Por Pr
Manuel A Morejón Soler -El Vedado, La Habana, diciembre de 2015
El concepto
Trampa
es una trama prevista para dañar, capturar o detectar a
alguien. Las trampas pueden ser objetos físicos, como jaulas, acertijos o
adivinanzas.
Frecuentemente
suele usarse la expresión "hacer trampa" cuando se comete algún acto
fraudulento, principalmente en los procesos eleccionarios o en los juegos, con el fin de obtener provechos.
“Ponen trampas, atrapan hombres”
Por
lo menos, en la Biblia, esta oración fue
expresada de forma idéntica por dos autores diferentes: primeramente por el
profeta Jeremías (627-575 a.C):
"Porque
en mi pueblo se encuentran impíos que vigilan como cazadores al acecho; ponen trampas, atrapan hombres.
Como una jaula llena de pájaros, así están sus casas llenas de engaño; por
eso se engrandecieron y se enriquecieron.
Han
engordado y se han puesto lustrosos. También sobrepasan en obras de maldad; no
defienden la causa, la causa del huérfano, para que prospere, ni defienden los
derechos del pobre. “ (Jeremías 5:26-28)
Posteriormente,
el rey David (1040 y 970 a. C), la
expresó idénticamente en uno de sus Salmos. Lo que hace que ambas
profecías fueran expresadas en un espacio de tiempo, no menor a 395 años.
“Los que buscan mi vida me tienden lazos; los que procuran
mi mal hablan de mi destrucción, y traman traición todo el día. Mas yo como el
sordo no oigo, soy como el mudo que no abre la boca. Sí, soy como el hombre que
no oye y en cuya boca no hay réplica.
Porque
en ti espero. ¡Oh Señor! tú responderás, ¡Señor, Dios mío!
"Porque
en mi pueblo se encuentran impíos que vigilan como cazadores al acecho; ponen trampas, atrapan hombres.”
(Salmo
38:12-15)
Los
gobernantes que agradan a Dios, tratan a su pueblo con justicia y se ocupan de
mejorar la situación de los pobres, pero en la época de Jeremías y del rey
David, tanto gobernantes como muchos sacerdotes trataban injustamente a los
indefensos para que no prosperaran y tampoco se respetaban sus derechos, pero
lo peor era que a los que se oponían a las fechorías de los poderosos, se les
tendían trampas para criminalizarlos.
Actualmente los
gobernantes cubanos no saben qué hacer o decir al pueblo, porque la única
preocupación que tienen es la de perpetuase en el poder a cualquier precio y
esta reacción anula toda preocupación por los necesitados. La persona afligida
no necesita discursos largos, ni arengas, ni vanas esperanzas. Necesita la
presión de una mano amiga y de la compañía de un corazón comprensivo; necesita
un salario decoroso, abrigarse en invierno y un lugar donde cobijarse. Pero tristemente
hoy también existen, los que están al acecho de oportunidades políticas para
seguir enriqueciéndose e inescrupulosamente ponen trampas para atrapar a los
hombres que puedan estorbar sus mezquinos propósitos.
"¿No
he de castigar por esto? De una nación como ésta ¿no he de vengarme?"
-declara el Señor. (Jeremías 5:29)
@AlianzaCristian
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