La
falta de respeto al prestigio y a la buena fama de una persona es más criminal
que la eliminación física de esta y mucho más si es por el hecho de disentir de
la opinión oficial.
Jesús expresó:
“Ustedes
han oído que a sus antepasados Moisés les dijo: “No mates, pues el que mate
será condenado. Pero yo les digo que cualquiera que se enoje con su hermano,
será condenado. Al que insulte a su hermano, lo juzgará la Junta Suprema y el
que injurie gravemente a su hermano, se hará merecedor del fuego del infierno”.
(Mateo 5:21 22)
Cuando
Jesús puntualizó: “Pero yo les digo”, no estaba
aboliendo la Ley ni agregando su propia opinión, sino dando una explicación exacta
de por qué Dios hizo tal Ley. Refiriéndose a lo dicho por Moisés: “No matarás”,
Jesús enseñó que cualquiera que se enoje con su hermano, será culpable de
juicio. Los fariseos leían la Ley y como jamás habían matado, se sentían muy
rectos, sin embargo fueron los que intelectualmente planearon su muerte, aunque
no con sus propias manos.
Las normas éticas
y morales son para todos los tiempos
Las
diferencias ideológicas se deben discutir pública y decentemente, sin destruir
a la persona que disiente, el método del desprestigio y de la violencia
utilizado por la dictadura contra los que se manifiestan pacíficamente va
abiertamente en contra del Evangelio de Jesucristo.
Exhortación
general de Jesús:
"Porque
les digo a ustedes que si no superan a los maestros de la ley y a los fariseos
en hacer lo que es justo ante Dios, nunca entrarán en el reino de los cielos”. (Mateo 5:20)
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