Desde 1969 existió una férrea prohibición sobre la
distribución de biblias en Cuba. En la actualidad han surgido numerosas
iniciativas para revertir esta situación. Después de 45 años, en marzo de 2014,
arribaron al puerto de La Habana tres contenedores con 83.723 biblias para ser
distribuidas por las iglesias bautistas. Un proyecto de la American Bible
Society, por ejemplo, tiene como objetivo suministrar 400.000 biblias a los
cubanos. Hasta el momento, ha traído a la Isla unos 60.000 ejemplares y espera
recaudar cinco millones de dólares para lograr su meta. La llegada masiva de
las Sagradas Escrituras ha sido bien recibida por los creyentes, pero también
agrega tensión a la cruzada entre católicos y protestantes. Hasta el momento,
las denominaciones más beneficiadas con los arribos son las evangélicas, que se
encuentran en franca expansión en la Isla.
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