La
justicia.
Primeramente
para tratar de ser justo hay que definir lo que es y lo que no es
justicia y de establecer un código de conducta y vivir de acuerdo a
este, pero como nadie puede vivir de acuerdo a su propio código
siempre inventaremos un gran número de excusas para justificar por
qué fallamos. Lo más común es decir que no es realmente nuestra
culpa. A ningún hombre le gusta aceptar ninguna responsabilidad.
(Génesis 3:12)
Concepto
de justicia según las Sagradas Escrituras
Todos
nosotros somos como el inmundo, y como trapo de inmundicia todas
nuestras obras justas; todos nos marchitamos como una hoja, y
nuestras iniquidades, como el viento, nos arrastran. (Isaías 64:6)
Concepto
de justicia en el Derecho romano.
Iustitia
est constans et perpetua voluntas ius suum cuique tribuendi;
"La justicia es la constante y perpetua voluntad de conceder a
cada uno su derecho". Los derechos son: "honeste
vivere,alterun non laedere et suum quique tribuere"... "vive
honestamente, no hagas daño a nadie y da a cada uno lo suyo".
Resumiendo:
La
Justicia es la firme voluntad de dar a cada uno lo que es suyo. Es
aquel referente de rectitud que gobierna la conducta y nos exige
respetar los derechos de los demás.
Asimismo la
misión del gobernante es administrar justicia y protección social
para con todas las personas que viven en la nación, que sea un
gobierno seguro, autofinanciable y sin corrupción. Prioritariamente
asegurar el futuro de la salud, educación, trabajo, sustento y
vivienda. La Justicia es ética, equidad y honestidad.
Desfile
de inmundicias
Es
muy doloroso ver a figuras Eminentes orgullosamente en guayabera
pavonearse en actividades públicas y a través de los medios
demostrando las deficiencias del explotado conforme a su justicia,
cuando ellos se regocijan en los deleites de la carne y la corrupción
y a Sumos Sacerdotes que disfrutan sus concupiscencias señalando en
los templos los pecados de la comunidad excluyéndose a sí mismos y
a Dios moviendo su cabeza de un lado hacia otro diciendo: “TRAPOS
DE INMUNDICIA” .
Por
cuanto todos pecaron no alcanzan la gloria de Dios.
(Romanos
3:23)
La
inmensa gracia y misericordia de Dios
Pero
podemos dar gracias a Dios Padre que somos justificados
gratuitamente por su gracia por medio de la redención que es en
Cristo Jesús, a quien Dios exhibió públicamente como propiciación
por su sangre a través de la fe, como demostración de su justicia,
porque en su tolerancia, Dios pasó por alto los pecados cometidos
anteriormente. (Romanos 3:25)
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