jueves, 11 de febrero de 2016

CREADOS PARA SER LIBRES




Por Pr Manuel A Morejón Soler -El Vedado, La Habana, febrero de 2016

Dadme la libertad, o dadme la muerte...,” clamó Patrick Henry (29 de mayo de 1736 – 6 de junio de 1799 oriundo del Condado de Virginia, Estados Unidos). Amante de la libertad en general, fue una figura prominente en la Revolución americana, conocido y recordado principalmente por su discurso "Give me liberty or give me death" ("Dadme la libertad o dadme la muerte").

Henry fue uno de los más influyentes defensores de la Revolución americana y de los predicadores bautistas que eran perseguidos por predicar sin licencia. También denunció la corrupción de los oficiales del gobierno y fue un ferviente defensor de los derechos del hombre.
Eso es actuar como personas libres que no se valen de su libertad para disimular la maldad, sino que viven como siervos de Dios. (1Pedro 2:16)
Cuando el apóstol Pedro dijo que se debían respetar a las autoridades (1 de Pedro 2: 13-14), hablaba del Imperio Romano que estaba bajo la autoridad de Nerón, un tirano notoriamente cruel. Es obvio que no les dijo a los creyentes que debían comprometer su fe. Pedro ya le había expresado al Sumo Sacerdote: “Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres.” (Hechos 5:29)
Esclavos de corrupción
Existen actualmente líderes que engañan con su apariencia, pero que son como fuentes sin agua, para quienes está reservada la más densa oscuridad. Estos pronuncian discursos arrogantes y sin sentido, seducen con los instintos naturales desenfrenados a quienes apenas comienzan a apartarse de los que viven en el error.

Una persona es esclavo de aquello que lo domina. Muchos creen que libertad es hacer lo que uno quiere. Pero nadie es totalmente libre en ese sentido, si nos negamos a seguir a Dios, seguiremos nuestros propios deseos pecaminosos y llegaremos a ser esclavos de los caprichos de nuestro cuerpo.

Cristo nos libertó para que vivamos en libertad. Por lo tanto, mantengámonos firmes para que no seamos sometidos nuevamente al yugo de esclavitud. (Gálatas 5:1)


No hay comentarios: