viernes, 20 de enero de 2017

Para la salvación de todos

Pr. Manuel Alberto Morejon Soler
Estos son los versículos con los cuales empieza el Nuevo Testamento, Mateo 1:1-17   Leámoslos siempre con respeto y reverencia, porque página de este libro fue escrita por  inspiración del Espíritu Santo.
Diariamente rindamos gracias a Dios por habernos dado las Santas Escrituras. Cualquiera, por iliterato que sea, si comprende la Biblia, sabe más en materia de  religión que los más sabios filósofos de la antigüedad pagana.
Tengamos presente nuestra grave responsabilidad. En el último día todos seremos juzgados según los conocimientos y las luces que hubiéramos recibido de lo  alto. A quienes mucho se ha dado, mucho se les exigirá.
Leamos la Biblia reverente y cuidadosamente, y con la firme resolución de creer y practicar lo que en ella hallemos. No es materia de poca entidad el hacer  buen o mal uso de este libro. Al leerlo imploremos humildemente las luces del Espíritu Santo. El únicamente, puede hacer que la verdad penetre en nuestros  corazones y que nos sea de provecho lo que leamos.
El Nuevo Testamento principia con la vida, muerte y resurrección de nuestro Señor Jesucristo y aunque toda la Biblia es importante, ninguna parte es tan abundante y tan completa en detalles sobre Jesucristo como los Evangelios.
 Cuatro distintos Evangelios nos refieren la historia de los hechos y de la muerte que nadie ha podido desmentir de Cristo,. Cuatro veces  leemos la preciosa narración de sus obras y palabras. ¡Cuan agradecidos debemos esta por ello! Comprender a Cristo es vida eterna. Creer en Cristo es tener  paz con Dios. Seguir a Cristo es ser cristiano verdadero. Estar con Cristo será el mismo cielo. Jamás podemos saber acerca de Jesucristo más de lo debido.
El Evangelio de Mateo empieza con una larga lista de nombres. Diez y seis versículos delinean la genealogía desde Abrahán hasta David y desde David  hasta la familia de la cual nación Jesús. Que nadie piense que estos versículos son inútiles. Nada es inútil en la creación. No hay nada inútil en la Biblia. Cada palabra en ella es inspirada. Los capítulos y versículos que a primera vista  parecen de poco provecho, nos han sido transmitidos con algún buen designio. Lea otra vez estos diez y seis versículos, y encontraréis en ellos lecciones  útiles e instructivas.
Aprenden, en esta lista d nombres, que Dios siempre cumple su palabra. El había prometido que en la familia de Abrahán todas las naciones de la tierra serían  benditas; que un Salvador había de salir de la familia de David. Gen.12.3; Isaías 11.1. Estos diez y seis versículos prueban que Jesús descendió de David y de Abrahán, que la promesa de Dios se cumplió.
Los impíos deberían acordarse de esta lección y atemorizarse. Poco importan lo que ellos piensen: Dios  cumplirá su palabra. Si no se arrepienten perecerán infaliblemente. Los verdaderos cristianos deberían recordar esta lección y consolarse. Su Padre celestial  será fiel a todas sus promesas. Ha dicho que salvará a todos los que crecen en Cristo. Puesto que lo ha dicho, sin duda que lo hará. "El permanece fiel: no  puede negarse a si mismo" 2 de Timoteo 2.13 Aprendánse también en esta lista de nombres a conocer la maldad y corrupción de la naturaleza humana. Observese en este catálogo de cuantos padres piadosos  tuvieron hijos malvados e impíos.
Los nombres de Roboam, Joroam, Amón y Jeconías nos presentan ejemplos que deben hacernos sentir humillados. Aunque  tuvieron padres piadosos ellos fueron malvados.
La gracia no es herencia de las familias. Se necesita algo más que buenos ejemplos y buenos consejos para  hacernos hijos de Dios. Los que renacen, no son engendrados de la sangre ni de la voluntad de la carne, ni de la voluntad del hombre, sino de Dios. Juan 1.13.
Los padres que tienen la costumbre de orar deberían rogar noche y día que sus hijos sean santificados por el Espíritu Santo.
Aprender finalmente en esta lista de nombres, cuan grande es la misericordia y compasión de nuestro Señor Jesucristo. Mediten acerca de lo corrompido e  inmundo de nuestra naturaleza; y después reflexionad cuanta condescendencia fue la de Jesús en haber nacido de una mujer, "y hecho a semejanza de los  hombres.
Algunos de los nombres que leemos en este catálogo nos traen a la memoria historias vergonzosas y melancólicas. Algunos son de personas que no se  mencionan en ninguna parte de la Biblia. Mas al fin de los suyos se encuentra el nombre del Señor Jesucristo. Aunque El es el eterno Dios, se humilló  tomando sobre Si nuestra naturaleza para salvar a los pecadores. "Aunque El era rico, por nosotros se hizo pobre.
Siempre deberíamos leer estas memorias con sentimientos de gratitud. Podemos ver que nadie que participe de la naturaleza  humana está fuera del alcance de la misericordia y compasión de Cristo.
Nuestros pecados pueden haber sido tan negros y  enormes como los cometidos por cualquiera de las personas cuyos nombres menciona en el Evangelio de Mateo. Pero ellos no pueden  cerrarnos la puerta del cielo, si nos arrepentimos y creemos en el Evangelio.
Si Jesús no se avergonzó de hacer de una  mujer como Rahab la ramera*, cuya genealogía contiene tales nombres ,por lo mismo no hay motivo para pensar que relegará de  llamarnos hermanos y darnos la vida eterna.
Debes confesar esta oración:
Padre Santo de la gloria, te confieso y reconozco que Jesús es el Señor  y creo de todo corazón que Dios lo levantó de entre los muertos. ¡Sálvame!

 "Por fe, Rahab la ramera, no pereció juntamente con los desobedientes, habiendo recibido a los espías en paz." (Josué 2:1; 6:17-25; Hebreos 11:31 y Santiago 2:25)

Nota explicativa sobre Rahab
Se puede ver que en: Josué 2:1; 6:17-25; Hebreos 11:31 y Santiago 2:25. los rabinos, desde tiempo inmemorial y luego muchos intérpretes del Cristianismo han intentado demostrar que Rahab era una mujer distinta de lo que nos describen las Escrituras. Niegan que fuera una ramera. Rahab se casó con Salmón, fue la madre de Booz y, por tanto, está incluida en la línea materna de los antecesores de Cristo. El apóstol Pablo la nombra entre la gran "nube de testigos" Es la única mujer, junto con Sara, que es designada como un ejemplo de fe. Además, el apóstol Santiago la menciona como una persona digna por sus buenas obras (2:25). ¿Cómo, se preguntan algunos, puede una mujer así haber sido una ramera?
Es demasiado escandaloso. Especialmente difícil de creer para las personas pagadas de sí mismas, y que miran con desdén a los pecadores flagrantes. Repugna también a los que quieren hacer modelos de piedad y virtud a todos los caracteres de las Escrituras.

En consecuencia ha habido mucha discusión sobre el significado de la palabra hebrea "zoonah" traducida en nuestra versión como ramera. Algunos dicen que era la dueña de una posada, simplemente. Otras que Rahab había sido una concubina, como Agar y Zilpa. Otros conjeturan que podía haber caído en su juventud, pero que cuando vivía en Jericó era una mujer de buena reputación. Todas estas suposiciones se han hecho por no entender el consejo de Dios para la redención de los pecadores. Deforman la historia de Rahab porque quieren establecer un esquema de salvación a base de la bondad humana.

Pero las conjeturas no alteran los hechos. Rahab era una ramera. No hay manera de cambiar el significado de "zoonah", ni el del griego "porne". Aunque nos repugne admitirlo, hemos de recordar que no sólo Rahab, sino Tamar y Betsabé eran mujeres pecadoras, aunque constan en la genealogía de nuestro Salvador.

"Todos pecaron y han sido destituidos de la gloria de Dios, siendo justificados gratuitamente por su gracia." Esta es la gran verdad que hemos de recordar al considerar la materia, y esto se aplica a Rahab o a toda mujer virtuosa hoy. Las Escrituras no hacen excepciones. Pero Rahab tuvo fe y se arrepintió de su pecado. Después que cayeron los muros de Jericó y ella fue salvada, se casó con un príncipe de Israel. Por su fe, que nació cuando todavía vivía una vida de pecado, su nombre ha sido inmortalizado por el apóstol.

Rahab, probablemente, oiría del extraño pueblo que se estaba acercando a Jericó, por algunos mercaderes, gente que. frecuentaban una casa como la suya. Por otra parte hemos visto que en el pueblo escogido el pecado era frecuente, había una murmuración constante. (Recordemos a María la hermana de Moisés, nada menos.) Recordemos también a Sípora, la esposa de Moisés. Incluso el mismo Aarón pecó en numerosas ocasiones. Entretanto, Dios tuvo compasión de esta mujer y le concedió su gracia. Es indudable que había centenares de mujeres incomparablemente más virtuosas en Jericó que Rahab. Todas ellas fueron pasadas por alto y el toque de gracia recayó sobre Rahab.

Es posible que la fe ya hubiera estado creciendo en su alma. Que hubiera oído de los milagros extraños que se realizaban entre aquel pueblo que peregrinaba por el desierto, cercano ya a Jericó. En este momento de su fe la visitaron dos representantes de Dios. Su entrada en la casa fue parte de la preparación para el camino de Dios en favor de su pueblo. Ahora la fe de Rahab se vuelve decisiva. Considera a sus visitantes como embajadores de Dios. Arriesga su vida por ellos. El peligro en que incurrió era grave en extremo. Sin embargo salva a aquellos dos hombres, no por simpatía humana, no porque le convino para su propia seguridad, sino porque habían sido enviados por el altísimo Dios. -
Rahab hizo lo que hizo por amor a Dios. Los primeros frutos de su fe se hacen evidentes al instante. Su corazón antes de hielo se derrite y piensa en su padre y su madre, y pide si pueden ser salvados.

Los ejércitos de Israel se estacionaron alrededor de Jericó. Pero en toda la ciudad sólo hay una persona que reconoce en aquel ejército a los enviados de Dios. Abre la ventana y hace descender un cordón de grana. Rahab cree, y su redención es segura. Dios la incorpora en la línea santa de su Hijo unigénito. Con ello Dios no aprueba los actos pecaminosos. Lo que hace es decirnos que El es omnipotente y que puede redimir incluso al más profundamente pecaminoso. Y nos dice, además, que por el hecho de que haya puesto fin al conflicto agudo del pecado en nosotros, no hemos de tenernos por santurrones, y mirar con desdén a los otros porque pecan.

Preguntas sugeridas para estudio y discusión:
1. ¿ Por qué las vidas de tantas mujeres qué no pertenecieron a Israel son consignadas en la Palabra de Dios?
2. ¿ Podían ser salvas estas mujeres, incluso en los días del Antiguo Testamento?
3. ¿Cómo podemos explicar el hecho que Rahab tuviera conocimiento del verdadero Dios?
4. ¿Cuál fue el premio de su fe? ¿Reciben "las buenas obras" su recompensa?





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