Por Pr Manuel Morejón Soler El Vedado, La Habana.
Jaime Ortega de 28 años de edad, en 1966 ya era sacerdote de la iglesia de La Inmaculada Concepción de Cárdenas, había sido ordenado el 2 de Agosto de 1964. Un buen día a Jaime lo fueron a buscar en un jeep a la parroquia y se lo llevaron para la UMAP.
(Recuerda Juan Villar, amigo de la infancia de Jaime Ortega):
"En la primera visita que tuvimos en la UMAP a los tres meses, los padres de Jaime Ortega lo fueron a ver. Al regresar Ellos a su casa al padre le dio su primer ataque al corazón. Fue el primero, porque cuando salimos de la UMAP en junio del 68, a los pocos días su padre falleció por un ataque masivo. Ya, en la primera visita, su padre había sufrido mucho"
La lealtad prostituida siempre es sospechosa y de poca duración.
Estas son literalmente las palabras del cardenal Jaime Ortega Alamino en conferencia de prensa en la Universidad de Harvard al referirse sobre un grupo de disidentes del Partido Republicano Cubano, liderados por el arquitecto Vladimir Calderón Frías, que se encontraban plantados en la iglesia de La Caridad en el municipio capitalino de Centro Habana, antes de la llegada de SS Benedicto XVI:
“Todos eran antiguos delincuentes, sin nivel cultural, grupo con trastornos psicológicos”
Quien habla todo lo que le gusta, ha de escuchar todo lo que no le gusta.
No se hizo esperar la reacción de la Sociedad Civil contraria a la declaración pública del cardenal: Berta Soler (líder de Las Damas de Blanco), Primavera Digital, El Partido Republicano Cubano (PRC) y La Alianza Cristiana entre otros más, se pronunciaron enérgicamente ante la actitud parcializada de monseñor Alamino que con su acento delicado y empalagoso develó una imagen verde olivo que reveló más que si dijera mil palabras. La discreción en las palabras vale más que toda la elocuencia.
Expresó el Rev. Pedro Maurice
“Nos consideraban una iglesia de mártires y ahora algunos dicen que somos una iglesia de traidores”
imorejon@yahoo.es
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