viernes, 29 de abril de 2016

EL CRECIMIENTO DE LA IGLESIA EN UN PROCESO DE DIEZ PASOS





Si usted es el pastor, de la iglesia comparta su visión para el crecimiento con los líderes laicos clave y pídales sus aportes para la implementación.
Basado en el material que acabamos de compartir ( La Iglesia de Antioquia), sugiero que considere que el crecimiento es un proceso que abarca diez pasos, y cada paso edifica sobre
el anterior. Esto no quiere decir que debe pasar por alto las necesidades urgentes de ministerio ni las preocupaciones evangelísticas hasta que llegue a ese paso. Sencillamente provee una manera sistemática de juntar los varios componentes del crecimiento equilibrado de la iglesia.

Paso 1: Anticipe un despertar y una investidura sobrenatural
Puesto que el crecimiento de la iglesia es una actividad sobrenatural, la primera
prioridad es la oración enfocada y concertada, y la investidura sobrenatural que
la acompaña. El despertar sobrenatural es la base para todo lo que viene
después. Es aquí donde se descubrirán los recursos sobrenaturales, las
actitudes serán cambiadas y las relaciones serán sanadas. Si simplemente
intenta implementar una nueva metodología sobre una congregación no avivada,
encontrará resistencia carnal. No se puede poner vino nuevo en odres viejos,
pero Dios le puede dar un nuevo recipiente. Su enfoque tiene que estar en
conocer a Dios, no en hacer que la iglesia crezca.
Paso 2: Haga de la oración y la alabanza sus prioridades
Principie un ministerio de oración intercesora constante si tiene apenas pocas
personas para principiar. Dios obra por medio del remanente que ora. Enseñe a
las personas a adorar a Dios en forma privada y como un cuerpo. La oración y
la enseñanza pondrán los fundamentos necesarios para hacer los cambios que
se necesiten para mejorar la experiencia corporativa de adoración. No sea
fanático sobre cualquier estilo de adoración. El asunto clave no es el estilo o
formato, sino un enfoque en Cristo y el espíritu de celebración y expectativa.
Paso 3: Enfoque sobre la misión de la iglesia
Muchas iglesias no experimentan el crecimiento porque los miembros lo tratan
con desdén o indiferencia. Cuando los creyentes nacidos de nuevo son guiados
a entender el propósito eterno de Dios para la iglesia, serán motivados para
servir. Enseñe que la iglesia estaba en el plan de Dios desde antes de la
fundación del mundo, que fue establecida por Cristo, investida de poder por la
resurrección y la comisión del Espíritu Santo, comisionada con una misión
mesiánica y que será su esposa gloriosa por toda la eternidad. Base toda su
discusión y planeación en el propósito de la iglesia de cumplir la Gran
Comisión. Trabajen juntos al escribir una declaración de la misión
personalizada de su iglesia que pueda ser recordada fácilmente y que refleje
claramente la Gran Comisión.
Paso 4: Sea un ejemplo de cómo viven los ciudadanos del reino
El vivir como ciudadanos del reino quiere decir que la iglesia debe desarrollar
relaciones interpersonales sanas. El saneamiento de relaciones rotas y la
edificación de relaciones sanas tienen que estar basadas en la oración y en un
encuentro con el Dios Santo. Edifique sobre esta base sobrenatural por medio
de enseñar la naturaleza de la iglesia del Nuevo Testamento. Una vez que haya
enseñado las bases bíblicas de la comunidad, organice la iglesia para facilitar
tanto el ministerio como la comunión por medio del desarrollo o la mejoría de
las células pequeñas de estudio bíblico.
Paso 5: Entrene a laicos para el liderazgo
El crecimiento de la iglesia siempre será sofocado si la iglesia no desarrolla
constantemente su base de liderazgo. El líder principal es el pastor, cuyo
liderazgo no es asunto de grado ni de autoridad, sino de función. Debe dirigir
con una pasión de corazón y por medio de la edificación de relaciones de
ministerio. Siguiendo el modelo de Jesús, tiene que ser tanto siervo como líder.
Una función clave del liderazgo pastoral es el desarrollo del liderazgo laico
basado en el descubrimiento, el desarrollo y la utilización de los dones
espirituales (<490411>Efesios 4:11-16). Cada miembro del cuerpo de Cristo tiene
dones y, por consiguiente, debe ser desafiado, entrenado y liberado para el
ministerio.
Paso 6: Haga un estudio del medio
La iglesia primero necesita conocer su medio interno. ¿Cuáles son las
características de su iglesia, en el sentido de la edad, la educación y la
composición étnica? ¿Dónde viven las personas que asisten a su iglesia? Tome
un mapa de la ciudad y señale las residencias de sus miembros. Considere las
tendencias de desarrollo en su iglesia por medio de un examen de las
estadísticas de los últimos diez o veinte años, incluyendo tales cifras como la
asistencia al estudio de la Biblia y los cultos de adoración, la cantidad de
ofrenda por familia, el número de clases para el estudio bíblico y el número de
bautismos. Elabore gráficas sencillas para ilustrar el resultado de sus
investigaciones.
También necesita saber de la comunidad alrededor del templo. ¿Cuál es la
composición de la población alrededor de su templo? Haga dibujos circulares
de cinco y diez kilómetros de radio alrededor del templo. Después, considere
las divisiones de su congregación según las edades, la mezcla étnica y las
necesidades especiales. La mayoría de las denominaciones ofrecen ayuda a las
iglesias locales para obtener tal información demográfica. La información
demográfica en bruto siempre debe ser suplementada con un conocimiento de
primera mano. Salga al vecindario y pregunte sobre las necesidades. Utilice el
estudio del medio para que sus oraciones tengan un enfoque. Pídale a Dios que
le muestre dónde comenzar a suplir las necesidades y alcanzar a su comunidad.
Paso 7: Base sus planes en una visión de proporciones divinas
La visión provee el combustible para las actividades relacionadas con el
crecimiento de la iglesia. La visión proviene de un encuentro con Dios, es
comunicada por el Espíritu y debe ser obedecida por la iglesia. La visión
debe ser comunicada por medio de palabra y hecho. La visión para su
iglesia ayudará a dirigir a su iglesia a enfocar su ministerio —basado en
los valores esenciales, las necesidades de la comunidad y los recursos
disponibles— para lograr los resultados óptimos en cumplir con la Gran
Comisión en su contexto dado. El escribir una declaración de visión puede
ayudar grandemente a comunicar la visión.
Paso 8: Desarrolle un plan para el crecimiento
El desarrollar un plan para el crecimiento requiere el establecer metas y el
planificar cuidadosa e inteligentemente. Las iglesias que no tienen metas raras
veces experimentan el crecimiento. Las metas dan dirección para alcanzar un
resultado deseado y nos capacitan para evaluar el progreso en el proceso de
alcanzar las metas. Las metas le ayudarán a: 1) definir y articular lo que la visión
dicta; 2) desarrollar una estrategia clara; 3) evaluar el progreso; 4) edificar la fe;
5) crear una dependencia de Dios; y 6) ver y celebrar la actividad de Dios en
su medio. Las metas específicas para crecimiento inevitablemente encaminan a
la necesidad de un plan para tal crecimiento. El plan para el crecimiento tiene
que venir naturalmente del compromiso de cumplir la Gran Comisión, la visión
específica de la iglesia y las metas de crecimiento que la iglesia ha adoptado. La
planificación nos obliga a mirar un cuadro más grande del crecimiento de la
iglesia. El plan de crecimiento tiene que tratar con dinámicas tales como la
creación de nuevas clases, reclutamiento y entrenamiento de líderes, y la
provisión de espacio, terreno, personal, y otros recursos semejantes. El papel
del plan de crecimiento es permitir que la iglesia prevea y resuelva cualquier
barrera artificial que pueda inhibir el crecimiento de la iglesia.
Paso 9: Diseñe su estrategia para el crecimiento
Cada iglesia debe desarrollar su propia estrategia para el crecimiento porque
cada iglesia es una creación especial del Padre. Una buena estrategia será
consecuente con las verdades bíblicas, equilibrada en su presentación, alineada
con su visión, basada en el estudio del medio y suficientemente sencilla como
para ser entendida, comunicada e implementada. Aunque cada iglesia necesita
elaborar una estrategia especial para suplir sus necesidades y oportunidades
específicas, hay siete elementos básicos que deben estar presentes para
proveer un ministerio equilibrado: 1) adoración significativa; 2) oración
poderosa; 3) relaciones sanas de comunidad; 4) enseñanza bíblica pertinente;
5) una estrategia definida para extensión; 6) ministerios continuos de
discipulado; y 7) participación en misiones mundiales.
Tome estos elementos básicos y elabore un programa que dé resultados para
su iglesia. No necesita utilizar un programa específico, simplemente porque
funcionó para otra iglesia o es recomendado por una organización. Los
programas y materiales son desarrollados para ayudar a las iglesias locales a
cumplir con su misión dada por Dios. A medida que desarrolla su estrategia,
esté preparado para introducir los cambios necesarios. Muchas iglesias
cometen el error de aferrarse a estrategias que ya no funcionan. ¡Sea flexible! A
medida que la iglesia crece, simplifique; si no lo hace, la iglesia llegará a ser un
monstruo de burocracia. El trabajo de papeleo y administración consumirán sus
energías que anteriormente se dedicaban a cumplir la Gran Comisión.
Paso 10: Implemente su plan de ministerio
Muchas iglesias pasan demasiado tiempo en la planificación y poco tiempo en
la implementación. Muchas iglesias son como el equipo de fútbol que se ve bien
en el papel. Todos los componentes necesarios parecen estar en su lugar para
tener una temporada victoriosa —la estrategia de las jugadas está bien
concebida, los ensayos se llevan a cabo con entusiasmo, los jugadores están en
su lugar— pero cuando llega el momento para la competencia, no logran
ejecutar los planes que han ensayado. Esto en realidad nos lleva al círculo
completo del paso 1: La investidura sobrenatural del poder de Dios. Muchas
iglesias tienen un encuentro genuino con Dios, desarrollan su estrategia y
después intentan implementar la estrategia con esfuerzos humanos. Caen en la
trampa de pensar que el éxito vendrá si trabajan con mayor intensidad, o
desarrollan un programa superior de actividades. Los métodos y las actividades
tienen su lugar, pero no pueden reemplazar la investidura sobrenatural del
poder de Dios. Por consiguiente, tiene que mantener el enfoque en la mano
sobrenatural de Dios, hacer notar la evidencia de la actividad de Dios en su
medio, mantener la visión ante su gente, motivar, equipar, delegar y permanecer
dedicado a la tarea.
Mientras que estos pasos están en orden consecutivo y se construyen en forma
lógica uno sobre otro, esto no quiere decir que podamos dejar de implementar
cada uno y todos los pasos en una forma continua. El estudio de este libro en
conjunto con su iglesia podría ser utilizado por el Espíritu Santo para hacer que

su iglesia crezca.

No hay comentarios: