SANIDAD INTERIOR

Algunos creyentes no se han apropiado de la obra completa redentora de Jesucristo en la cruz del calvario, esto incluye salvación, liberación, sanidad interior, sanidad fisica.

“El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; a pregonar libertad a los cautivos, y vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos” Lucas 4:18

Desafortunadamente, cuando se habla de Sanidad Interior se cree que tiene que ver con psicología y eso no es cierto.

¿Qué es Sanidad Interior?

Es el proceso mediante el cual una persona es liberada y sanada de heridas y traumas del pasado producidas por otras personas o hechos. Estas heridas le impiden disfrutar la vida abundante en Cristo.

¿Qué no es Sanidad Interior?

No es recordar y abrir todo nuestro pasado, o nuestros pecados, sino confesar y ser sanado de heridas pasadas.

¿Por qué los creyentes necesitan Sanidad Interior?

Hay muchos creyentes que han nacido de nuevo, van al cielo, son hijos de Dios, el Espíritu Santo vive en ellos sin embargo siguen atados al pasado y a heridas del pasado. continúan atados a vícios, son victimas de depresión, continúan teniendo sentimientos de rechazo, siguen con ataduras sexuales, temores, inseguridades y arrastran con maldiciones generacionales, continúan con complejos de inferioridad y por esa razón necesitan Sanidad Interior y Liberación.

Todos hemos sido heridos en alguna etapa de nuestra vida y hemos entendido que al venir a Jesús todas las heridas no se sanaran automáticamente. Esto implica un proceso llamado Sanidad Interior y Liberación para restaurarnos de cosas del pasado.

Tampoco podemos esperar que el tiempo borre las heridas porque eso no sucederá, solamente la Sanidad Interior por medio de la Palabra y la Unción del Espíritu Santo nos hará libres.

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La Falta de Perdón

Uno de los de los grandes problemas del cuerpo de Cristo el día de hoy es la falta de perdón y esto trae como consecuencia que los creyentes heridos, hieran a otros. La falta de perdón es una puerta abierta al enemigo para destruir nuestra vida espíritual, emocional y física.

¿Qué no es perdonar?

Esforzarse a olvidar lo que pasó.

Negar la ofensa recibida

Dejar que el tiempo borre lo ocurrido

Ignorar lo que pasó y tratar de olvidar

Simplemente disculpar a alguien. Decir te perdono sin haber perdonado de verdad.

¿Qué es perdonar?

Perdonar es liberar o dejar ir a una persona que nos ha ofendido.

Es soltar a la persona que nos causó daño

Es cancelar una deuda pendiente que alguien nos debe

Es tomar la decisión de perdonar como un acto de voluntad y no basado en emociones.

“Así también mi Padre celestial hará con vosotros si no perdonáis de todo corazón cada uno a su hermano sus ofensas” Mateo 18:35

El perdonar no es una alternativa, sino un mandato del Señor.

“Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial.”Mateo 6:14

La falta de perdón es una carnada del enemigo

“Y cualquiera que haga tropezar a alguno de estos pequeños que creen en mí, mejor le fuera que se le colgase al cuello una piedra de molino de asno, y que se le hundiese en lo profundo del mar, ¡Ay del mundo por los tropiezos! Porque es necesario que vengan tropiezos, pero ¡ay de aquel hombre por quien viene el tropiezo!Mateo 18:6-7

La palabra “ ofensa “ proviene del griego “Skandalon” que significa trampa ó carnada.

En otras palabras cada vez que alguien le ofende o le hiere, le está tendiendo una trampa o carnada del enemigo para que usted se amargue y pierda su bendición. Nosotros los creyentes debemos aprender a cubrir las ofensas, a través del amor. El amor cubre multitud de pecados. Recuerde que cuando usted se siente ofendido, no necesariamente el problema es la otra persona, muchas veces es usted mismo.

¿Cuál es la raíz de la ofensa?

Inseguridad e inmadurez.

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El Principio de no Juzgar para no ser Juzgados

1»No juzguéis, para que no seáis juzgados, 2porque con el juicio con que juzgáis seréis juzgados, y con la medida con que medís se os medirá. Mateo 7.1-2

Este es uno de los grandes principios, por los cuales debemos de conducir nuestra vida. Desafortunadamente, he visto cómo líderes han caído en el pecado de juicio contra otros, no sabiendo que cuando juzgamos a otros, se están condenando así mismos.

¿Qué es Juzgar?

Es la palabra griega Krino que denota primariamente, separar, seleccionar, elegir; de ahí determinar y de ahí juzgar, pronunciar juicio.

Los usos de esta palabra en el Nuevo Testamento son los siguientes:

· Asumir el oficio de un juez

· Pronunciar sentencia

· Condenar

· Criticar

· Ejecutar juicio sobre alguien o algo

· Formarse una opinión

Cada vez que nosotros juzgamos, estamos tomando el oficio de juez; estamos pronunciando sentencia sobre alguien. Cuando juzgamos, estamos criticando, ejecutando un juicio sobre alguien, damos una resolución final, nos formamos una opinión, hacemos separación, de ahí hacemos un juicio.

¿Cuáles son las Consecuencias de Juzgar a Otros?

· Te condenas a ti mismo.

“1Por eso eres inexcusable, hombre, tú que juzgas, quienquiera que seas, porque al juzgar a otro, te condenas a ti mismo, pues tú, que juzgas, haces lo mismo” Romanos 2.1

· Serás de tropiezo al hermano.

13Así que, ya no nos juzguemos más los unos a los otros, sino más bien decidid no poner tropiezo u ocasión de caer al hermano Romanos 14.13

Cada vez que juzgas a alguien y te oye un hermano débil en la fe, sera un tropiezo para ese creyente Nuevo en Jesús.

· Dios te juzgará.

3Y tú, hombre, que juzgas a los que hacen tales cosas y haces lo mismo, ¿piensas que escaparás del juicio de Dios? Romanos 2.3

¿Cómo dejar de Juzgar?

· Pida perdón a Dios por tu pecado de juicio. A quien quiera que hayas hablado palabras de juicio contra tu pastor, tu líder, tu hermano, tu esposo, tu esposa, arrepiéntete delante de Dios y pida perdón al Señor y a las personas que has juzgado.

· Haz una decisión de no volver a juzgar. Decide con todo tu corazón no volver a criticar, condenar ni juzgar a otros.

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Las Cuatro Leyes Espirituales

Hay muchos creyentes, quienes después de que se les ha ministrado sanidad interior, todavía siguen sintiendo que sus problemas no se han resuelto. Algunas veces, es porque han violado las cuatro leyes espirituales, y de alguna manera, todos somos producto de ellas. Efesios 6.1, Gálatas 6.7, Mateo 7.1-2, Romanos 2.1

Las cuatro grandes leyes bíblicas:

1. Honrar a padre y madre.

2. No juzgar para no ser juzgado.

3. Todo lo que el hombre siembra, eso segará.

4. Cuando juzgamos a otros, venimos a ser lo mismo.

Cada una de estas leyes espirituales son principios de la Palabra de Dios, y cuando son violadas, se recoge el fruto de ello.

Una ley siempre trabaja y cualquiera que la aplica para bien o para mal, cosechará tarde o temprano el fruto. Ejemplo: La ley de la gravedad.