Por: Misionero Lucas IMM.
Habrá entonces que preguntarle a la joven Claudia Amelia García Jorge, estudiante de Teatro en la Escuela Provincial Profesional de Artes “Samuel Feijoo” de la Provincia de Villa Clara.
Esta joven está actualmente pagando el precio, como el profeta Daniel, por no querer contaminarse con las cosas que ofrece este mundo. El asunto es que Claudia Amelia, quien es miembro de la denominación o Iglesia Adventista del 7mo Día; está sufriendo los vituperios de Cristo a ser amenazada con su salida definitiva de la Escuela donde estudia si no baila una Danza Folclórica Africana, algo que como todos conocemos son bailes dedicados a los orishas y deidades paganas e ídolos falsos de este continente, con su música y demás atuendos que evocan la idolatría y el pecado de la adoración ocultista.
Amelia ha mostrado ser una joven de convicción firme como la reina Esther “y si perezco que perezca” han sido sus palabras. Las autoridades de Educación no han mostrado el más mínimo respeto ni tan siquiera de tolerancia con relación al asunto; todo lo contrario, han provocado a que los alumnos de profesión comunista para que injurien a la joven.
La persecución religiosa hoy se viste de balde, paleta y lino fino en Cuba de forma discreta, tranquila y disimulada; ha desembocado contra una joven que su único delito es el querer agradar a su Dios. Esto evoca una serie de preguntas, ¿Qué pasará con Claudia? Si es separada de la Escuela perderá todo lo que ha estudiado hasta el presente, tendrá que optar por estudiar en una Facultad Obrero Campesina que quizás nunca le otorguen. Ahora yo les preguntaría a las autoridades, ¿no existen otras variantes que se puedan aplicar? ¿Dónde están los símbolos de Justicia y aceptación que damos?
Nuestro justo reclamo hoy es porque se haga justicia y que se le permita la continuidad de estudios de Teatro a la joven Claudia.
En la Mañana de hoy el Reverendo Líder la Iglesia Adventista del 7mo Día de Santa Clara estará reunido con las autoridades estatales intercediendo por ella, si Usted tiene conexión Internet le pido que haga una nota y apoye este justo reclamo.
Estos son algunas direcciones de correos electrónicos que pueden ser útiles para hacer llegar los reclamos a favor de esta joven cristina cubana.
Ministerio de Cultura (Cuba): atencion@min.cult.cu .Asamblea del Poder Popular (ANPPP): http://www.blogger.com/%20//www.parlamentocubano.cu, Ministerio de Educación (Cuba): http://www.rimed.cu
Muchas bendiciones,
“La Palabra de Dios es Independiente y es Luz, para todo aquel que esté perdido en las tinieblas torcidas y oscuras de la vida”.
sábado, 11 de junio de 2011
viernes, 10 de junio de 2011
Sanadores en Jaimanitas
Periodista Independiente:Frank Correa.
LA HABANA, Cuba.Un pastor evangelista del barrio acaba de ser separado de su puesto de trabajo como chofer en una empresa militar, no por ausentista ni indisciplinado, sino por transportar fuera del horario laboral a tres hermanos del religión hasta el Monte Sión, una comunidad marginal que crece en la antigua cantera de Jaimanitas, junto al río, que con gran esfuerzo la iglesia del pueblo trata “de rescatar para Dios”.
Se llama Heroldo Silva, tiene 38 años, y vive en la calle 240. Es un estudioso de la Biblia y de la situación nacional. Cuenta que no puso objeción cuando lo llamaron a la oficina de recursos humanos para comunicarle la interrupción de su contrato, enmascarada bajo la fachada de la nueva política de despidos.
Heroldo sospechó que la verdadera razón de la cesantía fue su movimiento en la noche anterior con el auto de la empresa hasta el Monte Sión, con tres pastores que venían desde Guantánamo curando a los enfermos. La multitud inundó la iglesia, y se aglomeró gente hasta en la calle.
Según aseguran los fieles que recibieron las bendiciones, esa noche aquellos pastores curaron úlceras, gastritis, pies planos, quistes, problemas renales y artritis. En el clímax de la sanidad uno pidió que le trajeran un cadáver para resucitarlo, pero ese día nadie había muerto en Jaimanitas.
A la mañana siguiente la noticia en el pueblo eran las curaciones. En cambio, el pastor que materializó el milagro de transportar hasta el barrio La cantera a los evangelistas, se las vio negras ante la “comisión de idoneidad” que lo declaró “disponible”, lo enviaron para su casa y le pidieron que antes dejara las llaves del carro en la dirección.
Cuenta Heroldo que este suceso lo ha incentivado a pregonar el evangelio con más ímpetu.
-El gran problema de este pueblo es que para salvarse, la única herramienta que tiene es Dios, pero primero tiene que arrepentirse, y no cuenta con la más mínima posibilidad de hacerlo, ya que la manipulación con la religión es tan grande como la que existe con el pueblo.
LA HABANA, Cuba.Un pastor evangelista del barrio acaba de ser separado de su puesto de trabajo como chofer en una empresa militar, no por ausentista ni indisciplinado, sino por transportar fuera del horario laboral a tres hermanos del religión hasta el Monte Sión, una comunidad marginal que crece en la antigua cantera de Jaimanitas, junto al río, que con gran esfuerzo la iglesia del pueblo trata “de rescatar para Dios”.
Se llama Heroldo Silva, tiene 38 años, y vive en la calle 240. Es un estudioso de la Biblia y de la situación nacional. Cuenta que no puso objeción cuando lo llamaron a la oficina de recursos humanos para comunicarle la interrupción de su contrato, enmascarada bajo la fachada de la nueva política de despidos.
Heroldo sospechó que la verdadera razón de la cesantía fue su movimiento en la noche anterior con el auto de la empresa hasta el Monte Sión, con tres pastores que venían desde Guantánamo curando a los enfermos. La multitud inundó la iglesia, y se aglomeró gente hasta en la calle.
Según aseguran los fieles que recibieron las bendiciones, esa noche aquellos pastores curaron úlceras, gastritis, pies planos, quistes, problemas renales y artritis. En el clímax de la sanidad uno pidió que le trajeran un cadáver para resucitarlo, pero ese día nadie había muerto en Jaimanitas.
A la mañana siguiente la noticia en el pueblo eran las curaciones. En cambio, el pastor que materializó el milagro de transportar hasta el barrio La cantera a los evangelistas, se las vio negras ante la “comisión de idoneidad” que lo declaró “disponible”, lo enviaron para su casa y le pidieron que antes dejara las llaves del carro en la dirección.
Cuenta Heroldo que este suceso lo ha incentivado a pregonar el evangelio con más ímpetu.
-El gran problema de este pueblo es que para salvarse, la única herramienta que tiene es Dios, pero primero tiene que arrepentirse, y no cuenta con la más mínima posibilidad de hacerlo, ya que la manipulación con la religión es tan grande como la que existe con el pueblo.
jueves, 9 de junio de 2011
“MERCADERES DE LA MENTIRA Y EL ODIO”
Por: Pr Manuel Morejón Soler El Vedado, La Habana, de junio del 2011 (PD) imorejon@yahoo.es
La Palabra de Dios es certera en cuanto los juicios que pronuncia para que no la desobedezcas, entonces serás salvo y bendecido:
"No andes difundiendo calumnias entre tu pueblo, ni expongas la vida de tu prójimo con falsos testimonios. Yo soy el Señor”.
"No alimentes odios secretos contra tu hermano, sino reprende con franqueza a tu prójimo para que no sufras las consecuencias de su pecado”. (Levítico 19:16-17)
Luces y sombras.
La investigación es un atributo natural del ser humano, desde que abrimos los ojos al Mundo comenzamos a investigar.
La investigación es buena o mala es en dependencia del propósito que se persiga, una de las investigaciones más relevante de todos los tiempos ha sido sobre la energía atómica, esta puede contribuir a ser luz en el desarrollo de la humanidad o sombra destruyéndola. Y así en todos los casos.
El odio científico
Es una triste condición actualmente en Cuba, que los hombres se unen más para compartir los mismos odios que para compartir un mismo amor.
De ahí la siguiente pregunta. ¿Quién puede haber fomentado tanto odio masivo entre hermanos?
Este odio masivo ha sido elaborado en los laboratorios de la Seguridad del Estado y engendrado en el pueblo a través de los medios oficialistas de comunicación masiva desde el inicio del proceso revolucionario. Cualquiera que se pueda remitir a una hemeroteca (colección de periódicos), o de revistas Bohemia de la década de los 60, podrá observar y hacer juicio sobre los lemas revolucionarios:
“¡Paredón para los gusanos!”, “¡Fuera los curas falangistas!”, “¡Pin, pon fuera abajo la gusanera”, mas recientemente “¡Que se vaya la escoria!” , ¡“Mercenarios”!, y ni que decir de los actos de repudio.
¿No hubiera sido decentemente civilizado hacerle un juicio imparcial y tomar la justa medida que demandara cada caso?
No siendo así hacen una buena investigación de los hechos para luego distorsiónalos inmisericordiosamente y mostrárselos al pueblo para enardecer las multitudes y arengarlas en contra de sus mismos hermanos porque el único “delito” es no estar adoctrinados igual que ellos.
Perennemente la Seguridad del Estado no escatima recursos en supervisar exhaustivamente la opinión pública, la disidencia interna, y a cada ciudadano en todo el territorio nacional y hasta entre ellos mismos.
Cuanto más pequeño es el corazón, más odio alberga.
En 1917, el marxista de origen polaco Félix E. Dzerzhinsky, uno de los más ignominiosos colaboradores de Lenin y fundador de la KGB, dijo: "organicemos nuestra propia oposición, antes que la verdadera se organice en contra nuestra".
La Stassi ( Servicio Secreto de la Alemania del Este) y la KBG ( Seguridad Soviética), fueron los modelos dignos de imitar por La Seguridad del Estado cubana, tomando de cada una de ellas los métodos más represivos y crueles para someter a través del terror al pueblo.
Solo por la frase que expresó el Sr. Dzerzhinsky ( Primer director de la KBG) se puede discernir cuan perverso era su corazón.
El hombre se engrandece por la inteligencia, pero no es hombre más que por el corazón.
El Señor nos alerta de que no se debe fomentar odio en contra de nuestros hermanos, para que no tengamos que sufrir las consecuencias de este pecado. Porque ciertamente no quedará ningún abuso exonerado de su correspondiente juicio y condenación.
Es una obligación luchar enérgicamente contra todos los gérmenes de odio colectivo, no imites lo malo sino lo bueno. El que hace lo bueno es de Dios; el que hace lo malo no ha visto a Dios. Cuando odias a una persona, odias algo de ella que forma parte de ti mismo. Lo que no forma parte de nosotros no nos molesta.
Si las multitudes pueden ser incitadas a odiar, mucho más pueden ser estimuladas a amar:
“Porque Dios es amor”
miércoles, 8 de junio de 2011
NO ES FÁCIL CAMBIAR, PERO LO HICE (Palabra Nueva)
Entrevista a Carlos Saladrigas. Por Orlando Márquez
omarquezh@iglesiacatolica.cu
Carlos A. Saladrigas es uno de los 14 mil niños y adolescentes cubanos que emigraron sin sus padres a Estados Unidos en el programa que se llamó Pedro Pan.
Con el paso del tiempo y el esfuerzo personal, logró co-fundar una empresa, The Vincam Group, que en 1998 fue estimada como la mayor compañía hispana de los Estados Unidos. Junto a su poder económico, supo igualmente diseminar su influjo social y político entre lo que se considera el “exilio duro” que reside en el sur de la Florida, uno de cuyos mayores “éxitos” fue “hundir” el crucero en el que vendrían, en enero de 1998, centenares de cubanos deseosos de estar presentes durante la visita a Cuba del hoy beato Juan Pablo II.
Pero cambió, dice que no fue fácil pero cambió. Hoy busca influir de otro modo en la comunidad cubana que reside en Estados Unidos, y espera incluso poder participar en el actual proceso cubano. Una empresa que parece imposible pero es reflejo, igualmente, del enérgico cordón umbilical que mantiene atados a muchos cubanos con la Isla.
Han transcurrido más de 50 años desde que el primer grupo de cubanos exiliados con motivo de la Revolución de 1959 llegara a Estados Unidos, específicamente a la ciudad de Miami, devenida símbolo de los emigrados cubanos. Si bien esa emigración y establecimiento de cubanos en aquella y otras ciudades no se ha interrumpido, es de suponer que cada grupo lleva el sello de su propia generación y circunstancias. ¿Es esto realmente así? De ser cierto, y según su percepción, ¿en qué medida se ha modificado o transformado lo que suele llamarse exilio cubano? Foto del pasaporte con el que salió de Cuba Carlos Saladrigas.
En Cuba, de niño, junto a sus padres.
“Lejos de ser monolítico, el exilio cubano es un ente diverso y cambiante. Demográficamente, la forma más efectiva de segmentarlo es por época de llegada, que mejor que ningún otro factor de segmentación, ayuda a entender el comportamiento y la forma de pensar de sus integrantes.
”Así vemos que el primer segmento, aquellos que llegaron en la década del sesenta, es considerado el exilio histórico. Debido al entorno político que causó su salida de Cuba, y la edad avanzada de los mismos, este grupo se define por sus actitudes beligerantes hacia Cuba y por la intransigencia de sus posiciones. Este grupo ha sido descrito por el profesor Damián Fernández, como un grupo motivado por la política de la pasión, no de la razón.
”Sin embargo, este segmento, aun dentro de sí, tampoco es monolítico. Dentro de él hay divisiones marcadas principalmente por el nivel de educación o éxito económico alcanzado, o por la edad que tenían cuando dejaron a Cuba. Los más educados y económicamente exitosos, tienden a ver el tema de Cuba –aunque igualmente apasionado– más propensos a utilizar el razonamiento para buscar posturas y soluciones más pragmáticas y efectivas. Un
subgrupo importante de esta generación es el de los ‘Pedro Pan’.
”El segundo grupo importante está compuesto por aquellos que llegaron en la década del noventa y posterior a esta fecha. Estos, mucho más jóvenes, en su inmensa mayoría se formaron en la Cuba revolucionaria, y sus vivencias y actitudes reflejan esa enorme diferencia. A diferencia del grupo anterior, han dejado atrás vínculos familiares y amistosos, que no están dispuestos a subordinar a la política. Aunque en general poseen altos niveles de educación, han llegado a los Estados Unidos en una etapa donde las oportunidades de progresar son más limitadas que en la década del sesenta y tienen mayor dificultad para encaminarse económicamente.
”Siguiendo la clasificación del profesor Fernández, este grupo es motivado por la política del afecto, es el grupo que más viaja a Cuba y produce la mayoría de las remesas que son enviadas a familiares en la Isla. Sin embargo, son lentos en procurar la ciudadanía norteamericana, y cuando la logran, no tienen premura en inscribirse para votar, y se les ve como apáticos en el sentido político. Es por eso que en los resultados electorales predomina la voluntad de los históricos, aunque ya hace rato que dejaron de constituir la mayoría de los cubano-americanos. Carlos Saladrigas a los 22 años con su esposa e hija.
Junto a su esposa Olga en el santuario del Cobre, en febrero de 2011.
”A pesar de esas diferencias, que son notables e importantes, el exilio cubano profesa unanimidad, y difiere de otras olas migratorias de los Estados Unidos, en su pasión y amor por Cuba. Este, aunque a veces mal dirigido, es genuino, y es raro el cubano-americano que no añore a su patria y le guarde un espacio especial en sus corazones.”
El pasado año se cumplieron también cinco décadas de la llamada Operación Pedro Pan. Usted mismo emigró por esa vía y es por tanto, como otros miles de cubanos, un “pedropan”. ¿Pudiera comentar sobre esta experiencia personal?
“Efectivamente, yo soy un Pedro Pan, el éxodo por el cual salieron de Cuba más de catorce mil niños y niñas sin la compañía de sus padres. Salí de Cuba en agosto de 1961. Para los que la vivieron fue una experiencia dura y extremadamente dolorosa. Yo, siendo hijo único, salí a los 12 años de edad. Al llegar me recibieron unos tíos, que aunque me trataron igual que a sus propios hijos, estaban atravesando grandes dificultades económicas. Mi tía, quien sufría de depresión, no nos obligaba a ir a la escuela, cosa que a esa edad nos causaba enorme alegría.
”Viendo aquello, una prima que ya estaba en Miami le escribió a mi madre diciéndole que yo necesitaba más disciplina y le pidió llevarme para su casa. Así lo hizo, y este fue el comienzo de una de las etapas más dolorosas de mi vida. Su marido, que era déspota, me hizo la vida imposible, y en mayo o junio de 1962, me echaron de la casa. Tuve la suerte de que unos amigos de mis padres amablemente me recogieron en su casa, donde estuve hasta agosto del 62, cuando llegaron mis padres.
”Sufrí mucho durante ese año en que me encontraba solo y triste. Recuerdo encontrar consuelo y paz en momentos de soledad en que me iba en bicicleta a una iglesia cercana
donde rezaba y lloraba. Esos fueron momentos en que, aunque muy joven, sentí y pude percibir el amor y el consuelo de Dios, y donde aprendí que rezar en soledad, es una forma muy especial de acercarse a Dios y conocerle personalmente.
”Los años que siguieron no fueron fáciles. Mi madre contrajo cáncer a los pocos años de haber llegado, y tuve que abandonar la escuela para trabajar y ayudar a sufragar los gastos de la casa. Mi madre murió muy joven y me casé a los 19 años, con la mujer que hoy sigue a mi lado, quien me dió cuatro extraordinarios hijos, y ha sido mi apoyo y mi sostén por ya más de 42 años. Hice toda mi carrera en clases nocturnas, y recibí becas y préstamos que me ayudaron a concluir con una maestría en la universidad de Harvard.
”En realidad, no comprendí la enormidad del sacrificio de mis padres al decidir enviarme fuera de Cuba, hasta que yo mismo tuve hijos. Cuando cada uno de ellos llegó a los 12 años de edad, siempre me traía a la mente el recuerdo de Pedro Pan. Me pasaba largos ratos meditando y me preguntaba qué yo haría. ¿Los enviaría a un país extraño tal como hicieron mis padres?
”Nunca obtuve respuesta. Aún hoy no sé qué haría. Mis padres hicieron lo mejor que en sus corazones decidieron. Sé que si yo sufrí, más sufrieron ellos. Son decisiones duras y difíciles. De lo que sí estoy seguro es que le ruego a Dios encarecidamente, que nunca más haya necesidad de otro Pedro Pan en nuestra patria. El futuro de Cuba tiene que ser incluyente. Ya hemos padecido demasiada exclusión.”
Para el gobierno cubano aquello fue parte de una campaña desestabilizadora contra la naciente Revolución, en la que se vieron implicados los mismos padres u otros familiares de quienes eran niños entonces, e incluso figuras de la Iglesia en Cuba. ¿Cuál es su visión e interpretación de aquel acontecimiento? ¿Cree que algún día podremos escribir con serenidad esa y otras historias propias?
“Sabemos que la Operación Pedro Pan fue concebida por personas en Cuba en cooperación con monseñor Bryan Walsh, de la diócesis de Miami. Sabemos también que el gobierno norteamericano sabía de la operación y autorizó a monseñor Walsh a emitir las visas waivers. Pero también es difícil pensar que el gobierno cubano desconocía que esto estaba sucediendo.
”En fin, hay muchas versiones. Unos dicen que fue una iniciativa de la CIA para desestabilizar a la incipiente Revolución. Otros culpan al gobierno revolucionario, y dicen que fue una estrategia para sacar de Cuba a las clases media y pudiente, que podrían obstaculizar la consolidación de la Revolución. Ya los historiadores, en la calma que provee el paso del tiempo, podrán analizar los documentos en ambos países y determinar con certeza lo que sucedió.
”Sin embargo, para aquellos que lo vivimos, no fue un suceso histórico, sino una vivencia muy personal y emotiva.”
En el año 1997, usted y otros muchos cubanos, hicieron campaña para evitar que un crucero procedente de Miami trajera emigrados cubanos que querían participar en la visita del Papa Juan Pablo II a Cuba, en enero de 1998. Tuvieron éxito y el crucero no viajó. Sin embargo, después de aquello usted ha asumido una postura más conciliadora, e incluso se ha opuesto a legisladores cubanoamericanos que desean potenciar aún más las restricciones de Estados Unidos hacia Cuba y los contactos entre cubanos de uno y otro lado. ¿Por qué ese cambio? ¿Su postura es también la de otras figuras influyentes en aquella comunidad?
“Es cierto. Yo lideré el esfuerzo de presionar a la arquidiócesis de Miami para que cancelara el crucero, y lo conseguimos. Hoy me pesa enormemente, pero a la vez, este incidente fue la génesis de mi transformación. Yo era de línea dura, al igual que muchos en el exilio. Era duro por convicción, pero también es cierto que ser de línea dura era lo fácil, lo esperado por la comunidad exiliada. Creo que todas las sociedades ejercen enormes presiones al conformismo, a aceptar el pensamiento prevaleciente, y todas las sociedades, incluyendo la exiliada, imponen un alto precio al disenso.
”Sin embargo, el incidente del crucero, y la visita de Su Santidad a la Isla me hicieron pensar y revaluar mis criterios. No es fácil para un ser humano cambiar, ni aceptar que hemos pasado gran parte de nuestras vidas en el error, pero lo hice. Le debo mucho a la influencia de personas como el padre José Conrado Rodríguez, que me ayudó espiritualmente a entender que ese no era el camino. En resumen, me puse a pensar, y cuando uno piensa, uno contempla otros puntos de vista y entiende que nadie tiene el monopolio de la verdad. Por años, el exilio ha estado obsesionado con derrotar a la Revolución cubana y en pos de ese objetivo se aceptó la relatividad de que el fin justifica el medio.
”La ética nos enseña que no puede ser así, que el fin raras veces justifica los medios, y rechacé la estrategia de intentar dañar al régimen cubano a través de dañar al pueblo. No es sostenible abogar por severas medidas para Cuba cuando nosotros en la diáspora no vivimos con las consecuencias de esas medidas. En un futuro, el pueblo cubano nos reclamará por qué abogamos por medidas que le causaron aislamiento y mayores dificultades.
”En Miami, me imagino que al igual que en Cuba, hay algunas personas que son verdaderos mercaderes del odio. Se les conoce por sus frutos. Destruyen, no construyen, critican, no proponen, dividen, pero nunca suman. Gritan en la radio y hacen ruido, pero importan poco. Sin embargo, me complace decir que Miami ha cambiado enormemente. Esta gente son todos del pasado, no pertenecen al futuro.
”Para que Cuba cambie y prospere, todos los cubanos tenemos que cambiar. Persona a persona, familia a familia. El exilio cubano ya comenzó la jornada.”
Mirando más a lo que acontece hoy al interior de la Isla, en palabras del cardenal Jaime Ortega, la Iglesia siempre se había interesado en los presos, pero el pasado año, por primera vez, hubo una respuesta concreta de las autoridades a ese interés, e incluso el gobierno cubano pidió a la Iglesia que mediara entre él y las familias de los presos. ¿Cómo se ve desde Miami todo esto? ¿Cuál es su opinión personal?
“La liberación de presos de conciencia, no importa las circunstancias, siempre es algo bueno y encomiable. Los exiliados de buena fe han entendido que la Iglesia, por la esencia de su misión, siempre ha tenido una preocupación especial por los presos, especialmente por aquellos que están encarcelados injustamente.
”Por supuesto, en Miami existen opiniones encontradas al respecto. Pero en ese sentido, nos alegra inmensamente que haya habido una respuesta positiva del gobierno cubano para liberar a estos presos. En el nivel político, esto ha sido un gesto importante y trascendente por parte del gobierno cubano que augura otros cambios y facilita enormemente la reinserción de Cuba en la comunidad internacional.”
Aunque resultan desconocidos para muchos en la Isla, existen algunas instituciones como el Instituto de Estudios Cubanos, conformado por académicos cubanos residentes en Estados Unidos y otros países; el Instituto de Estudios Cubanos y Cubanoamericanos, de la Universidad de Miami; el Grupo de Estudios sobre Cuba que usted fundó o ayudó a fundar, y tal vez otros más. ¿Cuál es el propósito de tales grupos, y el del suyo en particular? ¿Hay contactos con académicos que viven dentro de Cuba?
“Estos grupos siempre han tenido como fin el contribuir al debate sobre el futuro de Cuba, algunos con mayor efectividad que otros. Unos han estado más abiertos a una mayor constelación de ideas, otros han sido más aferrados a cierta ortodoxia.
”El Grupo de Estudios de Cuba que yo presido, desde su fundación en el 2001, ha perseguido los siguientes objetivos:
• Darle voz a la creciente diversidad del exilio cubano y que se proyecte ante el mundo como la ente diversa, democrática y conciliatoria que es. No somos los bárbaros frente al portón como a veces se nos pinta. Ya que algunos medios en español de Miami no ofrecen libertad de criterios y cuyas voces no representan a la mayoría del exilio, decidimos darle voz a la diáspora mediante múltiples encuestas que hemos hecho a través de los años, algunas conjuntamente con universidades y prestigiosas instituciones. • Facilitar, en la medida que podamos, los cambios en Cuba. No creo que nadie hoy dispute que Cuba necesita cambiar, hasta el propio presidente Castro lo ha dicho. Nosotros queremos ser activos facilitadores, no obstáculos al cambio.
• Procurar de distintos países, políticas exteriores hacia Cuba que igualmente sean facilitadoras, no obstaculizadoras, de los cambios que Cuba necesita, exigiendo el respeto debido a nuestra soberanía.
• Ayudar a nuestros hermanos en Cuba en la medida que podamos y que se nos permita, tanto con nuestro propio talento y recursos, como también mediante las esferas en que podamos influir.
• Promover los derechos de todos los cubanos, cuando estos sean atropellados por cualquier gobierno, así sea el cubano como el estadounidense.
• Por último, ofrecer ideas y propuestas concretas para ayudar a la prosperidad económica de los cubanos. Esa es la esencia del Grupo de Estudios de Cuba—hacer todo lo posible para que todas las piezas estén sobre la mesa.”
¿Por qué hacer propuestas desde la distancia cuando resultan desconocidas para quienes viven en la Isla, o tienen poco o ningún efecto dentro de Cuba? ¿Por qué ese interés en continuar pensando en Cuba?
“Hacemos propuestas y presentamos ideas porque sentimos un amor profundo por Cuba y por nuestros hermanos. A pesar de los años que llevamos fuera de Cuba, nuestro amor y añoranza por Cuba no ha desvanecido.
”El presidente Raúl Castro ha pedido a todos los cubanos que presenten sus ideas para contribuir a una Cuba mejor. Como cubanos que somos, así lo hacemos. Tenemos algo que contribuir al debate sobre los cambios en Cuba. El éxito empresarial y profesional de los integrantes del grupo demuestra un enorme talento y amplitud de conocimientos económicos y empresariales.
”Por lo tanto, hemos hecho varias propuestas, pero siempre con la salvedad de que les falta la perspectiva de aquellos que viven en Cuba y mejor la conocen. Siempre lo hemos hecho con la humildad que corresponde. Nunca aspiramos a imponer, sino solo al derecho de poner ideas y proyectos sobre la mesa. Lo hacemos desde acá porque no se nos ha permitido aún hacerlo en Cuba. Esperamos que algún día esto sea posible.”
Usted ha logrado éxito empresarial. ¿Se considera un hombre de éxito? ¿Qué lugar ocupa la familia en su vida, y la fe?
“La familia es la esencia de la vida, y he sido bendecido con cuatro hijos maravillosos y seis nietos. Nunca pensé que ser abuelo iba a ser la mejor parte de la vida. ¡Si lo hubiera sabido, los hubiera tenido primero!
”Aunque la familia es el centro de la vida, Dios nos llama a velar por la familia humana con esmero y dedicación. Yo lo visualizo como una serie de círculos concéntricos, donde en el centro está Dios, después la familia, la patria, la humanidad, etc. Por eso es que la fe es el ancla de nuestras vidas. Es la que nos llama a lo bueno y al amor.
”Hace algunos años tuve el privilegio de dar un discurso en una graduación del Colegio de Belén. En ese discurso les dije a los muchachos que uno solo sabrá si ha sido exitoso en el último momento de su vida. En ese momento, inevitablemente miraremos hacia atrás, y si no tenemos muchos pesares, entonces podremos concluir que hemos sido exitosos.
” No conozco a nadie que en el momento de su muerte haya deseado haber tenido un peso más, un carro más lindo, o una casa más grande. El éxito de un ser humano se va a medir por su legado, por el amor que ha sembrado, el bien que ha hecho, y por el impacto que ha dejado a su alrededor.
”Esa es la esencia de la parábola de los talentos. No todos los empleados recibieron el mismo capital, algunos perdieron, otros ganaron. Todos fueron premiados. Solo fue castigado aquel, que temeroso de perder el dinero, lo enterró. No tomó riesgos. Dios nos llama a tomar riesgos por crear un mundo mejor, una Cuba mejor.”
¿Qué opinión le merece los pasos dados por el gobierno cubano para deshacer el nudo económico en que se encuentra el país?
“La economía cubana sufre de una enorme falta de productividad y de creatividad. Basta un ejemplo. Estando en Cuba, en días pasados, alguien me comentó que un objetivo básico de las reformas es sustituir las importaciones con producción interna. Le respondí que los problemas de Cuba ameritan pensar en grandes soluciones. ¿Por qué contentarse con sustituir importaciones cuando se puede pensar en crear exportaciones?
“Ahí radica el primer problema con las reformas y los lineamientos que se han presentado hasta ahora. Se conocen bien los problemas que padecemos, y se puede hablar de soluciones a corto plazo. ¿Pero hacia dónde vamos? Por encima de todo, los cubanos necesitan una visión de futuro.
”El segundo problema radica en un cambio de filosofía. Errar es humano, aceptar errores es de sabios. Es menester salvar lo que hay que salvar, y cambiar lo que hay que hay que cambiar. Si no se crea riqueza no se resuelve la pobreza, se pierde la soberanía, y no va a quedar nada que salvar.
”Pero para crear riqueza hay que aceptar errores cometidos y aceptar al empresario y al productor como salvadores, no como un mal necesario. Se necesita un cambio de filosofía.
”El tercer problema se basa en la falta de claridad. El crecimiento económico necesita una legalidad clara, específica e irreversible para que tenga la confianza necesaria para invertir esfuerzo y capital.
”El cuarto problema se basa en el deseo frenético de controlar toda la actividad humana. Efectivamente, la burocracia creada minuciosamente a través del los años, es hoy, posiblemente, el obstáculo mas difícil que enfrenta el presidente cubano y aquellos, que como él, han articulado la necesidad de cambios estructurales.
”Por último, hace falta una dosis masiva de pragmatismo. Si es cierto que avanzar demasiado rápido conlleva el riesgo del caos, también es cierto que avanzar demasiado lento conlleva e incrementa el mismo riesgo. Nadie es lo suficientemente sabio para saber cuál es la velocidad correcta del cambio, pero se debe favorecer la rapidez sobre la inercia y el letargo.
”La recarga fiscal impuesta sobre los cuentapropistas y pequeños empresarios es un ejemplo claro de la falta de pragmatismo. Todos los negocios cuando empiezan tienen un flujo de caja negativo por los primeros meses o años. Si encima de ese flujo de caja negativo hay que pagar impuestos de forma anticipada, se destina la pequeña empresa al fracaso cierto. ¿Por qué no crear un sistema impositivo que tenga una exención gradual en la fase inicial de las pequeñas empresas?
”El Grupo de Estudios de Cuba, en un documento emitido hace ya un par de años, recomendaba que Cuba comenzara sus reformas económicas a través de la microeconomía, tal como se está haciendo. No basta con eso. Los problemas económicos son complejos, acrecentados por sanciones estadounidenses que desproporcionadamente castigan al pueblo cubano más que al mismo gobierno. Las reformas macro-económicas son también desesperadamente necesarias para atraer a la necesaria inversión extranjera y para crear las condiciones de prosperidad económica que hace tanta falta para que nuestros jóvenes no recurran a la emigración.
”Los sistemas económicos rotos no se pueden remendar con medidas tímidas, ni pedacito a pedacito. Los mer cados no ofrecen soluciones para todos los problemas que enfrenta una sociedad. Pero cuando los mercados ofrecen solución, generalmente son la mejor solución. Esto no es ideología, son hechos probados y constatados.”
¿Usted cree que, si se diera la oportunidad, empresarios cubanos emigrados como usted, tengan interés en invertir en la Isla? Si los cubanos en la Isla aún no pudieran invertir, ¿cree correcto que lo hagan quienes residen fuera?
“El empresariado cubano en el exterior tiene mucho que contribuir a la Cuba del futuro. Somos parte del enorme capital humano con el que cuenta la patria. Conozco a casi todos los grandes empresarios de Miami, de hecho, muchos de ellos forman parte del grupo que presido. Sé bien el interés que tienen en poder contribuir con su talento y su tesoro para ayudar a una Cuba que prospere y progrese.
”Creemos también en la necesidad de crear un capital cubano, criollo. Nos preocupa una Cuba donde el capital vuelva a ser mayoritariamente extranjero. Después de tantos años de sacrificio luchando por la soberanía, seria irónico que regresáramos a una Cuba dominada por el capital extranjero.
”No quiero que se me malentienda. No soy adverso al capital extranjero. Creo que Cuba tiene que aprender a atraerlo y retenerlo. Pero el capital criollo tiene una tasa de reinversión mucho más alta que el extranjero, y como se ha demostrado a lo largo de la historia, el capital cubano conlleva un amor por la patria que no tiene el extranjero.
”Es por eso que, para el empresariado de la diáspora, sería éticamente inaceptable que se le permita invertir en Cuba, en calidad de inversor extranjero, si no se les ofrece la misma oportunidad a los cubanos que residen en Cuba. De hecho, sería contraproducente. Los cubanos de la Isla conocen a Cuba, los de la diáspora no, o no tan bien. Por lo tanto, muchos empresarios del exilio desearán invertir en Cuba en sociedad con cubanos de la Isla que conocen de una forma mas íntima las peculiaridades del mercado y la idiosincrasia de la Cuba contemporánea.”
Supongamos que lo anterior deja de ser ficción y se hace realidad, es decir que los cubanos que residen en el exterior puedan invertir en Cuba. ¿Por qué quienes residen en la Isla deben creer que sus propósitos son de ayudar al desarrollo de la Isla y no simplemente aprovechar la coyuntura económica, lo cual deja a los de la Isla en desventaja?
“Como expliqué anteriormente, no creo que haya cubano en la diáspora que acepte invertir en Cuba en calidad de inversor extranjero. Invertiremos en Cuba cuando todos los cubanos tengan el mismo derecho, y cuando los cubanos que residan en Cuba puedan libremente ser nuestros socios en la creación de las empresas que tanto Cuba necesita para revitalizar su economía.”
Siguiendo con la ficción que pudiera convertirse en realidad, ¿cree que el empresariado cubano en el exterior estaría dispuesto a aceptar las reglas que establezca el gobierno cubano para participar en el desarrollo económico de la Isla?
“Depende de las reglas. Para conseguir que el capital fluya a Cuba, sea de cubanos o de extranjeros, el gobierno cubano tendrá que incorporar las reglas universales para atraer capital. Estas consisten en un marco legal claro y no ambiguo, un sistema judicial efectivo y justo para la resolución de disputas, certeza y no arbitrariedad, un riesgo político moderado, y un clima laboral justo y equitativo.
”Dadas estas condiciones, el capital cubano del exterior, al igual que el capital extranjero, fluirá hacia Cuba en grandes cantidades en busca de un rédito competitivo.”
omarquezh@iglesiacatolica.cu
Carlos A. Saladrigas es uno de los 14 mil niños y adolescentes cubanos que emigraron sin sus padres a Estados Unidos en el programa que se llamó Pedro Pan.
Con el paso del tiempo y el esfuerzo personal, logró co-fundar una empresa, The Vincam Group, que en 1998 fue estimada como la mayor compañía hispana de los Estados Unidos. Junto a su poder económico, supo igualmente diseminar su influjo social y político entre lo que se considera el “exilio duro” que reside en el sur de la Florida, uno de cuyos mayores “éxitos” fue “hundir” el crucero en el que vendrían, en enero de 1998, centenares de cubanos deseosos de estar presentes durante la visita a Cuba del hoy beato Juan Pablo II.
Pero cambió, dice que no fue fácil pero cambió. Hoy busca influir de otro modo en la comunidad cubana que reside en Estados Unidos, y espera incluso poder participar en el actual proceso cubano. Una empresa que parece imposible pero es reflejo, igualmente, del enérgico cordón umbilical que mantiene atados a muchos cubanos con la Isla.
Han transcurrido más de 50 años desde que el primer grupo de cubanos exiliados con motivo de la Revolución de 1959 llegara a Estados Unidos, específicamente a la ciudad de Miami, devenida símbolo de los emigrados cubanos. Si bien esa emigración y establecimiento de cubanos en aquella y otras ciudades no se ha interrumpido, es de suponer que cada grupo lleva el sello de su propia generación y circunstancias. ¿Es esto realmente así? De ser cierto, y según su percepción, ¿en qué medida se ha modificado o transformado lo que suele llamarse exilio cubano? Foto del pasaporte con el que salió de Cuba Carlos Saladrigas.
En Cuba, de niño, junto a sus padres.
“Lejos de ser monolítico, el exilio cubano es un ente diverso y cambiante. Demográficamente, la forma más efectiva de segmentarlo es por época de llegada, que mejor que ningún otro factor de segmentación, ayuda a entender el comportamiento y la forma de pensar de sus integrantes.
”Así vemos que el primer segmento, aquellos que llegaron en la década del sesenta, es considerado el exilio histórico. Debido al entorno político que causó su salida de Cuba, y la edad avanzada de los mismos, este grupo se define por sus actitudes beligerantes hacia Cuba y por la intransigencia de sus posiciones. Este grupo ha sido descrito por el profesor Damián Fernández, como un grupo motivado por la política de la pasión, no de la razón.
”Sin embargo, este segmento, aun dentro de sí, tampoco es monolítico. Dentro de él hay divisiones marcadas principalmente por el nivel de educación o éxito económico alcanzado, o por la edad que tenían cuando dejaron a Cuba. Los más educados y económicamente exitosos, tienden a ver el tema de Cuba –aunque igualmente apasionado– más propensos a utilizar el razonamiento para buscar posturas y soluciones más pragmáticas y efectivas. Un
subgrupo importante de esta generación es el de los ‘Pedro Pan’.
”El segundo grupo importante está compuesto por aquellos que llegaron en la década del noventa y posterior a esta fecha. Estos, mucho más jóvenes, en su inmensa mayoría se formaron en la Cuba revolucionaria, y sus vivencias y actitudes reflejan esa enorme diferencia. A diferencia del grupo anterior, han dejado atrás vínculos familiares y amistosos, que no están dispuestos a subordinar a la política. Aunque en general poseen altos niveles de educación, han llegado a los Estados Unidos en una etapa donde las oportunidades de progresar son más limitadas que en la década del sesenta y tienen mayor dificultad para encaminarse económicamente.
”Siguiendo la clasificación del profesor Fernández, este grupo es motivado por la política del afecto, es el grupo que más viaja a Cuba y produce la mayoría de las remesas que son enviadas a familiares en la Isla. Sin embargo, son lentos en procurar la ciudadanía norteamericana, y cuando la logran, no tienen premura en inscribirse para votar, y se les ve como apáticos en el sentido político. Es por eso que en los resultados electorales predomina la voluntad de los históricos, aunque ya hace rato que dejaron de constituir la mayoría de los cubano-americanos. Carlos Saladrigas a los 22 años con su esposa e hija.
Junto a su esposa Olga en el santuario del Cobre, en febrero de 2011.
”A pesar de esas diferencias, que son notables e importantes, el exilio cubano profesa unanimidad, y difiere de otras olas migratorias de los Estados Unidos, en su pasión y amor por Cuba. Este, aunque a veces mal dirigido, es genuino, y es raro el cubano-americano que no añore a su patria y le guarde un espacio especial en sus corazones.”
El pasado año se cumplieron también cinco décadas de la llamada Operación Pedro Pan. Usted mismo emigró por esa vía y es por tanto, como otros miles de cubanos, un “pedropan”. ¿Pudiera comentar sobre esta experiencia personal?
“Efectivamente, yo soy un Pedro Pan, el éxodo por el cual salieron de Cuba más de catorce mil niños y niñas sin la compañía de sus padres. Salí de Cuba en agosto de 1961. Para los que la vivieron fue una experiencia dura y extremadamente dolorosa. Yo, siendo hijo único, salí a los 12 años de edad. Al llegar me recibieron unos tíos, que aunque me trataron igual que a sus propios hijos, estaban atravesando grandes dificultades económicas. Mi tía, quien sufría de depresión, no nos obligaba a ir a la escuela, cosa que a esa edad nos causaba enorme alegría.
”Viendo aquello, una prima que ya estaba en Miami le escribió a mi madre diciéndole que yo necesitaba más disciplina y le pidió llevarme para su casa. Así lo hizo, y este fue el comienzo de una de las etapas más dolorosas de mi vida. Su marido, que era déspota, me hizo la vida imposible, y en mayo o junio de 1962, me echaron de la casa. Tuve la suerte de que unos amigos de mis padres amablemente me recogieron en su casa, donde estuve hasta agosto del 62, cuando llegaron mis padres.
”Sufrí mucho durante ese año en que me encontraba solo y triste. Recuerdo encontrar consuelo y paz en momentos de soledad en que me iba en bicicleta a una iglesia cercana
donde rezaba y lloraba. Esos fueron momentos en que, aunque muy joven, sentí y pude percibir el amor y el consuelo de Dios, y donde aprendí que rezar en soledad, es una forma muy especial de acercarse a Dios y conocerle personalmente.
”Los años que siguieron no fueron fáciles. Mi madre contrajo cáncer a los pocos años de haber llegado, y tuve que abandonar la escuela para trabajar y ayudar a sufragar los gastos de la casa. Mi madre murió muy joven y me casé a los 19 años, con la mujer que hoy sigue a mi lado, quien me dió cuatro extraordinarios hijos, y ha sido mi apoyo y mi sostén por ya más de 42 años. Hice toda mi carrera en clases nocturnas, y recibí becas y préstamos que me ayudaron a concluir con una maestría en la universidad de Harvard.
”En realidad, no comprendí la enormidad del sacrificio de mis padres al decidir enviarme fuera de Cuba, hasta que yo mismo tuve hijos. Cuando cada uno de ellos llegó a los 12 años de edad, siempre me traía a la mente el recuerdo de Pedro Pan. Me pasaba largos ratos meditando y me preguntaba qué yo haría. ¿Los enviaría a un país extraño tal como hicieron mis padres?
”Nunca obtuve respuesta. Aún hoy no sé qué haría. Mis padres hicieron lo mejor que en sus corazones decidieron. Sé que si yo sufrí, más sufrieron ellos. Son decisiones duras y difíciles. De lo que sí estoy seguro es que le ruego a Dios encarecidamente, que nunca más haya necesidad de otro Pedro Pan en nuestra patria. El futuro de Cuba tiene que ser incluyente. Ya hemos padecido demasiada exclusión.”
Para el gobierno cubano aquello fue parte de una campaña desestabilizadora contra la naciente Revolución, en la que se vieron implicados los mismos padres u otros familiares de quienes eran niños entonces, e incluso figuras de la Iglesia en Cuba. ¿Cuál es su visión e interpretación de aquel acontecimiento? ¿Cree que algún día podremos escribir con serenidad esa y otras historias propias?
“Sabemos que la Operación Pedro Pan fue concebida por personas en Cuba en cooperación con monseñor Bryan Walsh, de la diócesis de Miami. Sabemos también que el gobierno norteamericano sabía de la operación y autorizó a monseñor Walsh a emitir las visas waivers. Pero también es difícil pensar que el gobierno cubano desconocía que esto estaba sucediendo.
”En fin, hay muchas versiones. Unos dicen que fue una iniciativa de la CIA para desestabilizar a la incipiente Revolución. Otros culpan al gobierno revolucionario, y dicen que fue una estrategia para sacar de Cuba a las clases media y pudiente, que podrían obstaculizar la consolidación de la Revolución. Ya los historiadores, en la calma que provee el paso del tiempo, podrán analizar los documentos en ambos países y determinar con certeza lo que sucedió.
”Sin embargo, para aquellos que lo vivimos, no fue un suceso histórico, sino una vivencia muy personal y emotiva.”
En el año 1997, usted y otros muchos cubanos, hicieron campaña para evitar que un crucero procedente de Miami trajera emigrados cubanos que querían participar en la visita del Papa Juan Pablo II a Cuba, en enero de 1998. Tuvieron éxito y el crucero no viajó. Sin embargo, después de aquello usted ha asumido una postura más conciliadora, e incluso se ha opuesto a legisladores cubanoamericanos que desean potenciar aún más las restricciones de Estados Unidos hacia Cuba y los contactos entre cubanos de uno y otro lado. ¿Por qué ese cambio? ¿Su postura es también la de otras figuras influyentes en aquella comunidad?
“Es cierto. Yo lideré el esfuerzo de presionar a la arquidiócesis de Miami para que cancelara el crucero, y lo conseguimos. Hoy me pesa enormemente, pero a la vez, este incidente fue la génesis de mi transformación. Yo era de línea dura, al igual que muchos en el exilio. Era duro por convicción, pero también es cierto que ser de línea dura era lo fácil, lo esperado por la comunidad exiliada. Creo que todas las sociedades ejercen enormes presiones al conformismo, a aceptar el pensamiento prevaleciente, y todas las sociedades, incluyendo la exiliada, imponen un alto precio al disenso.
”Sin embargo, el incidente del crucero, y la visita de Su Santidad a la Isla me hicieron pensar y revaluar mis criterios. No es fácil para un ser humano cambiar, ni aceptar que hemos pasado gran parte de nuestras vidas en el error, pero lo hice. Le debo mucho a la influencia de personas como el padre José Conrado Rodríguez, que me ayudó espiritualmente a entender que ese no era el camino. En resumen, me puse a pensar, y cuando uno piensa, uno contempla otros puntos de vista y entiende que nadie tiene el monopolio de la verdad. Por años, el exilio ha estado obsesionado con derrotar a la Revolución cubana y en pos de ese objetivo se aceptó la relatividad de que el fin justifica el medio.
”La ética nos enseña que no puede ser así, que el fin raras veces justifica los medios, y rechacé la estrategia de intentar dañar al régimen cubano a través de dañar al pueblo. No es sostenible abogar por severas medidas para Cuba cuando nosotros en la diáspora no vivimos con las consecuencias de esas medidas. En un futuro, el pueblo cubano nos reclamará por qué abogamos por medidas que le causaron aislamiento y mayores dificultades.
”En Miami, me imagino que al igual que en Cuba, hay algunas personas que son verdaderos mercaderes del odio. Se les conoce por sus frutos. Destruyen, no construyen, critican, no proponen, dividen, pero nunca suman. Gritan en la radio y hacen ruido, pero importan poco. Sin embargo, me complace decir que Miami ha cambiado enormemente. Esta gente son todos del pasado, no pertenecen al futuro.
”Para que Cuba cambie y prospere, todos los cubanos tenemos que cambiar. Persona a persona, familia a familia. El exilio cubano ya comenzó la jornada.”
Mirando más a lo que acontece hoy al interior de la Isla, en palabras del cardenal Jaime Ortega, la Iglesia siempre se había interesado en los presos, pero el pasado año, por primera vez, hubo una respuesta concreta de las autoridades a ese interés, e incluso el gobierno cubano pidió a la Iglesia que mediara entre él y las familias de los presos. ¿Cómo se ve desde Miami todo esto? ¿Cuál es su opinión personal?
“La liberación de presos de conciencia, no importa las circunstancias, siempre es algo bueno y encomiable. Los exiliados de buena fe han entendido que la Iglesia, por la esencia de su misión, siempre ha tenido una preocupación especial por los presos, especialmente por aquellos que están encarcelados injustamente.
”Por supuesto, en Miami existen opiniones encontradas al respecto. Pero en ese sentido, nos alegra inmensamente que haya habido una respuesta positiva del gobierno cubano para liberar a estos presos. En el nivel político, esto ha sido un gesto importante y trascendente por parte del gobierno cubano que augura otros cambios y facilita enormemente la reinserción de Cuba en la comunidad internacional.”
Aunque resultan desconocidos para muchos en la Isla, existen algunas instituciones como el Instituto de Estudios Cubanos, conformado por académicos cubanos residentes en Estados Unidos y otros países; el Instituto de Estudios Cubanos y Cubanoamericanos, de la Universidad de Miami; el Grupo de Estudios sobre Cuba que usted fundó o ayudó a fundar, y tal vez otros más. ¿Cuál es el propósito de tales grupos, y el del suyo en particular? ¿Hay contactos con académicos que viven dentro de Cuba?
“Estos grupos siempre han tenido como fin el contribuir al debate sobre el futuro de Cuba, algunos con mayor efectividad que otros. Unos han estado más abiertos a una mayor constelación de ideas, otros han sido más aferrados a cierta ortodoxia.
”El Grupo de Estudios de Cuba que yo presido, desde su fundación en el 2001, ha perseguido los siguientes objetivos:
• Darle voz a la creciente diversidad del exilio cubano y que se proyecte ante el mundo como la ente diversa, democrática y conciliatoria que es. No somos los bárbaros frente al portón como a veces se nos pinta. Ya que algunos medios en español de Miami no ofrecen libertad de criterios y cuyas voces no representan a la mayoría del exilio, decidimos darle voz a la diáspora mediante múltiples encuestas que hemos hecho a través de los años, algunas conjuntamente con universidades y prestigiosas instituciones. • Facilitar, en la medida que podamos, los cambios en Cuba. No creo que nadie hoy dispute que Cuba necesita cambiar, hasta el propio presidente Castro lo ha dicho. Nosotros queremos ser activos facilitadores, no obstáculos al cambio.
• Procurar de distintos países, políticas exteriores hacia Cuba que igualmente sean facilitadoras, no obstaculizadoras, de los cambios que Cuba necesita, exigiendo el respeto debido a nuestra soberanía.
• Ayudar a nuestros hermanos en Cuba en la medida que podamos y que se nos permita, tanto con nuestro propio talento y recursos, como también mediante las esferas en que podamos influir.
• Promover los derechos de todos los cubanos, cuando estos sean atropellados por cualquier gobierno, así sea el cubano como el estadounidense.
• Por último, ofrecer ideas y propuestas concretas para ayudar a la prosperidad económica de los cubanos. Esa es la esencia del Grupo de Estudios de Cuba—hacer todo lo posible para que todas las piezas estén sobre la mesa.”
¿Por qué hacer propuestas desde la distancia cuando resultan desconocidas para quienes viven en la Isla, o tienen poco o ningún efecto dentro de Cuba? ¿Por qué ese interés en continuar pensando en Cuba?
“Hacemos propuestas y presentamos ideas porque sentimos un amor profundo por Cuba y por nuestros hermanos. A pesar de los años que llevamos fuera de Cuba, nuestro amor y añoranza por Cuba no ha desvanecido.
”El presidente Raúl Castro ha pedido a todos los cubanos que presenten sus ideas para contribuir a una Cuba mejor. Como cubanos que somos, así lo hacemos. Tenemos algo que contribuir al debate sobre los cambios en Cuba. El éxito empresarial y profesional de los integrantes del grupo demuestra un enorme talento y amplitud de conocimientos económicos y empresariales.
”Por lo tanto, hemos hecho varias propuestas, pero siempre con la salvedad de que les falta la perspectiva de aquellos que viven en Cuba y mejor la conocen. Siempre lo hemos hecho con la humildad que corresponde. Nunca aspiramos a imponer, sino solo al derecho de poner ideas y proyectos sobre la mesa. Lo hacemos desde acá porque no se nos ha permitido aún hacerlo en Cuba. Esperamos que algún día esto sea posible.”
Usted ha logrado éxito empresarial. ¿Se considera un hombre de éxito? ¿Qué lugar ocupa la familia en su vida, y la fe?
“La familia es la esencia de la vida, y he sido bendecido con cuatro hijos maravillosos y seis nietos. Nunca pensé que ser abuelo iba a ser la mejor parte de la vida. ¡Si lo hubiera sabido, los hubiera tenido primero!
”Aunque la familia es el centro de la vida, Dios nos llama a velar por la familia humana con esmero y dedicación. Yo lo visualizo como una serie de círculos concéntricos, donde en el centro está Dios, después la familia, la patria, la humanidad, etc. Por eso es que la fe es el ancla de nuestras vidas. Es la que nos llama a lo bueno y al amor.
”Hace algunos años tuve el privilegio de dar un discurso en una graduación del Colegio de Belén. En ese discurso les dije a los muchachos que uno solo sabrá si ha sido exitoso en el último momento de su vida. En ese momento, inevitablemente miraremos hacia atrás, y si no tenemos muchos pesares, entonces podremos concluir que hemos sido exitosos.
” No conozco a nadie que en el momento de su muerte haya deseado haber tenido un peso más, un carro más lindo, o una casa más grande. El éxito de un ser humano se va a medir por su legado, por el amor que ha sembrado, el bien que ha hecho, y por el impacto que ha dejado a su alrededor.
”Esa es la esencia de la parábola de los talentos. No todos los empleados recibieron el mismo capital, algunos perdieron, otros ganaron. Todos fueron premiados. Solo fue castigado aquel, que temeroso de perder el dinero, lo enterró. No tomó riesgos. Dios nos llama a tomar riesgos por crear un mundo mejor, una Cuba mejor.”
¿Qué opinión le merece los pasos dados por el gobierno cubano para deshacer el nudo económico en que se encuentra el país?
“La economía cubana sufre de una enorme falta de productividad y de creatividad. Basta un ejemplo. Estando en Cuba, en días pasados, alguien me comentó que un objetivo básico de las reformas es sustituir las importaciones con producción interna. Le respondí que los problemas de Cuba ameritan pensar en grandes soluciones. ¿Por qué contentarse con sustituir importaciones cuando se puede pensar en crear exportaciones?
“Ahí radica el primer problema con las reformas y los lineamientos que se han presentado hasta ahora. Se conocen bien los problemas que padecemos, y se puede hablar de soluciones a corto plazo. ¿Pero hacia dónde vamos? Por encima de todo, los cubanos necesitan una visión de futuro.
”El segundo problema radica en un cambio de filosofía. Errar es humano, aceptar errores es de sabios. Es menester salvar lo que hay que salvar, y cambiar lo que hay que hay que cambiar. Si no se crea riqueza no se resuelve la pobreza, se pierde la soberanía, y no va a quedar nada que salvar.
”Pero para crear riqueza hay que aceptar errores cometidos y aceptar al empresario y al productor como salvadores, no como un mal necesario. Se necesita un cambio de filosofía.
”El tercer problema se basa en la falta de claridad. El crecimiento económico necesita una legalidad clara, específica e irreversible para que tenga la confianza necesaria para invertir esfuerzo y capital.
”El cuarto problema se basa en el deseo frenético de controlar toda la actividad humana. Efectivamente, la burocracia creada minuciosamente a través del los años, es hoy, posiblemente, el obstáculo mas difícil que enfrenta el presidente cubano y aquellos, que como él, han articulado la necesidad de cambios estructurales.
”Por último, hace falta una dosis masiva de pragmatismo. Si es cierto que avanzar demasiado rápido conlleva el riesgo del caos, también es cierto que avanzar demasiado lento conlleva e incrementa el mismo riesgo. Nadie es lo suficientemente sabio para saber cuál es la velocidad correcta del cambio, pero se debe favorecer la rapidez sobre la inercia y el letargo.
”La recarga fiscal impuesta sobre los cuentapropistas y pequeños empresarios es un ejemplo claro de la falta de pragmatismo. Todos los negocios cuando empiezan tienen un flujo de caja negativo por los primeros meses o años. Si encima de ese flujo de caja negativo hay que pagar impuestos de forma anticipada, se destina la pequeña empresa al fracaso cierto. ¿Por qué no crear un sistema impositivo que tenga una exención gradual en la fase inicial de las pequeñas empresas?
”El Grupo de Estudios de Cuba, en un documento emitido hace ya un par de años, recomendaba que Cuba comenzara sus reformas económicas a través de la microeconomía, tal como se está haciendo. No basta con eso. Los problemas económicos son complejos, acrecentados por sanciones estadounidenses que desproporcionadamente castigan al pueblo cubano más que al mismo gobierno. Las reformas macro-económicas son también desesperadamente necesarias para atraer a la necesaria inversión extranjera y para crear las condiciones de prosperidad económica que hace tanta falta para que nuestros jóvenes no recurran a la emigración.
”Los sistemas económicos rotos no se pueden remendar con medidas tímidas, ni pedacito a pedacito. Los mer cados no ofrecen soluciones para todos los problemas que enfrenta una sociedad. Pero cuando los mercados ofrecen solución, generalmente son la mejor solución. Esto no es ideología, son hechos probados y constatados.”
¿Usted cree que, si se diera la oportunidad, empresarios cubanos emigrados como usted, tengan interés en invertir en la Isla? Si los cubanos en la Isla aún no pudieran invertir, ¿cree correcto que lo hagan quienes residen fuera?
“El empresariado cubano en el exterior tiene mucho que contribuir a la Cuba del futuro. Somos parte del enorme capital humano con el que cuenta la patria. Conozco a casi todos los grandes empresarios de Miami, de hecho, muchos de ellos forman parte del grupo que presido. Sé bien el interés que tienen en poder contribuir con su talento y su tesoro para ayudar a una Cuba que prospere y progrese.
”Creemos también en la necesidad de crear un capital cubano, criollo. Nos preocupa una Cuba donde el capital vuelva a ser mayoritariamente extranjero. Después de tantos años de sacrificio luchando por la soberanía, seria irónico que regresáramos a una Cuba dominada por el capital extranjero.
”No quiero que se me malentienda. No soy adverso al capital extranjero. Creo que Cuba tiene que aprender a atraerlo y retenerlo. Pero el capital criollo tiene una tasa de reinversión mucho más alta que el extranjero, y como se ha demostrado a lo largo de la historia, el capital cubano conlleva un amor por la patria que no tiene el extranjero.
”Es por eso que, para el empresariado de la diáspora, sería éticamente inaceptable que se le permita invertir en Cuba, en calidad de inversor extranjero, si no se les ofrece la misma oportunidad a los cubanos que residen en Cuba. De hecho, sería contraproducente. Los cubanos de la Isla conocen a Cuba, los de la diáspora no, o no tan bien. Por lo tanto, muchos empresarios del exilio desearán invertir en Cuba en sociedad con cubanos de la Isla que conocen de una forma mas íntima las peculiaridades del mercado y la idiosincrasia de la Cuba contemporánea.”
Supongamos que lo anterior deja de ser ficción y se hace realidad, es decir que los cubanos que residen en el exterior puedan invertir en Cuba. ¿Por qué quienes residen en la Isla deben creer que sus propósitos son de ayudar al desarrollo de la Isla y no simplemente aprovechar la coyuntura económica, lo cual deja a los de la Isla en desventaja?
“Como expliqué anteriormente, no creo que haya cubano en la diáspora que acepte invertir en Cuba en calidad de inversor extranjero. Invertiremos en Cuba cuando todos los cubanos tengan el mismo derecho, y cuando los cubanos que residan en Cuba puedan libremente ser nuestros socios en la creación de las empresas que tanto Cuba necesita para revitalizar su economía.”
Siguiendo con la ficción que pudiera convertirse en realidad, ¿cree que el empresariado cubano en el exterior estaría dispuesto a aceptar las reglas que establezca el gobierno cubano para participar en el desarrollo económico de la Isla?
“Depende de las reglas. Para conseguir que el capital fluya a Cuba, sea de cubanos o de extranjeros, el gobierno cubano tendrá que incorporar las reglas universales para atraer capital. Estas consisten en un marco legal claro y no ambiguo, un sistema judicial efectivo y justo para la resolución de disputas, certeza y no arbitrariedad, un riesgo político moderado, y un clima laboral justo y equitativo.
”Dadas estas condiciones, el capital cubano del exterior, al igual que el capital extranjero, fluirá hacia Cuba en grandes cantidades en busca de un rédito competitivo.”
Tú me das, Yo te doy.
Por: Pbro. Mario Félix Lleonart Barroso.*
¿Puede ser capaz la iglesia de dar un testimonio profético en medio de una sociedad marxista si se identifica completamente con la ideología marxista y la política del gobierno? W. Rauch, pastor en la ex-RDA
Corría el año 1960 y el Consejo de Iglesias de Cuba (CIC), que entonces no se llamaba así, sino Concilio de Iglesias Evangélicas de Cuba (CIEC), adoptó su "Declaración de Principios: un mensaje a los protestantes cubanos", redactada originalmente por los pastores Manuel Viera Bernal y Juan P. Tamayo para el "Movimiento Social Cristiano". En este documento se criticaba tanto el sistema capitalista como el comunista, pronunciándose a favor de un "orden social cristiano" y de una "democracia total" que ofreciera "pan con libertad", concluyendo con un llamado al protestantismo cubano a participar "con sentido de misión en las luchas sociales, obreras, estudiantiles y políticas con el fin de impregnar la vida toda de la nación con las ideas y prácticas cristianas". ¡Como ha cambiado desde entonces el CIC!, y no lo digo solo por el nombre.
Esta institución, que hoy solo busca su supervivencia como organización demuestra con sus hechos y palabras lisonjeras cuánto ha demudado su rostro. ¿Por qué la terrenal tendencia de muchos creyentes a olvidar su carácter de advenedizo para comulgar con los gobiernos e imperios de turno? Todo lo que critica el Consejo de Iglesias de Cuba (CIC) de hegemónico y extorsionador a nivel global lo tolera en su propio patio, ¿cómo salir dándoselas de profetas ante el mundo si en la propia casa se comulga en la misma mesa de esta mafia organizada que se cree dueña de un país?
En un medio donde si no se es incondicional al Sistema se está condenado a la anatemización -"Con la Revolución todo, sin la Revolución nada"- el Consejo de Iglesias de Cuba (CIC) ha sacado muy bien sus cuentas y se ha comportado de manera muy pragmática. Juega con el opresor que -como todos los de turno, sean de izquierda o de derecha- necesita de la bendición de los falsos profetas, que tampoco nunca han faltado.
No se es valiente en Cuba al condenar los desmanes harto conocidos del neoliberalismo, ni las violaciones de los derechos humanos en el resto de las prisiones del mundo, ni el saqueo de las riquezas naturales a países del denominado Tercer Mundo, especialmente de la empobrecida África, ni al criticar las guerras, o la polución del medio ambiente… Todas estas verdades, y miles de otras más, han sido explotadas al súmmum por el régimen cubano, para esconder tras ellas el saqueo y vituperio de su propia nación. Hay que ser valiente en Cuba para levantar primero la voz ante el monopolio de ese grupo de aprovechados que se considera dueño del país, para luego tener la osadía de criticar los desmanes mundiales.
El Consejo de Iglesias de Cuba (CIC), para vergüenza tal vez de sus fundadores en 1941, y para los que veinte años después intentaban marcar un rumbo profético, ha demostrado con la fanfarria de la celebración de su 70 Aniversario lo que realmente le interesa y en lo que se ha convertido: no en representante de la Iglesia-pueblo democrática, como demagógicamente nos había dicho alguna vez, sino en una Iglesia-jerarquía aristocrática. En una élite que vive de la máxima Élite en Cuba. Palabras de algunos de sus propios miembros descontentos lo ilustran mejor que cualquier criterio que pudiera dar, ajeno como soy a esa organización:
Rev. Raúl Suárez: "… todo el mundo quiere tener un proyecto, porque detrás del proyecto hay muchas cosas que no son la misión ecuménica. Pero ustedes saben la cantidad de proyectos que hay por ahí que no obedecen a una estrategia ecuménica, sino a una estrategia de sobrevivencia de la organización o de la institución".
Rodolfo Juárez: "Todos esperábamos que el Consejo de iglesias de Cuba (CIC) fuera el baluarte del ecumenismo en Cuba y, realmente, no lo ha podido ser ni lo va a ser, porque su estructuración no se lo permite. No se quiere dañar a los que están adentro ni ahuyentar a los que están afuera, y se mantiene una coexistencia pacífica, pero improductiva… a veces lo que hacemos son charlas de viejos: nos reunimos y hablamos de ecumenismo, pero no influenciamos a nadie. Todo esto tiene que restructurarse, pero con un compromiso."
Kirenia Criado: "… lo primero que tenemos que hacer es empezar a leer nuestra realidad, y hacerlo de una manera muy crítica, entendiendo la crítica como reflexión, para saber dónde estamos y cuál sería nuestra misión… vamos a sentarnos a discutir sobre cómo cambiamos las cosas, porque realmente no están dando cuenta de ese ecumenismo que queremos, cuyo objetivo fundamental es transformar la realidad, permitir que crezcan el ser humano y la vida humana por encima de todas las cosas y ver cómo Dios se mueve en la historia. "
Las reflexiones anteriores fueron extraídas de un multílogo muy interesante que tuvo lugar en el Centro Memorial Dr. Martin Luther King una mañana de junio de 2007, y que está publicado íntegramente en la Revista Caminos, No. 46 de 2007, páginas 50 a la 60, bajo el título Ecumenismo en Cuba. Recomiendo esta lectura y otras relacionadas en diversos números de esta misma publicación.
Considero que el asunto está en que el ecumenismo que propone el Consejo de Iglesias de Cuba (CIC) no es el ecumenismo bíblico, nacido y crecido alrededor de Jesús de Nazaret como hecho núcleo. El ecumenismo de Jesús siempre huirá de las instituciones, y se proyectará como un estilo de vida de personas comprometidas que lo convertirán en vocación, en un compromiso de por vida hasta que Cristo venga.
Pero el ecumenismo del Consejo de Iglesias de Cuba (CIC) no nace precisamente en la mesa eucarística, sino en la de quien le da su vino y su pan, en la de quien, en sus propias palabras, lo expresó con claridad en su Informe al VI Congreso del Partido en un privilegiado espacio dedicado por cierto a ese prioritario sector que le constituyen actualmente la fe y los creyentes, los mismos que ayer aprisionó, y que hoy pretende manipular a su antojo con sus prebendas y chantajes: "… hermanar en la virtud y en la defensa de nuestra Revolución a todas y a todos los cubanos, creyentes o no, a los que forman parte de las iglesias cristianas, entre las que se incluyen la católica, las ortodoxas rusa y griega, las evangélicas y protestantes; al igual que las religiones cubanas de origen africano, las comunidades espiritistas, judías, islámica, budista y las asociaciones fraternales, entre otras. Para cada una de ellas la Revolución ha tenido gestos de aprecio y concordia." Con interpretar quién es la Revolución, y de que se tratan los tan cacareados gestos de aprecio y concordia basta para entender cual es la verdadera tragedia de esa languidecente e infatuada organización que ha llegado a ser el Consejo de Iglesias de Cuba 9CIC).
Fue más explícito el General al final de ese Culto de Clausura por el Aniversario 70 del Consejo de Iglesias de Cuba (CIC) al reconocer: "…, necesitamos, hoy más que nunca, todas esas bendiciones”. Es el clásico contubernio que ofrece el libro de Revelación en su capítulo 13: para todo endiosado sistema político habrá siempre un falso profeta, o viceversa, para todo falso profeta habrá siempre un endiosado sistema político dispuesto a cambiar los privilegios por "bendiciones". El Consejo de Iglesias de Cuba (CIC) tiene el opio que el General necesita para intentar adormecer al pueblo, no olvidar que en definitiva para el régimen la religión siempre ha sido eso, el opio de los pueblos.
*Pastor Bautista radicado en Cuba y Miembro de la Convección Bautista de Cuba Occidental, quien desempeña su ministerio en la Iglesia Bautista de Taguayabón y Rosalía, VC, Cuba. Profesor Seminario de Santa Clara, y filial del Seminario de La Habana en Vueltas. Edita desde Cuba el Blog Cubano confesante.
“LA PROFECÍA”
Por: Pr Manuel Morejón Soler El Vedado, La Habana, de junio del 2011 (PD) imorejon@yahoo.es
¿Quién no ha oído las siguientes frases en una iglesia?
- Dice el Señor que aquí hay alguien que tiene problemas de papeles pendientes. En esta semana vas a ver los resultados de los trámites que estas realizando.
- El Señor me está mostrando que está en el control de tu matrimonio. No te preocupes que Él te lo va a restaurar pronto.
- Tu hijo está bajo mi sombra, va a salir bien del problema. ¡Lo digo Yo el Todopoderoso!
¿Aquí en Cuba quien no tiene dificultades de papeles pendientes, contrariedad en su matrimonio o que su hijo no tenga algún problema que lo incomode?
Se están profiriendo un sinfín de adivinaciones ambiguas y mezcladas siempre de florecientes esperanzas como si fueran verdaderas profecías de Dios.
¿Por qué es que está sucediendo esto?
Profeta es alguien que ha tenido una experiencia personal con el Eterno, este se presentaba ante los gobernantes y el pueblo como aquel que había estado primeramente en la presencia de Dios (1ª Reyes. 17.1; 18.15).
También existe una metodología bíblica por la que se puede juzgar la profecía (1ª Corintios 14:29).
En todos los profetas se puede decir que existe un común denominador, invariablemente cuando Dios enviaba profeta era porque la nación estaba en decadencia y la misión de estos era la de confrontar a los gobernantes a fin de que renunciaran a sus malos caminos y restaurar así a la nación:
Testimonios no escasean: Moisés confrontando a Faraón (Ex 6:1-6); Samuel desechando a Saúl (1ª Sam 15:2326); Natán amonestando al rey David (2ªSam 12:1), Elías impugnando al rey Acab (1ª Reyes 17:1). El profeta Isaías al rey Uzías (Is 1: 1-4).
Profeta Jeremías
Cuando Dios llamó a Jeremías, la nación aparecía incorregiblemente corrupta, insensible a las ofertas de perdón por parte de Dios y la Palabra de Dios se consideraba ofensiva, pero este durante cuatro décadas profetizó bajo los cinco últimos reyes de Judá: Josías, Joacaz, Joacim, Joaquín, y Sedequías.
También Daniel a quien hasta el mismo rey Nabucodonosor se postró ante él (Dn 2:46-47), cuando este le interpretó la revelación de Dios; por solamente mencionar algunos casos en el Antiguo Testamento (AT). En el Nuevo Testamento ( NT) no se pueden obviar a:Juan el Bautista y los apóstoles.
La profecía mesiánica. (Lucas 7:38 -47)
Jesucristo es el más notable de los profetas de todos los tiempos, pues su profecía es la que llega al corazón de todos sin excepción.
Aquí se puede observar como confronta a Simón (de apodo el leproso) cuando se dijo para si mismo: - “este no puede ser profeta, porque si supiera que la mujer que lo está tocando es una pecadora no lo permitiera” (Lc 7:39).
Entonces el Maestro lo confrontó con una enseñanza para hacerle saber que el si está al tanto de todo corazón.
Por último predicó con su testimonio al gobernador Poncio Pilatos (Mateo 27:14) y a Herodes el tetrarca, quedando estos maravillado de su actitud.
Si “Las Sagradas Escrituras” son la norma de fe y de conducta a seguir de todo cristiano. Entonces conforme al estudio presentado anteriormente pudiéramos indagar:
¿Dónde están los profetas de Dios en Cuba, que confrontan a los gobernantes de su mal proceder?
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martes, 7 de junio de 2011
Personas en la memoria: Las atalayas.
Por: Yoaxis Marcheco Suárez.*
Se iniciaba la década del ochenta del siglo pasado y yo era una niña de apenas unos seis años de edad, con mi uniforme rojo y blanco y la pañoleta azul, pañoleta que solo dos niñas del aula tenían la osadía de no llevar, ellas no eran pioneras como los demás niños y junto a su negación de llevar el pañuelo celeste alrededor del cuello, también estaba la de colocar sus manos en la frente y repetir la consigna de los pioneros cubanos: “Pioneros por el Comunismo, seremos como el Che”. Las niñas eran para mí motivo de misterio y su marcada diferencia jugueteaba con mi curiosidad, el trato para con ellas en la escuela era diferenciado, eso fue notable, aunque no precisamente el hecho de si fueran discriminadas o no fue lo que me llamó la atención y me marcó al punto de no poderlas olvidar jamás, sino la valentía de ellas de no participar, de no cooperar con el Comunismo y permanecer fieles a su credo, fueran cuales fueran las consecuencias.
Ser Testigos de Jehová en la década a la que hago referencia, demandaba una alta cuota de sacrificio, sobre todo porque estos creyentes en cualquier parte del mundo, no participan de la vida o panorama político de la nación donde vivan, para ellos esta es una interpretación muy peculiar de cómo debe ser la vida de un seguidor de Dios, excluyéndose de muchos asuntos humanos y sociales, en Cuba se dedicaban por aquellos tiempos y en la actualidad, solamente a predicar la Palabra y a luchar por crear nuevos adeptos a su fe, en cualquier país normal, libre y democrático, este grupo de personas no resulta problema alguno, pero en el nuestro y precisamente en los difíciles años de las décadas del sesenta, setenta y ochenta del siglo anterior, fueron declarados enemigos del Gobierno y tratados enérgicamente como tales.
Desde la infancia y al igual que mis compañeras de aula, los Testigos de Jehová se niegan a usar la pañoleta que los distingue como pioneros, se niegan a saludar la bandera, a repetir consignas, a entonar las notas del Himno Nacional, a participar en organizaciones políticas y de masas creadas por el Gobierno. El punto que más los distingue mundialmente y que también en Cuba les ha hecho aún más polémicos, es la no participación en el Servicio Militar, que en nuestro país es obligatorio para los jóvenes varones que se encuentran entre las edades de dieciocho hasta veinte o veintitrés años de edad aproximadamente. Fueron perseguidos, maltratados y humillados por el Régimen que hoy dice ser amigo de los creyentes, pretendiendo borrar del libro de nuestra historia, los años negros y funestos de persecución a cristianos y otros creyentes, años que fueron vencidos y resistidos por la iglesia cubana y otros grupos religiosos, solo por la fortaleza de la fe y de las convicciones, en el caso específico de las iglesias evangélicas, por el amor y la fidelidad de nuestro Dios, quien nos cubrió y defendió de todo mal y nos fortaleció para que pudiéramos prevalecer.
Son muchos los puntos en los que difiero con los Testigos de Jehová, especialmente a los que a doctrina y cosmovisión cristiana se refieren, pero no son esos puntos divergentes los que quiero resaltar, porque confieso que tengo amigos buenos y leales entre ellos desde la niñez, quienes han respetado mis criterios y a quienes también he correspondido con el mismo respeto. Son algunas virtudes que los creyentes evangélicos deberíamos retomar, las que me hacen reflexionar acerca de ellos en este día. La Biblia a través de la voz del Apóstol Pablo nos dice: “Escudríñalo todo y retén lo bueno” y admito que hay muchas cosas positivas en el comportamiento de este grupo religioso, no me detendré en ninguna de ellas, pero las enumeraré: Su ferviente anhelo y tesón por ganar a las personas inconversas, que los hace incansables e incuestionablemente dignos de ser imitados; sus eficaces métodos de discipulado, de enseñanza y educación que preparan sólidamente a sus seguidores desde la niñez; la fortaleza de sus ideas que los ha llevado a enfrentar regímenes peligrosos, a costa de arriesgar sus propias vidas por lo que creen, digno de destacar la negación histórica de cooperar con el régimen comunista cubano y su no participación en contiendas bélicas, ni en las filas de ningún ejército, incluido el nuestro, cuya estrategia ha sido siempre la de formar un militar en cada ciudadano a través de las famosas Milicias de Tropas Territoriales y otras formas de insertar a la comunidad civil en los asuntos militares; entre muchas más.
El no ser mencionados, ni tomados en cuenta por algunos líderes gubernamentales en la actualidad, ya deja en claro la antipatía pasada y presente del régimen hacia estos creyentes, ellos no están incluidos entre las diferentes denominaciones evangélicas o protestantes que existen en el país, son una entidad religiosa aparte e independiente de las nuestras, partiendo sobre todo de las notables diferencias de las interpretaciones bíblicas y de nuestras doctrinas y teología, por lo tanto al ser mencionadas las diferentes convenciones, asociaciones, instituciones, iglesias, denominaciones, religiones, en Cuba, ellos deberían ser reconocidos con el nombre que llevan, y no ignorados, ya que su existencia en nuestro contexto es real.
Las niñas Testigos de Jehová, en mi memoria, que compartieron algunos años de mi edad infantil, las que casi no tenían amiguitos en la cuadra porque eran: “atalayitas” como muchos decían o “atalayas” en la expresión de otros, esas niñas valientes que se enfrentaron a todo un Sistema político por defender su creencia, son en este sentido, un paradigma para mí, como lo son también los muchos cristianos evangélicos que en esos años tenebrosos no apagaron su voz y sostuvieron casi con su vida las iglesias en Cuba. Espero que nunca, mientras viva, salgan de mi memoria esos buenos rostros, que dejaron marcas en la historia de lo que los hombres y mujeres de fe pueden llegar a hacer ante cualquier maquinaria humana de represión, discriminación, segregación y exclusión.
* Licenciada en Información Científico Técnica y Bibliotecología y Máster en Estudios Teológicos por FLET. Desempeña sus labores en la Iglesia Bautista de Taguayabón en Villa Clara Cuba junto a su esposo el Pbro. Mario Félix Lleonart.
Nota del Editor: A los miembros de los Testigos de Jehová en Cuba se les llama: “atalayos” o “atalayas”, es un término peyorativo en ocasiones.
¿A qué y a quien representa el Cardenal cubano…, a nombre de qué o de quien habla?
Por: Juan González Febles.*
Lawton, La Habana, Cuba, 2 de junio de 2011, (PD) Existe en la actualidad un interesante problema de competencia y de representatividad. Los diálogos iglesia-estado, representados por las conversaciones entre el arzobispo habanero, Cardenal Jaime Ortega Alamino y el general y presidente designado Raúl Castro y caracterizados por su atmósfera casi conspirativa, falta de transparencia y claridad públicas, dejan en el aire la pregunta sobre a quién y a qué representan ambas partes.
Como esbozó el líder político Manuel Cuesta Morúa, no se sabe si el Cardenal habla en nombre de la iglesia o de los católicos cubanos, lo que está más que claro es que no lo hace en nombre de todos los cubanos y esto marca la diferencia con el general presidente, que al menos, lo hace desembozadamente en nombre de todos los "revolucionarios".
Se dice que el cardenal Ortega fue elevado por Roma a la dignidad cardenalicia, a partir del cabildeo del en aquel entonces jefe de estado, Fidel Castro. Pero estos son sólo rumores, que consiguieron saltar desde las sacristías al espacio incierto en que se mezclan las intrigas clericales con intereses políticos muy profanos.
Si esto fuera cierto, entonces sería comprensible que la élite de poder verdeolivo cuando necesitó aparentar aperturas y un grado de absolutismo inferior al real, echase mano a su purpurado afín. Así, hubo diálogo. Pero aunque se trate de una ficción o una puesta en escena llena de trucos y efectos especiales, su carácter positivo, (que no debe sobredimensionarse) está dado en que es la primera vez en 52 años en que el gobierno cubano a nivel doméstico habla con alguien que supuestamente representa el punto de vista del otro o los otros. Eso vale.
La muy compleja situación nacional, por el momento parece favorecer al gobierno cubano. Por una parte existe en la Isla una clase política favorecida por grupos de poder y presión política en USA, que es vista por crecientes sectores de opinión interna, como la versión laica de las cómodas relaciones iglesia-estado que se fabricó el régimen a partir del innegable talento conspirativo de Fidel Castro.
Esta clase política contribuye por una parte a ofertar la clásica visión de "oposición fragmentada" y por otra, roba espacio y visibilidad a una sociedad civil, ya no tan incipiente. Esto sucede en no pocas ocasiones con la complicidad tácita del gobierno de los Estados Unidos.
Se dice en círculos políticos y académicos en La Habana, que los Estados Unidos volverán a aliviar las tensiones internas del régimen militar cubano, mediante otro sorteo de visas en ciernes. El nuevo sorteo desangraría en varios miles de potenciales desafectos la lucha por la democracia en la Isla, al desplazarse hacia los Estados Unidos con sus frustraciones y contradicciones no resueltas, con y por el régimen militar cubano.
Entonces, algunas posiciones y actitudes de los grupos de poder y presión política en USA podrían interpretarse del mismo modo favorable al régimen o al menos a su permanencia. En fin, que las posiciones de la iglesia y la representatividad del arzobispo habanero, cardenal Jaime Ortega, ciertamente no favorecen el interés del ciudadano en Cuba, al igual que ciertas posiciones asumidas por algunos entre los grupos de poder cubano en USA.
El color púrpura cubano se viste con una coloratura variopinta que remeda los trajes militares de camuflaje, tanto en la iglesia como fuera de ella. La democratización de la Isla y el fin de más de cinco décadas de totalitarismo insular no encuentran ecos en las sacristías ni en determinados salones de poder cubano en USA. Como aquel famoso serial, Expedientes X, se puede decir que la verdad, está más allá.
* Periodista independiente. Director de Periodista digital. Reside en Lawton, Ciudad de La Habana, Cuba.
Ordenan en Cuba a la 'primera obispa del mundo' de la Iglesia Santidad Pentecostal
DDC La Habana
La reverenda Beatriz López Albuin, de la Iglesia Santidad Pentecostal, ha sido nombrada como "primera obispa de esa denominación en el mundo", en una ceremonia que tuvo lugar en el templo Pórtico de Salvación, informó ALC Noticias.
López Albuin fue ascendida a ese honorífico grado por su "trayectoria y testimonio", por decisión unánime de la trigésima quinta Conferencia Nacional de esa entidad eclesial, que solicitó el nombramiento a la más alta jerarquía de la Iglesia Santidad Pentecostal.
"Para dar fe de su vida y su ministerio, estamos hoy ante el altar, ministros de diferentes generaciones, familiares y otros miembros de nuestra Iglesia", expresaron los presentes en la liturgia ante el obispo ordenante, reverendo Douglas Beacham.
Entre sus votos, la nueva obispa prometió "fomentar la piedad y practicarla según tenga oportunidad" y "contribuir a la paz y defender la verdad y la justicia de Dios".
Beatriz López Albuin es la tercera obispa en la historia de Cuba. Las otras dos son anglicanas. La primera, Nerva Cot Aguilera, fallecida el pasado año, y la boliviana Griselda Delgado del Carpio, actual jefa de la Iglesia Episcopal en Cuba.
López Albuin nació en la ciudad de Pinar del Río. Se graduó de estudios teológicos en 1982 y ese mismo año fundó el Instituto Bíblico Pentecostés, del cual sería su directora y profesora.
Desde su nombramiento como pastora desarrolló una trayectoria de casi 30 años al frente de más de una docena de congregaciones y en tres denominaciones: Iglesia Santidad Pentecostal de Cuba, Iglesia Metodista y la Liga Evangélica.
Ha ocupado la superintendencia nacional (máximo cargo en el país dentro de su obra) por diez años y, actualmente, también es la coordinadora del Programa de Emergencias y Ayuda Humanitaria del oficialista Consejo de Iglesias de Cuba (CIC).
La reverenda Beatriz López Albuin, de la Iglesia Santidad Pentecostal, ha sido nombrada como "primera obispa de esa denominación en el mundo", en una ceremonia que tuvo lugar en el templo Pórtico de Salvación, informó ALC Noticias.
López Albuin fue ascendida a ese honorífico grado por su "trayectoria y testimonio", por decisión unánime de la trigésima quinta Conferencia Nacional de esa entidad eclesial, que solicitó el nombramiento a la más alta jerarquía de la Iglesia Santidad Pentecostal.
"Para dar fe de su vida y su ministerio, estamos hoy ante el altar, ministros de diferentes generaciones, familiares y otros miembros de nuestra Iglesia", expresaron los presentes en la liturgia ante el obispo ordenante, reverendo Douglas Beacham.
Entre sus votos, la nueva obispa prometió "fomentar la piedad y practicarla según tenga oportunidad" y "contribuir a la paz y defender la verdad y la justicia de Dios".
Beatriz López Albuin es la tercera obispa en la historia de Cuba. Las otras dos son anglicanas. La primera, Nerva Cot Aguilera, fallecida el pasado año, y la boliviana Griselda Delgado del Carpio, actual jefa de la Iglesia Episcopal en Cuba.
López Albuin nació en la ciudad de Pinar del Río. Se graduó de estudios teológicos en 1982 y ese mismo año fundó el Instituto Bíblico Pentecostés, del cual sería su directora y profesora.
Desde su nombramiento como pastora desarrolló una trayectoria de casi 30 años al frente de más de una docena de congregaciones y en tres denominaciones: Iglesia Santidad Pentecostal de Cuba, Iglesia Metodista y la Liga Evangélica.
Ha ocupado la superintendencia nacional (máximo cargo en el país dentro de su obra) por diez años y, actualmente, también es la coordinadora del Programa de Emergencias y Ayuda Humanitaria del oficialista Consejo de Iglesias de Cuba (CIC).
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