miércoles, 28 de noviembre de 2012

3- JUDAS ISCARIOTE (Continuación)

Dice Judas : "Maestro, lo entiendo, pero se hizo tarde, es necesario regresar porque la noche nos hace difícil el camino".

El Maestro contesta:
"La noche se ha hecho para el descanso, pero el Hijo del Hombre, en las noches, vela por su Pueblo".
"Así que vosotros, mis Discípulos, estaréis conmigo en vela para que estos chiquititos puedan descansar en paz".

Dice Judas: "Maestro, todos estamos lejos de los lugares de descanso, estamos en el campo".

El Maestro contesta:
"Hijo mío, lo único que necesitas para descansar bien es estar en Paz...".
"Porque ¿qué sacas con estar en el lugar de tu descanso, si no tienes Paz?, aquí estamos en Paz, por lo tanto, lo único que necesitamos es descansar".

Se acerca Judas a los demás Discípulos y les dice: "El Maestro ha ordenado que descansemos aquí esta noche y no regresar a nuestros lugares".

Los Discípulos todos opinaron que era necesario hablar con el Maestro y regresar a los lugares de destino.
Se acercaron al Maestro y le dijeron: "Maestro, estamos en el campo, hace frío y somos mucha gente".

El Maestro les dice:
"Hijos míos, si vosotros estáis conmigo, debéis estar con mis Hermanos, (señalando a la multitud)".
"A vosotros os es fácil regresar a vuestro destino, conocéis el Camino y Yo os he enseñado a andar a oscuras, mas a estos pequeñitos, no.".
"El frío que hace aquí, sólo nos hace sentir las carnes; el hambre que hace aquí, sólo nos hace sentir una necesidad; pero la Palabra nos une con el Padre".
"Así se cumplirá la Palabra que dice: «Quien tiene la Palabra, nada le hace falta porque en Ella está contenido el alimento y la medicina»".
"Hijos míos, cuando el cuerpo descansa en paz, el Alma nos reconforta y en este momento ,mi Alma es su Alma".

Yendo Jesús con sus Discípulos hacia Cafarnaum, les dijo: "Hijos míos, este camino nos llevará a un lugar muy distante de aquí".

Se acerca Pedro y le dice:"Maestro ¿cuál es la finalidad de este viaje?".

El Maestro le contesta:
"Pedro, iremos a predicar la palabra a nuestros hermanos que, como vosotros, anhelan conocerme y conocer a quien me envió".
Se acerca Pedro y le dice: "Maestro, ¿es que en Cafarnaum está quien le envió?".

Contesta el Maestro y dice:
"Quien me envió está aquí con vosotros.
EL ES LA VERDAD. Yo os digo a vosotros, hermanos, que la VERDAD y la
PALABRA son la misma cosa, pero es más fácil conocer la Palabra que conocer la Verdad. La Palabra se oye y parte de ella se comprende, más la Verdad no se puede oír, ni se puede ver porque es la Luz que ilumina nuestro Espíritu; en ella está la Verdad. Yo os enseño la Palabra, más mi Padre les enseñará a conocer la Luz, porque EL ES LA VERDAD".

Dice Judas: "Maestro, todos nosotros le acompañamos donde va a predicar y le aprendemos sus enseñanzas, pero, ¿no sería mejor que las gentes vinieran a nosotros y no nosotros ir a las gentes?".

Contesta Jesús: "Las aves de rapiña y los zorros duermen en sus cuevas y guaridas y sólo salen de allí cuando tienen hambre, a buscar qué comer. Así es el hombre. Sale al campo y a las ciudades a buscar el pan para saciar su hambre, porque su cuerpo lo necesita, pero no busca al Hijo del Hombre que le dará a comer el Pan de la Sabiduría".
"Los hombres tienen hambre de lo que el mundo brinda, mas vosotros tenéis hambre de lo que mi Padre os da: Sabiduría y Amor; por lo tanto, debemos ir donde ellos a darles de vuestro alimento; así ellos, más adelante, vendrán a buscar el alimento que mi Padre os da".

Dice Judas: "Maestro, hay ciudades más cerca donde podemos ir a predicar la Palabra".

El Maestro le contesta:
"Judas, hijo mío, con un denario podéis comprar cien panes; un pan abastece a uno de vosotros, cien panes abastecen a cien de vosotros. Así, pues, debemos buscar donde se puedan abastecer más almas que necesiten de mi Palabra, porque ellas, cada una, pondrá un denario, y cien serán cien denarios que alimentarán la necesidad de cien más, y así mi Palabra será oída por cien que me escuchan y cien que no me escuchan; cumpliéndose así la Escritura que dice: «Dos mujeres están moliendo, una será tomada y otra será dejada»".

Le dice Judas; "Maestro, todo aquel que escuche su Palabra, ¿será redimido?".

Replica el Maestro:
"Mi Palabra es Vida, el que la escuche y la hace, será UNO conmigo; el que la escuche y no la hace, será como aquel que emprende un camino por el desierto y como al momento de salir no tiene sed, no lleva agua para beber en el camino; donde le dé sed, se sentirá morir y ni siquiera tendrá fuerzas para regresar al punto de partida; por eso os digo, hijos míos, que deberéis beber todos los días de la fuente de la juventud y de la sabiduría para que nunca, aunque andéis por el desierto, volváis a tener sed".LA PALABRA

Estando Jesús reunido con una multitud, entre la cual estaban sus Discípulos, EL predicaba su Mensaje y decía que el Hijo del Hombre era semejante al aire que sólo dejaba de activar la vida en una persona cuando sus funciones vitales cesaban en ese organismo, que así era su Misión.

Se acercó Judas y le dijo: "Maestro, sabemos que muchos de estos nos atacan y lo atacan a Usted; nos rechazan y rechazan su Doctrina".

El Maestro le dijo:
"Judas, comprende que así es, pero mi reino no es de aquí; en cambio estas gentes son de aquí".

"Te digo que no pienses así para que no seas como ellos que son de aquí".
"La Palabra se oye por un instante y desaparece; cuando las gentes la van a interpretar, no hay en ellos de esa palabra sino un recuerdo de lo que escucharon".
"Es posible que algunos le den la razón a la Palabra, otros le quiten la razón, pero, ante mi Padre, ni los unos, ni los otros tienen la razón, porque el eco de la Palabra que han escuchado ya se ha ido y no queda en ellos sino un recuerdo de lo que han oído".
"Por lo tanto, os digo, hijos míos, que estéis atentos, con ojo avizor para que, cuando escuchéis la Palabra que viene de Mí, tengáis las puertas de vuestro entendimiento abiertas y no me rechacéis como estos otros; no vaya y sea que cuando queráis escuchar la Palabra ya me haya retirado a mi Padre y entonces vosotros, como estos, sólo tendréis un recuerdo de lo que escuchasteis; sin embargo, mi Palabra seguirá siendo como la fuente de aguas cristalinas en la que «Quien bebiera, calmará su sed»".

Guarda silencio el Maestro.
Interpela Judas y le dice: "Maestro, si eso es así, cuando Usted se retire, ¿quién tendrá la Palabra que viene de su Padre?".

Contesta el Maestro:
"YO SOY LA PALABRA. El que encarne la Palabra me tiene a Mí; pero no olvides, Judas Iscariote, que vendrán muchos en mi nombre diciendo que tienen la Palabra.
Estos serán impostores porque la Palabra que viene de mi Padre, sólo YO la digo; así pues, todo quien diga tener la Palabra y no me tenga a Mí, es como el que se baña con el agua que muchos se han bañado; no es pura, está llena de impurezas, por lo tanto, no limpia, quizás ensucia más".

"Así, hermanos míos, vosotros deberéis cuidar la Palabra como me cuidáis a Mí, porque en Mí como en la Palabra, está la Sabiduría que viene de mi Padre".

Le dice Judas: "Maestro, la Ley de Moisés dice No jurar en vano, ni en nombre de Dios, ni de la tierra, ni de los cielos -, quiere decir que quien haga esto ¿ya se ha unido a Ti?".

Le contesta el Maestro:
"Hijos míos, a un prisionero le amarran grillos en los pies y en las manos para que no pueda hacer movimientos libres, ni andar; así también le sucede a todo el que adentro tenga a Satanás. Nunca podrá hacer la Voluntad de mi Padre, porque EL se lo impide".
"Si no puede hacer la Voluntad de quien me envió, tampoco podrá tener la Verdad que SOY YO y su Palabra sólo hablará de lo que tiene en su corazón".

(Continuará)


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