El médico para emitir un dictamen observa los síntomas
del paciente, realiza un chequeo anatómico-fisiológico de este y realiza un
estudio para emitir un diagnóstico clínico. Asimismo para lograrse un buen
diagnóstico espiritual, la clave es revisarnos a través de la Palabra de JHVH y
poder conocer así nuestro estado de
salud espiritual.
La
sordera espiritual
¿Acaso el que hizo los oídos no oye? ¿Acaso porque no
escuchamos la Palabra del Señor, Él no nos habla?
¿O es que de deleitarnos al oír chismes, murmuraciones,
indecencias, obscenidades, politiquerías, etc. Hemos atrofiado el sentido del
oír la Palabra Santa de JHVH?
El Señor quiere que inclinemos nuestros oídos a sus
razones, para que seamos sensibles a su Palabra y estas sean medicina para
nuestro cuerpo.
"Hijo mío,
estate atento a mis palabras, inclina tu oído a mis razones. Que no se
aparten de tus ojos, guárdalas en lo profundo de tu corazón, porque son vida
para los que las hallan y medicina para
todo su cuerpo”. (Proverbios 4:20- 22) (Juan 15:3)
Las
palabras necias
La longitud de onda del Señor es la santidad, si nuestra longitud de onda espiritual no coincide con la
suya, nuestras oraciones son necias palabrerías que nunca alcanzarán la altura
del Trono de la Gracia del Señor, pero cuando desechemos la perversidad de
nuestra boca podremos pronunciar limpiamente el nombre de nuestro Padre
Celestial. (Sofonías 3:9)
Aparta de ti la perversidad de la boca, aleja de ti la
iniquidad de los labios. (Proverbios 4:24)
La mirada
Los ojos son para mirar y para mirar bien, para ver con
claridad lo que Jhvh quiere hacer en nosotros y poder ver el Mundo a través de
Sus ojos. Pero este discernimiento espiritual puede ser fácilmente opacado por
miradas lascivas, codiciosas y visiones egoístas o por mirar con segundas
intenciones. Si tu mirada es maligna, todo tu cuerpo estará en tinieblas.
Servir a Jhvh es la mejor manera de mirar bien y hacia el
lado que él quiere que miremos.
Que tus ojos miren lo recto y que tus párpados se abran a
lo que tienes delante. (Proverbios 4:25 Mateo 6:23)
Nuestro corazón
Un corazón alegre embellece
nuestro rostro, por ello debemos asegurar que nuestro corazón nos lleve siempre
en la dirección correcta. Nuestros sentimientos de amor y deseos, dictan en
gran manera cómo vivimos. Corazones sanos dan vida y embellecen la Nación,
porque de él mana la vida.
(Proverbios 4:23)