martes, 16 de junio de 2015

II Colosenses



1:21-23 LA RECONCILIACION EFECTUADA Y SU
APLICACION
Hablando directamente a los lectores (a vosotros), Pablo señala que la obra
pacificadora de Cristo, que implica una reconciliación cósmica, tiene una
referencia particular a ellos. 21 En otro tiempo... ahora. Se traza aquí un claro
contraste entre su pasado precristiano y su presente posición en Cristo. La
naturaleza seria de su situación previa sólo sirve para enfatizar la maravillosa e
inmerecida obra de Dios de reconciliarlos, haciendo de ellos sus amigos. Previo
a su conversión estaban apartados, sin armonía con Dios, atrapados en la
idolatría y esclavitud del pecado. Habían estado opuestos a Dios en sus
pensamientos, y esto encontró expresión visible en sus malas obras (lit.
“haciendo cosas malas”). Ahora suena como una trompeta. Dios ha obrado
poderosamente entre ellos: los ha traído a una nueva relación consigo mismo y
ha cambiado sus actitudes.
22 Todo esto fue logrado en su cuerpo físico, por medio de la muerte, una
expresión deliberada que señala claramente que Jesús se hizo hombre (contra
una enseñanza falsa en boga que indicaba que era una mera apariencia) y que
realmente murió. Fue un costo altísimo el pagado sobre la cruz por el Hijo de
Dios. La reconciliación de los colosenses por Dios tuvo por fin su preparación
para el día final cuando ellos se presentarían delante de él: Para presentaros
santos, sin mancha e irreprensibles delante de él. Como hombres y mujeres
perdonados y reconciliados, son declarados sin culpa (cf. <450833>Romanos 8:33,
34), sin faltas ni manchas (cf. <490104>Efesios 1:4; 5:27; <504415>Filipenses 2:15) en
aquel día.
23 La perseverancia en la fe demuestra cuán real es la fe; así el pasaje cierra
con una condición. Si es verdad que los santos permanecerán hasta el fin,
entonces es igualmente cierto que los santos deben perseverar hasta el fin.
Como un edificio construido sobre un fundamento seguro y erigido con fuertes
soportes, los lectores deben permanecer fieles al evangelio, y no cambiarse de
la base fija de su esperanza cristiana. El reclamo del evangelio paulino (que se
centraba en esta esperanza) de ser el mensaje verdadero de Dios se muestra
por sus apelativos universales. Dicho evangelio ha sido predicado en los
pueblos y ciudades más representativos del Imperio, con lo que Pablo quiere
decir que no es un mensaje para un solo individuo.
1:24—2:5 LA MISION DE PABLO Y SU INTERES PASTORAL
Habiendo mencionado que se considera ministro del evangelio (23), Pablo
describe su ministerio (dado por Dios) a los gentiles, que incluye a los
colosenses, por medio de diversas figuras (24-29). Aunque Pablo nunca se
había encontrado con la mayoría de sus lectores (<510201>Colosenses 2:1), él se
identifica con ellos por compartir los sufrimientos de Cristo por toda la iglesia
(24), y así puede escribirles en la forma que lo hace.
24 Como un apóstol, Pablo se regocija de sus sufrimientos por los colosenses,
a favor del cuerpo de Cristo, la iglesia como un todo. Estas tribulaciones son
parte de las tribulaciones de Cristo —no su muerte en la cruz relacionada con
sufrimientos redentores que ya han sido completados—, es decir, las
tribulaciones de su pueblo que él soporta. La expresión tribulaciones de
Cristo debe comprenderse contra del trasfondo judío del AT con sus nociones
de aflicciones al final de los tiempos. Estas aflicciones eran llamadas “dolores
de parto del Mesías”, aquellas penas y ayes que vendrían antes del arribo del
rey ungido de Dios, el Mesías. En el NT estos dolores ocurren entre la primera
y la segunda venidas de Cristo. El Cristo exaltado está en los cielos, y antes de
su regreso él sufre en sus miembros, y no menos en la vida de Pablo mismo
(<440904>Hechos 9:4). Estas tribulaciones han sido limitadas por Dios, y la cuota
estará completa cuando llegue el fin. Todos los cristianos toman parte de estos
sufrimientos; es a través de ellos que entramos al reino de Dios (<441422>Hechos
14:22; <520303>1 Tesalonicenses 3:3, 7). El sufrir con Cristo es esencial si hemos de
ser glorificados con él (<450817>Romanos 8:17). A través de los sufrimientos
infligidos a su propia carne, Pablo contribuye a la suma total, hasta completar lo
que falta. Cuanto más sufra él, menos tendrán que sufrir los colosenses.
25-27 El ministerio de Pablo es una comisión (oficio) dada por Dios según su
plan evangélico. El es un mayordomo (<460401>1 Corintios 4:1) al que le ha sido
confiada esta misión (<460901>1 Corintios 9:17). No le es posible renunciar a esta
responsabilidad, sino que debe cumplirla obedientemente. Como un
administrador de los misterios de Dios espera ser hallado digno de confianza
(<460402>1 Corintios 4:2). Su tarea especial era que la palabra de Dios fuera
conocida. La expresión para dar pleno cumplimiento sugiere “llevarlo a su
completamiento” en la predicación de Pablo, particularmente la dirigida a los
gentiles, lo cual contribuía al cumplimiento último de los propósitos salvíficos de
Dios revelados en su Palabra (ver <235511>Isaías 55:11). El mensaje mismo no era
otro que un misterio de Dios, su “secreto revelado”, antes escondido, pero
que ahora a la luz de su decisiva acción en Cristo, ha sido revelado
(<451625>Romanos 16:25; <490303>Efesios 3:3). Las riquezas de la gloria indica la
magnificencia del misterio, toma parte de su propio carácter (de allí “gloria”) y
en ellas Dios ha dado sus bendiciones para hombres y mujeres, en especial a
las naciones (los gentiles). El contenido del misterio es Cristo en vosotros
(colosenses). Cristo ha sido predicado por Epafras. Ellos recibieron a Cristo
como Señor y ahora él vive en ellos. Como miembros de su cuerpo tienen su
vida dentro de ellos y con él la seguridad y esperanza ciertas (<510304>Colosenses
3:4).
28 En su predicación misionera Pablo y sus colegas trabajaron enérgicamente
para “anunciar” —una palabra importante tomada del evangelio o de
segmentos de él (<460901>1 Corintios 9:14; <500117>Filipenses 1:17, 18)— a Cristo
como el Señor. Su misión evangelística no se llevaba a cabo por la
proclamación superficial de un mensaje salvador de Cristo al mundo, sino por
haber amonestando y enseñando persistentemente a cada persona (estos
verbos juntamente con anunciar están en tiempo presente), los apóstoles se
proponían hacer discípulos de hombres y mujeres, edificándolos en situaciones
pastorales. Tres veces Pablo escribe a todo hombre (“cada uno”), enfatizando
que la enseñanza cristiana es para todos los hombres, no para una elite
espiritual, y que el trabajo apostólico tenía que ver con el cuidado individual de
las almas (cf. <520211>1 Tesalonicenses 2:11, 12). Sus responsabilidades no
terminaban con la conversión de las personas, sino que su objetivo era el
presentar a todo hombre perfecto en Cristo Jesús en el día final cuando la
calidad de su ministerio sería probada. Su interés era el plantar y fundamentar
debidamente congregaciones cuyos miembros fueran fuertes en la fe. Los
objetivos evangelísticos y pastorales de Pablo proveen modelos para aquellos
que están abocados a un ministerio verdaderamente apostólico hoy. 29 Por
esto mismo Pablo pone todas sus energías en su ministerio a favor del
evangelio. Trabajo denota un esfuerzo intenso, mientras que esforzadándome
es una palabra fuerte usada a veces para luchas o competencias atléticas. Con
alegría Pablo reconoce que la fuerza para este esfuerzo proviene de arriba.
Mientras que él labora enérgicamente, Dios, que ha mostrado su gran poder al
levantar a Cristo de entre los muertos, está obrando poderosamente en él.
2:1 Quiero, pues, que sepáis. Habiendo hablado en términos generales de su
servicio apostólico (<510124>Colosenses 1:24-29), Pablo ahora se dirige a los
colosenses en forma directa. Trata de fortalecer los lazos con ellos y les informa
que su conflicto por el evangelio tenía referencia especial a ellos y a otros
cristianos de la zona, aunque no conocía personalmente a la mayoría de ellos
(las iglesias de Colosas, Laodicea y Hierápolis habían sido fundadas por su
colega Epafras, 1:7, cf. 4:12).
2, 3 El propósito de su actividad apostólica era que sus vidas pudieran ser
fortalecidas. Unidos en amor sugiere que como el amor los une, así alcanzarían
la plena comprensión y conocimiento. Pero el verbo podría significar
“instruidos” como en la LXX. Ya que el contexto enfatiza el conocimiento y la
sabiduría, y que Pablo estaba menos preocupado por la unidad de los
colosenses que por su instrucción en la fe contra los falsos maestros,
“enseñados” o “instruidos” es mejor traducción. Amor, en su sentido más
extenso, se refiere al fundamento de la vida cristiana. Toda la riqueza de la
plena certidumbre de entendimiento: la misma palabra para “riquezas” se usa
en 1:27 para referirse a la riqueza espiritual, pero aquí consiste de una sólida
convicción que es el resultado de un discernimiento, eso es, la habilidad de
distinguir lo verdadero de lo falso. Así, ellos llegarán a un conocimiento
personal más profundo de Cristo. Probablemente echando un vistazo a las
falsas enseñanzas en boga, Pablo anima a los lectores a mirar a Cristo como el
único lugar donde están disponibles todos los tesoros de la sabiduría.
Escondidos no significa “encubiertos”, sino “depositados” o “almacenados (ver
<510126>Colosenses 1:26). El buscar en otras fuentes el conocimiento aparte de
Cristo es inútil.
4 Por primera vez se mencionan expresamente los peligros que encara la
iglesia. Nadie se usa generalmente para denotar “ninguno”, en vez de indicar
una persona en particular que fuera la fuente de la falsa enseñanza mientras que
el peligro podría venir a través de argumentos que pueden parecer
verdaderos, pero en realidad son falsos. 5 Pablo está físicamente ausente de la
congregación; si estuviera presente trataría este asunto personalmente. Sin
embargo, el Espíritu de Dios los ha unido tanto a él como a los colosenses a
Cristo (cf. <460503>1 Corintios 5:3-5). En razón de que ambos viven con Cristo,
Pablo está en espíritu... con ellos. Los anima con las buenas noticias que ha
recibido de ellos: la conducta cristiana ordenada que ellos llevan, junto con la
firmeza de su fe dinámica dirigida a Cristo solamente, constituían la base del
gozo del Apóstol. Estas palabras de alabanza indican que la congregación era
básicamente sana y que la enseñanza falsa no había realizado progresos
significativos.
2:6-15 EL REMEDIO PARA EL ERROR:
CRISTO EN TODA SU PLENITUD
6, 7 Estos versículos ocupan un lugar central en la carta sirviendo como una
clase de bisagra. Resumen lo que ya ha sido escrito y proveen la base de
ataque contra las falsas doctrinas (8-23). Cristo Jesús, a quien los colosenses
habían recibido como Señor cuando se convirtieron, es el Señor de la creación
y de la redención (<510115>Colosenses 1:15-20), y está en el centro del misterio de
Dios (<510127>Colosenses 1:27). Recibido es un término técnico que significa
“recibir una tradición” y aquí indica que ellos han recibido tanto a la persona
como a la enseñanza autoritativa acerca de ella. La vida cristiana demanda que
continúen como han comenzado y así los lectores son instados: andad (lit.
“caminad”, cf. <510110>Colosenses 1:10; <480516>Gálatas 5:16) en él. Doctrina y
conducta, teología y ética, van juntas. 7 Para animarlos en su desarrollo
cristiano deben recordar que Dios los ha arraigado firmemente en Cristo, y
que continúa edificándolos en él (cf. <460306>1 Corintios 3:6-11) y fortaleciéndolos
por la fe, habiendo sido enseñados (nótense los verbos pasivos). Dios ya está
actuando poderosamente y, mientras vivan bajo el señorío de Cristo, deben
estar abundando en acciones de gracias. Jesucristo es más que suficiente
para encarar los peligros de la falsa doctrina. Ellos debían asegurarse que su
forma de vivir y pensar se conformaría continuamente a su enseñanza.
8-15 Pablo anuncia aquí la primera de varias advertencias (8), y luego expone
una explicación positiva de la obra de Dios en Cristo y de la unión de los
colosenses con él en su muerte, sepultura y resurrección (vv. 9-15). 8 Los
colosenses deben estar atentos a no ser arrastrados de la verdad a la esclavitud
del error. Que nadie os lleve cautivos, que nadie os “rapte”, y el método que
estos falsos maestros usarían es su clase de filosofía (ver la Introducción) que
era seductiva y engañosa. Como tradición tenía la apariencia de dignidad,
autoridad y revelación, pero Pablo rechaza cualquier sugerencia de origen
divino: sencillamente es humano. La palabra gr. stoikeia (principios
elementales) puede referirse a los “principados y potestades”, esas fuerzas
personales y demoníacas que oprimen a hombres y mujeres. Lo peor de todo
es que esta enseñanza se erige en oposición de Cristo. El legalismo de hoy, la
justificación por obras o cualquier enseñanza que devalúe la obra salvífica de
Cristo en la cruz, pueden ser usados por los poderes de las tinieblas para
retener a hombres y mujeres en la esclavitud espiritual.
9, 10 Hay dos razones por las que esta filosofía se opone a Cristo. Primera, en
Cristo habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad, y la falsa
enseñanza no reconoce esto. El tema de la plenitud fue probablemente la
consigna de los falsos maestros para describir al Dios eterno que podría ser
alcanzado sólo por mediadores. En el pensamiento gnóstico tardío (basado en
el “conocimiento interior”) Cristo se ve como el último de una línea de
mediadores. Sin embargo, Pablo declara que toda la plenitud del ser divino o
deidad se encarna directamente en Cristo y que esta encarnación es
permanente. La expresión habita corporalmente (lo cual podría significar
“actualmente” o “en realidad concreta”, como opuesto a una mera apariencia)
puede entenderse mejor como “tomando forma corporal” y refiriéndose a la
encarnación. La plenitud sólo puede encontrarse en Cristo, no en temblar ante
“elementos del universo” o en practicar sus reglas. 10 Segunda, esta falsa
enseñanza se opone a Cristo porque los lectores ya están completos en él, es
decir, en su unión con Cristo ellos han recibido la plenitud de la salvación. Por
lo tanto, no necesitan inclinarse ante algún poder espiritual del universo ni
guardar sus reglas para alcanzar esta plenitud, tal como indicaban los falsos
maestros. El único en quien los creyentes están completos es en Cristo, la
cabeza, es decir, el que gobierna sobre todo principado y autoridad (ver
<510118>Colosenses 1:18).
11 El tema de la unión en Cristo continúa ahora mientras que Pablo describe
cómo sus lectores se vinculan con los eventos del evangelio: la muerte,
sepultura y resurrección de Cristo (11-13). La razón para introducir el tema de
la circuncisión aquí no es clara: la misma no parece haber sido demandada por
los falsos maestros (como en las iglesias de Galacia), porque si hubiera sido así,
hubiéramos esperado que Pablo la criticara en los vv. 16-23. Quizá los
colosenses estuvieran confundidos sobre este asunto. La circuncisión que
viene de Cristo es una forma figurativa de referirse a su crucifixión, mientras
que al despojaros del cuerpo pecaminoso carnal puede entenderse mejor en
tanto describe su muerte violenta (aunque algunos piensan que se trata de
despojarse de la vieja naturaleza del cristiano). En él también fuisteis
circuncidados, es decir, que ellos murieron con Cristo en su muerte. En
contraste con la circuncisión judaica, la suya no fue hecha con manos de
hombres, sino por un obrar divino en el que Dios mismo produjo un cambio de
la vieja vida a la nueva.
12 Del mismo modo en que Cristo fue sepultado y sellada su tumba (<461504>1
Corintios 15:4), así la sepultura de los colosenses con él en el bautismo
demuestra que realmente estaban involucrados en su muerte y que fueron
puestos en su tumba. Una muerte real aconteció en el pasado; así la vieja vida
debería ser una cosa del pasado (Romanos 6: 4). La resurrección de Cristo
también ya ha ocurrido, y con ella los colosenses ya habían sido resucitados en
un evento pasado. La participación de los creyentes en la vida resucitada
encuentra clara expresión en Colosenses y Efesios (cf. <510301>Colosenses 3:1;
<490206>Efesios 2:6), además, el poder de Dios es el mismo que levantó a Cristo
de la muerte y el que ahora da vigor a todos los miembros del cuerpo de
Cristo.
13, 14 La base de su pensamiento ahora cambia: los colosenses ya no son
vistos como estando unidos con Cristo en su muerte, sepultura y resurrección,
sino que Pablo contrasta su pasado pagano con su presente. Muertos indica el
estado de separación de Dios como la condición presente de aquellos que
están fuera de Cristo. Su triste condición ha sido causada por sus delitos... y la
incircuncisión de su carne. Los delitos son hechos de rebelión contra Dios,
mientras que carne habla de un estado permanente de desobediencia; los
colosenses habían sido paganos e impíos. Pero ahora a causa de la muerte de
Cristo, Dios los ha hecho vivos en él. Generosamente él ha perdonado todas
“nuestras” transgresiones (tanto las de los judíos como las de los gentiles) y,
por lo tanto, la causa de la muerte espiritual ha sido quitada. Dios no sólo ha
cancelado la deuda, sino que ha destruido el documento en el que había sido
registrada (gr. keirografon, el acta, significa una nota indicando una deuda
escrita por la propia mano como prueba de obligación). Los judíos habían
convenido obedecer la Ley, y en su caso la pena por transgredirla era la muerte
(<052714>Deuteronomio 27:14-26; 30:15-20). Pablo asume que los gentiles también
estaban, por sus conciencias, comprometidos a una obligación similar, a la ley
moral hasta donde ellos pudieran comprenderla (cf. <450214>Romanos 2:14, 15).
La obligación no fue cumplida por ninguno de los grupos y así nos era
contraria. La deuda era imposible de pagar, pero Dios se ocupó de ella; la
había borrado y cancelado al clavarla en la cruz. Esta es una manera vívida de
decir que a causa de que Cristo fue clavado en la cruz, nuestra deuda ha sido
completamente perdonada.
15 La palabra de la cruz era un mensaje de esperanza para aquellos que habían
vivido con temor a los poderes malignos y sobrenaturales. Estos principados
que habían sido poseedores de aquella “acta”, nos habían oprimido. Usando la
figura de la procesión triunfal del conquistador en la que los cautivos de guerra
eran exhibidos para magnificar la gloria del vencedor, Pablo dice que Dios
derrotó y desarmó a los poderes de su autoridad. Al exhibirlos como
espectáculo público, él (Dios más bien que Cristo) expuso ante el universo su
total impotencia, conduciéndolos “en él” (es decir, “Cristo”, en vez de “en ella”,
la cruz; ver nota de la RVA) en su procesión triunfal para que todo el mundo
pueda ver la grandeza de su victoria.
2:16-23 LA LIBERTAD DEL LEGALISMO
En un párrafo que alude a la enseñanza y consignas de la filosofía, Pablo
propone una “Carta Magna de la libertad cristiana”. ¡Una mala teología
conduce a una mala práctica! Las ideas equivocadas en relación con la
“plenitud” y a la obra de Cristo (que el Apóstol corrige en los vv. 8-15) tienen
errores correspondientes en la aplicación práctica. Las críticas de Pablo a estas
prácticas erradas y a los falsos maestros mismos son devastadoras.
16, 17 Dentro de las falsas enseñanzas se creía que los colosenses progresarían
como cristianos hacia una “plenitud” por guardar ciertas prohibiciones
alimentarias de origen judío y la observancia rígida de ciertos días especiales.
Estas severas reglas de autonegación son, sin embargo, la sombra de lo
porvenir. Cristo y su nuevo orden son la perfecta realidad a la que se dirigen
aquellos mandamientos iniciales. La realidad ya ha venido y las cosas de la
sombra no tienen peso ni fuerza; ya no son una norma para el juicio. Cualquier
demanda hoy día de abstenerse de ciertos alimentos o de guardar festivales
religiosos como un requerimiento para el desarrollo como cristianos, trae sobre
sí las mismas críticas fuertes del Apóstol. 18 Las críticas de Pablo contra los
falsos maestros que se jactan de ciertas experiencias espirituales son duras. El
rechazo de los reclamos de los falsos maestros por parte de Pablo es muchas
veces difícil de comprender a causa de nuestro conocimiento parcial de dichas
prácticas. Nadie os prive [“condene”] (cf. v. 16): Pablo cita consignas de las
falsas enseñanzas que eran la base de la posición y manera orgullosa de sus
maestros. Humildad aquí significa “autonegación” y describe a los ayunos y
otras disciplinas corporales provenientes de la piedad mística judaica que, se
suponía, abrían el camino para recibir visiones de misterios celestiales. El culto
a los ángeles no se refiere a la adoración dirigida a los ángeles, sino a la
“adoración [de Dios] que realizan los ángeles”. La tercera consigna de la
“filosofía” colosense es haciendo alarde de lo que ha visto (lit. “cosas que él
contempla al entrar”). Los falsos maestros aparentemente sostenían haber
participado de la adoración angelical de Dios mientras que entraban al reino
celestial y se preparaban para recibir visiones de misterios divinos. Por lo tanto,
estaban asegurando su superioridad espiritual en base a estas experiencias
elevadas. Vanamente hinchado por su mente carnal. Las críticas de Pablo
son duras: esta actitud y perspectiva de ellos están dominadas por la carne. Los
falsos maestros se jactaban de que estaban dirigidos por la mente; la respuesta
de Pablo es: “¡Sí, pero es una mente carnal!” A la sugerencia de que ellos eran
conocedores de la plenitud divina, la respuesta es que todos están llenos de su
orgullo personal. 19 La crítica más devastadora es que, al usar sus propias
experiencias religiosas como la base de su autoridad, en realidad estaban
rechazando a Cristo como su cabeza. El es la fuente de vida y de la nutrición
mediante la cual el cuerpo vive y es la fuente de unidad a través de la cual llega
a ser una totalidad orgánica.
20, 21 Si los colosenses cayeran víctimas de la falsa enseñanza y
voluntariamente se colocaran bajo reglas y ordenanzas tales como no uses, ni
gustes ni toques, que eran imposiciones de los principados y potestades, esto
significaría volver a la antigua esclavitud, al cautiverio de los mismos poderes
del universo de los cuales habían sido liberados cuando murieron con Cristo en
su muerte. No todos los cristianos están libres de la superstición, la cual puede
ejercer más influencia que su fe. 22 Las cuestiones consideradas tabúes eran
objetos perecederos del mundo material (como alimento y bebida), que
desaparecen cuando son consumidos. Además, aquellos tabúes que tenían un
sabor judío, eran meramente cuestiones humanas (lit. “conforme a las reglas y
doctrinas de hombres”; cf. <232913>Isaías 29:13; <410707>Marcos 7:7) que frustraron la
enseñanza pura de Dios con este mensaje libertador. 23 Semejantes
prácticas, como las mencionadas en el v. 21, tienen reputación de ser sabias
en las esferas de una adoración voluntaria, en la humillación y en el duro
trato del cuerpo. Pero carecen de la realidad y esta sabiduría es una fachada
para la verdadera sabiduría que sólo se encuentra en Cristo (<510203>Colosenses
2:3; cf. 1:15-20). Los objetivos de estas prácticas, aunque parecen ser buenos
e involucran una considerable autodisciplina, eran sin valor alguno. Los tabúes
no resolvieron los problemas de la indulgencia sensual.
3:1-4 BUSCAD LAS COSAS DE ARRIBA
Este corto párrafo ocupa una importante posición pivotante en la carta (cf.
<510206>Colosenses 2:6, 7). Conteniendo tanto declaraciones como alicientes, el
mismo concluye la sección donde Pablo ataca a la “filosofía” de los falsos
maestros y ofrece la verdadera alternativa a la falsa enseñanza. El pasaje unifica
temas mencionados previamente (<510211>Colosenses 2:11-13, 20) y provee la
base teológica para las palabras de aliento que siguen.
1, 2 Como la contraparte positiva de <510220>Colosenses 2:20, aquí se afirma que
los colosenses han resucitado con Cristo. Ya participan de su vida resucitada, y
así sus vidas han de ser diferentes. Sus intereses deben estar enfocados en
Cristo; sus mentes, sus deseos, ambiciones y en realidad toda su perspectiva
completa, han de estar centrados en el reino celestial donde él gobierna y a
donde pertenecen definitivamente sus vidas. Para ello se requiere de un
esfuerzo continuo (lit. “continuad fijando vuestra mente/corazón”) porque tal
concentración no viene automáticamente. El hombre (o la mujer) piadoso
examinará regularmente si sus ambiciones y estilo de vida son consecuentes con
el objetivo final al cual Dios le ha llamado, en este caso los cielos mismos
donde él gobierna. Este dominio superior ha de ser buscado diligentemente (y
en contraste con cualquier otra búsqueda de experiencias celestiales por los
promotores de la “filosofía” colosense) porque allí es donde Cristo está sentado
como Rey en el lugar de honor. (En relación con la ascensión de Cristo a la
diestra de Dios ver <440233>Hechos 2:33-35; <450834>Romanos 8:34; <490120>Efesios
1:20.)
3 La base para la apelación de Pablo de ocupar la mente en las cosas de
arriba (v. 2) es doble. Primero, han muerto a ese viejo orden con sus poderes
espirituales (<510220>Colosenses 2:20): sus disciplinas de autonegación y reglas
esclavizantes, sus experiencias místicas e inútil adoración centrada en ellos
mismos; y, segundo, su nueva vida está escondida con Cristo en Dios. Con
Cristo porque están unidos con él en su muerte y resurrección, y en Dios
porque Cristo mismo tiene su ser “en Dios” y aquellos que pertenecen a Cristo
tienen su ser allí también. Centrado en Dios significa que su vida escondida es
segura y nadie puede tocarla allí. 4 Su nueva vida en Cristo no es visible para
otros y, en alguna medida, está escondida de ellos mismos. Esta vida será
plenamente evidente sólo cuando Cristo, que es esta vida, aparezca en su
segunda venida. Verdaderamente el día de la manifestación del Hijo de Dios
será también el día de la manifestación de los hijos e hijas de Dios. Esta
manifestación tendrá lugar en gloria porque implicará el compartir la semejanza
de Cristo y la recepción de un cuerpo resucitado y glorioso.
3:5-11 DESPOJAOS DE LOS PECADOS DEL PASADO
Al instarlos a concentrarse en las cosas celestiales (1, 2) Pablo no sugiere que
los cristianos deben estar viviendo en las nubes. Más bien, el ocupar sus mentes
en las cosas de arriba resultará en una concreta obediencia a lo siguiente: por lo
tanto, haced morir, (5), dejad también (8), no mintáis (9) y vestíos (12).
De hecho toda la sección desde <510305>Colosenses 3:5 a 4:6, una pieza de
temprana instrucción cristiana, fluye de <510301>Colosenses 3:1-4. ¡El creyente
cuya mente realmente está ocupada en las cosas celestiales será de máximo
provecho terrenal! La lucha entre la carne y el Espíritu persistirá hasta el último
día y somos instados por el Apóstol a proseguir en nuestras vidas cristianas, a
la vez anhelando todos la adopción final, la redención de nuestros cuerpos.
5 Haced morir hace recordar la unión de ellos con Cristo en su muerte
(<510220>Colosenses 2:20; 3:3; cf. 2:11, 12): ellos han muerto con Cristo, por lo
tanto, han de dar el golpe de gracia a sus malos hábitos y pensamientos. Hay
dos listas, cada una de cinco pecados (cf. v. 8), similar a aquellas encontradas
entre los moralistas paganos y en los argumentos judíos antipaganos, seguidos
por cinco gracias en el v. 12. Los cinco pecados pertenecientes a su pasado
pagano se asocian con su naturaleza terrenal (lit. “los miembros que están
sobre esta tierra”). Pablo prácticamente identifica a tales miembros con los
pecados cometidos por ellos a medida que describe primero la manifestación
externa del pecado (fornicación), y luego los deseos internos insaciables del
corazón (cruel avaricia). El peligro de la avaricia se enfatiza especialmente
como un pecado grosero en que se la iguala a la idolatría. Tal persona, en vez
de enfocar toda su vida en las cosas de arriba donde Cristo gobierna como
Rey, está buscando las cosas de abajo y, por lo tanto, adora y sirve a las
criaturas en vez de al Creador (<450125>Romanos 1:25). Pablo conocía lo mortífero
de este pecado (<450707>Romanos 7:7, 8; cf. <400624>Mateo 6:24). Quizás es tan
peligroso porque puede tomar muchas formas respetables. Después de todo,
¿no consideramos simplemente como “necesidades” aquellas cosas que no
tenemos pero que anhelamos? Nos engañamos a nosotros mismos al hacer
ídolos de nuestras propias demandas.
6 Aquí, como también en otras partes, la lista de pecados paganos está ubicada
dentro del contexto del juicio de Dios. La ira de Dios (cf. <450118>Romanos 1:18-
32) describe su ira santa contra el pecado y el juicio que resulta del mismo. No
tiene nada que ver con las reacciones vengativas o los desbordes de pasión. Ni
siquiera es un inmutable proceso de causa y efecto. Es, en cambio, la
manifestación de la santidad de Dios contra toda injusticia. Viene indica que
Dios castiga el pecado en el presente tanto como en el día final.
7, 8 Al usar un contraste, en otro tiempo... pero ahora, Pablo pretende
mostrar a sus lectores cómo su conducta del presente debe ser diferente a la de
su pasado pagano. Anteriormente sus vidas se caracterizaban por los muchos
vicios sobre los cuales viene la ira de Dios. (Sobre el término andar que
describe a la vida cristiana, ver sobre <510110>Colosenses 1:10.) 8 Deben dejar (lit.
quitarse de encima) sus hábitos viejos y repulsivos, incluyendo su lenguaje
grosero, tal como si fueran prendas raídas y viejas: la ira y el enojo destruyen
la armonía en las relaciones humanas. La malicia es un término general que
describe una fuerza maligna que hace naufragar el compañerismo. La blasfemia
aquí significa insultar al carácter humano, pero también puede significar una
blasfemia contra Dios (<450224>Romanos 2:24; <540601>1 Timoteo 6:1). Las palabras
groseras son lo último de la serie, pero se subraya que deben frenarse antes de
que salgan de sus bocas.
9 Se dan dos razones para el abandono de estas formas de vida pecaminosa.
Primera, es que ellos se habían despojado del viejo hombre con sus
prácticas. El viejo hombre habla de la personalidad entera de un individuo
gobernado por el pecado (cf. <450606>Romanos 6:6; <490422>Efesios 4:22); al mismo
tiempo señala a aquella persona que pertenece a la vieja humanidad
pecaminosa en Adán. Las prácticas incluye las dos listas de vicios en los vv. 5
y 8. Puesto que ellos se han despojado de todo en la muerte de Cristo, los
colosenses no tienen nada que hacer con un hablar falso y con otros hábitos
repulsivos mencionados antes.
10 La segunda razón es que el nuevo hombre ha sido puesto en el lugar del
viejo. El nuevo hombre significa una nueva naturaleza con que cada uno de los
colosenses se había vestido cuando se unieron a Cristo en su resurrección. La
frase quiere decir lit. “el nuevo hombre” y también significa una figura corpórea
que se refiere a la nueva humanidad en Cristo (cf. <470501>2 Corintios 5:17;
<480615>Gálatas 6:15). La imagen de aquel que lo creó sirve como modelo para
la renovación de esa nueva persona, una renovación que tiene en vista el
incremento progresivo del conocimiento de los lectores, el cual incluye su
habilidad para reconocer la voluntad de Dios y sus mandamientos (cf.
<510109>Colosenses 1:9). Conforme a la imagen de aquel que lo creó (cf.
<010127>Génesis 1:27), a la luz de <510115>Colosenses 1:15 donde Cristo es adorado
como “la imagen de Dios”, significa que la recreación que Dios realiza de la
humanidad es “según el modelo de Cristo, quien es la semejanza absoluta de
Dios” (C. F. D. Moule). Hay una idea similar en <450829>Romanos 8:29 (cf. <461504>1
Corintios 15:49) donde el cambio del cristiano es “según la imagen de Cristo”.
11 Dentro de esta nueva humanidad no hay inferioridad de una clase a otra.
Hombres y mujeres de orígenes completamente diferentes se reúnen en una
unidad en Cristo, compartiendo una alianza común con su Señor. Cristo es
todo lo que importa; él vive en todos los miembros de su cuerpo, sin distinción
de razas, clases sociales u orígenes, dándoles vida y poder.
3:12-17 VESTIOS DE LA GRACIA DE CRISTO
Con el imperativo vestíos (12) comienza una apelación positiva del Apóstol. El
por tanto introductorio muestra que esta sección, la cual se contrapone a los
vv. 5-11, sigue también la idea de <510301>Colosenses 3:1-4. Una lista de cinco
virtudes (12) contrasta con las dos listas de cinco vicios cada una (5, 8) del
párrafo anterior. Habiendo hablado de la nueva naturaleza en el v. 10, Pablo
indica ahora lo que quiere decir esto.
12 Como escogidos de Dios, que ya han sido revestidos de una “nueva
persona”, los colosenses deben vestirse con virtudes que demuestren que son
diferentes. Como escogidos de Dios, santos y amados son títulos especiales
usados para Israel como posesión exclusiva de Dios en el AT (p. ej. <234320>Isaías
43:20; 65:9) y de Cristo en el NT (“el escogido”, <422335>Lucas 23:35; “el Santo”,
<410124>Marcos 1:24; <420434>Lucas 4:34; “mi Hijo amado en quien tengo
complacencia”, <400317>Mateo 3:17). Su uso aquí denota la similitud de los
cristianos con Cristo. Jesús es el escogido. ¡Qué notable privilegio es éste, que
seamos nombrados en la misma forma que Cristo! Este es un motivo fuerte
para una conducta semejante a la de Cristo.
Las cinco virtudes con las que los creyentes han de vestirse se ven como
características de Dios o de Cristo (p. ej. <192506>Salmo 25:6; <243311>Jeremías 33:11;
<400936>Mateo 9:36; <470103>2 Corintios 1:3) y muestran cómo ellos, como elegidos de
Dios, deberían comportarse en el trato con otros, especialmente con sus
hermanos en Cristo. Tres de ellas, benignidad, mansedumbre y paciencia
están incluidas como fruto del Espíritu en <480522>Gálatas 5:22.
13 Como consecuencia de haberse vestido con la paciencia (12) ellos
deberían mostrar un continuo soportarse los unos a los otros. Cuando se
levanten quejas legítimas dentro de la comunidad, los lectores son instados a
perdonarse los unos a los otros. Pablo emplea un verbo especial para
“perdón” (“cancelar las deudas” en la parábola de los dos deudores, <420742>Lucas
7:42) que se usa en otras partes asociado con el generoso dar o perdonar de
Dios (<450832>Romanos 8:32; <460201>1 Corintios 2:12; <490432>Efesios 4:32). El tiempo
presente aclara que este perdón ha de ser incesante e infatigable (nótese la
enseñanza de Jesús en <401822>Mateo 18:22). La base y motivo para esta
respuesta son del más alto orden: De la manera que el Señor os perdonó, así
también hacedlo vosotros. La poderosa obra reconciliadora de Cristo
(<510122>Colosenses 1:22) es la base sobre la cual el perdón de pecados se
provee, mientras que el impacto cabal de su sacrificio sobre la cruz se presenta
como un modelo del estilo de vida al cual el creyente se “conforma”.
14 Si cada una de las virtudes previamente mencionadas se ve como
característica de Dios o Cristo, entonces esto es especialmente así en relación
con el amor (cf. <461304>1 Corintios 13:4 para la noción de que el amor refleja
claramente el carácter de Cristo). Pero sobre todas estas cosas puede llevar
la idea de “sobre toda otra vestimenta” (C. F. D. Moule). En <480506>Gálatas 5:6
“amor” es el motivo motor de la fe y en <461301>1 Corintios 13:13 es la virtud
cristiana suprema. Es el vínculo perfecto (lit. “que es el lazo de perfección”)
puede sugerir que el amor es el eslabón que une y ata juntas todas las virtudes
mencionadas previamente en el v. 12. La palabra perfecto, sin embargo,
denota propósito: el amor es un lazo que nos guía a la perfección. Ata a los
miembros de la congregación (más que las virtudes del v. 12) en una unidad de
cuerpo, produciendo así la perfección. Esta interpretación se ajusta bien a lo
que a Pablo le preocupaba de la vida colectiva de sus miembros.
15 Este versículo ha sido uno favorito entre los cristianos porque se declara que
la paz de Cristo actuará como una clase de árbitro dentro de nuestros
corazones, dándonos una paz íntima y privada del alma a la hora de buscar guía
o ayuda al tomar una decisión. Pero la paz de Cristo no se refiere a la paz
íntima y personal del alma, sino a la paz que él encarna y brinda (cf. <431427>Juan
14:27) y es equivalente a la salvación. Además, no hay duda en cuanto a que la
paz de Cristo actúe como un árbitro. No es cuestión de la paz de Cristo
actuando como “árbitro”, más bien el verbo significa gobernar; Cristo mismo,
que es el Señor de paz (cf. <490214>Efesios 2:14; <530316>2 Tesalonicenses 3:16), es el
que está presente y gobierna en su medio. El ha de controlar cada área de sus
vidas mientras que ellos se relacionan los unos con los otros. Puesto que se nos
dice que los colosenses han sido llamados a esta paz (a través del evangelio),
entonces debe también describir el ámbito o esfera en la cual ellos, como
miembros del cuerpo de Cristo, viven ahora.
16 En una carta que enfatiza la persona y la obra de Cristo, Pablo se refiere a
la palabra de Cristo, en vez de “la palabra de Dios” (<510125>Colosenses 1:25) o
“por palabra del Señor” (<520415>1 Tesalonicenses 4:15). De Cristo puede
significar que Cristo mismo es el que habla cuando su palabra se proclama,
pero probablemente se refiere al mensaje que se centra en él, la palabra de
verdad, esto es, el evangelio (<510105>Colosenses 1:5). Esta palabra ha de tener su
generosa y gloriosa influencia en sus vidas individuales y como una comunidad.
La rica morada de la palabra de Cristo (cf. <450811>Romanos 8:11; <470601>2 Corintios
6:16; <550105>2 Timoteo 1:5 para la morada en Dios mismo, el Espíritu Santo y la
fe) se manifestará cuando se reúnan, escuchando esta palabra expuesta a ellos
y sometiéndose a su autoridad. Han de enseñarse y amonestarse unos a otros
en forma sabia y con tacto, actividades que tendrían lugar en salmos, himnos y
cánticos inspirados por el Espíritu mientras los colosenses alaban a Dios con
todo su ser. Salmos, himnos y cánticos espirituales es una amplia expresión e
incluye los salmos del AT, himnos litúrgicos tanto como canciones cristianas
espontáneas.
17 Este párrafo está resumido de tal manera que cubre todo aspecto de la vida.
Cada actividad debe hacerse en obediencia al Señor Jesús, y debe ser
acompañada de acción de gracias a Dios Padre por medio de él (nótese la
triple referencia al agradecimiento en los vv. 15-17). De palabra o de hecho
no se refiere a las prácticas litúrgicas de la “predicación” y la “cena del Señor”
en un contexto de adoración, pero explica la expresión amplia todo lo que
hagáis. Si la rica morada de la palabra de Cristo en la vida de sus lectores ha
de manifestarse en la mutua enseñanza y advertencia, mientras que los
colosenses canten con gratitud a Dios, entonces debería manifestar también su
presencia poderosa en toda situación.
3:18—4:1 LA CONDUCTA EN CUESTIONES DOMESTICAS
Este párrafo trata acerca de las relaciones entre los que forman una familia
cristiana. Consejos similares a estos los encontramos en <490522>Efesios 5:22—6:9;
<540208>1 Timoteo 2:8-15; <560201>Tito 2:1-10; <600218>1 Pedro 2:18—3:7. Esta “guía
familiar”, como se ha llamado, pudo haber formado parte de una sección mayor
de enseñanza doctrinal y ética, un catecismo cristiano primitivo, fácil de
aprender de memoria y de comunicar a los nuevos convertidos. Este pasaje
regula los modelos de conducta en un hogar cristiano y siguen naturalmente del
v. 17. El párrafo tiene muchas referencias al Señor, indicando que la totalidad
de la vida, tanto en pensamientos como en conducta, ha de someterse al Señor.
Ninguna área debe quedar fuera de su control; así no hay distinción entre lo
sagrado y lo secular. Una vida gobernada desde lo alto donde Cristo reina
(<510301>Colosenses 3:1-4) es una vida en matrimonio, de paternidad y de trabajo
diario. Tres pares de instrucciones se dirigen sucesivamente a las esposas y a
los esposos (18, 19), a padres e hijos, especialmente a padres (20, 21) y
finalmente amos y esclavos (<510322>Colosenses 3:22—4:1); de la relación más
cercana a la relación más lejana. En cada caso la esposa, el hijo o el esclavo se
menciona primero y se lo concibe como socio responsable de quien se espera
que haga lo que conviene en el Señor.
18 Las esposas, como agentes responsables y libres, se les pide que se sujeten
voluntariamente a sus maridos ya que esto conviene (el término tiene un eco
estoico, pero aquí la motivación es totalmente cristiana). En el Señor significa
dentro del nuevo compañerismo de aquellos que reconocen a Cristo como su
Señor. La sujeción es un llamado a que las esposas honren y afirmen el
liderazgo de sus esposos y les ayuden a ejercer su función en la familia. No se
trata de una rendición absoluta de su voluntad, porque Cristo es la autoridad
absoluta, no su esposo. Tampoco se indica aquí que la esposa es natural o
espiritualmente inferior a su esposo. 19 El paralelo lo hallamos en el deber del
esposo de amar a su esposa. Se le manda amarla, y esto no es meramente un
asunto de tener para ella sentimientos afectivos o atracción sexual. Implica más
bien un cuidado incesante y servicio amoroso a favor de su total bienestar. (Cf.
<490525>Efesios 5:25-33, donde el amor de Cristo por la iglesia se toma como
modelo para el amor del marido para con su esposa.) Un liderazgo del marido,
como el de Cristo, dispuesto a sacrificarse, ayudará a mantener en vista
siempre el bienestar esencial de su esposa. El, como líderes piadosos en otras
esferas, procurará guiar por medio del servicio. En igual manera, los maridos no
deben amargarse contra ellas, ni de palabra, pensamiento o hecho.
20 A los niños en la familia cristiana se les considera como miembros
responsables dentro de la congregación (lo cual es muy significativo), y son
instados a obedecer (palabra más fuerte que la de sujeción del v. 18) a sus
padres en todo. Esta será una expresión de su obediencia a Cristo, tal como lo
reflejan las siguientes palabras: porque esto es agradable en el Señor. 21 Al
mismo tiempo se señala que los padres (en especial el padre) no deben irritar ni
provocar a sus hijos para que no se desalienten o lleguen a pensar que es inútil
tratar de agradar a sus padres en la vida hogareña. Deberían, pues, ser guiados
de una manera firme y amorosa, pero no tirana (cf. <490604>Efesios 6:4).
3:22—4:1 La lista más larga de instrucciones está dedicada a los esclavos
(cf. <490605>Efesios 6:5-9), quizás reflejando la costumbre social de las iglesias
(sobre la esclavitud en el siglo I d. de J.C. ver la carta a Filemón). Pablo no
hace una reflexión social sobre esta práctica de su época, pero da aliento
especial a los esclavos. La enseñanza en esta sección se aplica al mundo del
trabajo de hoy en día y muestra que la motivación de un trabajador y sus
normas de trabajo han de ser las mejores posibles, ya que debe hacerlo por
amor de Cristo. 22 Los esclavos cristianos deben aceptar su situación como
esclavos y obedecer en todo (cf. v. 20 en relación con los “hijos”) a sus amos
humanos. Su servicio no debe ser superficial o como para ganar atención; al
contrario, debe ser hecho con sencillez de corazón, es decir, conscientemente
y con motivos puros. 23-25 Todo lo que ellos hagan en trabajo beneficioso
para sus amos debe estar motivado en su servicio a Cristo. Deben mantener en
mente el ideal final: un esclavo podría esperar normalmente que un amo terrenal
lo castigue al final del día. Pero este Amo es diferente, porque da como su
generosa recompensa una herencia eterna de vida en el porvenir. Al mismo
tiempo deben darse cuenta de que con este juez no hay favoritismos; su juicio
es tan seguro como su recompensa por la fidelidad. 4:1 Una breve pero
solemne advertencia se da a los amos. No se les manda que den libertad a sus
esclavos, sino que los traten en forma justa y bondadosa. La motivación para
esto es básicamente la misma que la de los esclavos en obedecer a sus amos:
ambos tienen un amo en los cielos. Ambos deben obediencia a ese Amo
celestial. Así, las relaciones entre amo y esclavo deben entenderse a la luz de
esta realidad.
Si la clara enseñanza de Pablo acerca de los privilegios de, y las demandas
sobre, cuestiones domésticas fueran tomadas seriamente por los cristianos de
hoy, las relaciones personales dentro de los hogares y familias serían realmente
un anticipo del cielo. Mientras tanto otros, observando cómo los cristianos se
aman, bien pudieran ser atraídos a aquel a quien ellos confiesan como su Señor.
4:2-6 PALABRAS FINALES DE ALIENTO
Este corto párrafo, con su estímulo para la oración y acción de gracias (2-4) y
sus instrucciones acerca de cómo los colosenses deben conducirse en sus
relaciones para con los de afuera (5, 6), concluye esta sección de la carta.
2-4 Pablo a menudo insta a sus lectores a orar y a interceder con regularidad
(cf. <451212>Romanos 12:12, <490618>Efesios 6:18; <500406>Filipenses 4:6), y les pide que
oren por él en su esforzada tarea de difundir el evangelio (<451530>Romanos 15:30-
32; <470101>2 Corintios 1:11; <490619>Efesios 6:19; <500119>Filipenses 1:19; <520525>1
Tesalonicenses 5:25). Claramente Pablo asigna gran importancia a la mutua
intercesión de él y sus convertidos. El ya les había asegurado a los lectores
colosenses que oraba constantemente a favor de ellos (<510109>Colosenses 1:9-
14), por lo que concluye ahora instándolos a orar regularmente por él. 2 Deben
estar vigilando en oración. Particularmente es el clamor Maranatha (“ven
Señor nuestro”), el que debe estar en sus labios y en sus corazones mientras
esperan la aparición gloriosa de Cristo (<510304>Colosenses 3:4). La acción de
gracias, la expresión externa de gratitud a Dios el Padre por haber obrado tan
generosa y decisivamente en su Hijo a favor de ellos (ver <510112>Colosenses 1:12-
14), debe acompañar esta petición. 3, 4 Pablo les ruega que lo presenten junto
a sus compañeros delante del trono de gracia, orando para que Dios les abra
una puerta para la palabra (<461609>1 Corintios 16:9; <470201>2 Corintios 2:12) y,
por lo tanto, para el mensajero, lo cual bien podría implicar su liberación de
prisión. Como apóstol a los gentiles, Pablo tiene el gran privilegio de hacer
conocer el propósito divino antes oculto, el “secreto abierto” (<510126>Colosenses
1:26, 27; 2:2, 3). Ahora les pide a los colosenses que oren al Dios vivo para
que lo capacite para presentar ese misterio divino en manera clara y sencilla.
5, 6 Volviendo a los principios generales de la conducta cristiana, Pablo insta a
sus lectores a conducirse sabiamente para con los de afuera. Aquí la
sabiduría, que tiene que ver con el conocimiento de la voluntad de Dios
(<510109>Colosenses 1:9) y el caminar como es digno del Señor (<510110>Colosenses
1:10), es esencialmente práctica y realista. Su testimonio del Señor debe
manifestarse con tacto y denuedo, redimiendo el tiempo. Redimir el tiempo
(lit. “acaparar”) sugiere una intensa actividad, un comprar que agota las
posibilidades disponibles ya que reconocen que el tiempo disponible es
limitado. 6 Como aquellos que han de vivir sabiamente para con los de afuera,
ellos deben permitir que sus palabras sean tanto afables como sabias, tal como
Pablo lo desea para su propia conversación. Ellos están recibiendo la gracia de
Dios: que esta gracia sea evidente en las palabras que usen al hablar. Sazonada
con sal significa “ingeniosa” en el uso pagano, pero aquí sugiere un lenguaje
que no es insípido ni tedioso, sino interesante y bien escogido (los rabinos
usaban el término “sal” para decir “sabiduría”). Los cristianos necesitan
responder con la palabra justa a aquellos que hacen preguntas, quizá en
relación con su fe y conducta. La respuesta debe ser apropiada (cf. <600315>1
Pedro 3:15): “Cada uno debe ser tratado como un fin en sí mismo y no como
un objeto de lenguaje despectivo” (G. B. Caird).
4:7-18 SALUDOS PERSONALES E INSTRUCCIONES
Pablo finaliza su carta en la forma usual con saludos personales y algunas
instrucciones. El párrafo incluye una referencia a los mensajeros que llevarán la
carta a Colosas (7-9), y una serie de saludos de sus asociados que estaban
relacionados con la iglesia allí (10-14), junto con su propio saludo, breves
instrucciones y un saludo final (15-18).
7 Tíquico informará a la congregación de la situación personal del Apóstol
(nótese el vocabulario similar en <490621>Efesios 6:21, 22). El es un hermano
amado y colega valioso para Pablo que había brindado un servicio “fiel” a él, a
los colosenses o a Cristo mismo (cf. <510107>Colosenses 1:7 de Epafras). En el
Señor podría significar “en la obra del Señor”, o también ser una referencia al
hecho de que desarrolla su tarea como uno “en el Señor”, es decir, como un
verdadero cristiano. 8 Pablo está enviando a Tíquico con este fin: dar a los
colosenses todas las noticias tocantes al Apóstol, y reafirmar su enseñanza a la
congregación con el fin de fortalecerlos (ver sobre <510202>Colosenses 2:2).
9 Onésimo, un nativo de Colosas, es el mismo mencionado en la carta a
Filemón Sobre él, Pablo da también una calurosa recomendación: el fiel y
amado hermano. Junto a Tíquico, informará a los colosenses acerca de todo
lo que pasa a Pablo. (Para una descripción de las circunstancias de Onésimo,
ver el comentario sobre Filemón)
10, 11 Tres judíos cristianos envían sus saludos. Aristarco, un nativo de
Tesalónica y compañero de viaje de Pablo (<441929>Hechos 19:29), prisionero
conmigo, lo cual probablemente significa que lit. estaba prisionero con Pablo y
no un “prisionero de Cristo” en un sentido figurado. Marcos, el primo de
Bernabé, a quien Pablo se había negado a llevar en el segundo viaje misionero
(<441536>Hechos 15:36-41) después que los había abandonado en el primer viaje
(<441313>Hechos 13:13), se encuentra en términos amigables con Pablo otra vez
(cf. <550411>2 Timoteo 4:11). La mención a Bernabé sugiere que él era bien
conocido allí en Colosas. No tenemos conocimiento de si las instrucciones
acerca de Marcos provienen de Pablo o de algún otro (tal como Pedro o
Bernabé) ni tampoco si Pablo las está confirmando. Jesús, llamado Justo, es
otro desconocido para nosotros. Estos tres son los únicos cristianos judíos que
permanecieron fieles como colaboradores de Pablo en el reino de Dios. A
menudo en las cartas de Pablo la frase reino de Dios tiene una referencia futura
(p. ej. <460609>1 Corintios 6:9, 10; 15:50), pero <451417>Romanos 14:17 muestra el
lado presente del tema (cf. <510113>Colosenses 1:13) y este es su significado aquí.
12-14 Otros tres, que son gentiles (ver v. 11) envían sus saludos. Epafras se
menciona especialmente: Pablo subraya la cercana relación entre su propio
ministerio y el de Epafras. Como un nativo de Colosas, él había sido evangelista
en su propio pueblo natal (como también en Laodicea y Hierápolis) y había
estado ocupado en la misma lucha por el evangelio, como Pablo (2:1; cf.
<500130>Filipenses 1:30). Esto encuentra particular expresión en sus urgentes
oraciones por los colosenses para que ellos lit. “se afirmen como maduros
(toca muy de cerca un tema clave en Colosas), y sean llenos de toda la
voluntad de Dios. Esta madurez se define más por ser llenos de toda la
voluntad de Dios. Sólo aquí aprendemos que Lucas era un médico. Es
principalmente sobre la base de este versículo, que lo separa de los judíos
cristianos mencionados en el v. 11, que Lucas es considerado como un
cristiano gentil. En <550410>2 Timoteo 4:10 se dice que Demas ha dejado a Pablo
por “este mundo”.
15-18 En esta última sección se envían saludos a varias personas. Se les pide a
los colosenses que lleven los saludos de Pablo a los hermanos que están en
Laodicea, es decir, la iglesia que estaba allí (cf. v. 16). Quizás Pablo quiso
cimentar las relaciones entre las dos congregaciones. Ninfa es probablemente
una mujer y así la referencia a la iglesia que está en su casa podría ser
correcta. 16 Este versículo provee importante evidencia para señalar la práctica
de leer públicamente las cartas de Pablo y el intercambio de ellas entre las
iglesias. Si la llamada “herejía” colosense estaba amenazando toda el área
hubiera sido particularmente útil para la iglesia de Laodicea el saber la
respuesta que Pablo envió a Colosas. La carta de Laodicea se encuentra
perdida, pero fue presumiblemente escrita por Pablo a esa iglesia. 17 Arquipo
era un miembro de la casa de Filemón, quizás el hijo de Filemón y Apia que se
dedicó a sí mismo al servicio del evangelio (ver sobre Filemón 2). En cuanto al
ministerio que debía cuidar no está claro cuál sería éste, pero algunos han
señalado que se trata del ministerio de la predicación.
18 Habiendo terminado de dictar, Pablo toma su pluma y agrega un saludo
personal de su propia mano. Acordaos de mis prisiones es una apelación a
continuar orando, la cual impacta por su brevedad y sencillez. Luego concluye
con su saludo acostumbrado: La gracia sea con vosotros.
Peter T. O’Brien


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