A todos nos llegará el día en que tengamos que partir de la tierra, no sabemos bajo qué condiciones. Lo que quiero resaltar es lo que probablemente hemos podido observar en las palabras, frases y epitafios que se escriben en las criptas, urnas, etc. Un epitafio decía: “No fuiste un buen esposo, ni mucho menos un buen padre, pero fuiste buen proveedor. Gracias”. ¿Qué podemos decir frente a esto?
Dudo mucho que quien yace en ese lugar hubiera imaginado lo que se colocaría en su tumba. Quienes tallaron esas palabras seguramente eran personas cercanas que percibieron todo eso de él.
Si en este momento te tocaría dejar esta tierra, ¿cuál crees que sería el epitafio que colocarían sobre tu tumba? Es una pregunta que nos ayuda a evaluarnos y pensar qué hemos estado sembrando en las personas, que concepción tienen de nuestras acciones y de lo que somos.
Cuando preguntas a alguien qué es lo que más valoran de ti, ¿titubean al responderte? Si lo hacen pues tienes un fuerte trabajo de ahora en adelante.
Si bien la vida se trata de vivir en obediencia, en comunión y estrecha relación con Dios y su opinión es la que importa, no nos puso en esta tierra sólo para que estemos bien con Él, sino que por consecuencia de la comunión con Él hagamos la diferencia y dejemos huella donde nos puso. Sé honesto y mira qué cambios debes hacer en tu trato con los demás pues todo lo que hagamos tiene un efecto y puede afectar en gran manera a los que te rodean y dependen de ti, sea de forma positiva o negativa.
Comienza a sembrar en las personas los frutos del Espíritu Santo, para que cuando llegue tu hora, no sólo tus actos y tu vida misma estén plasmados en palabras cariñosas en tu epitafio sino en los cielos y puedas sentirte conforme de tu trabajo en este mundo.
“Y sé tú mismo un ejemplo para ellos al hacer todo tipo de buenas acciones. Que todo lo que hagas refleje la integridad y la seriedad de tu enseñanza. Instruye la verdad, para que no puedan criticar tu enseñanza. Entonces los que se nos oponen quedarán avergonzados y no tendrán nada malo que decir de nosotros.” Tito 2:7-8
Nunca es tarde para ser recordado con una sonrisa... Vale la pena hacerlo... ¡¡¡vamos!!!
Telma Céspedes
CVCLAVOZ
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