Por: Pr
Manuel A Morejón Soler. Vedado, La Habana.
Roma
y la Biblia
En
la Biblioteca Nacional de París hay un documento guardado, que
contiene el dictamen dado al papa Julio III por los cardenales cuando
fue elegido para ocupar el trono pontificio en el año 1550. Incluye
los pasajes siguientes:
“De
todos los consejos que podemos ofrecer a Vuestra Santidad, hemos
reservado el más necesario al último. Tenemos que abrir los ojos
bien y emplear toda la fuerza posible en el asunto de permitir
la lectura del
evangelio
tan poco como sea posible, especialmente en el idioma común,
en
todos los países bajo vuestra jurisdicción.
“Debiera
ser bastante el poquito, que por lo regular se lee en la misa, y no
permitir a ninguno leer más.
“Mientras
que el pueblo se contente con ese poquito, los intereses de Vuestra
Santidad prosperarán; mas tan pronto como el pueblo quiera leer más,
los intereses de Vuestra Santidad principiarán a decaer.
Este
es el libro que, más que cualquier otro, ha levantado contra
nosotros los disturbios y tempestades por los cuales nos hemos casi
perdido.
El
hecho es que si alguno examina diligentemente y compara las
enseñanzas de la Biblia con lo que se verifica en nuestras iglesias,
pronto encontrará la diferencia y verá que nuestra conducta es
frecuentemente distinta de la Biblia y más frecuentemente aún la
contradice.
Y
si el pueblo entiende esto, nunca cesará, poniéndonos a prueba,
hasta que todo se descubra, y entonces seremos el objeto del desdén
y odio universal.
“Por
eso es menester quitar la Biblia de la vista del pueblo, pero con
precaución grande para evitar
revoluciones.” (De:
Bible
League Quarterly.Traducido
por E. R. B.)
La
Ley surgió para el hombre producto de su pecado (Romanos 4:15) y
para su salvación. Dice la Palabra de Dios: Ustedes estudian con
diligencia las Escrituras porque piensan que en ellas hallan la vida
eterna. ¡Y son ellas las que dan testimonio en mi favor! Sin
embargo, ustedes no quieren venir a mí para tener esa vida. (Juan
5:39-40)
La
Constitución cubana
La
Constitución o Carta Magna de un país debe ser la norma suprema que
fija los límites y define las relaciones entre los poderes del
Estado, estableciendo las bases para su Gobierno. Este documente debe
garantizar al pueblo todos sus derechos y libertades.
La
Constitución cubana del 24 de febrero de 1976, fue proclamada en un
acto solemne celebrado en el Teatro "Carlos Marx" en Ciudad
de La Habana. Esta Constitución transformó a la nación cubana en
un estado socialista o lo que es igual ateo y totalitario.
Esta
Constitución incita a la violencia en contra de cualquiera que
intente cambiar el orden político, social y económico establecido
por ella, aunque sea por métodos pacíficos. Esta Disposición
Especial fue aprobada en el año 2002 y también declara su carácter
irrevocable en el artículo 3 del Capítulo I, como si la Historia se
hubiera detenido para Cuba desde ese momento.
Comparación
de dictaduras
Si
bien Roma omitía verdades bíblicas para que el pueblo al menos se
contentara con algo de lo que le daban. En Nuestra Carta Magna la
intransigencia revolucionaria impuesta es para decepción
generalizada del pueblo y contento solo de la cúpula gobernante .
“Una
constitución es una ley viva y práctica que no puede construirse
con elementos ideológicos.” José Martí.
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