“Rompieron la puerta y cuando vimos era la policía. Venían (uniformados de) boinas rojas, boinas negras, equipos sofisticados de destrucción. Mi esposa y yo fuimos montados en dos patrullas, con la ropa de dormir. A mi hijo de 19 años lo esposaron aquí en la casa”, describió el líder religioso.

El pastor Bernardo de Quesada Salomón, a quien las autoridades de Camagüey -en coordinación con distintas fuerzas policiales- le derrumbaron la propiedad donde ejercía suscultos cristianos el pasado viernes 8 de enero, habló con Martí Noticias al ser liberado varias horas después.

De Quesada Salomón es pastor de la Iglesia“Fuego y Dinámica”, en el reparto Versalles, de la ciudad agramontina y relató que sobre las cinco de la mañana un fuerte operativo policial se presentó en su casa para derribar el techo de la construcción.

“Rompieron la puerta y cuando vimos era la policía. Venían (uniformados de) boinas rojas, boinas negras, equipos sofisticados de destrucción. Mi esposa y yo fuimos montados en dos patrullas, con la ropa de dormir. A mi hijo de 19 años lo esposaron aquí en la casa”, describió el líder religioso.

El pastor De Quesada dijo que estuvo detenido bajo interrogatorio hasta pasadas las tres de la tarde, que lo llevaron a 20 kilómetros de la ciudad, a un lugar llamado Bidot, donde le amenazaron, le acusaron de ser disidente e intentaron que firmara un acta de advertencia y un documento que declara que su iglesia es ilegal en Cuba.

El relato ofrecido por el religioso indica que unos cuarenta pastores y personal que colabora con las demás tareas de la iglesia fueron detenidos, llevados a unidades policiales e interrogados por altos oficiales del Ministerio del Interior”.

El pastor cristiano aseguró que este sábado está recibiendo el reporte de que otros 16 pastores fueron fuertemente vigilados y les comunicaron que se les impedía salir de sus viviendas mientras la brigada de demolición echaba a bajo el techo y los parales del lugar de culto que habían levantado recientemente y que ocupaba una extensión de 140 m2.

Según el religioso, las detenciones en su vivienda fueron muy aparatosas y refiere que al pastor Daniel Sánchez, que llegaba desde Holguín con su esposa e hijo menor de edad, lo detuvieron inmediatamente.

Uno de los feligreses, Nagdis Pérez, que sufre de ataques de epilepsia, fue fuertemente esposado y “le presionaron la barbilla contra el cuello y lo montaron en una patrulla mientras gritaba ¡Viva Cristo rey!”

Bernardo de Quesada Salomón, es Licenciado en Ciencias Biológicas, ejerció la docencia en La Universidad Victoria de Las Tunas y se inició como pastor en 1997.

Otro de los detenidos fue Pedro Jorge Tamayo Navarro, que trabaja cerca del Pastor De Quesada y se ocupa de la constancia gráfica en fotos y videos dentro de la congragación. Tamayo contó a Martí Noticias la manera violenta en que lo detuvieron al llegar al reparto Versalles.

“Me fueron arriba tres o cuatro esbirros, porque no tengo mejor manera de llamarlos, en ese momento empezaron a golpearme, a decirme que me callara y que yo era disidente. Les dije que no, que yo soy cristiano y que esto lo defendemos como cristianos porque esto es acoso religioso”, señaló.

Jorge Tamayo fue liberado a media tarde, luego que le prometieran una copia del acta que firmó, donde se detallaba el operativo y los motivos de la detención. “Me engañaron, luego no me dieron nada”, indicó.

El miembro de la iglesia “Fuego y Dinámica”, Pedro Jorge Tamayo Navarro, dijo que los interrogatorios a él y otros pastores fueron dirigidos por el Teniente Coronel Fernando, y otro que asegura llamarse Walter Blanco. “Me invitaron a colaborar con ellos. Y me dijeron que si sabía que por qué estaban destruyendo todo. y les dije con estas palabras: Usted se está metiendo con Dios y hasta el día de hoy no conozco a nadie que el juicio no haya venido para él y para los que lo siguen”, concluyó.

El mismo día, pero en la ciudad de Las Tunas, derribaron parte de la construcción de la iglesia cristiana que lidera el cirujano plástico y también pastor evangélico Juan Carlos Núñez.

Cuando fue contactado por Radio Martí, Núñez dijo que prefería no ofrecer declaraciones sobre lo sucedido. “En realidad no quiero que de esto se arme un conflicto político, que no es lo que la iglesia quiere”, concluyó.