Josué 1:1 Aconteció después de la muerte de Moisés,
siervo de Jehová, que Jehová habló a Josué hijo de Nun, servidor de Moisés, y le dijo:
Josué 1:2 "Mi
siervo Moisés ha muerto.
Ahora, pues, levántate y pasa este Jordán, tú y todo este pueblo, hacia la tierra que yo les doy a los hijos de
Israel.
Josué 1:3 Yo os he entregado, tal como lo dije a Moisés, todos los lugares que pisen las plantas de
vuestros pies.
Josué 1:4 Desde el desierto y el Líbano hasta el gran
río Éufrates, toda la tierra de los
heteos hasta el Mar Grande donde se pone
el sol, será vuestro territorio.
Josué 1:5 Nadie podrá hacerte frente en todos los días
de tu vida: como estuve con Moisés, estaré
contigo; no te dejaré ni te desampararé.
Josué 1:6 Esfuérzate y sé valiente, porque tú
repartirás a este pueblo como heredad la tierra que juré dar a sus padres.
Josué 1:7 Solamente esfuérzate y sé muy valiente, cuidando de obrar conforme a toda la Ley que
mi siervo Moisés te mandó; no te apartes
de ella ni a la derecha ni a la izquierda,
para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas.
Josué 1:8 Nunca se apartará de tu boca este libro de la
Ley, sino que de día y de noche meditarás en él,
para que guardes y hagas conforme a todo lo que está escrito en él, porque entonces harás prosperar tu camino y
todo te saldrá bien.
Josué
1:9 Mira que te mando que te
esfuerces y seas valiente; no temas ni
desmayes, porque Jehová, tu Dios,
estará contigo dondequiera
que vayas".
Josué 1:1-18
Al comenzar el libro de Josué, los israelitas
se encuentran acampados a la orilla oriental del Jordán, a la misma entrada de
la tierra prometida y ya habían completado el período de duelo por Moisés, que
acababa de morir (Deuteronomio_34:7-8).
¿Es que
acaso los israelitas no sabían que Moisés había muerto? Sí era bien sabido por
todos, pero el Señor estaba anunciando a su pueblo que era el comienzo de una
nueva forma de vida la que iban a experimentar bajo el liderazgo de Josué.
Durante su
peregrinación en el desierto, los israelitas obedecieron las leyes de Dios y además
enseñaron a la nueva generación a obedecer las leyes de Dios, a fin de que
pudieran entrar en la tierra prometida (Canaán). A medida que los hijos crecían, con frecuencia les recordaban que la
fe y la obediencia a Dios traían victoria, mientras que la incredulidad y la
desobediencia producían tragedia. Cuando el último de la generación mayor y los
de la nueva generación fueron adultos, los israelitas se prepararon para pasar
el río y poseer la tierra prometida, anhelada por tanto tiempo.
Josué fue el
sucesor de Moisés como líder de Israel. ¿Cuáles fueron sus cualidades para
convertirse en líder de la nación? (1) Dios lo nombró (Números
27:18-23). (2) Era uno de los únicos dos testigos oculares de las plagas
de Egipto y el éxodo que quedaban con vida. (3) Había sido ayudante de Moisés
por cuarenta años. (4) De los doce espías, sólo él y Caleb demostraron una
confianza plena en que Dios les ayudaría a conquistar la tierra.
Como Josué
había ayudado a Moisés muchos años, estaba bien preparado para ser líder de la
nación. Los cambios de líderes son comunes en muchas organizaciones. En esos
casos, es esencial una transición fluida para establecer una nueva
administración. Esto no sucede a menos que los nuevos líderes sean bien
entrenados. Si usted ocupa actualmente una posición de líder, comience a
preparar a otra persona para tomar su lugar. Así, cuando usted se vaya o reciba
una promoción, las operaciones podrán seguir normalmente. Si usted desea ser
líder, aprenda de otros líderes para estar preparado para dirigir cuando llegue
la oportunidad.
El nuevo
trabajo de Josué consistió en llevar a más de dos millones de personas a una
nueva tierra extraña y conquistarla. ¡Qué gran reto, aun para un hombre del
calibre de Josué ué! Cada trabajo nuevo es un reto. Sin Dios puede causar
temor. Con Dios puede ser una gran aventura. Así como Dios estuvo con Josué, El
está con nosotros cuando enfrentamos nuevos retos. Quizás no vamos a conquistar
naciones, pero todos los días encontramos situaciones complejas, personas
difíciles y tentaciones. Sin embargo, Dios promete que nunca nos abandonará ni
dejará de ayudarnos, no importa cómo nos sintamos. Si pedimos la dirección de
Dios como lo hizo Josué ué, también podemos ganar muchas de las batallas de la
vida.
Muchas personas piensan que la prosperidad y el
éxito provienen de tener poder, contactos personales y un inexorable deseo de
avanzar. Pero la estrategia para el éxito que Dios le enseñó a Josué ué
contradice tales criterios. Le dijo a Josué que para prosperar debía (1) ser
fuerte y valiente porque la tarea que le esperaba no era fácil, (2) obedecer la
ley de Dios, (3) constantemente leer y estudiar el libro de la ley: la Palabra
de Dios. Para tener éxito, siga los consejos que Dios le dio a Josué. Es
posible que no triunfe según las normas del mundo, pero triunfará a los ojos de Dios, y la opinión del Señor dura para
siempre.
¿Por qué los mandarines cubanos se empeñan en
detener la historia de Cuba y a la Isla en la pobreza?
La respuesta es muy sencilla: para mantenerse en
el poder, pese a las penurias del pueblo.
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