23 de marzo de 2015, 4:49 | |
Combinado del Este
Marzo 18 del 2015
Cito las palabras de un teólogo contemporáneo.
´´Puesto
que es difícil encontrar la unanimidad entre los hombres, la formación
democrática del consenso no tiene como instrumentos indispensables más
que la delegación, por un lado, y por otro la decisión de la mayoría.
Pero también las mayorías pueden ser ciegas o injustas. La historia da
buenas pruebas de ello. ¿Se puede seguir hablando de justicia y de
derecho cuando, por ejemplo, una mayoría, incluso si es grande; aplasta
con leyes opresivas a una minoría religiosa o racial?
Por tanto, con el principio mayoritario queda siempre abierta la cuestión de las bases éticas del derecho´´.
Estimado Rev. Manuel
Con profundo agradecimiento recibo cada nota suya como además, cada
gesto de apoyo desinteresado a mi familia y a mi situación que nos
afecta a todos en una forma u otra.
Hay
una antigua tradición Rabínica que enseña que ´´El Eterno, Bendito sea
su nombre, una vez al año se sienta a juzgar a sus hijos.
En
la ocasión se valora: La dedicación al estudio de Las Sagradas
Escrituras; los juicios emitidos; y el tercer principio es el conocido
como La ´´Guemilut Jassadim´´; esto es, la misericordia con el
prójimo´´. Usted hoy ha narrado esta tradición. Admiro su labor y
también su valor
En las sagradas
escrituras muchas veces se nos exhorta en tiempo de crisis, a confesar
los pecados de nuestro pueblo. Esto se ve mucho más claro cuando el Rey
Salomón, en la dedicación del templo, hace la exhortación a que, en
medio de las crisis históricas; en el temor bde Dios los hombres oren
confesando los pecados de su pueblo.
Yo
he orado y aún hoy lo hago, confesando los pecados de mi pueblo
histórico. He pedido perdón a Dios cuando los desmanes, la explotación,
los periodos de dictaduras; anarquías y el mercantilismo, han conllevado
a mi pueblo a cometer muchos pecados, en extremo; vergonzoso y no
dignos de respetarse. He pedido perdón a Dios aun por aquellos años en
que el pueblo dio la espalada a la fe cristiana. Cuando en esos tiempos;
confesarse cristiano o vinculado a una iglesia; conllevaba al
desprecio, discriminación o limitación de cualquier beneficio social.
Triste, muy triste cuando en esos tiempos se entendía que la fe
cristiana; lejos de ser considerada una fuerza de curación y salvación,
se le consideraba como un opio, una superstición, un poder arcaico y
peligroso que construía falsos universalismo induciendo a la
intolerancia y al error.
Hoy
también oro por la sobriedad; porque no falten los conceptos de la
aplicación adecuada de la justicia en aquellos en los que hoy reposan
tales responsabilidades. Oro porque nuestro compromiso con la fe en
Cristo y la Historia de nuestro pueblo y sus gobernantes, pueda existir
un acercamiento adecuado y productivo donde ambos estemos dispuestos a
dialogar, a reconocer nuestros propios errores, y ceder a la iglesia
cristiana, el espacio que le corresponde en la sociedad, en la
educación, en la creación de un ethos, esto es, una conciencia ética y
que solo la fe en Cristo es capaz de generar
Concluyo entonces con una frase de un insigne cristiano; un Bautista Universal:
´´Hemos
vivido bajo la agonía y la oscuridad del Viernes Santo, con la
convicción de que un día, la sublime brillantez de Pascua emergería en
el horizonte.
Hemos visto la
verdad crucificada y la verdad sepultada, pero hemos seguido adelante
con la convicción de que la verdad echada por tierra, volvería a
resurgir.
Con un cálido abrazo
Muy atentamente: Raudel García Bringas.
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“La Palabra de Dios es Independiente y es Luz, para todo aquel que esté perdido en las tinieblas torcidas y oscuras de la vida”.
lunes, 23 de marzo de 2015
CARTA DE Raudel para El Pastor Manuel
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