por Dana Jarvis
Estoy
hablando a aquellos que desean todo lo que Dios ha planeado para su
vida y se niegan a rendirse, darse por vencidos o flaquear. Estoy
hablando ahora con algunas personas que tienen una lucha en su espíritu;
la clase de lucha como tuvo Caleb quien, con 85 años dijo: "Dame este
monte".
No
hay victoria sin lucha, y no hay testimonio sin pruebas. No hay corona
sin cruz, no hay resurrección sin crucifixión. Tendrán que atravesar
algo para alcanzar su promesa. Antes de que José fuese al palacio,
estuvo en la cisterna y en el calabozo. Los tres muchachos hebreos
pasaron por el horno. Los hijos de Israel tuvieron que cruzar el río
Jordán. Hay un Jordán para cada uno de nosotros. Es aquello que se
interpone entre ustedes y su promesa. Y la única manera en que tú o yo
podemos superarlo es por fe. No podemos flotar por encima en nuestros
sentimientos: eso no nos llevará al otro lado. Tampoco podremos llegar
en base a nuestras experiencias anteriores, ni tampoco podemos alcanzar
ese lugar través del conocimiento de otras personas. Lo único que puede
conquistar el Jordán es una fe viviente en un Dios vivo.
Puedo
oír al Señor decir: "Comienza a moverte en la dirección de tu promesa.
No puedes dejarte guiar por lo que estás viendo o estás oyendo. No
puedes dejarte guiar por lo que sientes o lo que está diciendo la gente.
No puedes dejarte guiar por lo que está diciendo tu mente. No puedes
esperar hasta ver una interrupción del oleaje, no puedes esperar hasta
que tenga sentido o te sientas bien en tus emociones. No puedes esperar
hasta que se abran las aguas delante de ti. ¡Entra y mira como Yo retiro
la marea!"
Es
hora de no movernos por vista sino por fe. Es hora de cambiar de "eso
espero" a "lo sé". Es hora de pasar de la leche al alimento sólido. Es
hora de mojarse los pies. Cuando tienes una palabra de Dios, puedes
dormir como un niño en la guarida de leones, puedes caminar a través de
un horno ardiente. Puedes hacer lo imposible. Puedes derribar a tu
Goliat con un pedazo de cuero y de una piedra. Puede tener tu barril de
la comida lleno y tu vasija de aceite lleno en el medio de la hambruna.
Toda lo que hace falta es una palabra del Padre! Dios está diciendo:
"Prepárate para dar el paso".
Déjenme
profetizar a alguien que tiene la fe para alcanzar algo y asirlo:
Alguien está a un paso de su milagro, a un paso de su gran avance. Has
pasado horas extra y más esforzándote, intentando, orando y confesando,
esperando y vigilando. Y yo vengo para decirte: Estás a tan solo un
paso de aquello que has estado creyendo.
En Números 23:19 pone "Dios
no es hombre, para que mienta, ni hijo de hombre para que se
arrepienta. ¿Acaso dice y no hace? ¿Acaso promete y no cumple?"
Cuando entraron en las aguas, tan pronto como los pies de los
sacerdotes tocaron las aguas, éstas se apartaron, y Dios hará lo mismo
por ti. Para algunos de ustedes en estos momentos, hay algunas cosas
que les persiguen y amenazan con ahogarlos. No sé qué te persigue, pero
siento en el ambiente que algo va a cambiar.
Dios
está a punto de darle la vuelta a la situación, y aquello que te
persigue, que te va pisando los talones, empezará a huir de ti. Por
eso, detente, date la vuelta y enfréntate a ello, y da un paso de fe
hacia ello. Cuando lo hagas, vas a poner en marcha un milagro.
Ciertamente,
es fácil alabar cuando superas el Jordán, el horno llameante y la
guarida del león, pero cuando alabas a mitad del camino, la alabanza a
medianoche, esto le llama la atención a Dios y hace que cambien las
cosas. Por eso, ¡aviva tus alabanzas para "atravesar la situación"
ahora mismo! Dios te va a sacar de ahí, y cuando salgas, no vas a tener
aspecto de haber pasado por eso. Cuando llegues a la otra orilla del
Jordán, no habrá señales del infierno que has atravesado y abandonado.
Con
Dios, todo es posible. Estás a punto de ir donde dijeron que era
imposible ir, y estás preparándote para hacer lo que dijeron que era
imposible hacer. Una vez que tus pies toquen las aguas de tu Jordán,
¡sus aguas huirán de ti!
Dana Jarvis
Hezekiah's Wall Ministry
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