El padre José Conrado,
párroco de la Iglesia de Santa Teresita en la ciudad de Santiago de Cuba,
asegura que le explicó al Arzobispo que podía escribir el libro, sin necesidad
de dejar su trabajo pastoral.
“No me hice sacerdote
para escribir libros sino para hacer un trabajo pastoral en el pueblo de Dios”,
afirmó José Conrado, y añadió que ante esa respuesta Monseñor García le dijo que
no tenía ninguna otra parroquia o iglesia que ofrecerle en la Arquidiócesis.
“El Obispo de
Cienfuegos, Domingo Oropesa, me acogió muy amablemente”, dijo el sacerdote
quien el pasado viernes entregó la dirección de la parroquia a sus sucesores.
“Me voy con mucho dolor,
porque además del cariño de la feligresía, se queda sin concluir la
reconstrucción del templo y la casa parroquial. Durante catorce años hemos
esperado en vano por los permisos del gobierno”, dijo el religioso.
El padre José Conrado ha
sido durante años un figura incómoda para las autoridades de la isla por sus
abiertas denuncias por la violación de los derechos humanos y el público
reclamo de apertura democrática.
En el pasado envió
sendas cartas reclamando esos derechos tanto al ex gobernante Fidel Castro como
a su hermano, el general Raúl Castro.
El sacerdote dijo que en
las próximas semanas piensa viajar al exterior para el recorrido que hace cada
dos años por las comunidades católicas del exilio.
En 1997, el entonces
Arzobispo de Santiago de Cuba, Pedro Meurice, envió al padre José Conrado a
España, a quien lo unía una fuerte amistad, para cursar durante dos años
estudios de Teología y Periodismo.
“Monseñor Meurice era un hombre que decía la verdad porque vivía en la
verdad. Su compromiso con la verdad iba más allá de la conveniencia propia,
incluso de la conveniencia de la institución que tanto amaba, la Iglesia de
Jesús”, escribió hace dos años José Conrado en una nota titulada Desde mi pequeña Parroquia, con motivo de la muerte de Monseñor
Meurice.
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Pablo Alfonso / Martí Noticias
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