Esta
es una lección moral del Señor para los reyes de todos los tiempos.
El Señor envió al profeta Natán a ver a David. Cuando
Natán se presentó ante él, le dijo: -“En una ciudad había dos hombres. Uno era
rico y el otro pobre, el rico tenía gran cantidad de ovejas y vacas, pero el
pobre no tenía más que una ovejita que había comprado. Y él mismo la crió y la
ovejita creció en compañía suya y de sus hijos, comía de su misma comida, bebía
en su mismo vaso y dormía en su pecho. ¡Aquel hombre la quería como a una hija!
Un día, un viajero llegó a visitar al hombre rico, pero este no quiso tomar
ninguna de sus ovejas o vacas para preparar comida a su visitante, sino que le
quitó al hombre pobre su ovejita y la preparó para dársela al que había llegado”.
David se enfureció mucho
contra aquel hombre, y le dijo a Natán: --“Te juro por Dios que quien ha hecho
tal cosa merece la muerte!” ¡Y debe pagar cuatro veces el valor de la ovejita,
porque actuó sin mostrar ninguna compasión!”
Entonces Natán le dijo: --“¡Tú eres ese hombre! Y esto es
lo que ha declarado el Señor, el Dios de Israel: Yo te escogí como rey de
Israel, y te libré del poder de Saúl, te di el palacio y las mujeres de tu
señor, y aun el reino de Israel y Judá. Por si esto fuera poco, te habría añadido
muchas cosas más. ¿Por qué despreciaste mi palabra, e hiciste lo que no me
agrada? Has asesinado a Urías el hitita, usando a los amonitas para matarlo, y
te has apoderado de su mujer. Puesto que me has menospreciado al apoderarte de
la esposa de Urías el hitita, para hacerla tu mujer, jamás se apartará de tu
casa la violencia. Yo, el Señor, declaro: Voy a hacer que el mal contra ti
surja de tu propia familia, y en tu propia cara tomaré a tus mujeres y se las
entregaré a uno de tu familia, el cual se acostará con ellas a plena luz del Sol.
Si tú has actuado en secreto, yo voy a actuar en presencia de todo Israel y a
plena luz del Sol.”
David admitió ante Natán:-“He pecado contra el Señor”.
Y Natán le respondió: -“El Señor no te va a castigar a ti
por tu pecado, y no morirás. Pero como has ofendido gravemente al Señor, tu
hijo recién nacido tendrá que morir”. (2ª
Samuel 12:1-14)
Reflexionando sobre el texto
-Todo hombre es como un cheque en
blanco firmado por Dios. Nosotros mismos escribimos en él la cifra de su valor
con nuestro merecimiento.
Amado Nervo (1870-1919); poeta mexicano.
Amado Nervo (1870-1919); poeta mexicano.
Como profeta, Natán era requerido para confrontar el pecado, incluso el pecado de un rey. El profeta necesitó un gran valor, habilidad y tacto, para hablar con David de forma tal que lo hiciera ver sus malas acciones.
Cuando tenga
que confrontar a alguien en eminencia con referencias desagradables, si quiere
que esa persona responda de una manera positiva pida en oración sabiduría de lo
alto y valor. La forma en que se presente
un mensaje es tan importante como lo que se dice.
Pero no tenga
temor en confrontar al rey con la verdad para el bien de todos, por déspota que
este sea, de ti depende tu valor ante el Altísimo.
La indignación
popular se pone de manifiesto en todo
Un fornido joven después de realizar una necesidad
fisiológica en un baño público de una fonda de mal gusto, en el municipio
Centro Habana, se retiraba sin pagarle al señor que cuidaba en la medida de sus
escasos recursos y con mucho esfuerzo del derruido servicio sanitario del
lugar. Cuando el señor llamó al mocetón para reclamarle su pago, este
iracundamente le increpó:
-“Tú no ves lo apestoso y sucio que está este baño pa´que
yo te regale un peso.”
A lo que el Sr. respondió:
-“Qué culpa tengo yo de que Fidel nos haya dejado a todos
sin agua, bastante hago yo que con un cubito de agua que voy a buscar al tanque
de mi casa le voy pasando la mano a esto, pa´que tu vengas a mear aquí. ¿Por
qué tú no le protestas a ellos?”
Una
simple abeja vale más que un montón de cucarachas
-El que trate de salvar su vida, la perderá, pero el que
pierda su vida por causa mía, la salvará. (Mateo 10:39)
Este versículo es una declaración positiva y negativa de
la misma verdad. Si nos apegamos a esta vida egoístamente podemos perder lo
mejor de Cristo en este mundo y en el venidero. Cuanto más amemos las
recompensas de esta vida (placer, poder, popularidad, seguridad económica) más
descubriremos cuán vacías son. La mejor manera de disfrutar de la vida es
perder nuestro apetito voraz por las recompensas terrenales a fin de quedar
libre para seguir a Cristo y servir mejor al pueblo.
¿Por quién te decides, ser abeja o cucaracha ?
No hay comentarios:
Publicar un comentario