viernes, 16 de agosto de 2013

PALABRAS OCIOSAS











Por Pr. Manuel A Morejón Soler El Vedado, La Habana.

Las palabras que no son reconocidas por Dios, son retenidas por el diablo.          (Juan 8:43-44).
Más yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio. Porque por tus palabras serás justificado y por tus palabras serás condenado. (Mateo 12:36-37) 
A la mayoría del pueblo cubano se le engaña siempre mejor que a un solo cristiano. (Juan 8:32)
Año tras año en Cuba desde la década del 60 hasta el día de hoy, reiteradamente a través de todos los medios oficialistas, el pueblo es atropellado con la misma letanía sobre las bondades de la revolución y la maldad del imperialismo yanqui (como el cuento de la caperucita roja y el lobo feroz-como si la caperucita fuera tan buena). Tal parece que no hay un tema más importante que tratar.
Comienza el calendario con la espera del triunfo de la revolución (1º de enero), porque aquí no hay Navidades, Año Nuevo ni Epifanía, después sucesivamente en orden: la 1ª derrota del imperialismo en América (17de abril), rimbombantemente le sigue el 26 de julio  “Día de la Rebeldía Nacional”, y el no menos estruendoso cumpleaños del Comandante en Jefe13 de agosto, la sarta continúa con el 28 de septiembre, día de los CDR ( único lugar del Mundo donde se le hace abiertamente honor a los espías) y es una constante “Los Cinco Héroes del Imperio” con una buena sazón promocional en contra del bloqueo imperialista e intercalándose los aparatosos triunfos de Angola (sin mencionar todos los muertos cubanos en esa guerra), así como las correspondientes jornadas ideológicas, además de cualquier otra arenga que aparezca en contra del imperio yanqui.
 Mantener al pueblo en tensión y en plena disposición combativa es el propósito que  se persigue con toda esta dramática revolucionaria, por si el imperio revuelto y brutal del norte decidiera algún día, después de 54 años atacar el país no lo sorprenda desprevenido sino en pie de guerra para que no le sean arrebatadas todas esas conquistas de la Revolución.
No es nada difícil discernir una mentira, aunque estas poseen mucho poder cuando parecen verdades. ¿Cómo?
De la misma manera en que el fuego refina la plata, las pruebas refinan nuestro carácter y nos proporcionan una sabiduría nueva y mucho más profunda para nuestra vida, ayudándonos a discernir la verdad de la falsedad. Las verdades que no se sienten, tienen mucho de mentira.
Mientras el pueblo cubano tiene que con su alma, mente y cuerpo buscar esforzado y fatigosamente el pan nuestro de cada día, cómo es que, quien no conoce el insomnio por hambre ni por lluvias ni por frio, exhorta a ese pueblo con falacias ideológicas en vez de proveerle los esenciales mínimos de una vida digna a través de salarios decorosos.

Si quieres escucharme te daré un consejo: por el amor de Dios no vistas la ropa de la hipocresía haciéndole corte una dictadura, un cristianismo verdadero es irreconciliable con cualquier tiranía. La vida futura es lo eterno, este mundo sólo un instante. No vendas el reino de la eternidad por complacer a los que se apoyan en tu pureza y candor, todo lo que no alimente la vida es letal.

Las palabras que yo les he hablado son espíritu y son vida. (Juan 6:63b) 




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