Por Pr Manuel A Morejón Soler -El Vedado, La
Habana, octubre de 2015
Energía
(Energeia Gr), en el Nuevo Testamento (NT), es el equivalente al “Poder Divino
en acción”, nunca se emplea para describir la acción de algún poder humano o de
este Mundo, sino siempre la de algún otro que está muy por encima de ésos. En
algunas ocasiones, infrecuentes, se refiere a la actividad de un poder maligno,
demoníaco, hostil a Dios, pero lo que más usualmente describe es la acción del
Omnipotente.
Esta
palabra es muy importante, porque nos enseña cómo el poder de Dios opera en
Cristo en el Mundo y en las vidas de los hombres.
Esta
palabra pasó al cristianismo con un interesante historial, que debemos conocer
para ayudarnos a comprender el matiz y uso cristiano del término.
Un
hombre puede aparentar todos los dones y talentos, pero estos pueden ser
únicamente potenciales, pueden estar en él, pero nunca manifestarse en una
acción concreta y eficaz, solamente cuando estos dones y talentos se actualizan
y se manifiestan en la acción, existe
energeia.
En
su Ética a Nicómaco , Aristóteles
escribe:
"Hay,
sin duda, una gran diferencia entre concebir que el Bien Supremo consiste en
poseer la virtud o en desplegarla -en disposición o en la manifestación de una
disposición mediante la acción
(energeia)." "¿Hay, pues, alguna razón que nos impida llamar feliz al
hombre que consuma la virtud en la
acción (energeia) (1101a 15)?" "Lo peculiar del hombre es el ejercicio de las facultades de su alma
conforme a la virtud y a la excelencia".
Hay
ciertas formas y determinados medios a través de los cuales el poder de Dios se
hace eficaz:
El
poder de Dios se hace eficaz a través de su Palabra. (1 Ts. 2:13; He. 4:12). La
Palabra es la fuente de poder. A través de la palabra de Dios a los hombres,
viene el poder para los hombres. La Biblia no es meramente un libro de
historia; es también un generador de poder.
El
poder de Dios se hace eficaz a través
del amor (Gá. 5:6). El amor es el enérgico poder que transforma el conocimiento
en devoción y la fe en servicio sacrificial. El poder que viene al hombre es, a
la vez, entrante y saliente.
El
poder de Dios se hace eficaz a través de
la oración (Stg. 5:16). La oración es entrar en contacto con Dios para obtener
poder; un canal por el que llegamos hasta Dios y Dios hasta nosotros.
El
poder de Dios se hace eficaz a través de
la evangelización (1 Co. 16:9). La evangelización de los hombres es un cauce
por el que discurre el poder de Dios y alcanza al hombre.
El
poder de Dios se hace eficaz a través de
soportar la adversidad (2 Corintios 1:6).
El
poder de Dios no viene al hombre que empieza y después renuncia; sino al que
soporta hasta el fin.
La
gloria de la vida cristiana es la que resulta de revestir la vida de energeia, la energía, el poder eficaz de Dios
mismo.
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