con tu pasatiempo favorito, ¡ahora tú eres tu propio jefe!”
Los penetrantes cambios que el retiro o reubicación traen, son descritos
gráficamente por Sarah-Patton Boyle en su autobiografía titulada: The Desert
Blooms (El Desierto Florece). Ansiosamente, y de manera cándida, ella buscó
tener un nuevo comienzo en su retiro. Se había gozado como ama de casa,
pero después de que su esposo murió y sus hijos habían crecido, decidió
mudarse a otra parte del país para comenzar una nueva vida.
Ella no estaba preparada para el “choque” que la esperaba. Al principio, estuvo
ocupada decorando su apartamento a su gusto y explorando los centros
comerciales, galerías de arte, parques y templos. De pronto se sintió relajada y
liberada.
Sin embargo, después de unos pocos meses, ella hizo un descubrimiento
doloroso: “¡Mi lujoso sentimiento de libertad para hacer lo que deseara y a la
hora que quisiera, se había ido! Lejos de dedicarme a pintar y a escribir como
yo había esperado, me sentí inmovilizada.” Las demandas de presiones
exteriores de las cuales previamente había escapado a través de su escritura, ya
no estaban allí, pero ella enfrentaba una nueva obligación: “el peso de
decisiones insignificantes”.
Para Patty Boyle, era muy natural encontrar ayuda en su iglesia durante esta
crisis. Ella era cristiana desde hacía mucho tiempo. En efecto, encontró amigos
en el compañerismo de la iglesia, incluyendo al pastor y su esposa. Pero a
pesar de la disposición de muchos en la iglesia para ayudarle, ella encontró que
aun allí el dolor de su lucha personal era percibido sólo oscuramente. Su
experiencia enseña claramente que nosotros no podemos asumir que el retiro es
puro gozo. Podrá haber goces en él, pero también hay trabajo duro.
Para las personas como Patty Boyle, la tarea pastoral descansa en afirmar la
libertad del retirado, mientras permanece alerta a la posibilidad de un “choque”
por el retiro. Si su pastor se hubiera dado cuenta qué solitaria se sentía Patty,
probablemente hubiera intervenido más efectivamente en su lucha por construir
una nueva vida. Retar al “anciano joven” para que encuentre nuevas maneras
de cuidar del mundo, de la comunidad y de otras personas, impedirá el
estancamiento, la soledad y la autolástima.
2. Defensa y Apoyo: Cuidado de Ancianos Débiles.¾De todas las personas
arriba de la edad de jubilarse sólo cerca del veinte por ciento dicen tener que
limitar sus actividades debido a problemas de salud. Sin embargo, en algún
punto del proceso del envejecimiento, los problemas de salud fácilmente causan
preocupación. Cuando ellos son suficientemente severos y amenazan la
continuidad del vivir independientemente, la defensa y el apoyo pastoral son
requeridos.
No es nada raro que las personas ancianas aludan a sus preocupaciones de
salud durante una visita pastoral. Tales preocupaciones deben tomarse
seriamente. Si la persona no ha tenido atención médica recientemente, se le
puede sugerir consultar a un médico. Los estudios mencionados anteriormente
sugieren que el pastor debe estar alerta a cualquier discrepancia entre la
evaluación de salud de los ancianos mismos y lo que dice el médico. Algunas
personas restan importancia a problemas serios, mientras que otras dramatizan
los menos problemáticos. El pastor pudiera pedir permiso a la persona para
hablar con su doctor, o puede referirlo a un gerontólogo para una evaluación
clínica, fijar la situación y recibir recomendaciones. Este servicio está disponible
en algunos centros médicos y puede ser de mucha ayuda al tratar con
problemas de salud más complejos y enigmáticos.
La historia de Elena y Humberto ilustra el asunto de apoyo y defensa pastoral.
Cuando Humberto tenía cincuenta y ocho años, y anticipaba su retiro,
compraron varias hectáreas de tierra en las afueras de la ciudad y construyeron
una casa, haciendo ellos mismos la mayoría del trabajo. Esa sería su última
mudanza. Allí fueron muy felices por veinte años.
Con los años, Humberto sufrió un ataque. Aunque estaba alerta mentalmente,
su movilidad se había limitado. A veces caminaba con la ayuda de un andador
especial. Elena, a la edad de setenta y cuatro años, continuaba con buena salud
y cuidaba de su esposo. Sin embargo, ella no manejaba y por lo mismo, ambos
estaban bastante confinados en su casa. Sus dos hijos estaban casados. Su hija
vivía como a cinco horas de camino, y su hijo, un oficial en la fuerza naval,
estaba estacionado en una ciudad grande.
Durante varios años ellos fueron miembros activos de una iglesia. Elena cantó
en el coro. Humberto fue diácono y maestro en la escuela dominical. Desde
que Humberto sufrió el ataque dejaron de asistir al templo; sin embargo, se
mantuvieron en contacto con la iglesia de cualquier manera. Enviaban sus
ofrendas y las visitas de miembros de la iglesia eran bien recibidas en su casa.
Después, además del ataque que sufrió Humberto, un nuevo curso de eventos
ocurrió y amenazaba a Elena y Humberto. Un contratista compró toda la tierra
que rodeaba su propiedad y planeaba construir un centro comercial. El les
ofreció un precio bastante generoso por su propiedad. Tan pronto como supo
la noticia, el pastor los llamó y les escuchó mientras ellos compartían con él sus
sentimientos.
Elena, mirando por la ventana hacia el jardín dijo: “Yo sembré tres rosales el
año pasado. Cuando el tiempo seco vino, guardé el agua con que lavaba la loza
y los regaba para mantenerlos vivos… pero ahora, bueno… todo se ha ido.”
Humberto, con los ojos llenos de lágrimas, dijo: “Me siento como si estuviera
perdiendo todo por lo que he trabajado todos estos años. Hemos amado este
lugar y pensé que estaríamos bien hasta que muriéramos. Yo no puedo hacer
mucho por mí mismo, pero me gozo de lo que hicimos juntos… y nuestros
vecinos, ¿cómo podemos dejarlos? ¡Me siento como que si a mi edad debiera
comenzar de nuevo!”
¿Cómo se puede proveer defensa y apoyo pastoral a personas como
Humberto y Elena? Varias posibilidades vienen a la mente. Ellas pueden
resumirse en tres puntos: (proveer continuidad durante un tiempo de cambios
drásticos,
(2) movilizar un sistema de apoyo para prolongar la independencia y
(3) compartir en la tarea de revisar la vida.
La crisis inmediata para esta pareja que anticipaba la pérdida de su casa es de
dolor. El primer instinto del pastor, escuchar, les ayudará en su pesar. Escuchar
es apoyar.
Humberto y Elena no sólo tenían que lamentarse, también debían mudarse.
Pero la pregunta era: ¿a dónde? El pastor podía ayudarles a explorar
alternativas para el próximo capítulo en sus vidas. ¿Debieran quedarse en la
misma comunidad, o debieran ir a vivir más cerca de sus hijos? ¿Debieran
considerar entrar a una comunidad de retiro que ofreciera la posibilidad de un
buen cuidado en todo, si así fuera posible?
Hay mucho más para considerar en mudarse, que simplemente escoger una
casa entre varias opciones. Humberto y Elena deseaban encontrar un lugar
donde pudieran continuar, tanto como fuera posible, en aquellas búsquedas que
les habían dado significado y propósito a sus vidas. El pastor bien pudiera
haberles ayudado a catalogar las opciones en términos del valor que las mismas
tuvieran para el resto de sus vidas, y así servir como un abogado de sus
derechos para tomar decisiones por ellos mismos. Durante un tiempo de
cambios tumultuosos, el pastor puede proveer un punto de continuidad entre la
alegría del pasado y lo incierto del futuro. La fe es un recurso para las
personas, tal como lo fue para Patty Boyle.
En su libro, al cual nos referimos anteriormente en este capítulo, Sara-Patton
Boyle describió el golfo entre la vida como ella la había conocido y su nueva
vida. Ella sintió una profunda necesidad por “un área de estabilidad, un eslabón
inalterable” con su pasado. “En la perpleja desigualidad de mis patrones de
vida, la iglesia sola permaneció firme e inalterable, llevándome hasta lo más
temprano de mi niñez ¾una expresión visible, palpable, inolvidable expresión
de mi fe y un símbolo inmutable del amor constante de Dios.” El pastor
simboliza esa fe y ese amor, y trata de encarnarlo en relación con el frágil
anciano.
El pastor no está solo en esta empresa. Además del cuidado personal, el pastor
puede ayudar a movilizar un sistema apropiado de apoyo para ayudar a los
frágiles ancianos a mantener un vivir independiente por el tiempo que sea
posible. (Use como referencia las suposiciones guiadoras observadas antes,
concernientes al envolvimiento familiar y movilización de recursos disponibles,
especialmente en el caso de Arnoldo.)
Para algunos ancianos, un sistema de apoyo pudiera envolver varios elementos.
Se puede tener en cuenta a los hijos. Ellos pudieran recibir muy bien cualquier
dirección sensitiva para saber cómo pueden ser de mejor apoyo a sus padres
tratando de respetar su dignidad y autonomía. Varios componentes de la
iglesia, tales como un programa de la escuela dominical para los que están
limitados a su casa o a un ministerio de casetes, pudiera ser apropiado.
Dependiendo del lugar donde decidan establecerse, se pueden usar los
servicios comunitarios. Aquí, el punto central es que el pastor continúe su
apoyo personal mientras que, al mismo tiempo, los recursos familiares, de la
iglesia y de la comunidad son coordinados.
Otra avenida de apoyo disponible para el pastor en el cuidado de los ancianos
es el compartir la tarea de revisar-la-vida. Hace algunos años el doctor Butler
llamó la atención a este fenómeno el cual ha recibido considerable atención en
la literatura sobre gerontología. El doctor Butler subrayó que la memoria
frecuentemente vista negativamente como “viviendo en el pasado”, podía servir
un propósito constructivo para las personas ancianas, si ellas cuentan con un
compañero sensitivo. Revisar la vida es una tarea del desarrollo confrontada no
sólo por los ancianos, sino también por aquellos de cualquier edad que
anticipan la muerte. El pastor, o un amigo de confianza que sea un buen oyente,
puede llegar a ser un compañero en esta importante aventura.
La clave para la posible utilidad de revisar-la-vida en el caso de Humberto y
Elena, descansó en los sentimientos de impotencia que él manifestaba. Ella
parecía ser un poco más flexible para enfrentar esta transición. En una ocasión
ella dijo al pastor: “Es interesante cómo suceden las cosas, parecen
prepararnos a través de los años para lo que viene.” Aun cuando ella compartía
la pena de su esposo, parecía tener algo de esperanza. Humberto, en contraste,
encontró muy dificultoso lidiar con la reubicación. El no se sentía capaz de
“comenzar de nuevo”. No veía futuro para sí mismo. Habiendo planeado morir
en la casa que habían construido, era como si al dejar el lugar su vida se
hubiera acabado. Revisar la vida puede ser una manera de ayudar a alguien a
ponerse en contacto con su verdadera identidad, la cual tiene raíces profundas
en su vida, más que el simple hecho de ser dueño de un pedazo de tierra.
La tarea de la mudanza evocaría muchas memorias. Humberto y Elena tendrían
que separar las cosas de valor de la “basura” que habían colectado. En el
proceso, ellos podrían ganar una nueva perspectiva de la historia de su vida, si
contaban con la atención de un oyente que simpatizara con ellos. El papel de
quien escucha es buscar continuidad, patrones y, sobre todo, significados
duraderos. Notar éstos, afirmarlos y entender los sentimientos asociados, es
una recompensa de la experiencia pastoral, y puede ayudar a las personas a
encontrar nuevo propósito en los años que les restan.
Revisar la vida puede tomar varias formas. Escribir o grabar autobiografías es
tal vez la más obvia. Otra idea pudiera ser la de hacer un álbum con fotografías
y recortes antiguos, para los hijos. Algunas veces, sugerir que un miembro más
joven en la familia complete una historia de la vida de uno de los abuelos puede
resultar en una comunicación importante entre la familia.
Cualquiera que sea su forma, la tarea de revisar-la-vida es lo que Erikson
describió como la tarea central en el desarrollo en la vejez, el lograr un sentido
de integridad, de “rectitud” acerca de la vida de uno, en vez de un sentido de
desesperación y derrota.
En última instancia, revisar-la-vida debiera de liberarlo a uno para lidiar con el
presente. Una ilustración del Antiguo Testamento viene de Isaías. Su palabra de
ánimo a Israel en Babilonia comienza con un recuerdo de la ayuda de Dios en
el Mar Rojo cuando ellos estaban tratando de escapar de su anterior cautiverio.
Así dice Jehová, el que abre camino en el mar, y senda en las aguas
impetuosas… No os acordéis de las cosas pasadas, ni traigáis a
memoria las cosas antiguas. He aquí que yo hago cosa nueva; pronto
saldrá a luz; ¿no lo conoceréis? Otra vez abriré camino en el desierto, y
ríos en la soledad (<234316>Isaías 43:16, 18, 19).
La reflexión puede ayudar a cualquier anciano a esperar la “cosa nueva” que el
Señor puede hacer en su vida.
“Buenos recuerdos pueden ser refrescantes”, dijo Patty Boyle, “y se puede
aprender de las malas. Pero, bueno o malo, cuando los recuerdos impiden el
funcionamiento presente, es tiempo de rechazarlos”.
Como hemos visto, la mayoría de los ancianos más “jóvenes” y muchos de los
ancianos “débiles” están activos y relativamente bien. Sin embargo, ningún
tratamiento del cuidado pastoral con los ancianos estaría completo sin
reconocer la necesidad de aquellos que están sufriendo problemas físicos y
mentales. Ahora daremos atención a ese asunto.
3. Respeto y Cercanía: Cuidado a los Ancianos Enfermos.¾Algunas veces
los problemas de salud durante la vejez dejan a los ancianos con grados de
deterioro físico. Los temas centrales en el cuidado de los ancianos enfermos
son respeto y cercanía. El aislamiento que puede resultar por los problemas
físicos, sensorios o mentales, llama por la iniciativa pastoral para cruzar las
barreras en la comunicación y apoyar la dignidad personal.
Ejemplos familiares de impedimentos físicos con los cuales los ancianos tienen
que lidiar son: la pérdida gradual de movilidad debido a la artritis y la repentina
parálisis por un ataque. La pérdida del control y el sentido de tener que
depender de otros para llenar sus necesidades personales, puede seriamente
causar daño a la dignidad de una persona. Si la enfermedad también causa
desfiguración, como algunas veces sucede en la parálisis facial después de un
ataque, una persona puede sentir vergüenza. Los ancianos pueden sentirse
turbados si llegan a ser incontinentes, pero están mentalmente alertas.
Cualquiera de estas deficiencias puede dañar la confianza de una persona, hasta
el punto que pueda ser tentada a retraerse.
Quienes cuidan de los ancianos con impedimentos físicos pueden hacer mucho
para evitar el retraimiento si transmiten un respeto genuino que tome en
consideración a la persona total, no sólo el defecto visible. Pastores, amigos y
familiares, que conozcan la historia de la persona, pueden enfatizar su
singularidad. Enseñamos respeto cuando afirmamos el derecho de privacidad y
decisiones de una persona. Estos elementos son difíciles de lograrse en una
institución de cuidado, más que en la propia casa de la persona. Un espacio
que le pertenece a uno, un lugar para las “cosas” de uno, incluyendo las cosas
dignas de recordar es una expresión tangible de respeto.
Siendo que las limitaciones físicas reducen el control que las personas tienen
sobre muchas cosas en sus vidas, cualquier cosa que pueda hacerse por
respetar sus deseos y proveerles opciones es de mucha ayuda. Yo recuerdo
con gratitud cuando esto le sucedió a mi hermana. Ella apenas había entrado en
un asilo de ancianos. Deseaba cooperar, pero por alguna razón no se gozaba
en los servicios de adoración los domingos por las tardes. Para ella fue un alivio
y una confirmación cuando el director del asilo le dijo: “Si usted no desea ir,
simplemente quédese en su cuarto. ¡Toda persona necesita decir no a algo!”
Impedimentos sensorios pueden no ser muy visibles como las deficiencias
físicas, pero pueden ser un reto tanto para el anciano como para quien cuida de
él/ella. Durante la adultez mediana se obtiene una distante y temprana
prevención de los cambios visuales cuando se comienzan a usar anteojos
bifocales. El oído que está envejeciendo, también puede perder algo de su
sensibilidad hacia los sonidos de alta frecuencia.
Los adultos mayores que tienen una pobre visión o audición pueden tender a
evitar situaciones en las cuales se sientan inadecuados o rechazados. Sin
embargo, quienes cuidan de ellos pueden hacer mucho para mejorar la
comunicación y reducir el aislamiento. Esté alerta a las señales de deficiencias
en los ancianos que visita. Si una persona usa anteojos pero no los tiene
puestos, pregúntele si le gustaría tenerlos. Si su audición es mejor en uno de los
oídos, trate de hablar hacia el lado bueno. Hable distintamente, en tonos bajos,
no necesariamente más alto. Ocasionalmente, lo que parece ser apatía o
confusión se reduce grandemente cuando la gente puede ver u oír lo que está
pasando.
De todas las deficiencias en los últimos años, tal vez ninguna sea tan temida o
tan frustrante para la familia y amigos como lo es el impedimento mental
conocido como demencia. Anteriormente señalada como la consecuencia
inevitable de la vejez, la confusión mental entre los ancianos ahora se entiende
que es el resultado de una enfermedad.
Investigaciones recientes han establecido que la causa de mayor efecto en la
deficiencia de las funciones mentales de los ancianos es una enfermedad
conocida como el síndrome de Alzheimer. Es una pérdida progresiva de la
capacidad intelectual para la cual no hay cura en el presente. Primero aparece
como confusión de la mente, como cuando una persona llega a estar
desorientada en lugares previamente familiares. Siendo que la confusión mental
puede resultar por muchas causas, algunas de las cuales son reversibles, la
familia de un anciano confuso debe ser animada a buscar una evaluación
médica cuidadosa para su ser amado.
A medida que la enfermedad Alzheimer progresa, la familia está sujeta a
severas tensiones emocionales y físicas. La víctima puede tener una tendencia a
divagar, a estar despierta a toda hora de la noche y requerir atención las
veinticuatro horas del día. La demencia reduce la capacidad de la persona para
el pensar abstracto. Lo que esto significa para quienes proveen cuidado es que
debe darse más atención a la comunicación. Es muy posible que aquellos que
toman el tiempo y hacen el esfuerzo para crear esa clase especial de cercanía,
sientan que su acción gratifica tanto a la persona anciana como a ellos mismos.
Aún quedan dos avenidas abiertas para la comunicación a pesar de la confusión
mental. Una es verbal y la otra no verbal. La ruta verbal consiste en la decisión
de hablar con la persona enferma, en un esfuerzo por descubrir la manera en lo
que a primera instancia pareciera sin sentido. Esto requiere que pensemos en
términos simbólicos, y que escuchemos más los sentimientos que se están
expresando en vez de preocuparnos por las inconsistencias lógicas.
Por ejemplo, cuando la madre de mi esposa nos dice: “Yo no entiendo por qué
Mac se ha tardado tanto. Creo que iba a llevarle algunos muebles de Leonora”,
nosotros no nos irritamos por el hecho de que Mac, su esposo, murió hace
algunos años. Tampoco le decimos que él regresará pronto. Nos centramos en
sus sentimientos, los cuales parecen ser de soledad y pena. “¿Extrañas a
Mac?”, solemos preguntarle, o podemos decir: “Hace mucho tiempo que no lo
ves, y estás ansiosa por verlo de nuevo.”
Los miembros de la familia que observan menguar lentamente la habilidad de
sus seres amados, están en efecto teniendo que lamentar mientras que la
persona aún está viva. Un cambio de perspectiva ha sido de ayuda para
algunos que proveen cuidado, para que se sientan menos derrotados. Ellos se
detienen de aferrarse a lo inevitable. Redefinen su relación con los seres
amados. En vez de verse a sí mismos como dadores y sus seres amados como
débiles, ellos se ponen en el papel de aprendices. En vez de trabajar por
conseguir una cierta respuesta, ellos aprenden a gozar de la respuesta
espontánea de sus seres amados a los gozos simples del momento ¾la belleza
de una flor, la sonrisa de un niño.
Un miembro de una familia que cambió su manera de relacionarse hizo un
descubrimiento de reafirmación acerca de su primo: “Su carácter y
personalidad fueron inalterables por su disolvente habilidad de pensar. Aunque
él ya no sabía quién era cada uno, se relacionó con las personas con afectuosa
cortesía… El sabía instantáneamente cuando era amado.”
Las formas de comunicación no verbales pueden ser de ayuda al relacionarnos
con individuos que tienen dificultad en entender mensajes verbales. Un saludo
con la mano, una sonrisa, un afectuoso apretón de manos, o un abrazo pueden
transmitir amistad, afecto y cercanía cuando las palabras fallan. El contacto
físico es la forma más poderosa de la comunicación no verbal. Aunque no debe
abusarse de ella, esta forma puede frecuentemente hacer contacto cuando otros
medios fallan. Generalmente es bien recibida si es apropiada al grado de
cercanía que se siente en la relación.
CONCLUSIÓN
Al principio de este capítulo, yo mencioné a dos de mis amigos que me
enseñaron algo acerca de lo que significa retirarse. Ahora, en la conclusión,
estoy más consciente de que ellos sólo son dos de un gran número de ancianos
que han sido mis mentores. Mi experiencia con algunos de ellos ha sido
compartida aquí. Aprovecho esta oportunidad para agradecérselos.
Mi experiencia ha confirmado el punto de vista de Henri Nouwen que el
cuidado a los ancianos comienza con permitirles que ellos cuiden de nosotros.
“Cuando escuchamos atentamente, levantamos la historia de una persona en
una historia mayor de la humanidad”, observó él. “También conectamos la
historia humana con la historia de Dios.”
Mientras aprendemos de todos a los que ministramos, sólo los ancianos tienen
la sabiduría que viene con el tiempo. Mientras compartimos el viaje de aquellos
que se están moviendo hacia la luz, nuestra propia fe se incrementa, y sentimos
un renovado propósito de Dios para nosotros, todos los días de nuestra vida

¾glorificarlo a él y declarar su amor al mundo.