En
arameo,
Bar
Abba
o Barrabás
( בר-אבא)
significa "hijo del padre". Hyam
Maccoby,
especializado en el estudio de la tradición religiosa cristiana y
judía, ha propuesto la teoría de que Bar
Abba
era el apodo que daban a Jesús,
que comenzaba siempre sus oraciones con la palabra Abba,
"Padre", mientras que el uso de "barabbas" o
"Bar-abbas" no parece haber sido un nombre común en dicha
época. Según esta hipótesis, cuando la multitud en La matanza
exigió a Pilato
que diera libertad a "Bar Abba" (Barrabás) era la libertad
del mismo Jesús la que pedían.
La
teoría recibe muy fuerte apoyo de manuscritos provenientes de
Cesarea, del Sinaí, de Siria, etc., y de algunos manuscritos usados
por Orígenes.
Dichos manuscritos llaman al supuesto "Barrabás" Iesous
Ton Barabban, es decir Jesus Bar Abba o Jesús Hijo del Padre.
Otro
aspecto conflictivo es la costumbre mencionada en los evangelios de
liberar a un prisionero durante la Pascua. Los mismos no están de
acuerdo en si era una costumbre hebrea o romana, pero en ninguno de
los dos casos se encontraron otros registros históricos que
confirmaran la existencia de dicha costumbre. Los registros
históricos que se poseen sobre Poncio Pilatos muestran un desprecio
por la tierra en donde gobernaba, que consideraba una provincia menor
del Imperio romano, y la posibilidad de que honrara una tradición
judía sería remota. Podría ser posible que Pilatos creara en el
momento una supuesta tradición como excusa para no crucificar a un
líder popular y no exponerse a motivar rebeliones, pero los
evangelios no lo retratan como si tuviera la situación bajo control.
Existen
varias lecturas sobre los posibles motivos por los que Jesús y
Barrabás, de haber sido la misma persona, habrían terminado siendo
dos diferentes. Una interpretación plantea que habría sido
responsabilidad de elementos antisemitas en la iglesia, que al
dirigir la petición de libertad hacia una persona retratada como
reprobable coloca en el judaísmo la responsabilidad por la
crucifixión.
Es
posible también que la historia se retratara así para retirar la
culpa del Imperio
romano
por los eventos. Esto último se habría hecho para facilitar la
introducción del cristianismo entre los romanos, ya que de otra
forma para un romano aceptar que Jesús fuera el mesías implicaría
aceptar también que el Imperio habría matado al hijo de Dios. La
traición de Judas serviría también como elemento para redirigir la
culpa.
También
podría haberse tratado de un error de traducción. La multitud
podría haber pedido la liberación de "Jesús Barrabás"
(bar-Abba en arameo, "hijo del padre"), y Pilatos habría
rechazado la aclamación popular. Cuando la historia fue traducida a
otros idiomas, los traductores podrían no haber dominado el idioma
arameo: la petición de liberación habría permanecido, pero
Barrabás habría pasado en el proceso a ser una persona diferente.
En este sentido, debe señalarse que muy poco tiempo antes, quizás
menos de una semana, otra multitud compuesta de seguramente las
mismas personas había aclamado a Jesús a su entrada a la ciudad.
Una
posible parábola
Algunos
estudiosos consideran también la posibilidad de que toda la
situación respecto de Barrabás no habría ocurrido realmente, sino
que sería un añadido literario a la historia, para constituir una
parábola.
Se indica que la elección entre uno u otro prisionero, si es
retirada de la historia, no altera el curso de los acontecimientos.
En este caso, la historia habría estado presente en los textos
originales en arameo, antes de su traducción al griego.
Un
posible motivo para añadir a Barrabás habría sido el de crear una
contrafigura opuesta a Jesús, que estaría preso por alzarse
violentamente en contra del Imperio romano, mientras que la
resistencia de Jesús rechaza por completo la violencia y predica el
dar la otra mejilla. La situación obligaría al lector, o al oyente,
a tomar partido por uno u otro, y decidir qué forma de proceder es
realmente la que se corresponde con Dios. Esta opción, haría de
Barrabás el mesías
guerrero que algunos judíos esperaban, un zelote,
para que los librase de los romanos, prefieriendole al mesías
pacífico, Jesús de Nazaret.
Barrabás
podría ser también una alegoría de la humanidad. La liberación
del pecador Barrabás podría representar la liberación de la
humanidad del pecado
original
de Adán
que tuvo lugar con la crucifixión
de Jesús.
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