LA
HABANA, Cuba – José Demetrio Esquijarosa Rodríguez de 53 años
de edad y de raza negra
es un ciudadano cubano, con residencia en Aguiar No. 203 e/ Tejadillo
y Empedrado en el Municipio capitalino de la Habana Vieja.
Actualmente se encuentra interno en la Sala de Penados del Hospital
Docente Clínico Quirúrgico “ Salvador Allende”, sujeta a la
Dirección de Establecimientos Penitenciarios del Ministerio del
Interior y dirigida por el General de Brigada, Marcos Hernández
Alcaraz.
Este
ciudadano, fue juzgado y sancionado el mes de julio del 2012 en el
Tribunal Popular Provincial de La Habana por los delitos de
Malverzación y Falsificación de Documentos Privados de carácter
continuado y hallado culpable, por lo que fue sancionado el referido
acusado a 20 años de privación de libertad como sanción principal,
además de otras sanciones accesorias.
A
Esquijarosa, desde la fase de instrucción del presente proceso, hubo
que cambiarle la Medida Cautelar impuesta de Prisión Preventiva por
la de Fianza en Efectivo, debido a que ya presentaba severos
problemas de salud, agravados en estos momentos. El reo padece de una
enfermedad renal crónica de grado cinco desde hace aproximadamente
ocho años, por lo que resulta necesario el tratamiento de
hemodiálisis reiterada en régimen de días alternos, con espacio de
duración de cuatro horas por sesión de tratamiento dialítico. A
partir de este tratamiento padece además de: Miocardia hipertensiva
dilatada debido a la enfermedad base, de hepatopatía crónica por
virus de hepatitis “C”, la que adquirió durante las sesiones del
proceder dialítico y de hernia umbilical. Se trata por tanto de un
penado que se encuentra en desventaja por encontrarse hospitalizado.
Estas patologías que presenta el interno se han convertido en
irreversibles.
Asimismo
la Comisión de Régimen Penitenciario de Medicina Legal, por
solicitud de la Jefatura del Centro penitenciario al que pertenece y
por aprobación de los jefes de Servicios Médicos de la Dirección
de Establecimientos Penitenciarios, después de un análisis
minucioso del caso declara que: “José Demetrio Esquijarosa
Rodríguez. No es apto para el régimen
penitenciario”.
Este
reo en el momento de su ingreso era único interno con tratamiento de
hemodiálisis en nuestro país.
En
el mes de septiembre del 2014 el Gobierno cubano concedió, con
motivo de la visita del Papa Francisco, una amnistía para 3522
condenados. Los indultos se realizaron según la naturaleza de delito
y por razones de salud. Así mismo sucedió en el año 2012 con la
visita de Su Santidad Benedicto XVI. Solo se excluyeron sancionados
por delitos de asesinato, homicidio, violación, pederastia con
violencia, corrupción de menores, hurto y sacrificio ilegal de
ganado mayor, tráfico de drogas, robo con violencia e intimidación
en las personas, y por delitos contra la Seguridad del Estado.
Esquijarosa
Rodríguez es padre de cinco hijos, de ellos dos menores. Antes de
incurrir en el delito era un hombre integrado al proceso
revolucionario. Proviene de una familia que sólo pide por él
“Clemencia”
en todas las instancias del Gobierno y hasta con el Cardenal Jaime
Ortega, tan solo para poder cuidarlo en sus últimos momentos de
vida, pero hasta el momento no ha recibido ninguna respuesta.
Sin
embargo Esquijarosa Rodríguez ha sido excluido de estos beneficios.
Este
recluso en carta enviada al Primer Vicepresidente del Consejo de
Estado y de Ministros, Miguel Díaz Canel, detalla las condiciones de
la Sala de Penados (SP) del Hospital Salvador Allende (Otrora Quinta
Covadonga), que se resumen a continuación:
La
SP aunque se encuentra ubicada dentro del Hospital, sólo posee una
guardia de enfermería y depende solo de los médicos que queden de
guardia, los cuales en caso de urgencia demoran hasta dos horas en
acudir, debido a la deficiente comunicación y la distancia entre
estas.
La
SP, no cuenta con transporte propio y para emergencias depende sólo
de una ambulancia que atiende las prioridades del Hospital, esta
demora entre 40 minutos y una hora en llegar y en ocasiones no llega
por motivos desconocidos.
La
SP, solo pose agua corriente de 6:00 am hasta 10:00 am y de 6:00 pm
hasta 10:00 pm, el resto del tiempo se utiliza agua almacenada en un
tanque donde se introduce desde una jarra para tomar agua hasta un
cubo de baldear baños, por lo que los que tenemos que usar esta agua
estamos propensos a contaminarnos de gérmenes infecciosos.
En
la SP, en ocasiones faltan medicamentos y recursos para curaciones,
pues no somos una prioridad. El régimen de la SP es igual que en la
prisión (no se tiene en cuenta el estado de salud del penado). No se
tiene tiempo de Sol, visitas limitadas, alimentación no adecuada, el
cambio de ropas y sábanas no se efectúa regularmente. El protocolo
de servicio para la atención médica tampoco es bueno. El servicio
telefónico solo es permitido una vez por semana.
En
la SP ingresan enfermos de diversas patologías, tanto psiquiátricas
como infecciosas, así mismo por diferentes delitos, que incluyen
desde violadores hasta homicidas.
En
la SP no se permiten acompañantes post-operatorios, lo que a los más
desvalidos los afecta hasta para realizar sus necesidades
fisiológicas y de aseo personal.
La
SP carece de un refrigerador para conservar los alimentos. Tampoco
recibo la dieta especial para mi caso. Los baños son comunes para
todos los presos independientemente de la enfermedad que padezcan. La
iluminación es inadecuada, la ventilación es deficiente y los
mosquitos son a toda hora, no se fumiga. (Fin del resumen).
Las
leyes no deben ser sólo para castigar, sino para distinguir a un
pueblo civilizado. El peor día de la humanidad será ese en que la
aplicación de una ley, por muy justa que sea, nos lleve a la
bestialidad. La clemencia no es una virtud de tiranos. La clemencia
es: “Compasión, moderación al aplicar justicia”.
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