Un
pastor soñó una noche que él tiraba, en lugar del caballo, de un
gran carretón cubierto con toldo. El trabajo era muy difícil y
avanzaba lentamente, sobre todo cuando llegó a una parte cenagosa
del camino.
Por
fin sólo pudo hacer que el carretón avanzara un poco. Esto le
parecía bastante raro, puesto que la última vez que había mirado
hacia atrás, creía haber visto a toda la congregación que ayudaba
a empujar. Finalmente, cuando estaba casi agotado, miró hacia atrás
para ver las causas de la dificultad. Ahí se dio cuenta de que los
miembros de la iglesia, no sólo habían dejado de empujar sino que
se habían subido al carretón, y ahí estaban sentados, ocupados en
criticar al pastor porque no tiraba del carretón con mayor rapidez.
Bueno...
¿y es solamente un sueño...?
Dios
se goza en la unanimidad para derramar su Espíritu
“Porque
donde dos o tres se reúnen en mi nombre, allí estoy yo en medio de
ellos." (Mateo 18:20)
Cuando
llegó la fiesta de Pentecostés, todos los creyentes se encontraban
reunidos en un mismo lugar. De repente, un gran ruido que venía del
cielo, como de un viento fuerte, resonó en toda la casa donde ellos
estaban.
Y
se les aparecieron lenguas como de fuego que se repartieron y sobre
cada uno de ellos se asentó una. Y todos quedaron llenos del
Espíritu Santo… (Hechos 2:1-4)
Ayudarse
unos a otros es más importante que competir unos contra otros.
Hay
que ver a los compañeros como colaboradores, no como competidores.
Los
trabajadores compiten por cargos que le reporten un mayor salario y
distinción. Los jugadores de un equipo en cualquier deporte, lo
hacen igual. Pero para los miembros de una iglesia que colabora,
ayudarse unos a otros debe ser más importante que competir unos
contra otros. Se deben concebir como una unidad trabajando juntos y
no deben permitir que la competencia entre ellos dañe al equipo.
Apoye
a sus compañeros
Hay
quienes se preocupan tanto de sus intereses que descuidan los
intereses y propósitos del equipo. Pero adoptar la actitud de
completar la tarea y no competir con los compañeros es posible solo
si se deja de dudar de los demás y se transforma en alguien que
apoye. En cuestión de actitud, esto significa asumir que los motivos
de las demás personas son buenos, mientras no se pruebe lo
contrario.
Concluyendo
por donde comenzamos
La
ilustración con la cual se comenzó este artículo es aplicable no
solo para la iglesia, sino para todos quienes quieren un cambio en
nuestra nación y… ¡Unidos venceremos!
No hay comentarios:
Publicar un comentario