sábado, 31 de mayo de 2014

La opinión de un Pastor evangélico en Cuba en relación a la recién celebrada Jornada Cubana contra la Homofobia y la Conferencia regional de la Asociación Internacional de Lesbianas Gays, Bisexuales, Trans e Intersex para América Latina y el Caribe (ILGALAC)



Cuando Dios comisionó a Adán para que fructificase y multiplicase, llenara la tierra y la sojuzgara, lo ungió como sacerdote de su vida, la de Eva, la de su descendencia y de toda la tierra.
Este principio se ha mantenido inalterable hasta nuestros días, el hombre es el sacerdote encargado de ministrar en su hogar, su familia, su comunidad, y su nación, en la dimensión de su jerarquía y, en esa misma dimensión serán las consecuencias de la bendición o la maldición.
Desde el pasado día 6 y hasta el 10 de mayo, se celebró en el Balneario de Varadero la VII Jornada contra la Homofobia[i], dirigida nada más y nada menos que por la Sra. Mariela Castro Espín, hija del actual Presidente cubano. ¿Acaso no sabe el Sr Castro que él y sólo él es el responsable espiritual de la nación? ¿No sé da cuenta que las acciones de su hija, por antonomasia tienen su apoyo irrestricto como sacerdote de la nación, determinando así el nivel de maldición con que está condenando al país?
Si en algo estoy plenamente de acuerdo con ellos es, simple y llanamente que: la homosexualidad no es una enfermedad, es mucho peor: ¡ES UN PECADO!
Una cosa es que se garantice y respete el derecho que tienen a vivir, trabajar y aportar a la sociedad, se considere y reconozca la capacidad profesional de cualquier persona homosexual y los méritos que haya logrado a través de una vida laboral y social intachable, se garantice su derecho al voto, a la salud, educación, etc. y, otra muy diferente es el hecho de que, en Cuba, en el 2014 se ha convertido en un privilegio ser homosexual, se les exalte y honre como héroes.
Dios condenó y condena la homosexualidad, Sodoma y Gomorra sucumbieron ante el juicio divino, entre otras cosas por el alto índice de homosexualidad existente, y no crea nadie que porque en el siglo XXI Dios no destruye ciudades y países enteros es porque se ha vuelto un blandengue y consiente con el pecado, ¡NO!
La homosexualidad no es otra cosa que la rebeldía y aversión del hombre hacia Dios su Creador, la versión a los ojos de lucifer, satanás, el demonio o como quiera llamársele para, de manera sutil destruir la creación y la sociedad.
La Biblia, la Palabra de Dios es clara y diáfana, cortante como espada de dos filos, capaz de discernir entre las intenciones y los pensamientos del corazón, si vamos a Romanos desde el verso 18 del primer capítulo hasta el 16 del segundo capítulo, nos muestra un evento más allá de la tercera dimensión, se incluye una cuarta: la eternidad.
En 1ª Corintios, 6:9, 10, 13,18-20 se nos recuerda que ni los afeminados heredarán el Reino de Dios, nos recuerda que es un pecado contra el cuerpo y que este es templo del Espíritu Santo, lo cual significa que es una blasfemia contra el Espíritu Santo y por lo tanto, para ello no existe remisión de pecado.
El pasado sábado, la Sra. Mariela Castro Espín –me pregunto qué pensaría su madre de las acciones de su hija- organizó una multitudinaria manifestación homosexual por toda la Rampa, más de 500 homosexuales con conga y todo, se regodearon del beneficio que la propia hija del presidente les concede, fue una orgía pagana, una maldición más vertida sobre la nación, un culto a la rebeldía y a la negación de Dios en sus vidas y la nación.
Ante este acto blasfemo y maldiciente, no conozco de ninguna iglesia oficialista que se haya proclamado en contra de tan denigrante acto, claro está, hacerlo sería el equivalente a declararle la guerra al Faraón o al Emperador, perder todos los platos de lentejas por los que cambiaron la primogenitura de servirle al Rey de reyes y Señor de señores para adorar y servir a los que están en eminencia, haciendo brujería espiritual al usar, incorrectamente la Palabra de Dios para justificar sus acciones.
Sólo Dios sabe cuántos Pedro y Juan  necesitan en si la iglesia en Cuba, hombres dispuestos a defender la fe en su Salvador, hombres que no se callen y que enseñen lo que han visto, oído, aprendido o les ha sido revelado por el Espíritu Santo, hombre como Pedro y los apóstoles que cuando fueron interrogados por el Sumo Sacerdote y les fue prohibido severamente enseñar la sana doctrina, tenían la certeza inconmovible que: “Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres”. (Hechos 4:19; 5:29)
¡Despertad Iglesia! Porque un día nos tocará darle cuenta a Dios por cada alma de esta nación que se pierda, recordemos que tenemos el deber supremo de Atalaya, es decir; vigías de Dios en la tierra, para amonestar a los impíos de su mal camino para que se arrepientan, sólo así habremos librado nuestra vida. (Ezequiel 3:18,19)
La Sra. Mariela Castro se ha dado a la tarea de recoger al menos 10 000 firmas, a tenor de lo dispuesto en el art 88 inc. g de la Constitución para presentar un anteproyecto de Ley a la Asamblea Nacional, que permita entre otras cosas el matrimonio homosexual.
Por esta razón, he elaborado un documento que, persigue recoger tantas firmas como sea posible de manera que dicho anteproyecto no pueda implementarse, convoco a todos los hijos del Dios que vive por los siglos de los siglos, a todos los cubanos que amamos a Cuba y que estamos conscientes de lo desnaturalizado de este acto, a que nos unamos, firmemos y oremos de manera que se establezca en Cuba el Reino de Dios y se haga Su bendita, agradable y perfecta voluntad, como se hace en el cielo.
El nombre de este Documento es: OREMOS, FIRMEMOS, OREMOS.
Ruego a Dios el Padre de nuestro Señor Jesucristo que, estemos todos unánimes, en un mismo sentir, doblemos nuestras rodillas ante el trono de la Gracia, y clamemos como clamó Abram ante el Todopoderoso, quizás Dios se apiade de nosotros y quite de sobre Cuba su enojo porque realmente la maldad de esta nación se está elevando a niveles nunca antes visto.
*El Pastor Alejandro Hernández Cepero. 48a.  miembro de la Liga Evangélica de Cuba; se desempeñó en una misión en El Henequén, Mariel, Prov. De Artemisa, Cuba. Trabaja en la actualidad con el Mover Apostólico, Movimiento Apostólico en Cuba.

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