León
Padrón Azcuy, la Habana.
La mayoría de los cubanos consideran hoy que el
pueblo de Israel es el responsable de todos los males que se generan en toda la
zona del oriente medio. Y es comprensible, ya que reciben información e
influencia, de los medios de difusión cubanos, bajo el control del gobierno, cuya
posición ha sido mantener una política pro- palestina abiertamente a favor de
los árabes y en contra del pueblo judío de Israel, identificándose como es de
esperar con la esencia de estos países, donde las libertades y la democracia
constituyen una utopía.
Qué pena tanta hipocresía. Mientras la cúpula cubana,
conjuntamente con todos los países árabes, tilda de usurpador al pueblo de
Israel, pasan por alto las poderosas razones históricas, políticas, morales y
religiosas del pueblo judío, para poseer su pequeña tierra en paz. Una conocida
historia que se inicia desde que tomaron la tierra de Canaán, luego de sufrir
cuatrocientos años de esclavitud en Egipto.
Algunos historiadores aseguran que la exigencia de
un Estado palestino es un invento de países árabes y pro-árabes, sujetos a la
esclavitud del petróleo árabe-musulmán. Este reclamo se torna más inmoral aun,
toda vez que la mayoría de los demandantes, son verdaderos depredadores de la
democracia, derechos humanos, respeto por la mujer y libertades públicas.
En más de un texto podemos encontrar que Israel se estableció
como Reino durante 2 mil años, periodo en el que algún momento transitaron por
el exilio en Babilonia y fueron ocupados por Roma en el año 63, antes de Cristo.
No se conoce en esta época ningún reino Árabe Palestino, tampoco durante el
dominio Bizantino (313- 636 d.C), ni cuando el dominio musulmán del 636- 1099
d.C. Y mucho menos durante los cruzados (1099- 1516), donde miles de judíos,
cristianos orientales y musulmanes resultaron masacrados por católicos-romanos,
enviados a Israel por el papa Urbano II.
Tampoco se sabe de un Estado palestina, entre 1291-
1516 d.C cuando el dominio mameluco, y el dominio Turco-Otomano (1517- 1917),
periodo en el que los judíos crecieron vertiginosamente y nunca abandonaron
Israel.
Fue bajo el dominio británico que duró hasta 1948,
que se encomendó a Gran Bretaña el mandato sobre Palestina -nombre con que se
conocía entonces la región. Para ese entonces, Inglaterra fue llamada por la
ONU a facilitar un hogar nacional judío en Palestina- Eretz (tierra de Israel),
aquí tampoco existe ningún estado palestino.
El Estado de Israel fue proclamado desde el 14 de
mayo de 1948 de acuerdo con el plan de partición de la ONU que dividía el
protectorado ingles en Palestina –actuales Jordania e Israel- y no una
inexistente nación o país llamada Palestina como se quiere hacer creer hoy en
día.
Por disposición de la ONU, quedaría entonces el 77%
del territorio en manos de los árabes (estableciendo el reino de Jordania que
incluía los actuales territorios de la imaginaria “Palestina”) y el 23% para
los Judíos, dejando a Jerusalén como zona internacional. Pero. ¿Qué paso
entonces?
Israel aceptó la resolución pero los árabes no.
Veinticuatro horas después los ejércitos de Egipto, Jordania, Siria, Líbano e
Irak, invadieron a Israel, violando la importante resolución de las Naciones Unidas,
y declarándole la guerra Israel.
Quince meses después, el pequeño e incipiente estado
Judío no solo salió victorioso, sino que extendió su territorio de 8mil km2 a
21mil km2, en una legítima guerra de autodefensa frente a los árabes invasores,
del mismo modo que se establecieron en el pasado las actuales naciones
occidentales y que tanto ha criticado y condenado el régimen cubano en su doble
rasero.
Tras este suceso, los árabes que se quedaron en
Israel, hoy disfrutan de ciudadanía israelí y viven en la única democracia que
hay en esa parte del mundo. Sin embargo los refugiados árabes, que aun confían
ciegamente en la promesa de algunos poderosos países de esta región que
pregonan el exterminio de los judío en palestina -aun hoy continúan exiliado en
sus territorios, sin recibir ayuda humanitaria, (lógicamente para sus fines
terroristas si), de ahí nace el problema
de los refugiados “palestinos”.
El odio nunca ha cesado. En 1956 el líder egipcio
Nasser, apoyado en 80 mil hombres apostados en Sinaí, y la ayuda de Siria,
Jordania y Arabia Saudita, amenazó la integridad de Israel. En ocho días Israel
tomó la Franja de Gaza y la península de Sinaí. De igual manera diez años
después, en 1967 Israel se encontró frente ejércitos hostiles. Esta vez, en
todos los frentes. Egipto estableció alianza militar con Jordania, y a su vez
facilitaron sus fronteras para incursiones terroristas, mientras Siria
bombardeaba a Galilea constantemente. Otra tuvieron que apelar a su autodefensa
y al término de seis días, tomaron el control de Judea, Samaria, Gaza, las
alturas del Golán y Jerusalén que había estado dividida entre Israel y Jordania
desde el 1949, así quedó reunificada bajo autoridad israelí. Israel pasó de
21mil km2 a poseer 67mil km2 de territorio.
Los cubanos debieran saber que nunca existió un Estado
palestino ni Israel ha quitado la tierra impunemente a ningún árabe. Todo lo
contrario los árabes profesan un enorme odio contra el estado judío. De tal
manera que el 6 de octubre de 1973, se produjo un sorpresivo ataque coordinado
por Egipto y Siria contra Israel en la llamada guerra del YOM KIMPUR. Sin
embargo su ejército hiso trizas a los invasores, otra victoria de este pequeño
pueblo, con la razón y la moral de su lado. Finalmente la Biblia describe otros
eventos contra el pueblo de Israel, y tanto en el viejo como en el nuevo
testamento se refiere casi mil veces a la ciudad de Jerusalén.
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