Un
hombre de fe
El 6 de enero de
1822, la esposa de un pastor pobre en Alemania tuvo un hijo, sin soñar jamás
que un día este alcanzaría renombre mundial y una gran riqueza.
Cuando Enrique Schlimann tenía siete años de
edad, un cuadro de la antiguaT roya en llamas capturó su imaginación. Contrario
a lo que muchas gentes creían, Enrique sostenía que los grandes poemas de
Homero, La Ilíada y la Odisea, estaban basados en hechos históricos y decidió
comprobarlo.
En
1873 descubrió un sitio de la antigua Troya, junto con algunos fabulosos
tesoros que sacó de contrabando del país, ante el enojo del gobierno turco. Schlimann
llegó a ser famoso y rico porque se atrevió a creer en un registro antiguo y
actuar en base a esa fe.
La revelación, motor
de fe
“Por
esta causa también yo, habiendo oído de
vuestra fe en el Señor Jesús y de vuestro amor para con todos los santos, no
ceso de dar gracias por vosotros,
haciendo memoria de vosotros en mis oraciones, para que el Dios de
nuestro Señor Jesucristo, el Padre de
gloria, os dé espíritu de sabiduría y de
revelación en el conocimiento de él, que él alumbre los ojos de vuestro
entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado, cuáles
las riquezas de la gloria de su herencia en los santos”. (Efesios 1:15-18)
La oración de un
preso
En
las oraciones de Pablo en la cárcel podemos descubrir las bendiciones que él
quería que sus convertidos disfrutasen. En ninguna de estas oraciones Pablo
pide cosas materiales. Su énfasis está en la percepción espiritual y el
verdadero carácter del cristiano. Él no pide a Yhwh que les de lo que ellos no
tienen, sino ora para que Yhwh les revele lo que ellos ya tienen.
Las riquezas de
nuestra herencia
Somos coherederos en Cristo de todas sus riquezas
en gloria y libres porque Él es la libertad, hasta que no tengamos conocimiento
de Él para que sean alumbrados los ojos de nuestro entendimiento no podremos
disfrutar de la herencia que ya Él nos legó.
No hay comentarios:
Publicar un comentario