viernes, 12 de junio de 2015

Agustinos en Cuba: ¿Les devolverán las propiedades expropiadas?

Por la Isla han pasado dos papas: Juan Pablo II en 1998 y Benedicto XVI en 2012. Ninguno ha logrado que el gobierno cubano les restituyera a los agustinos sus propiedades. ¿Podrá hacerlo el papa Francisco?
jueves, junio 11, 2015 | Ernesto García Díaz

  Vista de la capilla agustina perteneciente a la antigua Universidad de Sto. Tomás de Villa Nueva, Playa (foto del autor)
Vista de la capilla agustina perteneciente a la antigua Universidad 
de Sto. Tomás de Villa Nueva, Playa (foto del autor)

LA HABANA, Cuba: El 21 septiembre llegará a La Habana el Papa Francisco. Durante su visita hallará una iglesia urgida de reformas: la Universidad Católica “Santo Tomás de Villanueva”, que fue expropiada a comienzos de la Revolución. Encontrará además a un pueblo necesitado de fe y bienestar, junto a unos pocos hermanos agustinos (pertenecientes a laOrden de San Agustín) sin sus propiedades.
Los agustinos llegaron desde México a Cuba en el 1588. Años más tarde otro grupo de origen estadounidense se estableció en la Isla desde finales del siglo XIX hasta la década de los 60 del pasado siglo. Poseían hasta el momento en que fueron expropiados una docena de iglesias, conventos, colegios y sanatorios en La Habana y Camagüey.
Después del triunfo revolucionario de 1959, sus protestas por la situación social creada les valieron para que el régimen de los hermanos Castro los estigmatizara. Muchas de sus edificaciones fueron cerradas durante decenas de años, destruidas o saqueadas como la capilla del centro universitario del municipio de Playa, la parroquia la Inmaculada de la Concepción en Chambas, o la estatua decapitada de “Santo Tomás de Villanueva” frente a la capilla de la otrora universidad. Imágenes así lo demuestran.
Según la Enciclopedia Católica, la Orden de San Agustín goza de privilegios otorgados por varios Papa. Está liberada de toda jurisdicción de los obispos y a sus iglesias se les concedió indulgencias, pero en Cuba no es así. El arzobispo de La Habana recibió del régimen algunas de las antiguas propiedades agustinas y éste no las ha transferido a la orden mendicante.
Le preguntamos entonces a José Félix, sacerdote de la iglesia Santa Rita de Casia, la que fuera antigua iglesia de San Agustín, si podría el Vicario de Cristo negociar con el gobierno comunista el traspaso de algunas de las propiedades de los agustinos que actualmente posee la Arquidiócesis de La Habana y que administra su cardenal.
Nos respondió Félix: “Te puedo asegurar que el Santo Padre es altruista, ha demostrado tener gran capacidad negociadora. Hará todo por la iglesia y por el pueblo de Cuba, pero sobre ese particular no tengo idea que pasará.”
Párroco Luciano Borg, en la Iglesia del Santo Cristo del Buen Viaje (foto del autor)
Párroco Luciano Borg, en la Iglesia del Santo Cristo del Buen Viaje (foto del autor)
CubaNet se comunicó con la parroquia del Corpus Christi situada en el municipio Playa. Preguntamos a uno de sus sacerdotes si la parroquia de los agustinos será restaurada. El clérigo nos dijo: “La edificación está en abandono total. Desconozco si la repararán, no tengo más información”.
Continuando con la indagación, le preguntamos a la cuidadora del templo eremita, quien nos aseguró que “los vecinos de esta comunidad deseamos que reconstruyan la parroquia de los agustinos. La juventud necesita estar cerca de Dios. Las demás iglesias están muy lejos de aquí, rezo por un milagro. Ojalá el Papa Francisco lo logre con su visita”.
Para conocer de los agustinos y su historia en Cuba, nos comunicamos con un funcionario eclesiástico de la Catedral de La Habana al que le preguntamos sobre la existencia en Cuba de la Orden de San Agustín y sus templos. “Hace unos pocos años regresaron a Cuba. Pueden localizarlos en la parroquia del Santo Cristo del Buen Viaje. Comunícate con el padre Luciano”, nos comentó.
Fue una sorpresa la información brindada por la casa pastoral. El pueblo cubano apenas conoce del regreso de los agustinos, ni sabe dónde están o qué hacen. Luego de toda esta investigación, tuvimos casi la sensación de un pacto de secretidad entre La Habana y la Iglesia de Roma, o en el peor de los casos, la complicidad del Arzobispo de La Habana con el gobierno cubano.
Este reportero tuvo la oportunidad de dialogar con el padre Luciano Borg, agustino, párroco de la Iglesia del Santo Cristo del Buen Viaje en la Habana Vieja. Le preguntamos cuándo fue que los agustinos regresaron a Cuba.
“Regresamos hace 9 años en Chamba, provincia de Ciego de Ávila. Allí tenemos 11 capillas y el templo parroquial ‘la Inmaculada Concepción’ que necesita ser reconstruido. Además la comunidad católica está ahí reducida a la mínima expresión. Se requiere de tiempo y de muchos agustinos. En Puerto Padre fundamos una comunidad en el templo ‘San José’, por sus poblados hay 12 capillas y tres comedores para ayudar a las personas más pobres”.
¿Y desde cuando están en La Habana?
Padre Luciano Borg, , en el archivo  de la Iglesia del Santo Cristo del buen Viaje (foto del autor)
Padre Luciano Borg, , en el archivo de la Iglesia del Santo Cristo del buen Viaje (foto del autor)

“Hace 6 años pudimos entrar en la Habana, pero en Tarará. No teníamos parroquia. Ahora cumplimos tres años en este templo en la Plaza del Cristo, entregada por el Cardenal Ortega, pero no tenemos sus propiedades. Después de la expulsión a la que fuimos objeto en 1961, el Concilio Vaticano Segundo puso aquí el Consejo de los Laicos, que poco a poco se trasladó para la Casa Laical. Esta iglesia del Santo Cristo del buen Viaje se construyó en el 1680. Luego se le anexo al templo un colegio comercial y una pequeña escuela para los niños pobres. En el barrio teníamos dos dispensarios, dos pequeñas clínicas. El compromiso social era muy fuerte. Teníamos tres obligaciones: La pastoral, la educativa con la universidad y la social en esta zona de La Habana Vieja”.
“Hoy tenemos 13 cubanos preparándose, esperamos que perseveren para ser agustinos. Ahora nuestra misión es ayudar a la comunidad aunque no salimos del templo. Aquí en La Habana, tenemos una oficina de caridad y ayudamos a muchos ancianos comprándole algunas medicinas. El colegio fue convertido en una secundaria básica. Se está derrumbando pero no podemos hacer nada pues se nos confiscó. Nosotros tenemos la parte superior que es el convento”.
“Ahí tenemos archivos milenarios de esta iglesia. Están los registros de bautizos, matrimonio y defunciones de pardo, morenos y blancos. Aun así, mira como están de deteriorados. Hay que restaurarlo. Incluso el registro de los esclavos, un patrimonio histórico de incalculable valor”.
¿Podrán recuperar la Universidad Católica “Santo Tomás de Villanueva”?
“Me han dicho que fue un error histórico la expropiación de la Universidad. De cualquier manera, no creo que la devuelvan aunque debieran hacerlo. Hemos perdido la propiedad. Ahora estamos en Centro Cultural Félix Varela, donde tenemos una biblioteca y llevamos los estudios de bachillerato en Humanidades. Pienso que en unos años a lo mejor podamos constituir la Universidad Católica ahí mismo. Tenemos muchas dificultades porque los alumnos no tienen ninguna formación filosófica, estamos empezando a construir un futuro”.
Por la Isla han pasado dos papas: Juan Pablo II en 1998 y Benedicto XVI en 2012. Ninguno ha logrado que el gobierno cubano les restituyera a los agustinos sus propiedades. ¿Podrá hacerlo el Santo Padre Francisco? Por lo pronto, al parecer hará rezar a su “fiel cordero” Raúl Castro.
En el artículo “La reconversión de los diablos” de la periodista independiente Miriam Celaya, publicado por CubaNet el pasado 12 de mayo, pude encontrar una parte de la respuesta: “Dicen los creyentes que Dios obra de maneras misteriosas, y debe ser cierto. Porque, sin que sepamos cómo, parece haberse producido el milagro de la reconversión de los diablos del palacio de la revolución en amorosos corderos de Cristo…”
No cabe duda que el Papa Francisco I, mediador en el restablecimiento de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba, puede pedirle al Castro II que les restituya a los agustinos los bienes que su hermano les expropió y que les posibiliten la práctica de sus hábitos misioneros por toda la Isla.

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