jueves, 21 de enero de 2016

Solicitud de clemencia para José Demetrio Esquijarosa Rodríguez.

Raudel García Bringas

Email: rgbringas@gmail.com
Ante: Las autoridades que correspondan.

No hay virtud con impiedad”
Félix Varela


Ante toda persona en cuestión por su responsabilidad; cargo en ejercicio o bien, tenga la potestad de tomar decisiones; vengo en nombre de José Demetrio Esquijarosa Rodríguez, quien desde abril del año 2013 se encuentra cumpliendo una sanción de 20 años de privación de libertad debido a causas referentes a fraudes económicos.

De los tres años que hube de cumplir en prisión, de hecho; el total de mi sentencia; fue justamente con Demetrio con quien más tiempo hube de pasar en la Sala de Penados del Hospital Salvador Allende.

Una persona cuando es joven, tiene buena salud y fuerzas tanto en sus brazos como en su mente; es capaz de pensar, hasta soñar si se puede decir adecuadamente; con un futuro, ya cercano o lejano; con lograr cosas en su vida, envejecer y hasta morir a los 100 años con todos sus sueños logrados.
Esa es la bendición de ser joven, sentirse fuerte y capaz de conquistar el mundo.
Lamentablemente, desde hace varios años, ya no es el sueño de José Demetrio. La vida y el pensamiento cambian radicalmente cuando te anuncian que vas a hemodiálisis; que son MUY ESCASAS las posibilidades reales de un trasplante de riñón y, contando con su edad; las perspectivas de vida pueden, con mucho cuidado, lo sumo 9 años, quizás 10.
¿Qué perspectiva de futuro puede quedar en una persona cuando lleva casi 9 años en hemodiálisis?

Ya sabes que tu futuro es incierto; sabes que dependes ahora de una maquina a la que por urgente necesidad tienes que conectarte INVIOLABLEMENTE varias veces por semana; sabes que todo ahora es incierto y que, en vez de 100 años, puedes ajustarte a vivir, con sumo cuidado, un total de 10 años; y esto, en buenas condiciones y, por supuesto; siempre no falta la “espada de Democles” que está colgada sobre su cabeza cuando termina cada sección de hemodiálisis.

Esta, a grandes rasgos; es la suerte de mi estimado José Demetrio.
No se está cuestionando en modo alguno si su sentencia fue correcta o no; no se está cuestionando el dictamen de Medicina Legal ni mucho menos las gestiones hechas por parte del Ministerio del Interior. Se está apelando a la humanidad que puede y estoy seguro, aún existe detrás de un uniforme; detrás de una persona que debe firmar un documento. Estoy apelando a las personas que puedan leer este documento, a tener conciencia de que estamos hablando de la vida de un hombre que lleva, además de los 20 años de sentencia, la CADENA PERPETUA de conectarse cada 48 horas a una máquina a fin de que su vida pueda prolongarse por un par de días más.

No es preciso que se argumente como respuesta que “él mismo en cuestión, ya está en un hospital”, aunque a ciencia cierta aún no sé bien si la sala de Penados es un Hospital o parte de una Prisión.

En modo alguno no se está cuestionando ahora la atención de las personas, tanto civiles como militares de este centro. Yo mismo puedo dar fe de la calidad humana de las personas del mismo, sin embargo; hay una realidad que es imposible olvidar y de la que persuado, se ha de ser consiente, JOSE DEMETRIO ESTA PRESO y; aun en una sala de penado, el mismo cuenta como un recluso.

He sido testigo también de cómo el gobierno ha concedido permisos extrapenales a personas que han sido un verdadero PELIGRO SOCIAL, sobre la base de la “humanidad del estado cubano”. Personas que, por cierto; antes de cumplir su tiempo de extrapenal han tenido que recluirlos nuevamente en centros penitenciarios por delitos similares o, tristemente, más graves de los cometidos anteriormente.

Ahora pregunto, ¿Es que José Demetrio ha sido el peor de todos los hombres? Es que el que es capaz de cegar una vida; de atentar contra la tranquilidad de un hogar, ¿tiene mayores privilegios cuando se habla de humanidad? ¿Qué puede significar que las personas en ejercicio de quienes es su responsabilidad, en un acto de humanidad y virtud ofrezcan la posibilidad a José Demetrio de volver a su casa?; volver a su casa no para cometer un nuevo crimen, no; volver a su casa para tener una mejor atención; para tener el cariño de los que le aman, como también el apropiado cuidado que merece su delicado estado de salud y que no es secreto para nadie en todo el sentido que puede abarcar la frase.

Apelo a esa virtud; apelo a la humanidad que aún queda en las personas, apelo en mi fe a mi Dios, a fin de que José Demetrio pueda regresar a su casa; pueda regresar a los suyos; pueda vivir en paz el tiempo que Dios disponga de su vida.
Llamo no solamente a las autoridades sino, además; a toda persona a que tomen conciencia de esta situación y que en tiempo prudente, se pueda conceder a José Demetrio el acto de clemencia que hoy solicito.

Muy Atentamente

Raudel García Bringas

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