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DDC | Santiago de Cuba | 7 Jul 2014 - 3:49 pm.
Las autoridades de Santiago de Cuba "asaltaron y destruyeron" la casa del pastor evangelista Esmir Torreblanca Cortón, en la que también funcionaba un templo, denunciaron religiosos, informó el blog Religión en Revolución.
Según los editores del blog, que dicen intentar explicar la religiosidad y la espiritualidad "bajo una dictadura prolongada", Torreblanca Cortón recibía amenazas de las autoridades desde hace meses.
El pasado 2 de julio, "arremetieron vilmente a las 6:00 a.m. contra la propiedad del Pastor Esmir Torreblanca, donde se encontraba durmiendo su familia, sus dos niños menores de edad, de 7 y 11 años, y su esposa Marieta Bravo", dijo el pastor Marcos Antonio Perdomo Silva.
La casa de Torreblanca, ubicada en el distrito José Martí, funcionaba como templo de la Iglesia del Ministerio Apostólico y Profético, bajo la guía de Perdomo Silva y su esposa, Ramona Montoya Ochoa, explicó Religión en Revolución.
"Sin previo aviso el Gobierno cubano con los funcionarios de la oficinas de la Vivienda, Planificación Física, ETECSA, la Empresa Eléctrica, la Policía Nacional Revolucionaria (PNR), la Seguridad del Estado (DSE), los representantes del Partido Comunista (PCC), la Salud, la asociación religiosa y los factores del barrio llegaron y derribaron la puerta principal que tenía candado, esto con violencia, entrando la policía con bastones y un grupo de hombres con machetes. Comenzaron a destruir y a ocupar las propiedades del pastor y de la iglesia", relató Perdomo Silva en una nota.
"Mientras sucedía esto, habían cercado con policías vestidos de civil y uniformados la manzana, empleando carros de patrullas, ambulancias y un cargador para destruir y demoler la vivienda, también habían camiones para cargar lo que robaron", añadió. "Impidieron el paso de las personas y prohibiéndonos a nosotros, los hermanos, que apoyáramos y filmáramos lo que estaba pasando; al punto de llevarse presos a dos pastores esposados y detenidos".
Perdomo Silva dijo que las autoridades los acusan de ser "contrarrevolucionarios, opositores, aliados con la CIA y la mafia norteamericana".
'Peor que el ciclón Sandy'
Ahora, "el pastor Esmir Torreblanca y su familia no tienen donde vivir, están en la calle desalojados; tuvimos que llevarnos todas las demás pertenencias que pudimos salvar para las casas de los hermanos porque parquearon otro camión y nos amenazaron que si no los recogíamos rápido se lo llevaban todo; esto ha sido peor que el ciclón Sandy", agregó.
Torreblanca Cortón dijo en febrero pasado que llevaba 14 años residiendo en la vivienda y que allí nacieron sus hijos. "Nunca me habían molestado. De hace un tiempo para acá, después de que la iglesia está aquí, ha habido esta persecución", afirmó.
Los inspectores de Planificación Física y Vivienda "dicen que estoy en una construcción ilegal y que yo no vivía aquí nada".
En aquel momento, el pastor aseguró haber recogido las firmas del presidente del Comité de Defensa de la Revolución de su calle, tres delegados del Poder Popular que pasaron por su circunscripción durante diez años y "un mayor de la contrainteligencia", para probar que residía en la casa.
Asimismo, dijo que tenía en su poder un documento de Agricultura que "liberaba" el terreno en el que se encontraba la vivienda, pero esta no había sido legalizada.
"Esto solo se ve en países como el de los Castro, en donde el hombre no tiene ningún derecho", dijo Perdomo Silva. "Estos actos no nos amedrentaran", advirtió.
"Estos ignorantes idolatras y enemigos de Dios y de su pueblo un día lloraran y crujirán sus dientes, y todo esto lo cual es de alegría para ellos hoy, un día será para su tormento, la ignorancia mata y esclaviza, ellos son víctima de su ignorancia", afirmó.
En otra nota, publicada por el mismo blog, Perdomo Silva dijo que un día después de la demolición del templo se realizó un servicio religioso en el sitio en el que estaba ubicado.
La policía "detuvo después de este servicio al pastor Esmir Torreblanca Cortón y a otro hermano", identificado como Héctor. "Argumentó que los hermanos allí congregados habían alterado el orden público", dijo Perdomo Silva.
El Gobierno lleva a cabo una campaña contra las construcciones ilegales que ha implicado el desalojo de decenas de familias en varias provincias y la destrucción de inmuebles, pese al grave déficit de viviendas en la Isla.
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