lunes, 27 de junio de 2016

Estamos entrando en los días de la justicia de Dios



 
Victoria Boyson: 
  
Victoria Boyson: Inquebrantables. Estamos entrando en los días de la justicia de Dios
  

 
El mundo se está cubriendo de capas de temor que crecen a diario, y también nuestra confianza en Dios debe aumentar del mismo modo. No sucumbiremos a las mentiras del mundo en el que vivimos, pues este NO es nuestro hogar. Nuestro hogar está en Cristo, vivimos en Él, estamos seguros y protegidos en los brazos de nuestro Amado. No nos rendiremos, CONFIAREMOS en nuestro Dios. Él NUNCA nos abandonará. ¡Él nunca te abandonará!
 
Pues "Jehová hace nulo el consejo de las naciones, y frustra las maquinaciones de los pueblos. El consejo de Jehová permanecerá para siempre; los pensamientos de su corazón por todas las generaciones" (Salmo 33:10-11).
 
Así que "Nuestra alma espera a Jehová; nuestra ayuda y nuestro escudo es él. Por tanto, en él se alegrará nuestro corazón, porque en su santo nombre hemos confiado. Sea tu misericordia, oh Jehová, sobre nosotros, según esperamos en ti" (Salmo 33:20-22). Quédense en sus puestos, manténganse firme en su fe.
 
Dejen que el diablo haga todo lo que sabe hacer, que intente matarnos, pues estamos entrando en los días de la justicia de Dios. Los cielos rugirán y la tierra temblará, ya que nuestro Dios revelará Sus intenciones a las naciones y no se sacudirán. De pronto, ya no se burlará de ustedes el mundo a causa de su fe en Dios, sino que se convertirán en su refugio.
 
Vean como nuestro Padre revela los planes malignos del enemigo y hace que el mundo preste atención a los mismos. Él está destapando cosas que llevan algún tiempo escondidas. Han planeado quitarle autoridad al Señor, y han planificado nuestra destrucción, ¡PERO DIOS...!
 
De hecho, Dios lo ha sabido todo desde el principio, así que no teman, ya que Él desea empezar una revolución. Hacen falta muchas cosas para lograrlo, así que alégrense cuando parezca que el enemigo ha ganado y la Iglesia ha sido abandonada. Dios nos ama y ÉL NO nos abandonará.
 
Tomen la decisión en su corazón que, vean lo que vean, no temerán, sino que se mantendrán firme en Él y CONFIARÁN en que llegará a nosotros Su plan de restauración.
 
Parezcan como parezcan las cosas, Dios no cesará hasta que nuestro enemigo haya sido totalmente desenmascarado y arrancado de raíz. Él no dejará las cosas a medias, sino que completará la obra que empezó en este mundo. Él lo sacudirá y el enemigo ni siquiera verá lo que viene en su contra.
 
El Padre le ha puesto un anzuelo al enemigo. No creen en Él, no temen Sus represalias, así que Él se revelará a ellos. Quiere descubrir lo bueno en los corazones de los hombres. Quiere la justicia, plena, completa y fiable. Y quiere que el inocente sea justificado. La justicia no está completa sin la justificación, ¿no es cierto?
 
Una defensa perfecta
 
Ten cuidado con la ofensa. Al ir acercándose tu milagro, el enemigo intentará ofenderte. Si logra descarrilarte con la ofensa, podrá retrasar tu milagro. Ten cuidado con la mentira del enemigo que dice que algunas personas no importan y por eso no importa maldecirlas.
 
En lugar de ofenderte, coloca una valla de oración alrededor de tu corazón orando por ellos oraciones guiadas por el Espíritu.

El Señor nos advirtió que orásemos por nuestros enemigos, lo cual es por nuestro bien y también por el bien de ellos. Si oras por los enemigos que te maldicen, ellos dejarán de maldecirte en cuanto Dios se haga cargo de sus corazones. Bendice y no maldigas, pues esa es la voluntad de Dios.
 
"Orad por los que os ultrajan y os persiguen; para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos" (Mateo 5:44-45).
 
Caminen valientemente en amor creciente, confiando totalmente en su Padre. Él ciertamente es digno de su confianza. 

¡Ustedes son guerreros inconmovibles del Reino! 

Tomarán territorio para Él y su herencia será el botín de las guerras. Escalarán montañas y destruirán la maldad en lugares altos ya que Dios es quien dijo que Él es y podemos realmente confiar en que Él obrará milagros a través de ustedes.

No teman nada, ¡confíen en Dios!
 
Victoria Boyson 
Ministerio Speaking Life Ministries
Correo electrónico: victoria@boyson.org
Sitio Web: victoriaboyson.com 

 
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ADOLESCENCIA:


James L. Minton

Cualquier esfuerzo por definir la adolescencia precipita varias preguntas: Define usted la adolescencia en base a cuándo comienza? Define la adolescencia en base a lo que pasa durante ese período? Define usted la adolescencia en base a lo que pasa cuando uno emerge de la adolescencia a la adultez temprana? Estas tres preguntas son válidas al desarrollar una definición sobre lo que es la
adolescencia.

En cuanto a cuándo comienza la adolescencia, muchas sugerencias han sido ofrecidas:

Cuando el nivel de las hormonas de adulto se eleva rápidamente en la
sangre.
Cuando los muchachos comienzan a pensar en tener citas con los del
sexo opuesto.
Cuando las muchachas tienen diez años y los muchachos doce.
Cuando se empieza a tener interés por el sexo opuesto.
Cuando repentinamente los muchachos llegan a ser caprichosos.
Cuando los niños cumplen trece años.
Cuando los muchachos forman grupos sociales exclusivos.
Cuando los muchachos comienzan a pensar en independizarse de los
padres.
Cuando se preocupan de cómo se ven sus cuerpos.
Cuando se comienza la escuela secundaria.
Cuando la opinión de los amigos influye más de lo que los padres
piensan.
Cuando los muchachos comienzan a querer saber quiénes son
realmente.
Hay algo de verdad en cada una de estas declaraciones, pero ninguna puede
establecerse por sí sola como la definición del comienzo de la adolescencia.
En relación con lo que está pasando durante el período de la adolescencia, sólo
use su imaginación para una definición. La juventud de la década de los ochenta
son bombardeados de todos lados por “fuerzas ambientales” que tuercen,
estiran y distorsionan sus sentidos de la realidad y valor. Dos palabras claves
emergen para el adolescente: posición y sobrevivencia.
Lo que sucede cuando un joven pasa de la adolescencia a joven adulto puede
ser más claramente definido. Ninguna edad cronológica puede ser marcada,
pero varias cosas son evidentes de acuerdo con Robert J. Havighurst:
Selección y preparación para una ocupación.
Desarrollo de habilidades intelectuales y conceptos necesarios para la
participación cívica.
Alcanzar una conducta social responsable.
Preparación para el matrimonio y la vida familiar.
Desarrollo de un sistema de valores como guía para la conducta ética.

DEFINICIONES
Con este material como trasfondo consideraremos ahora tres diferentes
perspectivas desde dónde ver la adolescencia, mientras desarrollamos las
definiciones para cada perspectiva. Las diferentes perspectivas pueden ser
declaradas simplemente como biológica, social y sicológica.
Los científicos sociales con una orientación “biológica” definirían la
adolescencia como el tiempo entre el comienzo de la pubertad y cuando se
completa el crecimiento de los huesos. Los científicos sociales con una
orientación “sicológica” la definirían en términos de cómo piensan y se sienten
los adolescentes acerca de sí mismos. Los teóricos con una orientación “social”
(sicólogos y sociólogos) la definirían en términos del papel que los adolescentes
juegan en una sociedad más grande — ni niño ni adulto, sino alguien en medio.
Biológicamente, la conducta del adolescente se explica en términos de los
cambios físicos sufridos por los adolescentes. Sicológicamente, la conducta del
adolescente se explica en términos del pensar y sentir (desarrollo de la
personalidad). Socialmente, la conducta del adolescente se explica como una
respuesta a una posición marginal en la sociedad. Cualquier intento por
presentar una definición completa de la adolescencia tendría que incluir cada
uno de estos tres aspectos.
TEORÍAS
Veamos más de cerca las teorías sobre el desarrollo del adolescente. Estas
teorías generalmente se agrupan en cuatro categorías: biológica, sociológica,
sicoanalítica y cognoscitiva.
Teóricos Biológicos: G. Stanley Hall y Arnold Gesell
La primera de las principales teorías biológicas sobre la adolescencia fue
formulada por G. Stanley Hall (1904, 1905). Hall fue influenciado grandemente
por el trabajo de Carlos Darwin y buscó aplicar los principios de la evolución a
un entendimiento del desarrollo de la adolescencia. La proposición de Hall fue
que en el transcurso de su desarrollo, los niños progresan a través de una serie
de etapas, similares a aquellas por las cuales la raza ha progresado en su
historia evolucionista. La “teoría de recapitulación” de Hall también sugirió que
el curso de desarrollo es, en gran parte, predeterminado por asuntos genéticos.
Por lo tanto, él insistió fuertemente a los padres a no turbarse mucho con la
manera en que sus hijos actúen en alguna etapa particular porque eso pasará
pronto, tal como nuestra historia. Hall sostuvo que esto vendrá y se irá a pesar
del ambiente del niño, porque el curso de desarrollo ha sido determinado por
factores genéticos.
Evidencia subsecuente de naturaleza antropológica (no incluyendo obvias
creencias cristianas) — demostrando que los niños se comportan muy
diferentemente en diversas culturas, y también que el ambiente sí tiene efecto
significante sobre el desarrollo de un niño — ha invalidado ampliamente este
aspecto de la teoría.
Un aspecto de la teoría de Hall ha encontrado limitado apoyo contemporáneo.
El describió la adolescencia como un tiempo de “tormenta y tensión”. Esta fue
una expresión prestada de un movimiento literario de su tiempo. Entre otras
cosas, Hall pensó que en la adolescencia se paralelaba la consigna del
movimiento a un idealismo excesivo y rebeldía contra el orden establecido. La
mayoría de las teorías están de acuerdo en que en la adolescencia hay tiempos
tormentosos y de presión. Algunos irán un poco más allá para sugerir que estos
tiempos son necesarios, y son la fuerza motivadora que desarrolla un
autoconcepto estable.
El segundo de los principales teóricos biológicos es Arnold Gesell. Al igual que
Hall, Gesell basó sus teorías del desarrollo sobre la creencia de que los factores
biológicos son ampliamente responsables for las características de la
personalidad de los niños en las varias etapas de su desarrollo. Contrario a lo
propuesto por Hall, Gesell dio al ambiente un papel importante como el
causante de variaciones entre los individuos.
La teoría de Gesell ha sido descrita como una teoría de maduración, una teoría
de crecimiento espiral, y una teoría de un diseño por edad. Su teoría se llama
de maduración a causa de su fuerte creencia en que varias capacidades, así
como características de la personalidad, resultan de la genéticamente
determinada secuencia de maduración que se lleva a cabo. También se le llama
una teoría de crecimiento espiral porque presenta al individuo en progreso,
seguido por una regresión y después otro período de progreso. Esta regresión
o “caída” da tiempo al individuo para consolidar las ganancias obtenidas en su
progresión y así asimilarlas mejor. Finalmente, es una teoría de diseño por edad
porque mucho del trabajo de Gesell describe el progreso del adolescente en
diferentes niveles de edad.
Los niveles de edad para la adolescencia propuestos por Gesell comienzan a
los diez años, y terminan a los dieciséis. El se adelantó a los de su tiempo al
iniciar este período a los diez años, pero se paró varios años antes, a los
dieciséis. Gesell estaba consciente de las debilidades en un abordamiento como
éste, pero él proveyó una manera de medir los alcances y características de los
jóvenes, basada sobre la edad cronológica.
Aquí hay un resumen de los niveles de edad propuestos por Gesell:
Diez años. Está bien ajustado, altamente sensitivo a la justicia, seguro,
obediente y apasionado por el hogar. Es descuidado en su apariencia y
no se interesa en el sexo opuesto.
Once años. Es caprichoso, incansable, rebelde y pendenciero. Es dado
a largos períodos de silencio y argumenta con los padres y hermanos.
Doce años. Mucha de la turbulencia de los once años ha desaparecido.
Viene a ser más razonable y tolerante. Es más influenciado por sus
compañeros, más independiente de sus padres, y llega a ser
dolorosamente consciente de su apariencia. Por primera vez demuestra
interés en el sexo opuesto.
Trece años. Es intratable, distraído y muy sensitivo a la crítica. Es
tenso, crítico y ampliamente consciente de sí mismo. Tiene menos
amigos que el año anterior, pero los que tiene son mucho más
cercanos.
Catorce años. Repentinamente es un extrovertido. Es confidente y
expresivo. Gasta horas discutiendo con sus amigos sobre
personalidades y personajes y frecuentemente se identifica con héroes.
Quince años. Tiene un elevado espíritu de independencia. Es
bullicioso, rebelde e impredecible. Tiene tensiones en aumento. Los
conflictos con los padres y el personal de la escuela están en aumento.
No pareciera, pero a los quince años es el comienzo del autocontrol.
Dieciséis años. Seguro de sí mismo y tiene una personalidad más
balanceada y ajustada. Es alegre, amigable, paseador, bastante
ajustado y muestra muy poca rebeldía. Está orientado al futuro y es el
prototipo del preadulto.
La teoría de Gesell tiene varios puntos débiles. Las muchachas generalmente
están año y medio o dos más adelante que los muchachos en términos de
cambios biológicos al comienzo de la adolescencia. La edad cronológica no es
el mejor índice del desarrollo social, emocional y físico durante la adolescencia.
Finalmente, estos diseños no toman en consideración a aquellos que maduran
más tarde, o las varias circunstancias en el hogar, la escuela y con los grupos de
compañeros.
Teóricos Sociólogos: Robert J. Havighurst
Havighurst es posiblemente el más conocido teórico sociólogo en relación con
el desarrollo de los adolescentes. Al inicio de la década de los cincuenta, él
identificó diez tareas de desarrollo para el adolescente. La persona joven se
esfuerza por alcanzar estas tareas mientras progresa a través del período de la
adolescencia. Después de veinte años, Havighurst revisó su trabajo y presentó
un juego de ocho tareas. Estas tareas representan habilidades, conocimientos,
funciones y actitudes que la gente joven debe adquirir a través de la maduración
física, expectaciones sociales y esfuerzo personal. El dominio de las tareas de la
adolescencia resultan en madurez. Fallar en dominar las tareas de la
adolescencia resulta en ansiedad, censura social y muy probablemente en la
inhabilidad de funcionar como una persona madura. Una breve descripción de
cada una de las ocho tareas se presenta en seguida. El lector debe recordar
que hay diferencias significantes en las tareas de desarrollo en las clases
sociales alta, media y baja.
Formar nuevas y más maduras relaciones con compañeros de la misma edad y
de ambos sexos. El adolescente debe moverse del interés por los compañeros
del mismo sexo y de juego de la niñez mediana, para establecer amistades con
el sexo opuesto. Esta tarea es la precursora de las relaciones normales como
adultos.
Alcanzar un papel social masculino o femenino. Ciertas conductas, actitudes y
valores se esperan de los hombres y mujeres. Hay fuerzas sociales que están
causando cambios en lo que se espera de un hombre o de una mujer. A menos
que el adolescente acepte su propia sexualidad como un hombre o una mujer y
encuentre un papel sexual aceptable, él o ella se sentirá y estará desajustado.
Aceptar el físico propio y usar el cuerpo efectivamente. Los adolescentes
frecuentemente se preocupan en extremo por el desarrollo físico de sus
cuerpos. Durante este período algunos cambios están sucediendo muy rápido,
mientras que otros van muy despacio. Algunos adolescentes están satisfechos
con sus cuerpos, pero la mayoría puede fácilmente encontrar faltas. Muchos se
preguntan si ellos son “normales”.
Lograr independencia emocional de los padres y otros adultos. Hasta este
punto, los niños han dependido de los padres para tener amor, elogio y ternura.
Ahora deben desarrollar su entendimiento y respeto por sus padres sin la
dependencia emocional. La relación con los compañeros facilita este
crecimiento, pero es un proceso lento y no necesita ser un evento abrupto.
Seleccionar y prepararse para una ocupación. Una de las principales metas
para el adolescente es decidir qué hacer con su vida vocacionalmente, y
después prepararse para hacerlo. Esta tarea está viniendo a ser cada vez más
difícil, según la economía cambia y la industria progresa a su presente estado de
automatización.
Prepararse para el matrimonio y vida familiar. Los patrones para el matrimonio
y la vida familiar de hoy están siendo reajustados a las cambiantes
características económicas, sociales y religiosas de nuestra sociedad.
Demandas educacionales apartan a algunos del matrimonio mientras que a
otros los anima. El vivir juntos y los matrimonios a prueba se han popularizado
para retar los conceptos tradicionales.
Desear y alcanzar una conducta socialmente responsable. Cambios violentos en
el estilo de vida, especialmente en el área del matrimonio y la vida familiar, han
opacado esta tarea para el adolescente. La sociedad ahora provee numerosos
modelos de aparente “conducta socialmente aceptable”, incluyendo
cohabitación, vivienda comunal y otras variedades de conducta heterosexual y
homosexual.
Adquirir un juego de valores y un sistema ético como una guía de conducta. A
través de toda la niñez, el individuo es educado dentro del sistema de valores
de los padres. Ya como un adolescente, los valores del individuo son probados
fuera del círculo familiar. Después, el adolescente debe aceptar o rechazar las
enseñanzas familiares; pero el rechazo demanda que se encuentre una
alternativa. A través de este método, el adolescente construye su propio
sistema de valores y su filosofía de la vida.
Teóricos Sicoanalíticos: Erik Erikson y James Marcia
La teoría de Erikson sobre la adolescencia descansó grandemente sobre el
trabajo de Sigmund Freud, pero resultó en una aplicación mucho más práctica.
Erikson describe ocho etapas en el desarrollo humano. En cada etapa el
individuo debe confrontar un área de conflicto exclusiva a esa etapa. La
confrontación produce una de dos reacciones totalmente diferentes. Una es
positiva y la otra negativa. Obviamente, una reacción negativa produce
problemas e impide progreso hacia la próxima etapa.
Para el adolescente, Erikson tituló la tarea: identidad frente a confusión de
identidad. Aquí el esfuerzo real es establecer un sentido de identidad personal
ya que el individuo ha lidiado con crisis de identidad en los años anteriores a la
adolescencia. Erikson cree que durante la adolescencia debe haber una
integración de todos los elementos de identidad convergentes y una resolución
de conflicto, la cual él ha dividido en siete partes principales. Las siete partes
del conflicto son expresadas como tendencias bipolares.
Perspectiva temporal frente a confusión de tiempo. Los adolescentes
deben desarrollar un concepto estable del tiempo en cuanto a sus
propios cambios y su eventual posición en la sociedad adulta. Ellos
deben ser capaces de coordinar el pasado y el futuro a fin de poder
entender cuánto tiempo requieren para encontrar un sentido apropiado
para sus planes en la vida.
Autocerteza frente a autoconciencia. Los adolescentes deben
desarrollar confianza en sí mismos, basándose en experiencias a fin de
que puedan creer en ellos mismos y sentir que tienen una oportunidad
razonable para lograr futuras metas. La imagen propia y las relaciones
sociales juegan un papel importante en el logro de esta tarea.
Experimentación de papeles frente a fijación de un papel. En su intento
por descubrir quién es él o ella, el adolescente descubre muchas cosas
que no es. Puede experimentar con identidades diferentes,
personalidades, ideas, filosofías, maneras de caminar y hablar. La
identidad emerge a causa de esta experimentación. La meta es rechazar
los papeles negativos con los cuales se ha experimentado y adoptar el
papel más positivo posible.
Aprendizaje frente a parálisis de trabajo. La meta de esta tarea es
guiar el adolescente a centrarse en un envolvimiento productivo en una
vocación, y rechazar la inactividad. El adolescente debe comenzar a
experimentar o tomar en consideración ideas de posibles avenidas de
trabajos en la vida.
Identidad sexual frente a confusión bisexual. Resolver la crisis de
identidad sexual envuelve identificarse con un papel sexual apropiado y
rechazar las tendencias bisexuales. Desarrollar una clara identificación
con uno u otro sexo es una base importante para futuras intimidades
heterosexuales, y para una identidad firme.
Polarización de liderazgo frente a difusión de autoridad. Los
adolescentes deben llegar a estar conscientes de su potencial como
líderes o la ausencia de ello. Hay tiempos cuando los adolescentes
deben guiar, y hay tiempos cuando deben ser guiados. Es importante
que el joven sea abierto a cualquier situación que exista.
Dedicación ideológica frente a confusión de ideales. Este conflicto está
estrechamente relacionado con todos los demás, porque un sistema de
valores, o la ausencia del mismo, condiciona el cómo el adolescente
trata con las otras seis áreas de conflicto. A medida que nuestra
sociedad viene a ser más laxa en sus demandas, para la gente joven
llega a ser más difícil tener un cuadro claro de ideales y de
compromisos.
Muchos estudios han seguido al de Erikson al intentar tratar con la identidad de
los adolescentes. James Marcia provee una descripción muy útil de la identidad
del adolescente empleando las palabras crisis y compromisos. Sin
considerarlas en su contexto normal, estas palabras tienen un significado amplio
cuando vemos el asunto de identidad en la adolescencia. La palabra crisis se
entiende como queriendo decir cualquier conflicto que el adolescente encuentra
con respecto a identidad. Compromiso se entiende como cualquier resolución
a los tipos de crisis previamente mencionados. Con este marco de referencia,
es posible desarrollar cuatro áreas de identidad. Estas áreas serán numeradas
porque, dentro de sus límites, se suceden en orden.
1. Identidad Confusa. — El adolescente en este estado no ha tenido ninguna
crisis de identidad y no ha hecho ningún compromiso. No crisis/no
compromiso. Los adolescentes no han pensado seriamente acerca de una
posible ocupación y no están preocupados acerca del asunto. Ellos parecen
estar interesados en asuntos ideológicos o sentir que un punto de vista es tan
bueno como otro. “Retraimiento” parace ser la mejor palabra para caracterizar
esta etapa.
2. Identidad Restringida. — El adolescente en este estado está
comprometido, pero no ha experimentado ninguna crisis. No
crisis/compromiso. Los ejemplos más comunes de restricción envuelven a los
individuos cuyas decisiones políticas, religiosas y vocacionales han sido
esencialmente tomadas por sus padres, o a veces por los compañeros. Ellos
llegan a ser lo que otros intentan que sean, sin que realmente decidan por sí
mismos. Su seguridad descansa en evitar cualquier cambio o presión.
3. Identidad Neutralf2 — El adolescente en este estado ha experimentado
crisis, pero no ha hecho ningún compromiso. Crisis/no compromiso. Un tiempo
de neutralidad es extramadamente importante para el adolescente. Tal como es
definido por Erikson, este es un período cuando claramente el adolescente no
es ni niño ni adulto. Esta etapa es el mejor tiempo para que el adolescente
cuestione qué tipos de compromisos hará cuando enfrente la multitud de crisis
que experimentará.
4. Identidad Completa. — En este estado, el adolescente ha experimentado
diferentes crisis y ha hecho varios compromisos. Crisis/compromisos. El
adolescente tiene una definición propia estable, está dedicado a un curso de
preparación o ya se ha preparado para una vocación, y entiende sus
oportunidades y limitaciones.
En resumen, en el primer ejemplo, el adolescente no sabe quién es él o ella y no
le importa (identidad confusa). En el segundo, la identidad ha sido impuesta
sobre el adolescente, ya sea por sus padres o algunas veces por el estado
(identidad restringida). En el tercero, el adolescente está tratando de descubrir
quién es él o ella y lo que será (identidad neutral). En el último ejemplo, el
adolescente ya ha alcanzado una identidad (identidad completa).
Teóricos Cognoscitivos: Jean Piaget y David Elkind
Piaget es probablemente el más conocido e influyente de todos los teóricos
cognoscitivos. El dividió las etapas individuales del desarrollo cognoscitivo en
cuatro partes principales. Las etapas sensorimotor y preoperacional
generalmente cubren desde el nacimiento hasta los siete años de edad. Los
años de adolescencia empiezan a enfocarse durante la segunda parte de la
tercera etapa (operacional concreta) y toda la cuarta (operacional formal). La
etapa operacional concreta cubre desde la edad de once a catorce o quince
años y trata con proposiciones de pensamientos y la habilidad de lidiar con lo
hipotético. Piaget subrayó que estas edades son sólo una aproximación. En
efecto, algunas pruebas recientes de recién ingresados a las universidades, han
revelado que sólo cerca de la mitad de ellos han alcanzado el pensamiento
operacional formal.
David Elkind, un prominente sicólogo seguidor de Piaget, trajo bajo enfoque el
concepto del egocentrismo en el adolescente. Elkind propuso que el
egocentrismo puede ser un “puente entre el estudio de la estructura
cognoscitiva, por un lado, y la exploración de la dinámica de la personalidad”,
por el otro.
El adolescente debe aprender a distinguir entre los pensamientos de otra gente
y los propios. Ya que el adolescente está muy preocupado con su propia
conducta, él/ella cree que otros también lo están. Este egocentrismo guía a dos
características en la conducta del adolescente: la construcción de una
“audiencia imaginaria” y la creación de una “fábula personal”. La influencia de la
audiencia imaginaria causa que el adolescente se sienta como que está sobre
una “plataforma”, o constantemente vigilado. Siendo que el adolescente inventa
su propia audiencia, ésta sabe todo lo que él sabe — todos sus defectos y
problemas personales. La influencia de la fábula personal puede causar que el
adolescente sienta que su experiencia es totalmente única y que nunca nadie
más ha sido tan bueno o tan malo.
La audiencia imaginaria gradualmente da paso a la audiencia real, y la fábula
personal da lugar a un entendimiento más profundo de la realidad. Con un
mejor sentido de la realidad, el egocentrismo desaparece y la adultez comienza
a emerger.
TEORÍAS EN PRÁCTICA: ASUNTOS DE MINISTERIO
La primera parte de este capítulo ha sido un intento de tratar muy brevemente
algunas teorías bastante extensas a manera de introducir al lector a las
diferentes perspectivas de desarrollo del adolescente. El resto de este capítulo
tratará con aplicaciones y consideraciones prácticas de las teorías previamente
mencionadas.
El adolescente funciona en una variedad de “mundos”, incluyendo la escuela, el
hogar, los compañeros y probablemente la iglesia. En muchos casos, el
adolescente, de alguna manera, es una persona diferente en cada mundo.
Como resultado de esto, un maestro en la escuela puede pensar que no tiene
esperanza. A la confusión de todo esto, debe sumarse la aplicación de la
“teoría de crecimiento espiral” de Gesell la cual tiene un efecto como de sube y
baja en la conducta y actitud del adolescente. En la teoría de Gesell, todos los
años pares son pacíficos, mientras que los años impares son turbulentos. Por lo
tanto, un buen año es seguido por uno malo. Esto puede ayudar a explicar al
maestro de la escuela dominical que trabaja con adolescentes el porqué sus
alumnos son diferentes de un año al otro.
Debe notarse que esto rara vez cae cabalmente dentro del paquete de un año.
Sin embargo, la secuencia de bueno-malo parece ser verdad. Es muy raro para
un adolescente extenderse sobre dos “buenos” años completos. Para algunos
adolescentes, los años vienen a ser un asunto de meses. Un año difícil, el de los
trece, puede pasar en seis meses. Obviamente, un sinnúmero de factores
ambientales entran en juego en este punto. Todos los “mundos” en este tiempo
están dentro de la esfera de la influencia. Tal vez el mejor consejo a los padres
o trabajadores con jóvenes durante este tiempo, será ser un poquito más
tolerantes y entendidos de los “malos” años, y un poco más apreciativos y
animadores durante los “buenos” años.
No es totalmente extraño para un adolescente el experimentar muy poco del
sube-baja, el síndrome de bueno-malo, pero es muy raro. Algunas
investigaciones han indicado que cuando pasa algo como esto, más tarde en la
vida, ya siendo un adulto, experimentará el efecto de sube-baja. Esto sucederá
en un tiempo cuando ya no será muy aceptable, como lo hubiera sido durante
los años de la adolescencia.
De especial preocupación para el adolescente, durante el desarrollo, es la
búsqueda de su identidad y el fortalecimiento de su autoimagen. Merton
Strommen, en su libro: Five Cries of Youth (Cinco Gritos del Joven), dice que
casi tres cuartas partes de toda la gente joven batallan con una baja
autoestimación, en uno u otro tiempo.
Una buena y positiva autoimagen es una necesidad para el adolescente, y bien
puede ser la cosa más difícil para lograr. Los jóvenes, mientras funcionan en el
mundo, miran televisión, van a los cines, leen revistas y ven a otros jóvenes y
jóvenes adultos. Pero los otros que ellos ven son modelos y estrellas de cine,
mientras que ellos no se ven así. Por lo tanto, como no se ven o actúan como
los modelos y las estrellas de cine, los adolescentes piensan que algo debe estar
mal en ellos. No se sienten bien porque creen que no dan la altura. También, la
vida no se sucede tan llanamente como en las películas o la televisión; así que,
algo debe estar mal en él/ella. Los adolescentes pueden o no entender en sus
cabezas que esto es ficticio, pero rara vez entienden en sus corazones que lo
que ven no es real.
La apariencia física y la belleza no están en su punto cumbre para el
adolescente durante los primeros o últimos años de la escuela secundaria. Ellos
no se ven tan bien como las estrellas jóvenes en la pantalla. El hecho que ellos
tengan problemas con su piel, pelo, dientes, voz y peso, no ayuda mucho en la
situación de la autoimagen. El adolescente está experimentando una gran
cantidad de cambios fisiológicos, muchos de los cuales afectan su apariencia
externa. Poco o mucho de cualquier apariencia extraña en este tiempo puede
ser devastador. Aquí las palabras clave para el adolescente parecen ser
normal y promedio, de los cuales ellos no son ninguno.
Otra situación que no ayuda nada en la autoimagen es el hecho de que el
adolescente piensa que las luchas internas que está experimentando se reflejan
externamente. En otras palabras, porque el adolescente se ve mal en su interior,
piensa que se ve mal exteriormente para otros.
Al tratar los problemas de la autoimagen, el mandato es doble: ayude al
adolescente a conocer y entender que no es un producto terminado y evite
llamar la atención a su apariencia. No sea atrapado con el pasatiempo popular
entre los jóvenes de humillarse uno al otro. Esto es aceptable entre ellos, pero
no para que un adulto lo haga. El humillar a otros es uno de los clásicos
mecanismos de defensa de todos los tiempos, porque si usted hace ver mal a
alguien más, eso ayuda a que usted se vea un poco mejor. Pero esto debe ser
un tabú para el adulto.
En cuanto al producto terminado, recuerde a los jóvenes que los años de la
juventud sólo son como un entrenamiento para el gran juego — la vida. Está
bien cometer errores y confundirse en la práctica, para eso está diseñada. Lo
más importante es el juego — la vida. Sin embargo, siendo que el adolescente
vive en el “ahora” debe cuidarse de no vivir mucho en el futuro o descansar
sobre la idea de que todo va a mejorar. La persona joven desea ayuda ahora
mismo — ¡hoy!
Desarrollar un sistema de valores es de suma importancia para el adolescente
porque éste será la directriz para vivir y funcionar en el mundo. Los padres, los
ministros y otros adultos cristianos contribuyen e influyen en este sistema; pero
igual lo hacen los compañeros. La familia ha sido, para la mayoría de los
jóvenes, hasta este punto, de primera importancia. Sin embargo, cuando los
años de adolescencia emergen, la familia se mueve de su primera posición a una
secundaria, y el grupo de compañeros se mueve al primer lugar. Lo que el
grupo de compañeros piensa y hace viene a ser una influencia mayor. Los
padres, especialmente, deben estar conscientes de esto y no resentirlo, pero
deben preocuparse en cuanto a la compañía que sus hijos frecuentan. Los
padres deben ser animados a conocer a estos amigos y sus familias.
El sistema de valores y la identidad están estrechamente relacionados y durante
este tiempo se enfoca un dilema real para los padres, y aun para los pastores.
Según el adolescente busca desarrollar su identidad, de acuerdo a Marcia, se
mueve a través de las etapas de confusión, restricción y neutralidad en su
camino a completarla. Restricción, como previamente se mencionó, es casi una
adopción automática de los valores y compromisos paternales. Por lo mismo, el
movimiento hacia neutralidad es un período de cuestionar, evaluar, reevaluar y
tener un tiempo cuando no hay verdaderos compromisos. La persona joven
debe tener este tiempo de búsqueda a fin de progresar hacia el logro de la
etapa de identidad. El verdadero dilema para los padres y aquellos que
ministran a los jóvenes sobresale en este punto. Estas preguntas deben ser
consideradas: Verdaderamente permite usted a un joven experimentar
neutralidad o trata de impedírselo? Permite usted neutralidad pero la ignora?
Permite usted neutralidad en todas las áreas, menos en el desarrollo religioso?
La única respuesta concreta a las preguntas anteriores es que, es virtualmente
imposible prevenir la neutralidad. Todos los jóvenes la experimentarán en
alguna u otra manera. También habrá grados de envolvimiento en la neutralidad.
Algunos adolescentes pasan a través de esta neutralidad sólo de manera llana,
mientras que otros casi son devastados por ella.
Los pastores y padres cristianos promulgan que hay ciertas verdades y ciertos
patrones que sostenemos, y a los cuales nos adherimos, igualmente deben
hacer nuestros adolescentes. Los adolescentes, por el otro lado, están diciendo
que tal vez ellos necesitan ver por ellos mismos y experimentar algunas cosas
antes de aceptarlas. Tal vez ellos adoptarán las mismas creencias, pero desean
basar su aceptación sobre su propio envolvimiento y experiencias en vez de las
de alguien más.
Quizá la mejor ayuda para ser capaz de tratar con la neutralidad es estar
consciente de lo que está pasando. Es más fácil decirlo que hacerlo, pero tal
vez los padres, si están conscientes de que esto está pasando, puedan controlar
sus reacciones a las situaciones problemáticas a fin de no levantar una pared,
sino mantener abiertas las líneas de comunicación. Mientras que los padres y
los jóvenes, los ministros y los jóvenes, se comuniquen, los problemas pueden
solucionarse. Cuando no hay comunicación, nada se logra.
En el área de relaciones con los padres y otros adultos, es de mucha ayuda
considerar el hecho que la personalidad de los adultos de mediana edad y la de
los adolescentes son muy diferentes. Mientras que no todos los adultos y no
todos los adolescentes caen dentro de los tipos descritos, las siguientes
comparaciones muestran varias diferencias que pueden guiar a desacuerdos.
Los adultos son cautos, basados en la experiencia; el adolescente es
atrevido y desea probar cosas nuevas, pero carece del juicio basado
sobre la experiencia.
Los adultos son orientados al pasado y comparan el presente con la
manera en que eran las cosas; la única realidad del adolescente es el
presente. El pasado es irrevelante y el futuro es obscuro e incierto.
Los adultos son realistas y algunas veces cínicos acerca de la vida y la
gente; el adolescente es idealista y optimista.
Los adultos son conservadores en sus maneras, buenas costumbres y
moralidad; el adolescente desafía los sistemas y ética tradicionales, y
experimenta con nuevas ideas y estilos de vida.
Los adultos generalmente están contentos, satisfechos y resignados en
la situación presente; el adolescente es crítico, incansable y un poco
insatisfecho con la manera en que van las cosas.
Los adultos desean permanecer jóvenes y algunas veces temen a la
edad; el adolescente desea crecer, pero nunca desea llegar a ser viejo.
La fábula personal y la audiencia imaginaria fueron mencionadas anteriormente
en este capítulo. Muchos de los problemas de disciplina con los jóvenes,
especialmente en grupos, pueden ser atribuidos a la teoría de la audiencia
imaginaria. El adolescente piensa que a cualquier lado que va o en cualquier
cosa que hace, los ojos de todos están sobre él, así que cubre su propio yo
“actuando”. Si él muestra al mundo un muchacho realmente rudo, ellos no
podrán ver al muchacho tímido que está adentro. Si él muestra al mundo el
muchacho rudo y áspero, ellos tal vez no verán el muchacho sensitivo que se
esconde en sus adentros. La primera pregunta en la mayoría de los problemas
de disciplina es: Qué se está tratando de esconder o cubrir?
La fábula personal tiene dos manifestaciones, más o menos diferentes. Por un
lado, el adolescente siente que en el mundo ningún otro individuo tiene los
mismos problemas que él está experimentando. Nadie más tiene un cutis tan
terrible. Nadie más es tan desproporcionado en altura y peso. Nadie más tiene
el problema del mal olor del cuerpo. A ninguno le crece el pelo en cuatro
direcciones diferentes. Por el otro lado, la manifestación de la fábula personal
da al joven un sentido de invencible e inmortalidad. La muerte y la enfermedad
no lo pueden tocar porque él no es como los demás. Estos jóvenes sufren
mucho cuando muere un amigo cercano o un miembro de la familia.
Tal vez la mejor manera de luchar con la audiencia imaginaria y la fábula
personal es tolerarla. Cuando el adolescente madura y comienza a desarrollar
un sentido de realidad más fuerte, ambas áreas parecen aflojarse gradualmente
y cesan de ser un problema.
El desarrollo de la sexualidad del adolescente y su interés en las personas del
sexo opuesto, son influencias mayores en su funcionamiento diario. Cualquier
persona que trabaja con la juventud necesita investigar diligentemente estos dos
asuntos. La tragedia es que si los adultos esperan hasta que el adolescente
comience a discutir sobre sexualidad y su desarrollo sexual, será muy tarde. El
tiempo para tratar con esta área es a mediados y finales de los años de la
escuela primaria.
Para las muchachas, el interés en el sexo opuesto viene un poco después de los
últimos años de la escuela primaria, y un poco más tarde para los muchachos
en la mayoría de los casos. Generalmente se reconoce que en muchos casos,
las muchachas sobrepasan a los muchachos uno o dos años, tanto sicológica
como socialmente. Los muchachos parecen no alcanzar el mismo desarrollo
hasta cerca de los catorce o quince años. Esta es una de las razones del porqué
las clases conjuntas a nivel de segunda enseñanza en la escuela dominical
presentan sus problemas. Una muchacha y un muchacho en el primer año de la
escuela de segunda enseñanza son dos personas diferentes. El muchacho
apenas puede estar comenzando a pensar en las muchachas, mientras que la
muchacha ya está viendo a los muchachos más grandes y no a los de su misma
edad o grado en la escuela. Esto es, obviamente, una simplificación, pero hace
hincapié en el hecho que hay un vacío social y físico en los años de segunda
enseñanza.
La última parte de este capítulo ha sido un intento por mencionar brevemente
algunas posibles áreas de problemas para los jóvenes. Cualquier persona que
trabaja con adolescentes pudiera usarlos como un “trampolín” para
profundizarse en el estudio de los adolescentes.
Crecer es difícil en cualquier tiempo, pero quizá nunca lo ha sido tanto como en
la actualidad. La palabra clave para los padres, pastores y cualquiera que
trabaje con adolescentes es sobrevivencia. Ayude a sus jóvenes a sobrevivir la
adolescencia y a permanecer en una pieza. Esto puede lograrse con amor,
cuidado y entendimiento. Muchos sobreviven sin ello, pero no están completos.
También, es muy difícil tratar de criar y ministrar a este grupo.
Desafortunadamente no podemos ver cómo el Maestro de maestros usó este
tiempo de su vida. No tenemos los relatos bíblicos de los años de adolescencia
de nuestro Señor. ¡Lástima! Pudiéramos aprender muchas cosas.
4. JÓVENES ADULTOS:
COMENZANDO POR SÍ MISMO
J. Thom Meigs
Es interesante observar que la palabra adulto viene del latín adolescere, y uno
de sus significados es “crecer”. La palabra en sí mismo tiende a ser neutral
acerca de la naturaleza del crecimiento. Sin embargo, ella implica proceso más
que la posesión de una posición especial, facultad o capacidad en particular. En
este sentido, sin embargo, algunas personas ya en sus años de desarrollo y
establecimiento, no pueden pensar en sí mismas como personas totalmente
completas.
El joven adulto se parece bastante a un “caminante” o “peregrino”. Un analista
sobre la personalidad ha dicho que no todos los adultos son necesariamente
adultos. Al aceptar los privilegios en la vida, una pregunta importante resulta:
“¿Cómo cree usted que será su vida de hoy en adelante?” A un personaje de
una tira cómica se le aconsejó: “¡No hay nada que la ciencia médica pueda
hacer para remediar tu condición! Te recomiendo que vayas a tu caricaturista y
que te dibuje de nuevo.” Siendo que esa opción es un mal consejo, y que
regresar a la fábrica está fuera de orden para las personas, veamos ahora un
perfil positivo y la condición de valor de los jóvenes adultos.
CARACTERÍSTICAS DE LOS JÓVENES ADULTOS
¿Qué significa ser un joven adulto normal? Característicamente, ¿qué sucede
durante esta etapa de transición? Por un lado, las personas ya no son simples
aprendices que dependen de su familia, iglesia o sistemas de educación. Lo
que ahora está en orden es su capacidad para lograr una identidad que incluya
madurez física, la habilidad de vivir íntimamente con una persona del sexo
opuesto, esperando que llegue a estar bien integrado. Los jóvenes adultos han
llegado a un decisivo cruce de caminos en su viaje.
Momentos de Decisión
Veamos la palabra crisis, la cual significa “división”. El período de joven adulto
es un tiempo normal de crisis ya sea para moverse hacia adelante y avanzar,
o regresar a la manera en que uno era, o aun estancarse como si se estuviera en
un remolino de experiencias acumuladas. Una experiencia de crisis es una
tensión nada sorprendente entre nuestras aspiraciones y esperanzas, por un
lado, y lo finito/limitado y vulnerabilidades, por el otro. Crisis de cambio y
transición, normales y predecibles, nos confrontan con asuntos de verdad,
integridad, misericordia y responsabilidad por acciones, y nos fortifican
dándonos ánimo, estímulo y afirmación. Pueden ser momentos difíciles de
ajustes serios. Se espera que los jóvenes adultos puedan utilizar efectivamente
sus oportunidades y momentos de enseñanza, tanto como aceptar y reclamar
las responsabilidades que las acompañan.
Las energías, intereses e inspiraciones del joven adulto tienen la habilidad de ser
dirigidas externamente más allá de su propio crecimiento y desarrollo individual.
En un sentido, los jóvenes adultos son capaces de comenzar a navegar por sí
mismos, porque, a la larga, la persona ha aprendido “a navegar y... ha estado
proveyéndose con mapas, aunque son mapas que únicamente pueden ser
aproximadamente correctos para las corrientes y bajíos que cambian
constantemente”.
Una de las tareas que los jóvenes adultos han aprendido bajo una supervisión y
módulos más a menos competentes, es cómo aceptar las consecuencias de sus
decisiones, incluyendo cómo se procesa la decisión, a quién escoge como su
confidente para consultar por el camino, y cuándo otras personas, tales como el
pastor o un diácono, llegan a envolverse. La idea de Lidz acerca de los jóvenes
adultos muy bien puede ser verdad: “Generalmente el joven adulto pide a otros
que lo acompañen en su viaje, y muy pronto otros se juntan a él; invitados y no
invitados, y su bienestar depende de sus habilidades y estabilidad.”
Camara, ¡Accion!Nuestro desarrollo en la vida tiende a suceder en pasos o
etapas relativamente predecibles. Adaptación al cambio es una faceta continua
del movimiento de la vida. El rollo ya está rodando. Por ejemplo, la etapa que
usted ha dejado atrás ha sido llamada “adolescencia”. Su desarrollo hasta este
punto, como “movimiento a la siguiente etapa” de su experiencia, incluye las
maneras en que usted ha crecido o madurado física y biológicamente. Usted es
consciente de estos cambios y formaciones. La manera en que usted vea su
cuerpo y se relacione con él es muy importante. Por ejemplo: ¿Está seguro de
que su cuerpo es un regalo de Dios y que vale la pena cuidarlo apropiadamente
con lo mejor?
Nuestro desarrollo individual no sucede en un vacío, sin otras personas. Ello
tiene un contexto. Se espera que haya habido “gente formando” el contexto. La
manera en que uno se ha desarrollado ha dependido del apoyo y nutrición, que
se reciben en la familia, o de la ausencia de ellos; y de la calidad de inspiración,
reto o impresiones en la familia, escuela/educación, vecindario, compañeros,
lugar de trabajo, gobierno y afiliación religiosa. La etapa de joven adulto da la
oportunidad para reflexionar sobre la experiencia y conducta de uno. Parte de
la lucha de un joven adulto es el deseo de mirar hacia adelante o avanzar
mientras siente un fuerte impulso a mantener su cabeza mirando sobre el
hombro al pasado.
La vida familiar y el trasfondo son, sin lugar a duda, algo como un “témpano de
hielo”. La mayoría de nosotros sólo somos conscientes de un pequeño
porcentaje de lo que actualmente ha sucedido. Ayuda, sin embargo, descubrir
los sentimientos, necesidades y patrones que estuvieron entrelazados en la
“fábrica” de nuestra familia. Virginia Satir y otros, sugieren que la familia es la
“fábrica” donde las personas son “hechas”. “Ustedes, los adultos, son los
fabricantes de la gente.”
Hilos Familiares.Los jóvenes adultos necesitan reconocer y determinar
cómo era su propia familia a fin de reconocer las diferencias o cambios que
desean hacer por ellos mismos. Quizá ello también signifique aprender a
confirmar fuerzas del pasado. Aprender a elogiar esas fuerzas es una alternativa
viable e integral. Mucho de lo que ellos han sido estimulados a hacer se basa
sobre el punto parcial de partida que comienza con la pregunta: “¿Qué está mal
en tu crianza?”
Cuatro “hilos” significantes de la vida familiar sobresalen a pesar del estilo de
vida de la familia. Estos “hilos” incluyen: valor propio los conceptos y
sentimientos que usted tiene de sí mismo; comunicación las maneras en que
las personas, dentro del sistema familiar, manifiestan el significado que una tiene
para la otra; reglas la guía y estructura sobre cómo usted siente y actúa; y la
conexión a una sociedad más amplia las maneras y estrategias por las cuales
la familia se relaciona con otras personas e instituciones. Estos rasgos
comúnmente son bastante operables para la mayoría de las familias, sea que la
familia haya sido socialmente problemática o cuidadosa.
Las familias problemáticas tienden a conocer más el lenguaje del temor y la
disposición a la ansiedad, que el lenguaje de fe y confianza. El valor propio es
bajo o está desinflado. La comunicación es indirecta, supuesta, engañosa y
algunas veces deshonesta. Las reglas son muy rígidas, jerárquicas,
innegociables con un sentido de “eternas”. La conexión con la sociedad es
tímida, represiva o aplacante.
Las familias cuidadosas, por otro lado, están interesadas en el lenguaje de la fe
y la confianza el cual incluye el desarrollo de la habilidad para decirse uno al
otro: “No tengo temor a ti, y no hay necesidad de que tengas temor de mí.” El
valor propio es tiernamente firme o alto. La comunicación es clara, no supuesta
y honesta. Las reglas son ciertamente necesarias, pero ellas enseñan
flexibilidad, aptitud, habilidad para cambiar y son humanitarias. La conexión
con la sociedad es discernidora y aun abierta y con esperanza.
Así que, cada persona tiene sentimientos de valor, sean negativos o positivos.
La pregunta que resalta es: “¿Cuál es su caso?” Todos nos comunicamos. La
pregunta básica es: “Cómo nos comunicamos consistentemente, y qué pasa
como resultado de nuestra comunicación?” Todos nosotros seguimos y
tenemos reglas: “¿De qué clase son, y qué tan bien trabajan para nosotros?”
Nosotros nos enfrentamos con la sociedad: “¿Cómo estamos unidos y qué
pasa como resultado de nuestro estilo de relación?”
¿Amigo o Enemigo? Ser joven adulto es un reto. Los jóvenes adultos están
en movimiento hacia la complejidad, competencia e integración más grandes
como resultado del reto y apoyo ya experimentado en los aspectos más
significantes de sus vidas. Complejidad aquí significa el conjunto total de una
persona pensamientos, sentimientos, valores, aspiraciones, sueños,
selecciones, conductas, creenciasen el contexto de y en interacción con los
varios sistemas de la vida. Como un joven amigo acertadamente expresara:
“No se está poniendo más fácil ni más simple. Y es un mundo más grande
dentro y fuera de mí, tanto que yo he dejado de imaginármelo.”
Algunas de las preguntas básicas que necesitan exponerse son: “¿Con cuáles
asuntos específicos y claros del desarrollo estoy actualmente peleando?” “¿Qué
conocimiento práctico y habilidades vivificantes, no derroteros, son requeridos
para estos retos?” “¿Qué está a mi disposición a fin de ganar las habilidades y
conocimientos laborales que necesito?” Esta no es simplemente una pregunta
de: “¿Quién soy yo?” Esta también es una pregunta sobre: “¿A dónde me
dirijo?”
El monumental estudio de Levinson propone un período para la etapa de
transición inicial del joven adulto y la llama “la fase novicia”. Este proceso es
más largo y complejo de lo que se imaginó al principio, comenzando cerca de
los diecisiete años y continuando hasta cerca de los treinta y tres. Por eso, él
insiste, por ejemplo, que “un hombre joven necesita cerca de quince años para
emerger de la adolescencia, encontrar su lugar en la sociedad adulta y
comprometerse a sí mismo a una vida más estable”. La fase novicia realmente
tiene tres componentes o “puentes de desarrollo”, cada uno con sus propias
tareas: La transición adulta temprana (aproximadamente de los 17-22 años),
entrando al mundo de los adultos (22-28 años) y la edad de transición de los
treinta años. Juntos, estos tres componentes de la fase novicia sirven a una sola
función: “el proceso de entrar a la adultez”. Sin embargo, el tiempo “actual” o
“evento” cuando la vida adulta comienza no está cronológicamente establecido.
En efecto, es algo un poco esquivo. Un ejemplo de esto es la persona que
puede haber escogido su vocación y seleccionado su compañero en algún
tiempo de la adolescencia.
Tratar de trazar fronteras cronológicas exactas acerca de la edad en la cual el
período de joven adulto comienza y termina no es asunto fácil. Los especialistas
en este campo ofrecen diferentes marcos de tiempo. Como Lucien Coleman
sugiere: “Tratar de definir estos límites con precisión es como intentar localizar
la línea fronteriza de un estado en una carretera rural donde no hay marcas.” En
otras palabras, no hay líneas visibles o precisas de demarcación. Los indicios
pueden consistir mayormente en los cambios sutiles, sicológicos y sociológos
que están ocurriendo en lo interno de la persona y en sus relaciones.
Diciéndole Adiós al Período Preadulto. La transición del período inicial de
la adultez reta a los jóvenes adultos a decir adiós a la estructura de la vida de
adolescente y a tomar pasos preliminares y preparatorios para entrar al mundo
de los adultos. Es un rito el pasar por ellos. Incluye el cómo ellos se separan de
sus orígenes familiares, y aun así todavía los reclaman.
¿Recuerda usted cómo su vida fue diferente después de la escuela secundaria?
Si la universidad es parte de su experiencia, usted lo habrá hecho por su propio
deseo en contraste con su experiencia en la escuela secundaria. Se cree que los
estudiantes universitarios no juegan con las clases, como frecuentemente lo
hacen los estudiantes en la secundaria. Un factor en esta diferencia puede ser el
asumir que uno está en la universidad porque así lo “desea”, no porque “tenga”
que estar. Por lo tanto, se espera que la persona controle su conducta, tanto
dentro como fuera de las clases o laboratorio, a fin de alcanzar las metas
académicas que se ha propuesto.
Si usted no ha asistido a la universidad, se espera que aprenda a administrar su
vida. El estudiante universitario estará tomando decisiones sobre áreas tales
como cursos y currículo; mientras que la persona no universitaria está tomando
decisiones sobre áreas tales como un empleo. Sin embargo, como parte de los
retos que se prestan en los años universitarios está el asunto de: “¿Qué está
adelante?” “¿Ofrece el futuro esos días aún no vividos o experimentados
un sentido de bienvenida y un ‘adelante; puedes confiar en mí’?”
Una Red de Influencias. Los jovenes adultos son el resultado de una red de
situaciones personales. Uno está en medio. Al salir de esta posición, hay un
sinnúmero de influencias: iglesia, familia, trabajo, conocidos, ejercicio físico,
amigos íntimos, actividades extracurriculares, y crisis.
Hay por lo menos cuatro niveles del mundo social en el cual el desarrollo se
lleva a cabo:
(1) situaciones personales inmediatas, tales como la familia;
(2) la red de situaciones personales y cómo éstas han influido;
(3) grandes instituciones y organizaciones; y
(4) la cultura, la cual penetra e influye todos los niveles de estos
sistemas.
Estos sistemas requieren actuaciones balanceadas en términos de las demandas
impuestas sobre uno. Un amigo compartió lo siguiente conmigo: “Yo encuentro
difícil compartir mi tiempo. Constantemente me encuentro forzándome a mí
mismo a decidir entre estar con mis amigos o hacer mi trabajo. Mi filtro del
sistema emocional a veces se carga de polvo”. La tensión tiene que ver tanto
con las propias expectaciones como con las experiencias actuales. Si hay
alguna diferencia entre lo que la persona “espera” que pase (desea que ocurra)
y lo que actualmente está experimentando”, la diferencia significa tensión. Las
demandas sobrecargan o desbalancean los recursos.
Entrando a la Formación. En la fase “provisional” o “novicia” de Levinson,
se requiere que los hombres enfrenten cuatro tareas básicas:
(1) Formar y vivir un “sueño”, el cual es “un vago sentido de estar en el
mundo adulto” y hacerlo caber dentro de la “estructura de su vida”.
(2) Formar relaciones sabias o de enseñanza-aprendizaje con personas
significantes que puedan guiar, aconsejar y facilitar la realización del
“sueño”.
(3) Formar una ocupación o perseguir una carrera como una manera de
vivir, mientras se aseguran las habilidades y credenciales.
(4) Desarrollar y formar relaciones íntimas. Esta cuarta tarea explora el
significado del amor en el matrimonio y familia, estableciendo una base
para el afecto, descubrimiento emocional o intimidad, sexualidad,
respeto por la autoridad, amistad y entrega permanente. Ninguna de las
tareas anteriores puede ser terminada antes del final de esta fase. Estas
tareas tienden a proceder desigualmente, con altibajos, y no en una
manera estable.
Entre las edades de 17 y 22 años, la mayoría de personas están construyendo
o necesitando tomar tiempo para edificar un marco para “dejar” el hogar y la
familia, y dar un brinco preliminar dentro del mundo del adulto independiente.
Aun cuando puede ser traumático para algunos, la mayoría de las personas
experimentan lo que Levinson llama “una voz interna” que les habla acerca de
“cambiar” de vida construir o modificar, excluir o agregar, comenzar o dejar,
desmantelar o instalar, alimentar o combinarlo todo.
Algunos de los interesantes datos provistos por Gail Sheehy en su libro:
Passages (Pasajes), definen tres tipos básicos de mujeres: Las “cuidadoras”
(“nodrizas”) buscan significado y valor por dar a otros. Durante este tiempo, en
sus veinte, la mujer no se atormentará por ir más allá o extender su papel
doméstico. Las “esto o aquello” escogen papeles de nodrizas o de trabajos
realizables. Las “integradoras” (super-mujeres”) son el tipo de mujer que trata
de combinar el matrimonio, una carrera y la maternidad durante sus veinte.
¡Ya Amaneció! Ser o no ser más autodirigido es una parte de la interrogante
en el joven adulto. Aprender el valor de “mutualidad” es la otra parte. El valor
de autodirección emerge del hecho que es una clase de llamado para tomar
iniciativa acerca de la vida de uno.
Mutualidad significa la disposición de las personas para invertirse a sí mismas
en la vida de alguien más con el propósito de ayudarse a edificar uno al otro en
cuidado y crecimiento, y no para romper o destruir. En el Nuevo Testamento,
la palabra koinonía, común y popularmente traducida como “compañerismo”,
significa básicamente “la capacitación mutua para el servicio conjunto a Cristo”.
Esta es una palabra que intenta cortar la distancia en las relaciones y juntar más
a las personas. Fuertes modelos competitivos lo desaniman a uno y lo separan
de otros. El apóstol Pablo expresa la diferencia substancial cuando recuerda a
los cristianos en Filipos que ellos son compañeros/colaboradores en la gracia y
no rivales en espíritu. Las categorías de “ganadores” y “perdedores”
promueven tensiones poco saludables de comparación entre las personas.
Mutualidad es una palabra de “buenas nuevas”. Pero algunas veces amenaza
nuestra tranquilidad. Permítame ilustrar el punto selectivamente refiriéndome a
la interpretación de mutualidad de Egan y Cowan:
1. Dése a conocer a sí mismo con otros en un juego libre cuando esto
sea apropiado.
2. Escuche a otros cuidadosamente y trate de entender sus puntos de
vista.
3. Aventúrese a una autoexploración no defensiva cuando sea retado.
El amanecer de nuevos mañanas y días levanta algunas reflexiones personales.
Por ejemplo, pregúntese: “¿Qué estoy logrando, y a qué precio?”
“Generalmente, ¿qué clase de apoyo busco de otra gente?” “¿Cuál es una
relación en mi vida que me molestaría perder?” “¿Qué es lo que pienso que
estaré haciendo de aquí a cinco años?” Haga una lista de varios adjetivos que
cree que describen las dimensiones importantes de usted mismo. Mencione tres
cosas que parece que hace bien.
Nunca Se Es Muy Joven para Sufrir. Una persona joven sobrepasada de
peso estaba conversando con un amigo acerca de su juego de tenis: “Cuando
mi oponente me tira la pelota, mi cerebro inmediatamente envía una orden a mi
cuerpo: ‘Corre hacia la red’, me dice. ‘Envía la pelota a la esquina más lejana
del campo de juego, regresa a tu posición para regresar la próxima pelota’.
Después mi cuerpo dice: ‘¿Quién… yo?’
Las siguientes secciones incorporan varias características de un período normal
de transición que comienza con: ¿Quién… yo?, y se mueve a una respuesta
más “perspicaz”: ¡Sí… probablemente este soy yo!
Primero, el joven adulto puede sentirse a veces como suspendido entre el
pasado y el futuro. ¿Muchacha o mujer? ¿Muchacho u hombre? ¿Sintiéndose
joven o viejo? Algunos tendrán sentimientos muy tenues acerca del movimiento
de la vida.
Segundo, las transiciones patentizan las crecientes incitaciones, pero a veces
también son ocasiones para desarraigar, separar ansiedades y pérdidas
particulares. Así, la ansiedad de aflicción es una fuerte candidata para ser
elegida en estos momentos. El asunto es que realmente no tenemos que votar
para que gane. La aflicción es un alineamiento natural con la separación, la
pérdida, o aun la anticipación/aprehensión de la separación/pérdida que tiende
a mostrar su presencia.
Los jóvenes adultos están aprendiendo a entender y lidiar con sus aflicciones:
salidasentradas; decir adiósdecir ¡hola!; separaciónpertenecer; darse
por vencidosobreponerse; y ajustarsereorganizarse. Al declarar que la
aflicción es una compañera inevitable de la vida, Ramsay y Noorbergen
subrayan facetas y componentes de la aflicción: choque, desorganización,
conducta inquieta, componentes emocionales (incluyendo encierro, culpa,
enojo, vergüenza, protesta), abandono, resolución y aceptación y reintegración.
Oates sugiere una faceta llamada la lucha entre la fantasía como si nada
estuviera pasando y la realidadreconociendo por supuesto que algo ha
cambiado.
Algunas pérdidas son inevitables. El punto es que nos dolemos casi
naturalmente sobre la pérdida de o por el cambio de cualquier cosa o alguien
importante, crucial, necesario, de valor, o integramente unido a nosotros. Jesús
enseñó: “Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación”
(<400504>Mateo 5:4).
Un personaje de una serie de caricaturas dice: “Yo no puedo vivir sin esa
frazada. No puedo enfrentarme a la vida desarmado.” Habrá tiempos cuando la
persona se preguntará por qué se siente “desinflada”, “desganada”, “decaída”,
“deprimida”, “desarmada” acerca de algunas de esas transiciones. Como lo
expresara alguien: “Cuando yo gradué de la universidad y conseguí un buen
trabajo en una ciudad grande, no podía entender por qué por un buen tiempo
me sentía inmovilizada.” Esta persona nació y se educó en el mismo lugar hasta
graduar de la universidad. Ese fue su lugar hasta ahora. La depresión parece
ser normalmente un “hermano o hermana” de las pérdidas o transiciones
significantes. Habrá días en los cuales uno desearía comprar un poco más de
tiempo antes de tener realmente que confrontar algunas de estas
responsabilidades “adultas”.
Un tercer factor envuelve cuestionar el mundo, su lugar en él, su manera
presente de hacer las cosas, el orden de sus valores y su relación con figuras de
autoridad. “Tal vez no debiera de ser tan dócil”. “Tal vez necesito buscar
algunos nuevos amigos.” “Ese predicador es muy dogmático.” “¿Orar?”
“Necesito leer más.” “¿Por qué he de votar? Sólo soy una persona.” Así, la
lucha sigue entre la apropiada y saludable autoseguridad y la actitud de: “No
necesito a nadie. Además, ¿qué puede hacer usted por mí?”
Cuarto, exploración o experimentación puede ser una muestra de
cuestionamiento de uno. “No hay razón para que yo no pueda ser un poco más
firme en buscar la amistad de… (miembros del sexo opuesto).” Levinson
observó que las partes descuidadas de uno mismo tienden a levantarse para
buscar expresión. Erikson llama a esto una “moratoria”f3, un “tiempo libre” o
“descanso” de las expectaciones “ordinarias” para revisar nuevos papeles,
valores y creencias. Ilustraciones sobre esto varían: desde los estudiantes de
secundaria que toman uno a dos años de trabajo o se enlistan en el ejército
antes de ir a la universidad; y los que dicen: “Yo voy a esperar antes de unirme
a la clase de la escuela dominical. He asistido a la iglesia toda mi vida cada
vez que se abrían las puertas.”
SALIR DE UNA Y ENTRAR A OTRA ERA
Egan recapitula las tareas de desarrollo para entrar a y con la adultez:
(1) Llegar a ser competente;
(2) alcanzar autonomía;
(3) desarrollar e implementar valores;
(4) formar una identidad;
(5) integrar la sexualidad a la vida;
(6) hacer amigos y desarrollar intimidad;
(7) amar y entregarse a otra persona;
(8) hacer un trabajo inicial o escoger una carrera;
(9) llegar a ser un miembro y ciudadano activo en la comunidad; y
(10) aprender cómo usar el tiempo libre.
Vivian McCoy establece una estructura de etapas con un delineamiento
diferente. Ella llama a la primera etapa de desarrollo, entre las edades de 18-
22, “Abandonando el Hogar”. Las tareas entretejidas a esta etapa son:
(1) romper/aceptar ataduras sicológicas,
(2) escoger carreras,
(3) comenzar a trabajar,
(4) manejar las relaciones con los compañeros, en caso de que ellos
sean aliados útiles para entender la detención en la familia,
(5) administración del tiempo,
(6) ajustarse a la vida por sí mismo,
(7) resolver problemas y
(8) lidiar con la presión como un socio para el cambio.
La siguiente etapa, “Llegando a Ser un Adulto”, comprende las edades de 23-
28. Aquí continúan algunas de las tareas previas y también cambian a:
(1) selección de esposo(a),
(2) establecerse en un trabajo y comenzar un “escalamiento” en su
carrera,
(3) formación paternal y familiar,
(4) iniciar envolvimiento en la comunidad,
(5) consumo sabio,
(6) comprar casa propia,
(7) relaciones sociales,
(8) lograr autonomía y autodirección,
(9) resolver problemas, y
(10) otra vez, lidiar con la presión del cambio.
La etapa de los “30”, entre la edad de 29-34, deja entrever otras variedades:
(1) asegurar o buscar valores personales y significativos,
(2) reapreciación de relaciones,
(3) el llamado progreso o éxito emergente en la carrera,
(4) aceptar a y cambiar con los niños en crecimiento,
(5) cimentar y experimentar la permanencia de un hogar,
(6) resolver problemas y
(7) manejar la presión relacionada con el cambio.
Temas para Vivir Saludablemente
¿Qué Hago Bien? A la mayoría de nosotros nos gustaría completar nuestras
tareas con un nítido sello de “¡bien hecho!” La competencia no ocurre
normalmente como en una producción de cine espectacular. Esto sucede más
de acuerdo con la tierra, sin un ostentoso sonido de trompetas. El sentido de
competencia de los jóvenes adultos es la medida de confianza que ellos tienen
en su habilidad de hacer las cosas en cantidades adecuadas. Su competencia
actual se refiere a su habilidad para llevar a cabo estas tareas.
A este punto, identifiquemos cuidadosamente algunos puntos “fuertes”, así
como también algunos “débiles”. “¿Realmente me veo como una persona que
es capaz de llevar a cabo y completar cosas?” “¿Tengo los recursos necesarios
continuidad, fuerza interna, reserva espiritualpara alcanzar las metas que
me he propuesto o soñado para mí mismo?” Especial-mente, ¿en qué áreas de
la vida me conduzco bien (o un poco más que adecuadamente)?” “¿En qué
áreas me gustaría ser más efectivo de lo que soy?” “¿Estoy dispuesto a
expresar a otros mi necesidad por asistencia?”
El surgimiento de la computarización ha complicado nuestra perspectiva. La
intrusión de la dependencia química es uno de los más grandes retos
demoníacos para el sentido de confianza del cristiano, cuando nos enfrentamos
al mundo con nuestro sentido de misión y testimonio creativo por Cristo.
Mientras ministramos a las personas, hay que mantener en mente que la
competencia incluye ingredientes tales como: la habilidad de soportar grados
razonables de frustración, dominar cierto egocentrismo/narcisismo/impulso de
“sólo yo y nadie más”, y aceptar/ejercer autoridad correctamente. Establezca
metas realísticas, que no estén más allá de su “alcance”. Dejar que otros
dictaminen sus metas puede ser una manera poco realista de establecer metas
muy altas. Por el otro lado, establecer metas que generalmente son bajas o
circulares puede no ser beneficioso porque no hay envuelto nada motivador o
aspirante. Un ejemplo de esto es el joven que ha estudiado educación física en
la universidad, no porque le guste el atletismo, sino porque es una de las
carreras más fáciles.
El valor propio tiene tres fuentes importantes: La imagen creativa de Dios en
nosotros, que nos transforma en sus hijos; una fuente interna, el grado de
efectividad y nutrimiento de la propia actividad de uno; y una fuente externa, las
opiniones que personas importantes tienen acerca de uno. Las primeras dos
son mucho más estables y seguras que las fuentes externas. En efecto, el
apóstol Pablo escribió: “Y tal confianza tenemos mediante Cristo para con
Dios… nuestra competencia proviene de Dios” (2 Corinitos 3:4, 5).
En resumen, la competencia se refiere a “cómo hacemos” en estas facetas de la
vida:
(1) habilidades físicas/manuales, desde la coordinación de habilidades del
cuerpo hasta cómo vivir con personas incapacitadas;
(2) habilidades sociales/emocionales en relaciones/expectaciones/alcanzar
decente, considerable y fielmente a otras personas, cómo esto ayuda a
determinar y nutre nuestros sentimientos de valor, para saber a qué se le llama
“inteligencia social” en situaciones sociales cuándo responder
apropiadamente;
(3) autoadministración/habilidades para cuidar;
(4) habilidades interpersonales, incluyendo autopresentación, el escuchar atenta
y activamente a otros, responder y retar éticamente a otros; y
(5) las habilidades de envolverse en grupos pequeños, lo cual pareciera “muy
fácil” en primera instancia, pero que en la realidad puede ser más difícil de lo
que parece. “¿Cuáles grupos pequeños están envueltos en su vida?”
“¿Promueve el grupo conversaciones útiles o negativas?” “¿Promueve el grupo
competición o diversidad en medio de la unidad?” “¿Qué hace usted bien
cuando participa?”
El pastor de una iglesia puede ser un facilitador o catalizador para aparear
personas en los grupos clases de la escuela dominical, grupos con intereses o
pasatiempos especiales, nutrimiento espiritual y grupos de capacitación (por
ejemplo: oración y estudio bíblico), y en la identidad /discipulado del cristiano
confrontando su mundo.
Los jóvenes adultos desean creer que ellos “pertenecen” y son una parte
integral de la comunidad de fe. “Esta es nuestra iglesia.” Jesús nos dio una
directiva para la competencia de amarnos unos a otros (<431513>Juan 15:13-15).
Escuchemos algunas de las palabras del apóstol Pablo al enfocar nuestra
confianza “en Cristo”: “Doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor
Jesucristo, para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser
fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu; para que habite
Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en
amor, seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos…
(<490314>Efesios 3:14-18. Itálicas del autor.) “Para que ya no seamos niños
fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema
de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error, sino
que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la
cabeza, esto es, Cristo, de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre
sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad
propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en
amor” (<490414>Efesios 4:14-16. Itálicas del autor.) Estudie también <490422>Efesios
4:22-29 y <501104>Filipenses 2:4, 12, 13. Por lo tanto: “Así que, cada uno someta a
prueba su propia obra, y entonces tendrá motivo de gloriarse sólo respecto de
sí mismo, y no en otro… No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su
tiempo segaremos, si no desmayamos” (<480604>Gálatas 6:4, 9).
¿Puedo Sobresalir por Mí Mismo? La autonomía se refiere a nuestra
capacidad de obtener una autosuficiencia segura y razonable, pero no a
expensas de alguien más. Es un reto de movernos hacia la madurez e
interdependencia fiel. Cuatro dimensiones sobresalen:
(1) nuestra necesidad por aprobación frente a identificar o evaluar en
demasía la respuesta de otros;
(2) nuestra habilidad de administrar la vida independientemente, sin
buscar continuamente la ayuda de otros, o hacerlo de mala gana;
(3) la capacidad de autoiniciativa para planear, organizar y resolver
problemas, y
(4) conocer cómo nuestras necesidades se relacionan con las
necesidades de otros, y de esa manera tener la habilidad de integrar o
discernir esas necesidades.
“¿Puedo hacer las cosas por mí mismo?” “En una escala del 1 al 10, con el
número 1 representando dependiente y el 10 representando independiente,
¿dónde me encuentro?” “Me parece que soy razonable y justamente
interdependiente en mi trabajo, vida social y la de la iglesia?” “Cuando necesito
ayuda la que sea en forma normal¿encuentro fácil o difícil pedirla?”
Las personas autónomas no son ermitañas viviendo aisladas o en islas desiertas.
Ellas, en efecto, reconocen su necesidad por otros. Son respetuosas de las
necesidades de otros. Aun así, ellas mismas no necesitan continuo apoyo o
afirmación, y “palmadas en la espalda”, emocionalmente. Una joven esposa
luchaba con esto: “Parece que no importa lo que yo haga, siempre estoy a la
expectativa para ver si a mi esposo o a otros les gusta realmente. Algunas
veces esto me preocupa mucho, tanto que no puedo concentrarme en lo que
debo hacer. Estoy comenzando a darme cuenta de que esto me ata. Me siento
como una pelota de esponja.” Tenga cuidado de no considerar en demasía la
aprobación de otros, “eso menoscaba su integridad”. Las personas autónomas
ciertamente pueden casarse. Si el lema previo de uno era: “Haz tus propias
cosas”, en el matrimonio necesitará encontrar y mantener un balance entre
mis/sus necesidades. A un extremo de lo continuo está aquel que dice: “Yo no
te necesito para nada”; al otro extremo: “Te necesito desesperadamente 
ahorapronto presente para siempre.”
Las siguientes declaraciones son realmente algunos ejercicios para examinar la
dependencia, contra dependencia, independencia e interdependencia: Dé un
ejemplo de una experiencia reciente en la cual usted ha estado en una posición
dependiente, “sin crecimiento”. Un estudiante universitario dijo: “Me molesta
que aún tengo que llevar mi ropa a casa para que mi mamá la lave.” Comparta
un ejemplo de dependencia que lo haya enriquecido. Una esposa escribió:
“Cuando tuve que estar en cama a causa de mi condición anémica, mi familia
me apoyó. Fue una experiencia animadora.”
Registre una experiencia de contra dependencia, “sin crecimiento”. “No
puedo soportar a nadie en autoridad. Ninguno me va a decir qué hacer.”
Ahora, ilustre una experiencia de crecimiento. “Yo sé que tengo la habilidad de
escribir los cheques y mantener un presupuesto. Rehuso pedir su ayuda para
contrarrestar mi dejadez.”
Comparta un ejemplo de la manera en la cual usted ha manifestado
independencia improductiva. “Yo decidí vivir en un apartamento solo durante
este semestre. ¡Me siento solo!” Por otro lado, registre uno que ha sido
beneficioso para usted. Un cristiano recién convertido en mi clase de la escuela
dominical dijo: “Me he dado cuenta de que no necesito tomar bebidas
alcohólicas para tener amigos.” Para interdependencia, dé un ejemplo
improductivo, seguido por uno de éxito. “Ya no seré vacilante nunca más. De
ahora en adelante tomaremos las decisiones juntos.”
El ministerio de la iglesia puede ofrecer la oportunidad para que los jóvenes
adultos revisen y discutan metas individualmente, o en foros. El ministerio en
este sentido viene a presentar la realidad. Ponga atención a las metas que:
(1) tienen sentido;
(2) son concretas en vez de ser obscuras y generales;
(3) están acordes con los recursos que usted tiene a mano;
(4) motivan su deseo para completarlas; y
(5) tienen un tiempo límite para completarse o renegociarse.
¿En Qué Creo Yo? ¿Qué es lo que provee las bases para su desarrollo ético y
espiritual? ¿Dónde hace usted sus votos? La arena del desarrollo moral ha
atraído la atención de muchos especialistas en los varios campos de estudio.
Quienes están centrados en sí mismos, de acuerdo con estos especialistas,
preguntan: “¿Los resultados de mi conducta serán placenteros o dolorosos para
mí?” Quienes están centrados en otros preguntan: “¿Mi conducta mostrará mi
lealtad a mis afiliaciones significantes familia, amigos, Cristo?” En la etapa de
cuestionamiento se pregunta: “¿En qué puntos de vista sobre la verdad, lo
bueno y cosas similares puedo yo confiar?” En la etapa del relativismo se
pregunta: “¿Cómo resultará mi acción en términos de esta norma flexible?” En
la etapa de compromiso la pregunta es: “¿Por el criterio que he escogido,
¿estoy moralmente limpio?”.
La estrategia pastoral se interesa en estas clases de preocupaciones. “¿Cuáles
son las cosas que realmente son de valor para mí?” “¿Practico mis valores?”
Las Escrituras sugieren: “No descuides el don que hay en ti… Ocúpate en estas
cosas; permanece en ellas, para que tu aprovechamiento sea manifiesto a
todos. Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina…” (<540414>1 Timoteo 4:14-16;
también <550215>2 Timoteo 2:15). En resumen, esto significa: “Amarás al Señor tu
Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente”
(<402237>Mateo 22:37).
¿Quién Soy en Este Mundo? El factor decisivo de identidad o
individualidad para el cristiano es su encuentro con Cristo: “Porque somos
hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios
preparó de antemano para que anduviésemos en ellas” (<490210>Efesios 2:10). La
identidad también es el puente entre uno mismo y una sociedad más grande. De
las muchas posibilidades, sueños y esperanzas de la niñez emerge el
patrón/estilo de carácter. La pregunta de la niñez temprana: “¿Quién voy a
ser?”, está ahora tomando forma única y urgente.
Por unos breves minutos reaccione al estímulo de estos pensamientos: “¿Tengo
un buen entendimiento de quién soy y de la dirección en que parece que voy en
mi vida?” “¿Tengo vergüenza de quién soy y lo que he hecho en mi vida, o soy
capaz de sonreír cuando todo se ha dicho y hecho?” “¿Estoy razonablemente
satisfecho?” “¿Me veo a mí mismo como otros me ven?” “¿Qué/quién es el
centro integrante que da significado (el lema) a mi vida?” “¿En qué contextos
sociales me siento mejor acerca de mí mismo?” “¿En qué contextos sociales
siento perder mi particularidad?”
Una combinación de los temas teológicos de la providencia y la conciencia de
lo santo, nos permite procesar pastoralmente donde los significados
trascendentes y fundamentales de la vida son verdad. “¿Percibe la persona un
propósito divino en su vida?” “¿Tiene un sentido básico de confianza en el
mundo?” “¿Qué es sagrado para este individuo?” “¿Sospecha de las promesas
divinas, tal como se le han interpretado por algún ministro exagerado en
promesas o demandas rígidas?” “¿Cree que Dios desea que experimente
bienestar?”
Jesús, en los años paralelos de su vida como joven adulto, fue confrontado con
la pregunta acerca de su verdadera y auténtica identidad. El abrazó
completamente el hecho de: “Este soy yo al mundo.” En su bautismo Juan trató
de desanimarlo, pero Jesús le instruyó: “Deja ahora, porque así conviene que
cumplamos toda justicia.” Una voz del cielo afirmó: “Este es mi Hijo amado, en
quien tengo complacencia” (<400315>Mateo 3:15, 17). Más tarde, él mismo formuló
la pregunta acerca de su identidad: “¿Quién dicen los hombres que soy yo?…
Y vosotros, ¿quién decís que soy?” Pedro contestó: “Tú eres el Cristo”
(<410827>Marcos 8:27-30).
Si usted utiliza un tiempo para completar estas declaraciones, obtendrá nuevos
discernimientos acerca de sí mismo: “Yo soy…” (o “yo soy uno que…”); y lo
hace unas quince veces con una respuesta diferente cada vez. Después, diseñe
una presentación del mapa de su vida. “¡Déjeme decirle de dónde he venido
para llegar hasta aquí!” Estos ejercicios pueden ser usados efectivamente en los
grupos de la iglesia que se preocupan por desarrollar la atención (escuchar)
activa, aceptación y entendimiento de la historia de otros. El principio de
Santiago es un buen vehículo para la comunicación: “Todo hombre sea pronto
para oir…” (<590119>Santiago 1:19).
¿Cuál Lugar Tiene la Ocupación/Trabajo en Mi Vida? “¡Una simple ama de
casa!” “¡Un vendedor!” Escoger una carrera u ocupación es todo un proceso
de tomar decisiones. Ello simboliza mucho más que un juego de habilidades y
funciones diseñadas. Ello significa una manera de vivir. “¿Qué es lo que hace?”
“¡De verdad!” Desafortunadamente, hay tendencias para formar juicios rápidos
acerca de las personas de acuerdo con lo que “hacen”. Escriba unas respuestas
breves a estas declaraciones incompletas:
(1) “Para mí, escoger una carrera significa _____________________;
(2) Yo he considerado/soñado seriamente en la siguiente vocación
_____________________;
(3) Si yo tuviera una carrera ideal donde todo se uniera “justamente”
para mí, esa sería _____________________.”
Expanderestrecharexpander otra vezestrechar” es el patrón. La fase
de expansión amplía el punto de vista de opciones o posibilidades. El
movimiento de estrechez contrae o aprieta más fuertemente el foco, y elimina
algunas opciones en favor de otras más prometedoras o satisfactorias. “¿En
qué parte de mi vida cabe la educación universitaria o de posgraduado?”
“¿Debo ir ahora o esperar?” “Si decidimos casarnos en diciembre, ¿distraerá
eso a él/ella de sus exámenes orales?”
Un autoinventario pudiera incluir: “¿Cuáles son mis sentimientos acerca de la
manera en que me estoy preparando para una carrera?” “¿Cuáles son mis
pensamientos y sentimientos predominantes en cuanto a mi presente
posición/trabajo?” “¿Qué provecho tengo de mi trabajo?” “¿Cómo es el
ambiente de trabajo?” “¿Qué es lo que típicamente sucede aquí?” “¿En dónde
estoy yo en relación con la selección ‘inicial’ de una carrera?”
La estrategia pastoral puede servir como un habilitador para planes de acción
que envuelven metas, recursos hacia el logro de metas y programas concretos,
tanto como ser “un animador”. Dirección vocacional, utilizando una variedad de
personas experimentadas en áreas particulares, abre la participación dialogal,
exploración y entendimiento. La vocación cristiana es más que el trabajo que
uno hace, o la carrera en la cual está involucrado. Es ayudar al prójimo y ser
embajador de Cristo. ¿Le ha llamado Dios? Si usted es un cristiano la
respuesta es un rotundo sí. Aprender la mayordomía de nuestros dones donde
quiera que trabajamos puede ser un canal para elevar el trabajo a un sentido de
vocación “llamado”: “Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los
otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios” (<600410>1
Pedro 4:10. Mire 1 Corinitos 4:2). En un sentido más amplio, la palabra
significado puede colocarse en lugar de “llamado”. Así, pudiera leerse: “El
‘significado’ que como cristiano le doy a mi trabajo es…” “¿Soy un
participante alegre en el esquema de la creación de Dios?”
Para Mí, ¿Qué Significa el Don de la Sexualidad? “¿Quién soy yo como un
recipiente de Dios del don de la sexualidad?” Muchos éticos cristianos sugieren
que la manera en la cual uno se ve a sí mismo como un ser sexual es una
dimensión importante para toda su identidad.
Esto también influye en cómo una persona se relaciona con otros como un ser
sexual. Por ejemplo, si usted se ve sólo como un objeto de placer, entonces
podrá ser explotado como tal. La cultura, a través de los medios de
comunicación, revistas y comerciales, acarrean muchos mensajes con doble
significado y papeles de sexo esterotipados. “¿Qué tiene que ver una muchacha
hermosa en traje de baño con el valor y eficiencia de una crema para rasurarse,
un automóvil nuevo o una pasta de dientes?” Lo que ha pasado es que el
comercio y sus millares de mercados han quitado el entendimiento integral del
derecho de nacer que Dios intentó. La sexualidad ha sido reducida a sexo, y el
sexo reducido a un estado de comodidad para gastarse como recompensa por
una actuación. Esta redución y acercamiento puramente recreativo deshumaniza
también la responsabilidad de recibir, reclamar y decidir acerca del don. La
mentalidad del “sexo-alegre” es un reflejo de una clase de valores incompletos
y distorsionados. La pregunta que se necesita hacer una y otra vez en la
estrategia pastoral es: “Esta clase de sexo, ¿es realmente honesta?”
Responda cuidadosamente a estas oraciones: “Cuando pienso de mí como un
ser sexual, yo… (escriba uno o dos párrafos).” “Lo que aprendí en mi hogar
(de mis padres) acerca de la sexualidad fue…” “Las personas o lugares
sociales que me introdujeron a la sexualidad fueron: mis compañeros, clases en
la escuela, grupos en la iglesia, padres, o…” “¿Qué me enseñaron ellos y qué
aprendí yo acerca del tema?” Además, cambiándonos a áreas semejantes:
“¿Cuáles son algunos valores significantes para mí que se relacionan con mi
vida sexual?” (¡Enlístelos!)
“Cuando visualizo un acercamiento a una persona del sexo opuesto, yo tiendo
a…” “En términos de mi sexualidad, el matrimonio para mí significa…”
“¿Cuáles son mis expectaciones sobre: ‘las mujeres deben ser’ y ‘los hombres
deben ser’?” “¿Cómo afectan mi conducta estas expectaciones del papel de
uno en cuanto al sexo?” “Una buena vida familiar es…” “Un buen matrimonio
es…”
La iglesia puede proveer conversaciones dialogales y foros para tratar con las
voces y distorsiones de la sociedad. Retiros, conferencias de enriquecimiento
matrimonial, conferencias/talleres de familia/padres, reuniones informales de
adultos solteros y grupos de estudio son unas cuantas oportunidades para llenar
estas necesidades de información, ordenamiento bíblico y retroalimentación.
Hay muchas personas bien preparadas, consejeros pastorales entrenados,
pastores, personal en una iglesia, maestros de seminarios, maestros en las
escuelas cristianas y capellanes que están capacitados para guiar en el
enriquecimiento y crecimiento en fortalecer aspectos de quiénes somos. El
púlpito es un lugar apto para proclamar, a través de las predicaciones
situacionales, las buenas nuevas para vivir. Así es como podemos ser ayudados
y guiados para conocer apuntalamientos de la Palabra de Dios: “Que os
comportéis como es digno del evangelio de Cristo” (<500127>Filipenses 1:27).
“Someteos unos a otros en el temor de Dios” (<490521>Efesios 5:21). “Mirad, pues,
con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios” (<490515>Efesios
5:15).
¿Cómo Son Mis Relaciones Cercanas? Si los jóvenes adultos tienen un
sentido sano de quienes son, comenzarán a crear relaciones personales estables
y liberadoras. La intimidad puede incluir estos elementos: lealtad firme hacia
otro, apoyo mutuo y accesibilidad, un mismo punto de vista del mundo,
autorevelación mutua y vulnerabilidad compartida y honesta. Intimidad sí
envuelve amistad. Aquí no se está sugiriendo como relación sexual.
Para este tiempo, los jóvenes adultos han tenido experiencias con: extraños,
conocidos, amistades, intimidades. Por un lado, ellos conocen a extraños 
personas que realmente no están a favor ni en contra de ellos. Tienen muchos
conocidos con quienes se relacionan casual e informalmente. Algunas veces
estas personas llegan a ser amigos. Las personas íntimas son las que los
conocen hondamente; tal vez en algunos de sus secretos más íntimos. No todas
las relaciones deben tener intimidad como meta. En las relaciones íntimas se
debe observar cierta reserva a fin de no ser como un libro abierto para que
cualquiera lo lea.
La soledad es el otro lado de la amistad e intimidad. Es una experiencia muy
común en nuestra cultura, y aun en algunas iglesias con mucha membresía.
James Lynch, en su libro: The Broken Heart: The Medical Consequences of
Loneliness (El Corazón Quebrantado: Las Consecuencias Médicas de la
Soledad), insiste en que las personas que viven solas son más susceptibles que
otras a las enfermedades.
Vamos a observar qué tan complicadas y enriquecedoras pueden ser nuestras
relaciones. “¿Cuánto tiempo de mi día se absorbe en relaciones con otras
personas?” “¿Tengo varios amigos, y qué clase de acercamiento tengo con
otras personas?” “¿Dónde se generan estas relaciones iglesia, trabajo, etc.?”
“¿Está mi vida atestada con gente?” “¿Hay muy pocas personas en mi vida?”
“¿Planeo juntarme con otros que me interesan, o lo dejo a la casualidad?”
“¿Qué me gusta y llama la atención en otros?” “¿Tiendo a necesitar a mis
amigos más de lo que ellos expresan necesidad por mí?” “¿Cómo saben otros
que me preocupo por ellos?” “¿Tomo a las personas como una concesión?”
“¿Permito a otros cuidar de mí?” “¿Respeto a otras personas?” “¿Estoy
dispuesto a hablar apropiadamente acerca de mí mismo con las personas más
cercanas?” “¿Escucho atentamente y no soy sólo oidor y repetidor de
palabras?” “¿Qué significa para mí la amistad estrecha con alguien más?”
“¿Cómo me comunico con ellos?” “¿Con quién tengo una amistad estrecha
actualmente?” “¿La cercanía a alguien más me causa ansiedad y torpeza?”
“¿Cómo animo a ciertas personas a acercarse a mí?” “¿Las personas me ven
como una persona distante, controlada, o con sentimientos balanceados?”
“¿Experimentan ellos mi enojo o frustración más que mi consideración y
afecto?” “¿Cómo controlo mis sentimientos cuando estoy con otros?”
“Especialmente, ¿cómo respondo cuando siento que estoy siendo rechazado?”
“¿Me he sentido/he sido rechazado alguna vez?” “¿Me desanimo fácilmente?”
“¿Deseo balancear justamente lo que doy y tomo en estas relaciones?” “Por
ejemplo, ¿que puedo pedir/preguntar a mis amigos y aún sentirme confortable
con ellos?” “¿Me comprometo sanamente en vez de controlar todo?” “¿Espero
ser tratado como ‘igual’ y también trato a mis amigos como ‘iguales’?” “¿Cómo
me llevo con los demás en la escuela, trabajo, iglesia, familia?” “¿Permito que
otros sean ellos mismos?”
Si toma un momento, escriba su propia definición de intimidad. La intimidad y
amistad de Jesús con el Padre viene a ser el fundamento de nuestra amistad e
intimidades como cristianos. “Yo y el Padre uno somos” (“juntos”; ver <431030>Juan
10:30; 1:14-16). Esto nos permite a nosotros compartir con otros el poder y la
naturaleza de la bendición con libertad.
¿Cuáles Son Mis Compromisos Interpersonales Más Profundos?
Decisiones vocacionales y maritales son, sin duda alguna, dos de las más
significativas en la vida. Ellas vienen a ser determinantes en el desarrollo de la
personalidad y tal vez en el estilo de vida que uno lleva. Algunas veces son
decisiones sutiles; otras veces se toman con mucha inquietud. Aun así, son
asuntos complejos. En este punto, si la persona está casada, éstas pueden ser
algunas preguntas que le ayuden: “¿Cómo es nuestro matrimonio?” “¿Qué
esperaba yo que sucediera?” “¿Qué clase de relación tengo ahora con mis
padres?” Un sinnúmero de significados entran en el cuadro: amor, matrimonio,
familia. ¿Cuándo? La ceremonia matrimonial da permiso para ser
responsablemente adulto. Las ansiedades y ajustes del matrimonio necesitan
tiempo para sanar. La iglesia puede ser una buena facilitadora de
enriquecimiento, provocar esperanza y ayudar a resolver los problemas
constructivamente.
Algunas reflexiones generales ejercitadas sobre la naturaleza y significado de un
compromiso debieran incluir:
(1) “Cuando yo digo que estoy comprometido con otra persona, quiero
decir…”
(2) Céntrese en una persona cercana y comprometida con usted y
escriba las cualidades que acentúan su significado especial.
(3) Continúe con esto: “¿Qué piensa usted que pasa con algunas
relaciones que nos permiten comprometernos mientras que otras no?”
Comprometerse es hacer un voto para hacer algo, una entrega a seguir un
curso de acción, y una decisión para colocarse a la par de y con alguien más
(<451201>Romanos 12:1). Comprometerse es darse uno mismo en confianza. Ello
da un sabor especial a la vida. El significado cristiano del amor envuelve
responder y comprometerse. El matrimonio es un compromiso visible, público,
especial a la responsabilidad frente al creativo Señor quien lo “ordena”. Un
joven adulto comprometido ya sea en amistad o en matrimonio, no vive su vida
con un estilo de “sí… pero…”. La persona no-comprometida descansa sobre
un método de evasión que dice sí y no al mismo tiempo. La persona
comprometida deja que el sí sea sí, y el no sea no. Comprometerse es la
antítesis del alejamiento.
Hay algunos puntos enredados que obstaculizan el comprometerse de corazón:
(1) un penetrante bajo sentido de valor personal,
(2) separación de la gente,
(3) desencanto con causas especiales o centros de interés.
Oates sugiere que las personas encuentran muy difícil comprometerse con
aquello a lo cual no dan ningún valor. El ministerio de la iglesia puede ilustrar y
recordar la grandeza de su herencia para cuidar, y la sabiduría adquirida a
través de la experiencia. Nosotros somos creados a la imagen de Dios. Somos
personas por quienes Cristo murió. Pertenecemos al Señor viviente y a la
comunidad de fe que se preocupa. Nuestro deseo es que de este contexto
resulte un sentido de valor personal al reconocer que somos de valor ante los
ojos de Dios (ver <470117>2 Corinitos 1:17-22).
¿Merezco Tiempo Libre? En un mundo adicto al trabajo, al éxito, a la alta
producción y rapidez, necesitamos reclamar el descanso en base a la doctrina
de la creación. El ritmo de trabajo-descanso aparece básicamente en el hecho
de que Dios mismo trabajó seis días y descansó el séptimo (<010201>Génesis 2:1-
3). El asunto central en el tema del tiempo libre es la libertad. El tiempo de uno
puede ser usado creativa o confusamente. El uso del tiempo también es un
factor para el ocio.
En su libro: When You Can’t Find Time for Each Other (Cuando No Pueden
Encontrar Tiempo el Uno para el Otro), Wayne Oates confronta la común
aserción de las parejas, los miembros de la familia y de los solteros, diciendo
que son incapaces de encontrar tiempo para ellos mismos y para otros. El
expone algunos de los obstáculos que secretamente impiden que descubramos
el tiempo oportuno.
La estrategia pastoral puede determinar dónde la iglesia se está agregando al
problema del sobre-uso de tiempo relacionado con actividades, sin tener
suficiente balance para estar quietos, ser selectivos y ser personas que gozan de
la vida. Puede ser que la iglesia necesite ayudar a las personas a darse cuenta
de cómo a veces se abusa de la gracia y el amor en el matrimonio y/o familias.
¡Guárdese de los ladrones de su tiempo! Una de las mayores tareas de la
iglesia es proveer directrices, métodos y maneras para el mejor uso del tiempo
libre por sus miembros, en términos de ministrar a la persona completa. El
tiempo libre es un regalo de Dios para un propósito, ya sea para usarse en
vacaciones, deportes, entretenimientos, o lo que sea para la gloria de Dios. Así,
estas actividades pueden llegar a ser oportunidades para comprometernos más
hondamente con Cristo y envolvernos en servirle.
¿Es Mi Mundo Suficientemente Grande? Explique lo que viene a su mente
cuando escucha la palabra ciudadano. “¿Cuáles son las organizaciones e
instituciones sociales que usted siente que tendrán una influencia importante y
necesaria sobre usted y/o su matrimonio/familia en los años venideros?” “¿Hay
alguna inversión personal en la comunidad más allá de los amigos, trabajo,
matrimonio o familia?” “¿Es a un nivel alto, medio o bajo?” “¿Tengo
verdaderos intereses comunitarios, cívicos y/o políticos?” “¿Soy un detractor,
impido las metas/trabajo del grupo, un mero miembro, que presto atención
nominal o pequeña a lo que está pasando, un observador, un participante,
contribuidor o líder?”
Una respuesta puede ser el resultado de falta de atención o ingenuidad “todo
estará bien”; y otra puede ser por cinismo “todo está corrupto o sin
esperanza, ¿para qué molestarme?” Los jóvenes adultos, en particular,
enfrentan la trampa de “esto o aquello”.
El Señor espera que seamos cristianos efectivos y fieles, que sepamos cómo
ser ciudadanos efectivos con los ojos abiertos, y vivir acordes a su llamado en
términos de una responsable ciudadanía (ver <451221>Romanos 12:2113:1;
14:17-19; <402221>Mateo 22:21).
PRINCIPIOS ADICIONALES SOBRE CUIDADO PASTORAL
La prescripción de Lawrence Peter sobre la terapia del humor parece ofrecer
algunos proverbios prefabricados para ministrar a otros de manera rápida y
manejable:
1. Siga el consejo de su doctor.
2. Adquiera expectaciones positivas de salud.
3. Sonría.
Por lo tanto, una paráfrasis pudiera leerse así: “Siga el consejo del pastor;
adquiera expectaciones positivas para su bienestar espiritual, gócese.” ¡Si tan
sólo la vida sucediera en esta manera y tuviéramos esa clase de influencia
proverbial sobre la gente! La metáfora del cartel que vi en una ocasión puede
ser un buen comienzo: “Caminar no es un arte perdido uno debe, de alguna
manera, llegar hasta el garaje.” No hay una “sola vía” para cuidar de los
jóvenes adultos. Ellos pueden ser solteros, casados o haber estado casados
anteriormente. Sin embargo, trataremos de caminar, hasta llegar al “garaje”, y
usar otros medios para tratar de ponernos en contacto con ellos.
Aprendiendo sobre la Risa de la Fe. Siendo que mucho de lo que se oye en
nuestro mundo se centra sobre lo crítico, el temor, la tristeza y lo distorsionado,
aprender cómo realzar y activar nuestros poderes creativos dados por Dios
para gozarnos en la vida es una tarea importante. El primer resumen de
Jonathan Swift para el cuidado de la salud parece apropiado: “Los mejores
doctores en el mundo son: el doctor Dieta, el doctor Silencio y el doctor
Felicidad”. El humor como un “primo hermano” correlaciona el significado de
que el gozo es parte de nuestra reserva para manejar nuestra fe.
Albert Schweitzer escribió: “Cada paciente carga adentro su propio doctor.”
Tomemos algo de esa energía autoderrotadora y convirtámosla en salud. La
risa es una especie de “doctor espiritual” dentro de uno, que produce
beneficios fisiológicos, tanto como energía espiritual para aliviar la tensión,
aliviar el dolor, y remover nuestro enojo (compare <590119>Santiago 1:19, 20 con
<490420>Efesios 4:20, 26-32). La risa ejercita los pulmones y estimula el sistema
circulatorio. Norman Cousins en uno de sus libros más vendidos, Anatomy of
an Illness (Anatomía de una Enfermedad), llama a la risa “una forma de
ejercicio interno”. Ello reduce la tensión muscular. Además, un sentido o actitud
de humor no dejando que las cosas nos dominen, la habilidad de ver a través
de nuestras pretensiones, la capacidad de esperar, sobrellevar y cambiar
expectaciones muy altasse relaciona con una actitud positiva y
enriquecedora y con el deseo de vivir.
Sin duda, un sentido de humor aumenta nuestra capacidad de relajarnos a fin
de remover nuestra fuerza y visión, ver las inconsistencias en nuestra conducta,
resolver problemas, crear nuestra propia alegría, reír ante las enfermedades y
crisis y comunicarnos efectivamente. La receta de Lawrence Peter para cultivar
un sentido de humor incluye:
(1) adoptar una actitud de juego está bien comportarnos
“tontamente” a veces, así que otórguese un permiso saludable;
(2) pensar cómico;
(3) reírse de uno mismo no como mofa, pero aceptando el hecho de
que “no he sido terminado. Este es un ejemplo reciente”; y
(4) tomarse a sí mismo llanamente.
Desafortunadamente, algunos sostienen el punto de vista de que la religión y el
humor no se mezclan, porque la risa está asociada con lo mundano. Pero
escuche lo que las Escrituras dicen: “Cuando alababan todas las estrellas del
alba, y se regocijaban todos los hijos de Dios” (<183807>Job 38:7). La vida
espiritual en Cristo es sorprendente, un maravilloso regalo para gozarse. Tal vez
George Buttrick, con un guiño en su ojo, está sobre la pista: “Ningún Dios
sombrío habría hecho alguna vez una rana o una jirafa.” Una vez tuvo un
estudiante que a una discusión sobre el cuidado providencial de Dios,
respondió preguntando: “¿Alguna vez sonríe Dios por ti o a ti?”
La narración de los Evangelios acerca del nacimiento de Jesús tiene gozo (y
regocijo) como su tema común. Además, “el Verbo se hizo carne y habitó entre
nosotros” (<430114>Juan 1:14) es la afirmación central del Nuevo Testamento. Dios
se ha acercado a nosotros, no como un enemigo sino como el Salvador y
amigo (<431515>Juan 15:15). Su mensaje es redentor, amor reconciliador. En un
sentido, podemos reír de alivio. La risa es una de asombro, encanto,
escepticismo de que él realmente nos ama, y una fe que se sobrepone con
seguridad. ¿Cómo más podemos responder sino expresando nuestro gozo y
gozándonos de ser sus criaturas? Jesús dijo, previo a los eventos de la Pasión:
“Confiad, yo he vencido al mundo” (<431633>Juan 16:33).
En Contacto con Su Regalo. Los jóvenes adultos como personas, son una
especie de regalo de Dios. Entender sus personalidades como un regalo es
fundamental para su vida cristiana. “¿Cómo reciben ellos los regalos?” “¿Son
agradecidos?” La vida no es algo que nosotros creamos de la nada. Realmente
nosotros no la hemos ganado. Es un regalo a través del proceso y misterio de la
vida dado a nuestros padres. Thurl Ravenscroft, quien por mucho tiempo
hiciera la voz del tigre Toño en los anuncios de los cereales Kellogg’s, vino una
vez a la universidad donde yo era capellán. El estaba compartiendo el hecho de
que hacía varios años, había tenido una operación seria que le trajo inesperadas
noticias. Mientras él había estado en el hospital preguntándose qué sucedería
después, de pronto se dio cuenta de que su vida era un regalo de Dios. El
exploró las opciones a mano al recibir tal regalo, tales como: apatía, actuar
como si Dios no estuviera envuelto en la vida; cinismo, un desaire de Dios por
los problemas del sufrimiento en el mundo; autolocura, no sintiéndose
responsable ni necesitado de alguien más; o finalmente agradecido,
reconociendo y reclamando el regalo. La respuesta apropiada a un regalo es,
por supuesto, “gracias”. Nunca antes ha habido nadie, y nunca después vendrá
nadie que sea exactamente como nosotros. ¡Mi vida es un regalo! En Cristo, la
vida, y la vida nueva, son un regalo, dado por gracia, no adquirido (<490207>Efesios
2:7-10).
El concepto de autocreado, el cual los fariseos en el día de Jesús parecían
encarnar, es uno que dice: “¡Tú me debes! Y, ¿qué puedes hacer por mí?” No
es: “¿Qué puedo darte? sino: ¡Yo he arribado!” Alguien ha sugerido que la
persona autoformada es una que realmente no sabe cómo dar gracias, o a lo
menos funciona sin la habilidad de decirlo a aquellos que la han apoyado,
educado, orado por ella, ofrecido su amistad, guiado y estado a la par suya.
Aprender a reforzar nuestra habilidad para dar gracias a Dios por nuestra vida
es parte de la enseñanza y del cuidado para el joven adulto. Yo he aprendido
que una persona agradecida es una con esperanza. Las personas agradecidas
tienden a “estimar” su valor como hijos de Dios. Jóvenes adultos, retengan su
regalo con “gratitud viva”.

Etapa de Desarrollo Estrategia/Programa Pastoral Implementación Deseada
Dejando el Hogar”18 a 22 años de edad

1. Educación/ carrera/ dirección e
información vocacional,
clarificación/ reorganización de
valores/ niveles de prioridad por
medio de cuestionarios/
conferencias
2. Crecimiento y enriquecimiento
personal, conducción de talleres
con el tema: “Apropiándose de

1. Decisiones firmes sobre una carrera
2. Reclamando nuestro regalo de vida
3. Consumidor efectivo/informado/ interactor social
4. Vida hogareña saludable su regalo”
3. Grupos de habilidades en comunicación interpersonal
4. Talleres sobre la vidahogareña y la paternidad
5. Talleres para solteros: “Viviendo creativamente por sí mismo”
6. Administración del tiempo/uso de los dones en el ministerio
7. Presión sin tensión
8. Estudios bíblicos sobresituaciones diarias
9. Conferencias sobre preparación/ disposición para el matrimonio
5. Soltero de valor
6. Solución de problemas/crisis
7. Balance y control de diversas presiones
8. Aprender a retardar gratificación en vez de demandar gratificación instantánea
9. Estilo de vida de oración/meditación
10. Aprender a dar gracias (Col. 3:15,16)
“Llegando a Ser un Adulto” 23-28 años (Cubre algo de la etapa anterior)

1. Recién-casados/retiros para casados/grupos
2. Conferencias para planeamiento de los hijos
3. Obtención/compra de una casa
4. Conferencias sobre cómo vivir siendo soltero o después de haber estado casado
anteriormente
5. Comunicación para solucionar los problemas creativamente
6. Dinámicas voluntarias y papeles de líderes y “causas”
7. Sobrellevando la tensión

1. Crecimiento efectivo de los matrimonios
2. Satisfacción ocupacional
3. Paternidad saludable y consistente
4. Ciudadano informado/educado
5. Bienestar en la vida familiar
6. Confianza en uno como soltero
7. Mejorar las habilidades para solucionar problemas
8. Crecimiento personal en manejar la tensión pasajera
“Llegando a los 30”.
(El vacío entre dejar el hogar y el comienzo de la formación)
1. Obtener lo que es necesario/ clarificar valores/expectaciones
2. Consejo matrimonial/talleres de enriquecimiento en comunicación
3. Preocupaciones de padres hijos
4. Interés de consumidor/ planeamiento financiero
5. Grupos/personas en crisis o Excasados

6. Resolución de problemas en Negociaciones

1. Examinando/ obteniendo los
compromisos de uno/ “importancias”
2. Relaciones personales fieles
3. Sentido de logro/competencia en el trabajo de uno
4. Crecimiento beneficioso a las relaciones padreshijos
5. Conducta responsable como consumidor
7. Administración de la tensión 6. Resolución apropiada de problemas/negociación en conflictos
7. Crecimiento personal en sobrellevar los cambios de la vida